Carta al Congreso de los Estados Unidos de América
Puerto Rico, 30 de agosto de 2000
Señores congresistas:
Nuestra organización, el Ejército Popular Boricua - Los Macheteros, ha establecido contacto con vuestro gobierno en diversas ocasiones. Nos ha motivado el más profundo sentido de justicia y humanidad que entendemos les debe servir como fundamento de orientación al tomar sus determinaciones relativas a nuestra nación y patria: Puerto Rico.
Ustedes se han limitado a escuchar, quizás por lo que pudieran ser beneficios y ventajas políticas personales, a los tradicionales políticos que durante décadas han supeditado los legítimos intereses de la mayoría de nuestro pueblo a los intereses de los Estados Unidos. Estos administradores coloniales, cuyas ejecutorias corruptas mantienen a nuestro pueblo en un degradante limbo material y espiritual, no escatiman en vender sus conciencias, logrando, con ello, beneficiarlos a ustedes, pero afectando gravemente a nuestro pueblo. Los valores más importantes: el ejercicio de la democracia, de la libertad, el verdadero sentido de igualdad y humanidad, el más profundo sentimiento de dignidad humana, quedan perdidos en el laberinto de un colonialismo criminal y rapaz, que es el que ustedes han impuesto sobre nuestro pueblo durante el siglo transcurrido desde que ustedes invadieran a nuestra patria.
Hemos sido los puertorriqueños los que, gracias a vuestras imposiciones puramente colonialistas, nos hemos visto forzados a sufrir los nefastos efectos de lo que ha sido descrito por la Organización de Naciones Unidas y por la ley internacional como: un crimen contra la humanidad.
Los Macheteros jamás nos hemos comunicado con ustedes motivados por el odio, y mucho menos por lo que podría ser un espíritu vengativo por todos los sufrimientos y abusos que ustedes han causado a nuestro pueblo. Ustedes no solamente han mentido y engañado a los puertorriqueños. También han engañado a la comunidad internacional y, de manera muy particular, a la mancomunidad latinoamericana.
Los Macheteros somos hijos del pueblo puertorriqueño; somos el fruto de un pueblo que ha luchado por sus libertades fundamentales durante cerca de dos siglos: contra los colonialistas de España durante casi dos siglos, y contra el colonialismo que ustedes representan para los puertorriqueños, durante un siglo, comenzando desde el 1898.
En estos precisos momentos de nuestra historia, ustedes, con la Marina de Guerra y el FBI a la vanguardia, desatan imponentes y oprobiosas campañas orientadas hacia la difusión de grandes mentiras, respecto a lo que somos los luchadores y patriotas puertorriqueños. Ustedes, y las fuerzas de poder que sustentan el ejercicio de vuestra política colonialista, hacen todo lo posible por engañar a todo el mundo presentándonos como «terroristas», o como «comunistas» y demás tergiversaciones ideológicas que ustedes han logrado instilar en las conciencias de los pueblos mediante su imponente control de los medios de información. En realidad, nosotros sabemos perfectamente lo que somos: patriotas puertorriqueños amantes de la paz, de la libertad, de la justicia y de la igualdad. Nada que ustedes digan, o hagan, podrá modificar esa realidad. Si nuestras vidas son cercenadas en este proceso por su increíble desvirtuación premeditada de la verdad, o por su enorme poder represivo y destructivo, nos sabremos igualmente fuertes como pueblo, con la seguridad de que, al final, la victoria será nuestra.
Ustedes ya no son representantes de aquellos revolucionarios que forjaron a vuestra nación, que fue un ejemplo de libertad para todos los pueblos, particularmente, para la América Hispana, durante las primeras décadas del siglo pasado. Los elementos egoístas que estuvieron presentes en el proceso de consolidación de su nación, elementos que colocan sus ganancias, la propiedad personal, el dinero, la riqueza individual y personal, el poder y el control por sobre todas las cosas, han triunfado en vuestro país y ahora representan, para toda la humanidad, muerte, barbarie, bombas lanzadas indiscriminadamente contra pueblos indefensos y débiles, y opresión. No importa si la mayoría de los pueblos les rinden pleitesía. No les rinden pleitesía a la justicia, sino al miedo, al poder, al temor a ser demolidos y barridos de la faz de la tierra por sus fuerzas, que sólo piensan en el poder y mienten con gran desparpajo para mantenerlo. Es el verdadero terrorismo en acción. Así llevarán a la humanidad a un triste fin.
Los puertorriqueños somos un pueblo pequeño, débil, pero bueno. Somos un pueblo que ha sufrido mucho y que ha sido constantemente humillado por ustedes. Nos han dividido, en todos los sentidos de la palabra. Sin embargo, un rayo de luz ilumina a nuestro pueblo; un rayo unitario de pueblo, que es Vieques. Por primera vez, los puertorriqueños estamos todos unidos y la voluntad imperial no se habrá de imponer. Eso debe de llevar un mensaje muy definido a ustedes. Los puertorriqueños nos estamos encontrando a nosotros mismos, en forma masiva, unida, como pueblo. Ya ustedes deben de revaluar su política hacia los puertorriqueños.
Ustedes tienen que saber que si bien somos un pueblo pacífico, también podemos ser muy firmes al momento de luchar por lo que sabemos justo. Y una patria libre, es una causa justa. No queremos amenazarlos, y menos que tomen nuestras palabras como amenazas. Sin embargo, pueden ustedes tener la más absoluta seguridad, de que esta lucha libertaria continuará. Mientras más suframos vuestra represión, mayor será nuestra decisión de luchar. Mientras mayor sea vuestra arrogancia, vuestra intolerancia, vuestra agresividad, más firme será nuestra respuesta. Los luchadores puertorriqueños hemos aprendido mucho. Sabremos luchar contra fuerzas poderosas, como las de ustedes. No importa los golpes que nos den, resurgiremos como el ave fénix de sus cenizas. Así somos Los Macheteros, y así será nuestro pueblo que sueña con la libertad como derrotero para nuestros hijos.
Queremos reafirmar lo que el pasado 26 de junio de 1996, fecha en que fuera celebrada una Conferencia de Gobernadores de Norte América en nuestra patria, Los Macheteros les dijéramos a los participantes:
Puerto Rico es un PAIS caribeño y latinoamericano. Puerto Rico es una NACION fraguada con tres raíces principales: la india taína, la española y la africana. El IDIOMA de los puertorriqueños es el español. Nuestra CULTURA refleja nuestra idiosincrasia y marca unas diferencias irreconciliables con la cultura que los define a ustedes los norteamericanos como pueblo. El crisol del cual ustedes se sienten orgullosos jamás podrá servir como mecanismo de fundición para nuestro pueblo hasta hacerlo desaparecer en la amalgama que caracteriza a la nación norteamericana. Somos de profunda raíz latinoamericana, según queda plenamente demostrado por nuestra cultura. Nuestro idioma, nuestra expresión artística, nuestro folclore, nuestras frutas, nuestras particularidades alimentarias; los valores que reflejan la cultura de nuestro pueblo, no son, y jamás serán, afín con los de ustedes. Tenemos nuestra bandera, nuestro himno nacional y nuestro pájaro símbolo que es el Pitirre, un pájaro pequeño, pero que se defiende con tesón de los guaraguaos o águilas, incluyendo al águila calva.
Estados Unidos invadió a Puerto Rico el 25 de julio de 1898, y a través del Tratado de París obligó a España a entregar a Puerto Rico. Los puertorriqueños, que ya desde entonces nos beneficiábamos de un gobierno autónomo, no fuimos consultados previo a esa acción. La misma constituyó una violación a la ley internacional ya que Puerto Rico era, para ese entonces, una nación con gobierno propio. Desde entonces los puertorriqueños mantenemos una lucha activa para lograr conquistar nuestro derecho inalienable a ser un país libre, lucha que librábamos contra España desde muchas décadas antes de la infame invasión en 1898 y que ya estábamos a punto de culminar victoriosos. En la actualidad Puerto Rico no es otra cosa que una COLONIA de la nación norteamericana, su nación.
Desde el mismo momento en que fuera creada la Organización de Naciones Unidas, los puertorriqueños hemos denunciado la condición colonial que por medio de las armas nos ha sido impuesta por el gobierno del cual ustedes forman parte. Aun cuando nuestra causa libertaria ha sido acogida con comprensión y solidaridad moral por parte de la gran mayoría de naciones que componen ese organismo internacional, las monumentales presiones económicas y políticas que Estados Unidos ha ejercido sobre las naciones miembro, han impedido que éstas puedan tomar posiciones conforme a la conciencia que la moralidad exige.
Nuestra lucha no ha estado limitada a foros internacionales. Muchos hombres y mujeres puertorriqueños han ofrendado su vida por la libertad de nuestra patria. Puerto Rico es el país de Pedro Albizu Campos, Presidente del Partido Nacionalista para los años en los que se manifestó una enorme represión abierta contra el independentismo. Puerto Rico es el país de Oscar Collazo y Griselio Torresola, los dos puertorriqueños que, el primero de noviembre de 1950, llegaron hasta la Casa Blair, residencia provisional del Presidente de Estados Unidos, y demandaron con sus armas y con la vida de uno de ellos la independencia para Puerto Rico. Puerto Rico es el país de Lolita Lebrón, Irvin Flores, Andrés Figueroa Cordero y Rafael Cancel Miranda, puertorriqueños que, haciendo gala de enorme valor y espíritu de sacrificio, pusieron en riesgo sus propias vidas cuando en 1954 lanzaron su voz de protesta anticolonial armada en plena sesión del Congreso de los Estados Unidos y exigieron la atención del mundo al problema colonial de Puerto Rico, y demostrando que los puertorriqueños estamos dispuestos a lo que sea necesario para lograr nuestra libertad. Puerto Rico es el país de Los Macheteros, quienes desde 1975 han levantado una lucha de resistencia libertaria atacando bases militares de Estados Unidos en nuestro país y quienes, en 1981, destruyeron varios aviones de combate en una de estas bases aéreas causando una de las mayores pérdidas sufrida por los Estados Unidos en las últimas décadas.
Ustedes deben preguntarse ¿por qué los puertorriqueños han recurrido a estas acciones? La respuesta es muy sencilla: porque su país ha oprimido y reprimido a nuestro país caribeño y latinoamericano; a una nación que no les pertenece y que tiene identidad propia. Porque Estados Unidos ha utilizado a Puerto Rico como laboratorio y a los puertorriqueños como conejillos de Indias; porque hemos sido utilizados como carne de cañón y obligados a participar en guerras defensivas de vuestros intereses, que la mayor parte de las veces han estado en conflicto con los intereses de nuestro pueblo puertorriqueño. ¿Le resulta difícil de creer? Sólo tiene que ver la siguiente lista de acciones infames que el Gobierno de Estados Unidos ha cometido contra Puerto Rico:
1898 Estados Unidos bombardea e invade a Puerto Rico durante la Guerra Hispanoamericana mientras proclama que viene a «traer la libertad a un pueblo que no la conocía». Suspende la Constitución Autonómica que España había otorgado a Puerto Rico cinco meses antes y establece un gobierno militar. Desde ese momento hasta 1933 el gobierno de la isla estuvo ubicado en la jurisdicción del Departamento de Guerra norteamericano.1
1899 El gobierno militar del General Miles («Piel de Oso») declara el dólar norteamericano como la única divisa legal en la isla y establece la razón de cambio en 60 centavos con respecto al peso. Con ello, instantáneamente, priva y roba al pueblo puertorriqueño de un cuarenta por ciento de nuestra riqueza nacional arruinando a grandes sectores de nuestra agricultura y comercio.2
1917 El Congreso de Estados Unidos impone, mediante la Ley Jones, la ciudadanía norteamericana a los puertorriqueños, en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo (según expresada por la Cámara de Delegados de Puerto Rico), justo tres semanas antes de que Estados Unidos entrara a la Primera Guerra Mundial y se decreta el Servicio Militar Obligatorio.3 Con ello se obliga, a los puertorriqueños a pelear en guerras en las cuales la metrópoli norteamericana se ve involucrada conforme a su política e intereses. Desde entonces, más de 200,000 puertorriqueños han participado en sus guerras y más de 7,000 han sido muertos o mutilados, y otros miles han sufrido trastornos mentales como consecuencia directa de esa imposición.
Estados Unidos ha atacado a países caribeños y latinoamericanos como Panamá, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Cuba y otros que los puertorriqueños consideramos como nuestros hermanos en sangre, raza, cultura e idioma.
Estados Unidos impone sus leyes de cabotaje en Puerto Rico, obligando a que se utilicen barcos de la flota mercante de Estados Unidos y a la población puertorriqueña a pagar precios más altos por los productos y a consumir productos extranjeros cultivados en el norte, afectando así la producción agrícola y la dieta de los puertorriqueños.
1931 El Dr. Cornelius Rhoads, médico de Harvard y miembro de un programa de investigación sobre anemia sostenido por la Fundación Rockefeller aprovecha la investigación para experimentar criminalmente, inyectándole cáncer a trabajadores puertorriqueños y sus familias.4 En una carta enviada a un colega norteamericano Rhoads expresaba que, en efecto, había asesinado a ocho puertorriqueños y había plantado el cáncer en varios otros.5
1935 El gobernador Blanton Winship y el jefe de la policía Elisha Francis Riggs, ambos norteamericanos, planifican y ejecutan el asesinato de líderes del Partido Nacionalista, hecho que se conoce como la Masacre de Río Piedras.6
1936 Se comprueba una conspiración del gobierno de Estados Unidos para intimidar a toda la nación puertorriqueña a través del terror y el asesinato. Asesinan a los nacionalistas Elías Beauchamp e Hiram Rosado a sangre fría en el cuartel de la policía, luego de ser arrestados acusados por la muerte del jefe de la policía Riggs.7 Varios miembros del Partido Nacionalista, son arrestados, desterrados, y encarcelados por nueve años en una prisión federal en Atlanta.
1936 La Marina de Guerra de Estados Unidos se adueña de la totalidad de la isla de Culebra, un municipio con población puertorriqueña, para realizar «de manera formal y continua un sistema de adiestramiento militar y naval».8
1937 En lo que se conoce como La Masacre de Ponce, la policía, ejecutando órdenes del gobernador norteamericano Blanton Winship, asesina a 21 personas y hiere a más de 200 en la ciudad de Ponce, impidiendo una manifestación nacionalista en Puerto Rico.9
1940 La Marina de Guerra de EEUU ocupa las mejores tierras agrícolas de la isla de Vieques para establecer una base militar y utilizarlas como campo de tiro para sus maniobras. Así se eliminan casi en su totalidad los cultivos de china, piña, caña y uvas, además de la crianza de animales. Hubo un éxodo de viequenses en busca de mejor vida.10 La Marina quería sacar a los viequenses e incluso desenterrar los restos del cementerio y removerlos para quedarse con la isla completa.11 En la actualidad, los bombardeos no permiten a la población llevar una vida normal y han afectado seriamente las viviendas, el ambiente y la salud mental de los habitantes.
1944 Se comienza un proceso forzado de esterilización aplicado a la mujer puertorriqueña como medida de «control de natalidad», lo que deja un saldo de una tercera parte de la población femenina en su edad fértil estéril.12
1950 Se aplican normas de emigración forzosa de obreros agrícolas puertorriqueños hacia campos agrícolas de Estados Unidos; una forma moderna de esclavitud.13
1950 Estados Unidos desencadena la represión contra el Partido Nacionalista y todos los independentistas a raíz de la Revolución Nacionalista. Más de 5,000 independentistas son arrestados y sus derechos violados.
1950 El Ejército de Estados Unidos experimenta en Puerto Rico con bacterias que luego utiliza en Corea. El 25 de abril de 1950, el periódico The New York Times publicó un articulo en el cual el secretario de Defensa afirmaba que «la guerra biológica o diseminación de gérmenes será agregada dentro de poco, -sino ha sido ya agregada- al arsenal de armas mortales». Curiosamente, él se encontraba en Puerto Rico para esos días en gestiones para imponer un plan del presidente Harry S. Truman el cual todavía hoy se mantiene en secreto. Albizu Campos denunció estos experimentos el 23 de septiembre de 1950.14
1950 Se violentan los más elementales fundamentos de la democracia al imponer a todo nuestro pueblo, mediante legislación, la criminal Ley de la Mordaza. Esta ley sirvió los propósitos de acallar toda voz disidente o expresión libertaria, en cualesquiera de sus manifestaciones. Ello quería decir que la libertad de expresión quedó completamente expurgada y la expresión libertaria convertida en delito. Centenares de hombres y mujeres fueron encarcelados acusados de violentar esta ley.
1951 La Marina de Guerra de Estados Unidos establece una Oficina de Investigación Naval en la Universidad de Puerto Rico para experimentar con la radiación de rayos cósmicos.15
1953 Experimentos de radiación fueron realizados en seres humanos encarcelados y en presos políticos, como Pedro Albizu Campos, para reprimir al movimiento independentista.16
1956 Compañías estadounidenses inician experimentos con píldoras contraceptivas en Puerto Rico. Los doctores Bárbara y Gideon Seaman afirman que las pastillas contenían estrógeno y que muchas mujeres desarrollaron derrames anormales. La compañía que producía la pastilla Enovid aceptó que ésta había sido experimentada en miles de mujeres puertorriqueñas.17 18
1960 Desde el mismo momento de la invasión a Puerto Rico, el gobierno de Estados Unidos comenzó la práctica de preparar listas de «subversivos». Más de 150,000 individuos fueron investigados por las fuerzas represivas, en especial por el FBI y se les fabricó una carpeta. Miles sufrieron discriminación, se les negó trabajo y fueron catalogados como subversivos, lo que resultó en innumerables consecuencias negativas en sus vidas.19 Desde esta década el FBI implantó el programa COINTELPRO, y espió, colocó informantes, fabricó casos, difamó, provocó riñas, interceptó teléfonos y correspondencia y realizó otro sin fin de acciones sucias para detener al movimiento independentista; práctica evidenciada por documentos obtenidos a través de la Ley de Libertad de Información.
1961 Desde 1961 hasta 1966 el Pentágono experimenta con los Agentes «Naranja» y «Blanco» y otros que entonces utiliza en la Guerra de Vietnam. Los experimentos con estos potentes defoliadores se realizan en los bosques de El Yunque y Toro Negro, en áreas cerca de Maricao, Mayagüez y el Lago Guajataka. El Yunque es uno de nuestros ecosistemas más importantes, un bosque tropical único en este hemisferio. En Puerto Rico fue donde se utilizaron los yerbicidas más destructivos y las concentraciones más efectivas. 20 21
1965 Desde 1965 hasta 1967 se realizan extensos experimentos con radiación nuclear en diferentes áreas de El Yunque, para determinar el efecto de esos rayos en la vida vegetal y animal. La Comisión de Energía Atómica realiza estos experimentos a solicitud del Departamento de Guerra de los Estados Unidos. 22 23
1968 Más de 2,000 puertorriqueños son utilizados como conejillos de Indias para probar el efecto de un insecticida sobre el cuerpo humano. El Programa de Pesticidas de Estados Unidos dirigió unos experimentos donde colocó el insecticida ABATE en el agua potable que utilizarían los habitantes, como parte de un experimento del programa para el control del mosquito Aedes aegypti. 24
1978 Dos jóvenes independentistas son asesinados en el Cerro Maravilla en una emboscada fraguada por la policía con la participación del Negociado Federal de Investigaciones (FBI). 25
1985 En lo que se conoce como la «Segunda Invasión de Estados Unidos a Puerto Rico», nuestra patria es violentada por fuerzas combinadas del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Servicio Secreto y Fuerzas Armadas. Cerca de 400 agentes y militares, violando derechos civiles, derechos humanos y leyes de Puerto Rico, arrestan masivamente a luchadores independentistas Macheteros. Nuestro pueblo es brutalmente reprimido: se mantiene vigilancia electrónica ilegalmente; interceptan cerca de un centenar de teléfonos; allanan y destrozan propiedades y obras de arte; confiscan pinturas y libros de poesía; y 15 luchadores independentistas son arrancados de sus hogares, desterrados a cárceles en EEUU y mantenidos bajo condiciones carcelarias extremas, privados de sus derechos básicos. Estados Unidos mantuvo a uno de los acusados bajo detención preventiva por el período más largo en la historia de los Estados Unidos: ¡tres años! Una vez bajo fianza y todavía confinado al exilio en los Estados Unidos, es arrestado tres meses después (por resistir el arresto de 1985) y una vez más ¡mantenido bajo detención preventiva por un año más! Fue absuelto por un jurado unánime. 26
1991 El Gobierno de Estados Unidos trata de iniciar una siembra de la planta de coca en Puerto Rico, para experimentar su erradicación con sustancias químicas. 27
1993 Las fuerzas armadas de Estados Unidos tratan de imponer un sistema de radar, controlado por la Marina de Guerra, para usos militares y de espionaje civil, disfrazándolo como un programa para el control del tráfico de drogas. 28
1999 Se cumplen cinco décadas de la criminal utilización de nuestra Isla Nena de Vieques por la Marina de Guerra de los Estados Unidos. Nuestro pueblo residente en esa isla puertorriqueña sufre el constante bombardeo que dicho cuerpo militar instrumenta como parte de sus entrenamientos. El uso de balas vivas, al igual que los contaminantes han desatado enormes cifras de enfermedades, particularmente de cáncer. Los pescadores que tienen necesidad de utilizar esas playas y áreas marítimas circundantes, se ven impedidos de hacerlo pacíficamente. Numerosas personas han sido muertas y heridas como consecuencias de unas prácticas militares cuyos planificadores han llegado al colmo de colocar anuncios en la prensa internacional ofreciendo en alquiler el uso de nuestra isla para fines de prácticas militares por parte de naciones aliadas a los Estados Unidos.
1999 Desde 1980, el gobierno de los Estados Unidos mantuvo en sus prisiones a más de una decena de patriotas puertorriqueños. Debido a la presión ejercida por nuestro pueblo y por la comunidad internacional, se vio obligado a dejar en libertad a 11 de nuestros hermanos, compañeros que sufrieron casi 20 años de injusto encarcelamiento29, habiéndoles sido impuestas condenas carcelarias triplicadas en años, comparativamente a las sentencias carcelarias impuestas a personas acusadas como criminales comunes. Las condiciones para su excarcelación constituyen una burla a los derechos de los pueblos que luchan. Seis de nuestros patriotas aún son retenidos, añadiendo con ello mayores penurias y sufrimientos a la familia puertorriqueña.
2000 Centenares de puertorriqueñas y puertorriqueños son detenidos y encarcelados como consecuencia de su protesta, al obedecer el mandato de sus conciencias y ejercer su derecho a la desobediencia civil, exigiendo el cese de los bombardeos de la Marina de Guerra de Estados Unidos sobre Vieques y el cese de la ocupación de los terrenos que le fueron arrebatados a los viequenses.
Señores congresistas, vuestra realidad, vuestra visión de vida y vuestro entendimiento de lo que tiene que ser la interrelación humana, está condicionada y supeditada, primordialmente, a lo que son sus intereses individuales y como nación dominante en el mundo. Todo el daño que ustedes hacen a nuestro pueblo, es justificado por ustedes como parte de sus «obligaciones para mantener la democracia» que con tanta vehemencia, y antidemocratismo, ustedes aplican. Ustedes nos han dividido como pueblo. Lo han hecho de manera premeditada, sin importarles el sufrimiento que ello habría de ocasionarle a la familia boricua. El deterioro espiritual que sufre nuestro pueblo, el enorme desajuste emocional y orientación hacia el alcoholismo y el abuso de drogas y estupefacientes, es algo que nos ha causado graves penurias. Ustedes han puesto enormes piedras en lo que es un natural proceso de consolidación nacional y como pueblo; han abusado de nuestra generosidad e ingenuidad; han manipulado nuestra existencia de la misma manera en la cual los biólogos ahora manipulan los genes y los modifican a su conveniencia. Todo ello son crímenes imperdonables.
Pero ha llegado la hora de la rectificación, no sólo por ustedes, sino por nosotros los boricuas, que nos encaminamos a hacer justicia, si es que ésta se nos niega.