Ángel Bengochea: Perfil de un revolucionario

PERFIL DE UN REVOLUCIONARIO
ÁNGEL BENGOCHEA A NUEVE AÑOS DE SU MUERTE

La noche del 20 de julio el Vasco, siempre risueño, estaba serio. "...Es la pesada, sabes. Ya tenemos todo listo. Los muchachos responden, dan la vida por uno..." Todos la dieron y pronto. Un error en el engranaje. Una chispa. Cualquier cosa. El 21 de julio de 1964 a las cuatro de la tarde todo volaba por los aires.

Se encontraron cuatro cadáveres solamente: Lito Feldman, Hugo Santilli, Schiavelo y Reig. El cuerpo de Ángel Bengochea había desaparecido entre las ruinas de ese departamento de la calle Posadas que una violenta explosión destruyó.

En esos momentos se pensó que allí quedaba aniquilado en germen un grupo guerrillero, como meses antes había sido liquidado por el ejército otro en Salta. Pero, lo que pareció una experiencia frustrada, se convirtió en la iniciación dramática de una de las formas de lucha, la guerrilla urbana, más importante que se desarrollaría en el país en los años siguientes contra la dictadura.

Desde chico su padre le hablaba de las luchas del pueblo español. A los 17 años ya participaba de las movilizaciones de los estudiantes secundarios como dirigente del colegio Nacional de Bahía Blanca donde cursaba sus estudios.

Orador de las juventudes del Partido Socialista acaudillaba a sus compañeros contra la vieja burocracia del Partido. Con su entusiasmo juvenil creía posible cambiar esa "momia anquilosada" con personajes ya fuera de la historia. Pronto entendió que ese no era el camino revolucionario.

Abandonó sus brillantes estudios de abogado para consagrar sus esfuerzos a los más humildes compartiendo con ellos su trabajo en la fábrica y su vida cotidiana en el conventillo. Siempre con risa fácil. Siempre con un chiste oportuno. Había elegido.

Como delegado de Duperial, su actividad antipatronal y contra los burócratas del sindicato químico, le ganan la adhesión de los mejores activistas de la fábrica. Por consecuencia también el despido.

En 1954, siendo integrante del Partido Obrero Revolucionario, denuncia en el periódico "La Verdad" el complot que se gestaba contra el gobierno legal del General Perón por parte de los grupos ligados al imperialismo norteamericano. Reclamaba la organización de las bases y la formación de milicias para defender al gobierno del pueblo.

Después de derrocado el General Perón participa en forma activa en las huelgas generales y movilizaciones populares contra la dictadura militar. Director de "Palabra Obrera", en 1957, por infracción del decreto que prohibía mencionar el nombre de Perón (Decreto 4161 ) lo detuvieron nueve meses en la cárcel de Villa Devoto. Le fueron iniciados 18 procesos. En libertad, después del triunfo electoral de Frondizi, reinicia su lucha contra el gobierno y los dirigentes sindicales, Vandor, Rucci y otros, que colaboraban con los "integracionistas" para conservar sus puestos y entregaban las conquistas populares.

Durante la huelga general, producida por la ocupación del frigorífico Lisandro de la Torre en enero de 1959, cae prisionero junto con cientos de activistas, es trasladado a un buque y después a la cárcel de Caseros donde permaneció varios meses.

El desconocimiento del triunfo de Framini —representante del peronismo— en las elecciones de la provincia de Buenos Aires en el 62 y los sucesivos golpes de estado por distintas fracciones gorilas que se suceden provocaron en el pueblo una gran desilusión sobre la eficacia de los métodos electorales. Fue necesario iniciar otros caminos y otras formas de lucha para que la voluntad popular fuera reconocida.

Por otra parte, la victoria de la Revolución Socialista en Cuba, la primera en América Latina, destacó la importancia de la lucha armada en la toma del poder por el pueblo. En nuestro país, la experiencia guerrillera de los Uturuncos en Tucumán, aunque parcial y derrotada, denotó la inquietud de los sectores de vanguardia por encontrar nuevas vías de realización revolucionaria.

Junto a un grupo de compañeros el Vasco inicia en 1961, con la vacilante aprobación de su organización, Palabra Obrera, las primeras experiencias de acciones armadas en la ciudad. Sería el comienzo de la creación de la guerrilla urbana que años más tarde cobraría mayor fuerza y se extendería por todo el país.

Unido en una estrecha amistad con John William Cooke y Alicia Eguren, con quienes además compartía ideales, viajó a Cuba donde permaneció bastante tiempo. Allí pudo estrechar la mano de su compatriota Ernesto "Che" Guevara.

Cuando regresó a la Argentina en el 63 tenía como objetivos la preparación de una plantilla de combatientes e instalar un foco guerrillero en el interior del país.

La experiencia política del Vasco era muy amplia y su militancia dentro de la clase obrera muy profunda. Era consciente que no podían aplicarse, mecánicamente, en nuestro país los mismos modelos de guerra revolucionaria aplicados en Cuba, porque Argentina tiene una estructura fundamentalmente urbana, una clase obrera numerosa y entrenada en las duras batallas contra la dictadura. La acción en las ciudades tomaba, según este análisis, un carácter prioritario.

En esta etapa de preparación de la organización, preparación ideológica y técnica lo sorprende, a los 37 años, la muerte junto a los compañeros que lo habían acompañado con la misma línea táctica y estratégica, los mismos ideales revolucionarios.

A nueve años de su desaparición la imagen del Vasco adquiere sus verdaderas proporciones por muchas razones. Entregó su vida por la causa de una patria liberada, de una sociedad más justa, como la habían dado otros, como la darían muchos más en una larga lista de mártires a veces conocidos y recordados, otras no.

Inició en nuestro país las primeras acciones de la moderna guerra urbana de liberación.

Combatió durante toda su vida contra la burocracia encaramada en los sindicatos que pactaba con la dictadura en contra de los trabajadores. Esta lucha tiene sentido actual. Esos dirigentes sindicales que antes se sentaban a la mesa del régimen, son los mismos que hoy continúan pactando con los sectores más reaccionarios del país.
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FUENTE: “MILITANCIA PERONISTA PARA LA LIBERACIÓN”, Nº 8.