El mendigo a caballo le
hace cabalgar hacia
la muerte…
Shakespeare Enrique IV
Esta es la realidad, vivimos en los tiempos de empresarios en elecciones “democráticas”, del patrón autoritario y los peones electores, donde el sistema actúa con la mezquindad de los viejos amos, como los torpes y enérgicos capataces de antaño o como los aventureros y tycoons de otras épocas. Las elecciones en Ecuador no alteran en nada el fondo de las cosas, ni vuelve a los dos finalistas menos patrón.
El que uno tome la derecha empresaria y el otro la izquierda reformista, ambos finalmente se insertan en la moda política actual del neopopulismo beligerante, riesgosa y millonaria, cualquiera que sea su forma el populismo es una máquina esencialmente capitalista, no significa por lo tanto, en modo alguno que cambie por ello y por radical que sea la naturaleza de las relaciones de producción opresivas, aunque las oligarquías se vuelvan más humanas y los ingenuos “izquierdistas” sueñen en un capitalismo humano y ciudadano.
Las condiciones creadas del movimiento pendular electoral, rítmico y contradictorio, cuyos extremos sean la “legitimidad oligárquica” y la “revolución ciudadana”, más que una lucha electoral, lo que está en juego es el proceso complejo contradictorio de la sociedad, no pendular sino la profundidad del desarrollo de la verdadera liberación como fruto histórico, jamás ser vehículo destinado a proteger los intereses electorales y así fortalecer el poder de las oligarquías y de sectores medios arribistas, inmersos en la lid electoral.
Las condiciones están creadas nuevamente para la segunda vuelta y por la injerencia de la política reaccionaria del imperio, resultan propicias solo para fortalecer a las oligarquías nacionales a nombre de la extravagancia y del prejuicio anticomunista del candidato neopopulista llamado de izquierda.
Y esas son las razones, a la vez, por la que nosotros los Comuneros entendemos a los apologistas del sistema, que cifran todas sus ofertas e ilusiones dentro de los procesos electorales, quienes hablan de que este sistema riñe con la idiosincrasia de nuestro pueblo, vanamente tratan de convertir esos mezquinos intereses y sus prejuicios reaccionarios en una supuesta idiosincrasia “popular”.
Los Comuneros repetimos una vez más “la batalla contra las oligarquías sólo puede librarse en el marco y a partir de una estrategia revolucionaria de liberación”.