Muy cerca de once años tras las rejas del oprobioso régimen de la oligarquía colombiana, Francisco Caraballo continúa siendo el comunista convencido y consecuente que no se rinde.
Ha soportado el largo proceso penal, manteniendo incólume su estatura de dirigente marxista-leninista, enfrentando las torturas y presiones de todo tipo, así como el peso de los fallos de jueces injustos que han violado la propia legalidad para condenarlo a 46 años de prisión con el cargo de "terrorista", negándole la libertad cuando ya ha cumplido mucho más de la pena que según el código penal de Colombia, corresponde a su condición de rebelde enfrentado al Estado.
Desde su juventud, luego de intenso trasegar político, el camarada Caraballo abrazó la ideología del proletariado y contribuyó decididamente a la reestructuración del Partido Comunista de Colombia en el marxismo-leninismo, iniciada a mediados de los años sesenta para rescatarlo de las desviaciones oportunistas de derecha irradiadas desde la cúpula revisionista de Moscú para poner fin a la construcción socialista que inauguró la Revolución de Octubre de 1917.
Caraballo, asumió la conducción militar de Ejército Popular de Liberación, EPL, fundado por el PC de C (m-l) en diciembre de 1967, sin desvincularse de las tareas de su construcción hasta el momento de su detención en mayo del 94, condición que lo llevó a participar de la Cumbre de Comandantes de la Coordinadora Guerrillera "Simón Bolívar", de la cual fue uno de sus inspiradores y defensores.
En 1975, luego de la muerte en combate del Primer Secretario del Partido Marxista-Leninista de Colombia, Pedro León Arboleda, Francisco asumió la responsabilidad de sucederlo en ese cargo.
Francisco Caraballo, ha dejado en alto las banderas comunistas en el desempeño de tareas políticas y militares a lo largo de duras décadas de lucha revolucionaria, tanto contra el enemigo abierto como contra las fracciones como la de los traidores al pueblo y la revolución de la disgregada “Esperanza, Paz y Libertad”.
Como lo dijo a los jueces, en su “calidad de rebelde consciente, de revolucionario consecuente y de comunista convencido…” con su trabajo se ha granjeado el respeto y admiración de la militancia de su Partido y los combatientes del EPL, así como de los marxista-leninistas del mundo. Ha conquistado la solidaridad de todo el movimiento revolucionario de Colombia y le rodea un extendido sentimiento de cariño de amplios sectores del pueblo que lo han visto luchar sin desmayo en más de cuatro décadas.
Francisco también ha sido símbolo de la unidad revolucionaria y antiimperialista, ejemplo del combatiente internacionalista proletario que con visión y tesón aporta a la construcción de la organización internacional de los partidos y organizaciones comunistas marxista-leninistas.
Hoy, junto a muchos centenares de presos políticos y prisioneros de guerra, que han hecho su aporte a la lucha por acabar la explotación del hombre por el hombre, Francisco Caraballo recibe la solidaridad internacionalista de la Conferencia de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas, que los amantes de la libertad y la justicia manifesta su repudio al régimen de corte fascista que encabeza el tirano, Alvaro Uribe Vélez y a las instituciones del Estado que el preside, exigiendo la libertad de los presos políticos y prisioneros de guerra y rechazando la calificación de "narcoterroristas" que pretende ocultar el agudo conflicto político, social y armado que sacude a Colombia por más de cuatro décadas.