El FBI asesina a Filiberto Ojeda Ríos

La noche del 23 de septiembre, jornada en que se conmemora el Grito de Lares, que marcó la independencia puertorriqueña de España, agentes del FBI asesinaron a Filiberto Ojeda, dirigente del Ejército Popular Boricua - Macheteros, tras más de 16 años en la clandestinidad. Por este motivo, el CeDeMA incorpora un artículo sobre estos hechos y publica una de las últimas cartas escritas por Filiberto Ojeda, así como un resumen de la última entrevista, concedida a finales de agosto.



EL FBI ASESINA A FILIBERTO OJEDA, LÍDER DE LOS MACHETEROS

Filiberto Ojeda Ríos fue herido a balazos al caer la noche ayer por uno de los francotiradores de los equipos de Rescate de Rehenes del FBI (Hostage Rescue Team) que viajaron de Florida y Atlanta, para capturar al legendario líder del grupo armado separatista Los Macheteros, que llevaba 16 años fugitivo, desde que el 27 de agosto de 1989.

Este había resultado absuelto por haber enfrentado a tiros a un contingente de agentes federales que lo arrestaron el 30 de agosto de 1985, cuando fueron arrestados los principales líderes de esa organización.

Sin embargo, al paso de las horas anoche ni el FBI ni la Fiscalía Federal, confirmaba de forma oficial la muerte de Ojeda Ríos, en una casa en Hormigueros en la que se ocultaba y en la que a la llegada de los agentes pasadas las 3:30 de la tarde de ayer, el líder machetero los enfrentó armado, resultando un agente federal herido de bala en el abdomen y la esposa del insurgente también herida.

Entrada la noche se supo que cuatro fiscales estatales fueron escoltados por la Policía hasta el lugar donde las autoridades federales realizaban el operativo. Los fiscales fueron identificados como José Delgado, Gina Ferrer, José Aldebol y Frank Nazario.

Los agentes federales después de sostener un primer intercambio de disparos con Ojeda Ríos, aguardaron a que cayera la noche, y cortaron el suministro de electricidad a la casa, y en un momento en que Ojeda Ríos estuvo en la mirilla de uno de los francotiradores le hicieron al menos dos disparos .

Sin embargo, el FBI no divulgó la información de la muerte y entrada la noche hacían gestiones para revisar la casa, temiendo encontrar algún artefacto explosivo a su entrada. Una vez "aseguraran" la casa, otro equipo de agentes federales que realizan la recopilación de evidencia (Evidence Recovery Team) entrarían a la misma para levantar el cadáver, el que seguramente sería llevado al Instituto de Ciencias Forenses en Río Piedras, para el reclamo de sus familiares.

El hermetismo que mantuvo la oficina del FBI en Puerto Rico sobre el operativo que llevaba tiempo planificándose, incluyó el no compartir la información con otras agencias federales y el tratar equipos de asalto táctico de Atlanta y Florida. Mucho menos contaron con la Policía de Puerto Rico.

No se descarta que la información sobre el lugar en que Ojeda Ríos estaba oculta fuera divulgada por alguna persona detrás de la jugosa recompensa de $500 mil, que el FBI había ofrecido.

Ojeda Ríos pasó gran parte de su vida en el clandestinaje y había sido arrestado por primera vez por agentes federales en marzo de 1970, por la colocación de bombas en comercios y hoteles, cuando perteneció a otyros grupos como MIRA. Para esa época ganó el mote de "El G-2 Cubano", y huyó a Cuba. Se estima que dos años después regresó a Puerto Rico y desde el clandestinaje reanudó sus actividades subversivas, pero no fue hasta el 26 de julio de 1976, que se fundó de forma oficial el Ejército Popular Boricua (Los Macheteros).

El 3 de diciembre de 1979 Los Macheteros mataron a dos marinos y hirieron a otros que viajaban en una guagua de la Armada en Sabana Seca, en Toa Baja. Y entre otros actos de violencia en enero de 1981 destruyeron mediante bombas 14 aviones de la Guardia Nacional Aérea, en la Base Muñiz, en Carolina.

El 21 de abril de 1981, un grupo de Los Macheteros robó $7 millones de un camión de la Wells Fargo, en Connecticut. Después del robo a las Wells Fargo, surgieron divisiones en el grupo armado, pero continuaron los ataques con bombas.

Los federales tenían a Ojeda Ríos en la mirilla desde el 1983, pero no fue hasta el 30 de octubre de 1985 que los arrestaron, después de una balacera en el apartamento en que éste se ocultaba en la urbanización Solimar, en Luquillo. En esa ocasión un agente federal resultó herido.

Los federales mantuvieron a Ojeda Ríos sometido a un encarcelamiento con las más estrictas medidas de seguridad y en junio de 1989 fue encarcelado en el viejo Tribunal en San Juan, donde se inició el juicio por resistir el arresto, bajo severas medidas de seguridad en una sala que presidió la juez Carmen Consuelo Vargas de Cerezo.

Un Jurado lo absolvió por los cargos de resistir el arresto e herir a un agente federal y el 27 de agosto de 1989 salió en libertad, con un grillete electrónico, regresando al clandestinaje.

Ocasionalmente, durante los años en el clandestinaje, Ojeda Ríos emitida comunicados o enviaba mensajes a emisoras de radio, el último con motivo de la celebración ayer del 137 aniversario del Grito de Lares.

Miguel Rivera Puig / Redactor – EL VOCERO



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La carta que no pudo ser


Filiberto Ojeda Ríos se encontraba finalizando esta carta en el preciso momento en que le sorprendió la noticia de la muerte del doctor Ferrer Canales.

Como a todos, el evento le dejó estupefacto, casi afásico. Como todos, pensaba que un ser humano de tal magnitud, tan vitalmente activo, sería incapaz de someterse a los rigores de la muerte.

Ojeda se encontraba finalizando una investigación que no habría sido posible de nunca haber existido Don Pepe. De hecho, cuenta que el documento iba dedicado al Profesor Emeritus, y le entristeció profundamente no haberle podido entregar su pequeño homenaje en vida.

ER

Profesor José Ferrer Canales
Urbanización Roosevelt
Hato Rey, Puerto Rico

Querido don José:

Reciba el saludo patriótico y revolucionario de nuestra organización, el Ejército Popular Boricua-MACHETEROS, así como el mío personal. Tal vez le sorprenderá esta carta, pero he querido escribirle directamente para expresarle unas palabras que hace algún tiempo quería decirle y para hacerle llegar un documento que he preparado y dedicado a usted.

Es muy lamentable que las condiciones que el enemigo colonialista, con su arrogancia criminal y su represión terrorista, impone a los luchadores puertorriqueños no me permitan visitarle y no sólo darle el abrazo agradecido que quisiéramos, sino además poder tener la oportunidad de expresarle
personalmente nuestras convicciones e ideas patrióticas y revolucionarias.


Todo lo que usted, principalmente, al igual que otros investigadores de nuestra verdadera historia, han rescatado para nuestro pueblo, no ha sido el antídoto para el veneno propagado por aquellos que ven en la tergiversación de la historia un medio para congraciarse con los poderosos y mediante esa actitud de servilismo pérfido obtener beneficios y gratitud monetaria de nuestros opresores colonialistas.

Me siento en la obligación de expresarle que su trabajo tan consecuente y profundo sobre Hostos, Martí, el antillanismo y tantos otros temas históricos tan importantes, ha calado en nuestras vivencias y nos ha servido de referencia en innumerables ocasiones, tanto para nuestro trabajo teórico y de línea estratégica política, como para nuestra práctica revolucionaria.

Sus enseñanzas son pilares de sabiduría para todo el independentismo y el pueblo puertorriqueño y, de manera muy particular, para nuestra organización.

Su obra constituye una referencia fundamental para nuestros trabajos y lineamientos políticos, para la capacitación interna y para nuestro desarrollo. El tema del antillanismo es de particular importancia y tiene una vigencia perenne. Nos sentimos orgullosos de saber que hay patriotas puertorriqueños, como usted, que han dedicado sus vidas a investigar y difundir esa historia para que otros podamos aprender y, especialmente, comprender la trascendental importancia que para nuestra existencia, nuestra cultura y nuestra idiosincrasia tiene ese antillanismo.

Permítame llamarle como le llaman sus amigos cercanos, “Don Pepe”, y agradecerle por su gestión imperecedera; por ser uno de los grandes educadores puertorriqueños que ha logrado mantener la verdadera historia de nuestro pueblo viva y activa.

Me siento muy orgulloso de saberme, su discípulo ausente; su estudiante revolucionario; un puertorriqueño que en unión a otros somos luchadores y defensores de todo lo que ha sido generado como tradición de lucha en nuestra patria, y de manera muy particular, de nuestro antillanismo, nuestra latinoamericanidad y nuestras ansias unitarias con los hermanos con quienes hemos tenido unas necesidades e historia comunes.

Su obra ha abierto la mente y, más aún, ha servido de orientación para poder adoptar los valores ideológicos que nuestros próceres y mártires, como usted ha expuesto, han establecido como tradición de lucha para los que, como Los Macheteros, somos continuadores de esa tradición y de esas ideas libertarias.

Para el documento que hemos terminado de escribir hemos utilizado como referencia sus escritos y los de otros dedicados profesores, investigadores e historiadores destacados en la defensa de nuestros valores patrióticos y sobre Puerto Rico, enmcarcado por un entorno antillano y latinoamericano. A usted se lo dedico, por haber sido fuente de inspiración y como una humilde aportación ante la coyuntura histórica que enfrentamos.

Quisiera algún día tener el honor de visitarle y darle un abrazo que estará lleno de agradecimiento y de la sinceridad de un puertorriqueño que debe a usted buena parte de su formación y del camino hecho tomado y cuyo objetivo no es otro sino el que estamos describiendo en el documento que le ofrezco. Igualmente, es la forma mediante la cual todos los miembros de nuestra organización, formados en ese espíritu revolucionario y patriótico, expresan hacia usted el respeto y afecto más profundo.

Van de mi parte, y de todos los miembros de nuestra organización,
los más sinceros deseos de mejoras en su salud, y el abrazo a su señora esposa, Ana Hilda.

Con afecto revolucionario y patriótico.


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Claridad en la Nación Año • Núm. 2741
1 al 7 de septiembre de 2005



Cuando la trompeta suena…es porque sueños trae

Durante varios días la semana pasada, la emisora WPAB trasmitió por sus ondas radiales, originadas en Ponce, lo que a mi humilde entender fue la primicia noticiosa de la semana: una extensa y valiente entrevista de su Director de Noticias, José Elías Torres, con el Responsable Principal del Ejército Popular Boricua (Macheteros), Filiberto Ojeda Ríos. Y aunque prácticamente fue ignorada por el resto de los medios de comunicación, sobre todo en la Zona Metropolitana, la entrevista fue reseñada en la portada de El Diario en Nueva York y por la agencia española de noticias EFE.

A sus 72 años, Filiberto Ojeda Ríos ha sido desde Maestro trompetista hasta líder revolucionario clandestino. La entrevista antes mencionada, sin embargo, demuestra también como éste ha madurado hasta convertirse en un Maestro patriota con una visión estratégica harto necesaria en medio de tanta orfandad de ideas y propuestas realmente pertinentes para sacar al independentismo del atolladero histórico en que hace ya un tiempo se encuentra. Pues, su disertación en torno a una diversidad de temas fue realmente magistral.

Hacía tiempo que, en esta era mal llamada de lo políticamente correcto, no oía a alguien decirle al pan, pan, y al vino, vino, sin estridencias pero con firmeza y, sobre todo, con autenticidad. Uno podrá estar de acuerdo o no con sus apreciaciones, pero lo que no puede es ignorarlas. Si se hace, es al riesgo de dejar de considerar que, tal vez, tenga la razón y, conforme a ello, se habrá dejado de ponderar seriamente el alcance de sus señalamientos nada ligeros y abstractos.

La crisis

Habló de la crisis que se le viene encima al país. “Definitivamente esta crisis se venía venir”, dice. Al pueblo se le está victimizando como consecuencia de esta crisis.

Aunque reconoce que existe mucha dependencia y mucha enajenación en Puerto Rico, advierte que hay, sin embargo, algo que va por encima de todo eso: la crisis. ¿Tendrá el pueblo los recursos para seguir proveyendo para las necesidades de su familia? El dinero no va a estar allí. Las medidas que pretende tomar el gobierno van a doler. Este pueblo vive endeudado. Se ha propiciado su endeudamiento. ¿Qué va a suceder cuando no se pueda cumplir con el pago de sus deudas?

La crisis, según el líder Machetero, es resultado de una crisis del sistema capitalista: “El capitalismo está de picada”, sufre unos problemas extraordinarios y las alternativas se le van agotando. De paso, Filiberto llama la atención sobre el parecido de la actual situación con la Cuba prerevolucionaria donde la corrupción, al igual que en Puerto Rico, era masificada.

La independencia como necesidad histórica

Sin embargo, toda crisis es a su vez una oportunidad. Ello no pasa desapercibido para Filiberto: “La crisis que viene es grave y la única solución es la independencia”. De puro ideal deseado, se propone la independencia como necesidad, tal y como la caracterizó el Maestro Hostos cuando expresó: “La independencia de Puerto Rico es un derecho de necesidad”.

Ahora bien, para Filiberto la viabilidad de esa independencia se ha potenciado a partir de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez Frías. Confiesa que siempre tuvo una enorme confianza en Chávez e insiste en que el mandatario venezolano está cambiando la situación en la América Latina. Destaca el hermanamiento de Venezuela con Cuba a través de la iniciativa chavista del ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe).

Filiberto se identifica como bolivariano y como tal ve el futuro de la Isla como parte de la América Latina. Y agrega: “Cuando Chávez habla de la Gran Patria Latinoamericana… ése es nuestro futuro. Pertenecemos por derecho propio. Ahí es que encajamos cultural y económicamente. Tenemos que romper todas las barreras para unirnos a ese proceso. Por ahí va la verdadera descolonización de Puerto Rico”.

Para Filiberto, “Chávez es honesto y sincero como Fidel Castro. Lo que quiere es levantar a su pueblo y unificar a la América Latina. Sería un privilegio incorporarnos a ese proceso”. Indica que la Venezuela de Chávez ya ha declarado su apoyo a la independencia de Puerto Rico.

Y es que mucho se habla en estos días de la crisis en todas sus ramificaciones y de las propuestas parciales que se hacen para su superación, todas las cuales cojean de la misma pata: la ausencia de una comprensión estratégica. Filiberto da así en el clavo: No hay solución si ésta no es estratégica, es decir, si ésta no va a la raíz del problema. Mientras unos y otros siguen dándole la vuelta a la noria con sus respectivos parches reformistas, la vida se está encargando de dictarle empíricamente al pueblo puertorriqueño su única opción para enfrentarse exitosamente tanto a su presente como a su futuro. Dicha opción es la descolonización e independencia nacional. Ésta surge así como una necesidad histórica. Sólo así, a partir de la afirmación de nuestro poder soberano, podemos empezar a potenciar en una nueva dirección la capacidad del país para garantizarse las condiciones materiales y espirituales de vida a las que aspira.

De paso, Filiberto califica al mentado CAFTA-DR (Central American and Dominican Republic Free Trade Agreement) como “una reverenda porquería” y las declaraciones en apoyo a la misma por parte de voceros del gobierno de Puerto Rico como encargos de la diplomacia estadounidense. Tanto el CAFTA-DR como el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas), promovidos por el gobierno de Wáshington, “son dos proyectos del fracaso… son inventos de un sistema en decadencia” que en nada beneficiarán a Puerto Rico.

El rescate de la patria requiere sacrificios

Pero para tomar el destino del país en nuestras manos, no hay atajos. Hay que superar el complejo de inferioridad que se nos ha inculcado: “Hay que crecer, hay que madurar, hay que superar el complejo de que no podemos valernos por nosotros mismos, de que sin los ‘americanos’ nos morimos de hambre. Hay que romper con eso y saber que valemos como cualquier pueblo”.

Filiberto subraya que al pueblo lo desvían cultural e ideológicamente. “No piensa más que en el baile, la baraja y la bebida”, lo que permite que sigan los que están en el poder. Y añade: “Pueblo que se divierte no conspira. Eso es verdad”.

Dicho lo anterior, insiste en que para labrarse un nuevo futuro, el pueblo tiene que estar dispuesto a sacrificarse. Efectivamente, hay que despertar de esa borrachera festiva que nos impide reconocer que, lejos de ser un país desarrollado y rico, somos tan sólo una dependencia colonial tercermundista que vive más allá de sus posibilidades reales a costa de un monumental endeudamiento público y privado. Sin embargo, la realidad se va encargando de hacernos despertar a esta dura realidad, lo que nos impondrá la necesidad de hacer ajustes imprescindibles en nuestro modo de vida con tal de ponernos en condiciones de rescatar la patria sobre bases realistas. De ahí el imperativo dual lanzado con toda candidez por Filiberto: “No se puede pensar en otra cosa que la patria y el sacrificio… La libertad no se conquista sin sacrificio”.

Claro está, la diferencia entre el llamado que hace Filiberto al sacrificio y el que ha lanzado el gobernador Aníbal Acevedo Vilá, es que en el caso del líder machetero, el sacrificio precisamente es en aras de forjar un nuevo futuro presidido por la libertad y la igualdad, mientras que para el primer ejecutivo éste es tan sólo un nuevo parche que pretende prolongar este orden político, social y económico desigual, desprovisto de la esencial libertad del pueblo para determinar libremente su futuro. Subraya Filiberto que lo que ofrece el Partido Popular Democrático (PPD), así como el Partido Nuevo Progresista (PNP) es más de lo mismo.

No hay que tirarle la toalla al reformismo

Cónsono con dicha apreciación, el dirigente independentista manifiesta una gran preocupación con el reformismo: “Los independentistas no tenemos que salvar a los que han hundido al pueblo de Puerto Rico. No hay que tirarle la toalla al Partido Popular y al Partido Estadista”, advierte. Admite sentirse “incómodo con esas posiciones que se toman que terminan consolidando al PPD o al PNP”.

Expresa cierta simpatía por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), aunque seguidamente critica cierta “condescendencia de éste hacia el PPD”. A ese efecto, le hace un llamado al MINH para que profundice en el análisis de los resultados de los vínculos con estos sectores políticos contrarios a la independencia del país.

Insiste en que hay que recuperar la capacidad de decisión propia del independentismo: “Nosotros no pensamos que la autonomía sea una solución, ni transitoria. Pero esto exige determinación y decisión, luchar de verdad por la independencia. Por eso admiro tanto a Albizu. No era ambiguo”. Y es que “la autonomía no nos lleva a la independencia”. No se sabe siquiera hacia dónde nos llevaría la autonomía y, más aún, de qué clase de autonomía se habla. En fin hay que tener cuidado con la continua “manipulación” del reformismo autonomista ya que, según reitera, “la independencia es la única solución”.

Lares es de todos los que luchan por la independencia

Ahora bien, confiesa sentirse incómodo igualmente con que hayan unos independentistas tachando de traidores a otros independentistas: “No es correcto estar con eso de hablar de traidores. Pueden haber cometido errores pero es indigno llamar a estos compañeros traidores. Entre el independentismo eso no debe suceder… Eso de que el que traiciona la patria, vende a su mujer, me causó muy mala impresión. Eso no se hace. Eso es arrogancia de unas personas que tienen una forma de pensar incorrecta”.

En particular, señala al presidente del PIP, Rubén Berríos Martínez por sus críticas “poco constructivas” a otros independentistas. “Que se siente con ellos a discutirlas” pues “lo que hace ahora desmoraliza”.

Filiberto es igualmente crítico por la ausencia de una oposición independentista efectiva en la actual coyuntura: “¿Dónde está la oposición independentista? No hay una denuncia constante, no se organiza al pueblo. ¿Cómo es posible que un partido independentista permita que ocurran las cosas que ocurren en el país? Esto está llevando al pueblo a la ruina. No es debilitando la lucha que se resuelve esto”.

Señala que las organizaciones independentistas deben estar insertadas activamente en el proceso actual por el que atraviesa el país. Los que deben estar haciendo algo constructivo en medio de la crisis son los independentistas. Hay que desarrollar la capacidad “para insertarse en todos los sectores sociales” y, sobre todo, “hay que crear un movimiento de educación hacia la independencia”. ¿Quiénes son los que deben encargarse de dicho proceso educativo? A lo que responde: “Hay muchos que están capacitados para ello”. Menciona, por ejemplo, al MINH, al PIP, al Frente Socialista, y subraya que “el tiempo apremia”.

En cuanto a la controversia que se ha suscitado a partir de la ofensiva y sectaria consigna pipiola para la próxima conmemoración del Grito de Lares –“¡A Lares sin los populares!”- Filiberto afirmó que “nadie tiene el monopolio de Lares” y añadió que también a su organización se le ha pretendido en el pasado dar de codo. Al respecto puntualiza: “Toda organización independentista bona fide tiene derecho a ir a Lares. Yo le hago un llamado a todas las organizaciones independentistas a que se unan” en torno a la celebración del Grito de Lares pues “lo otro levanta ronchas entre las organizaciones independentistas”.

“Hay que respetar que todos son independentistas”, concluye y aclara que la división actual es responsabilidad del liderato ya que “la base lo que quisiera es la unidad”.

Hacia una Asamblea Constituyente de la independencia

Filiberto no se hace de ilusiones. La independencia no será concedida por los ‘americanos’. Difiere de la apreciación de algunos acerca de una pérdida de la utilidad militar de Puerto Rico para Estados Unidos. “Hay que tener mucho cuidado de que Puerto Rico no se convierta en punto de apoyo para atacar a otros países de América Latina” dentro de la actual coyuntura de cambios hacia la izquierda que se están dando en la región.

Sobre el tema de la Asamblea Constitucional de Status, tampoco guarda ilusión alguna. Considera que ello fue “una pérdida de tiempo extraordinario”. Subraya que: “No se puede armonizar lo que no es armonizable. No se puede poner a un estadista, a un autonomista y un independentista a ponerse de acuerdo. Nadie va a ceder”.

Entiende que el Partido Popular trató de manipular el tema en función de sus intereses ideológicos. Por eso en vez de hablar de Asamblea Constituyente, se habla de Asamblea Constitucional, para limitarla al marco estrecho de la Constitución del ELA. Filiberto insiste, en cambio, que lo que corresponde es encaminar nuestros esfuerzos en dirección a una Asamblea Constituyente, como la propuesta por Albizu, es decir, para organizar la independencia.

Hacia la construcción de una oposición radical

Si bien el líder machetero no cree en la lucha electoral para lograr la independencia de Puerto Rico, no descarta que mediante la misma se puedan “conseguir otras cosas beneficiosas para la lucha”.

Concibe la pertinencia de una organización adelantando por esta vía la lucha tanto parlamentaria como extraparlamentaria: “Yo veo una organización luchando, por esa vía, a favor del pueblo, hablando no sólo en la Asamblea Legislativa sino sobre todo en la calle. Pero el rol no puede ser el de ahora… peleándose por unos fondos y luchando contra otros independentistas”. “Un partido independentista tiene que ser radical en sus planteamientos. Tiene que llevar su posición de oposición radical al pueblo. Eso sería poner en buen uso los fondos estatales que recibe el PIP”, agrega.

En cuanto a la lucha de la llamada sociedad civil, la ve lenta. Dice sentir reservas con el concepto y prefiere hablar de la lucha del pueblo.

Sobre la lucha armada apunta: “Mientras Puerto Rico sea colonia, la lucha armada tiene vigencia…Pero, ¿cómo se hace? Esa es harina de otro costal porque no somos locos ni aventureros. Hay que hilar fino, muy fino. La lucha armada no es terrorismo… Hay que tener paciencia para desarrollar este tipo de lucha, la misma no puede estar desvinculada de las necesidades del pueblo. Se tiene que desarrollar como un proceso”.

Según Filiberto Ojeda Ríos, el Ejército Popular Boricua está vinculado a la realidad nacional y ha crecido durante los últimos 15 años, tanto cualitativa como cuantitativamente. Trabaja hoy hacia la consecución de la unidad revolucionaria del independentismo, desde la perspectiva del pueblo, pues se reafirma en la convicción de que dicha unidad la define el pueblo y no el liderato. No está ajeno a la evolución de otras organizaciones latinoamericanas análogas, tal como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

El verdadero terrorista es el gobierno de Estados Unidos, “pero de eso nadie habla”. “Los medios de comunicación han convertido la guerra en algo que se puede ver mientas se come popcorn. No se habla de los crímenes contra el pueblo de Irak, pero se matan algunos de los suyos y rápido gritan ¡terrorismo!”, señala el Responsable Principal del EPB.

La guerra en Irak responde a una estrategia geopolítica de Wáshington para todo el Medio Oriente. La clave es el petróleo. Asegura Filiberto que se están agotando las reservas de petróleo de Estados Unidos. De ahí la necesidad que tiene de buscar controlar el petróleo y su guerra contra Irak y sus amenazas a Irán e, incluso, a Venezuela.

“Nosotros tenemos que salvar a nuestro pueblo de participar en todo eso”, afirma.

La rentabilidad de los sueños

En fin, han pasado 15 años desde que se quitó el grillete y se lanzó nuevamente hacia el clandestinaje. Ello ha representado un gran sacrificio en lo personal, sobre todo la separación de su familia. Sostiene, sin temblarle la voz, que no obstante “ha valido la pena” pues siente que “le he sido útil a mi pueblo”.

“Estoy trabajando intensamente porque todo este proceso desemboque en la independencia de Puerto Rico”, expresa.

En fin, concluye el líder independentista: “Soy un soñador porque soy revolucionario”. Y es que los revolucionarios se atreven siempre a soñar lo que los demás apenas sospechan que subyace bajo la superficie de una realidad continuamente oscilante entre lo que es y lo que debe o puede ser.