El ataque a la estación gasolinera en proximidades de Maicao, es una acción directa contra las fuentes de financiación del paramilitarismo de Estado, causante de las más grandes desgracias humanitarias en la Guajira colombiana.
El pueblo alíjuna y wayuú no quiere más masacres como las de Bahía Portete y Dibulla, que suman más de 800 guajiros asesinados por “paracos”, al mando de “Jorge 40”, amigote del presidente Uribe. Quiere y exige justicia y reparación por el desplazamiento forzado, el asesinato y la desaparición de centenares de ciudadanos inermes.
No más gobernadores, no más alcaldes ni politiqueros, ni más instituciones títeres de paramilitares.
No más complicidad de jefes militares, de policía y del DAS ligados con los desafueros del narcoparamilitarismo, es el clamor de dignidad de la nación wayuú y los pobladores de la Guajira.
Los humildes pimpineros despojados y vejados por la mafia paramilitar del monopolio gasolinero han sido reivindicados con esta acción del pueblo en armas.