Al pueblo de Oaxaca:
Al pueblo de México:
Compañeras y compañeros:
El movimiento popular-magisterial ha cubierto de manera satisfactoria todas sus etapas; sin embargo, en esta etapa definitoria, es adecuado que de manera serena y analítica se tomen las mejores decisiones a fin de que el movimiento salga fortalecido y unificado.
Siendo así, conviene tomar en cuenta todos los factores, llámense internos y externos, que entremezclados son los que han dado rumbo a la presente jornada de lucha.
Como ha de observarse y reconocerse, en el contexto interno la coyuntura actual ha devenido en la formación de distintos bloques de fuerzas políticas al interior del movimiento. Esta condicionante ha puesto principalmente al magisterio en un riesgo constante de rompimiento y probable fracaso al empeñarse la mayoría de las fuerzas en tratar de imponer sus respectivas propuestas sin mirar más allá, hacia el futuro del movimiento, con una clara incapacidad de conducción estratégica y cayendo en la simple y llana descalificación del adversario político, rebajando de esta manera lo que debería ser la lucha ideológica para alcanzar los consensos necesarios.
Esta falta de madurez y responsabilidad política para lograr los consensos ha llevado al movimiento al peligroso extremo de que algunas fuerzas ante su incapacidad de conducción adopten actitudes de franca oposición y falta de respeto a las instancias del movimiento, actuando de manera inmadura e irresponsable, cuidando solamente sus intereses de grupo y sin importarles que ello perjudique la lucha. Por consiguiente, el resto de las fuerzas políticas no deben caer en el mismo tipo de actitudes, sino al contrario conservar la madurez, la mesura, la prudencia y desde luego el respeto. Mirar más allá de ciertas posiciones reducidas y acotadas, las cuales con un análisis simplista y fantasioso no conducen ni conducirán al movimiento a nada.
Observando el contexto externo vemos que confluyen cada vez más factores, contando entre ellos, en primer término, a los grupos burgueses que mantienen el control de nuestro estado. Como ya lo hemos dicho en un comunicado anterior, los principales grupos que confluyen en la lucha por lograr un mejor posicionamiento son: el grupo Oaxaca, con Diódoro Carrasco Altamirano a la cabeza; el grupo de José Murat; el grupo de Heladio Ramírez López y finalmente el grupo de Ulises Ruiz Ortiz. Todos ellos han puesto algunas o casi todas sus cartas sobre la mesa. Obviamente, el grupo Oaxaca (Diódoro) tiene las mayores ventajas al estar aliado con el PAN y el gobierno federal. Además, trata de imponer su juego a través del magnate Alfredo Harp Helú, el Foro por la paz y el desarrollo de Oaxaca y el empresario y diputado López Lena. Estos últimos dos personajes han sido los principales operadores e interesados en crear estructuras de la “sociedad civil” donde confluyan empresarios, la iglesia, ONGs, corrientes indigenistas, intelectuales y académicos, con el fin de que sean un contrapeso al magisterio y la APPO. Aparte de sacar su propia tajada de la coyuntura, no se enojarán si se la llevan completa. Por su lado, Murat permanece agazapado esperando la menor oportunidad para poder sacar provecho; se mantiene a la espera, sin quemar la mayoría de sus cartuchos.
Mientras tanto, Ulises Ruiz Ortiz se ha adelantado y está garantizando cuidarse la espalda en caso de ser destituido; de esta manera ha impulsado las reformas pertinentes en el Congreso local que le garanticen impunidad y tiempo para reorganizarse y así poder darle la vuelta a los partidos de oposición en las próximas elecciones. Sabiendo de antemano que de realizarse una campaña electoral extraordinaria en los tiempos constitucionales, su derrota sería estrepitosa. Como última alternativa, mantiene como sus cartas fuertes, en caso de irse, al senador Alfonso Toledo Infanzón y al diputado local Bulmaro Rito Salinas como sus probables sustitutos.
Abascal, por su parte, juega su propio partido al estar sumamente interesado en mantenerse en la Secretaría de Gobernación; él sabe que de su buen desempeño depende su continuidad en el puesto. Mientras, a Calderón no le conviene iniciar su sexenio con un conflicto sin resolver, necesita que se solucione antes del primero de diciembre o en su defecto que se desactive parcialmente pudiendo contemplar dentro de sus medidas de “legitimidad” ante la nación el obligar a Ulises a renunciar una vez que haya tomado posesión. Claro que no hay que olvidar que el PRI tiene en jaque al PAN, con la cuña de no otorgarle el reconocimiento a Calderón y buscar la alianza con el PRD para obstaculizar las Reformas a la Constitución que le interesan a la oligarquía, quien fue la que finalmente llevó al poder a Calderón.
Todos los actores políticos del movimiento popular-magisterial deben hacer un llamado a la reflexión a aquellas fuerzas que muchas de las veces han actuado y siguen actuando de manera irresponsable, inmadura y excesivamente protagónica y que han llevado también muchas de las veces a este movimiento al despeñadero, del cual ha sido difícil que salga. Afortunadamente, los años de experiencia en la lucha han aflorado en la consecuente capacidad del movimiento para salir avante.
Se tiene que poner por encima de todo, el interés general y la continuidad del movimiento; no se debe permitir que objetivos de grupos muchas veces ilusorios, quiméricos, trastoquen años de lucha popular en Oaxaca. Intereses particulares que crean la duda de posible confabulación con algún grupo burgués local para adueñarse del poder político a costillas de la sangre y lucha de nuestro pueblo.
La imposición del candidato del PRI en Tabasco pone en escena la actitud de la ultraderecha contra el movimiento social y por ende lo que puede venir sobre Oaxaca; amén de la apertura del otro frente abierto por Abascal a través de Elba Esther Gordillo al alzar la guadaña que pueda descabezar el movimiento seccional para entregarlo en charola de plata a los cecelistas.
No se debe permitir la apertura de más frentes, se debe contrarrestar de manera política esta ofensiva gobiernista mediante una estrategia adecuada, responsable, unificada de todas las fuerzas que se agrupan en el movimiento popular-magisterial.
Existen mucho más factores; sin embargo, consideramos que los anteriores son los más importantes a tomar en cuenta para poder definir el rumbo de la presente jornada de lucha, por lo que, en el proceso de negociación, el movimiento debe manejar sus propios tiempos, que corran a favor del mismo, buscando los consensos en base a una adecuada correlación de fuerzas, bajando a la base los análisis, la información veraz e impulsando la reorganización.
Se requiere, finalmente, elaborar contrapropuestas que permitan que el movimiento le arrebate la iniciativa al Estado mexicano.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca; a 17 de octubre de 2006.
¡EVITEMOS ACTITUDES INMADURAS E IRRESPONSABLES!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA Y LA LIBERACIÓN NACIONAL!
¡LA LUCHA POPULAR REVOLUCIONARIA!