El comunismo en Guatemala desde sus inicios en los años 20 del siglo pasado, se constituyó en la organización de lucha por los derechos y reivindicaciones de la clase obrera, pero especialmente fue el instrumento que nos permitió articular el programa y la estrategia para la revolución guatemalteca y la construcción del Socialismo.
Esto es lo que fue caracterizando a las y los comunistas que desde esos años empezaron una lucha férrea y enfrentaron a regímenes dictatoriales (como el de Ubico, entre otros), a los regímenes militares (a partir de 1954 a 1986), a la oligarquía y burguesía servil en Guatemala y a los intereses del imperialismo norteamericano. Los aportes de nuestro partido a la unidad de la izquierda guatemalteca contribuyeron a lograr la articulación de la resistencia antiimperialista, a la fundación de las organizaciones revolucionarias y a lograr los acuerdos que posibilitaron el cese del fuego y crear las posibilidades para un proceso de transición democrática.
Como organización de la clase obrera y del pueblo guatemalteco, hemos pasado por etapas difíciles de represión, persecución y muerte. Hemos tenido que enfrentar delaciones, traiciones, además de intentos externos e internos, conscientes e inconscientes para liquidarnos. En el desarrollo de nuestra estrategia revolucionaria dirigida a la conquista del poder hemos hecho aportes objetivos, hemos tenido aciertos y hemos cometido errores, los cuales son parte de nuestro acumulado histórico. Hemos librado luchas heroicas; y nuestra organización ha contribuido en procesos y coyunturas de alta complejidad social como la lucha contra la dictadura de Ubico y el triunfo de la Revolución de Octubre de 1944. En condiciones de clandestinidad, seguimos impulsando la unidad de la izquierda y aportando al desarrollo del movimiento popular y del movimiento revolucionario tanto guatemalteco como latinoamericano.
En la etapa de negociación nuestros aportes políticos e ideológicos permitieron, sumados a los aportes de organizaciones hermanas, articular acciones y propuestas para buscar una salida negociada al conflicto armado interno.
Los esfuerzos por liquidarnos en 1997 que se sucedieron al interior del partido y fuera del mismo, nos ocasionaron un daño muy severo que estuvo a punto de hacernos desaparecer definitivamente. No obstante, en el 2003 logramos iniciar un proceso orientado a la rearticulación y reconstrucción partidaria. En ese esfuerzo estamos empeñados hasta la victoria final.
Hace 57 años, la organización comunista asumió el nombre de Partido Guatemalteco del Trabajo. Los comunistas de hoy, firmes y comprometidos con la clase obrera y el pueblo guatemalteco, estamos empeñados en el objetivo de la reconstrucción de nuestro glorioso partido y en avanzar en la estrategia revolucionaria que nos permita la toma del poder y la construcción del Socialismo, por ser este el único proyecto político capaz de garantizar a la clase obrera y al pueblo en general un mañana diferente, una Guatemala mejor.
Al saludar a todas y todos los comunistas, revolucionarios y organizaciones del pueblo guatemalteco, les llamamos a no dejarse cooptar por “las posibilidades” y los operadores de izquierda del sistema y a recuperar el proyecto, el programa y la estrategia de la revolución democrática y popular.
EL PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO VIVE!
PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO
Por Guatemala, la Revolución y el Socialismo