Al Pueblo de la República Federativa del Brasil
y su Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Palacio del Panalto. Brasilia, DF.
Les hacemos llegar el cordial y fraterno saludo bolivariano de nuestra Organización Revolucionaria. Permítannos sumarlo a las manifestaciones sinceras de regocijo y firme confianza que muchos gobiernos, personalidades y organizacioones sociales y políticas, especialmente de América Latina y el Caribe, les han hecho llegar con motivo de la decisión y voluntad soberana del pueblo de reelegir para un segundo mandato presidencial a su hijo predilecto, Luiz Inácio Lula da Silva.
Para bien de América Latina y el Caribe, el Brasil cuenta con potencial económico, capacidad de liderazgo y grandes posibilidades de ayudar a que ella se reencuentre consigo misma, se integre y pueda caminar sobre sus propias piernas hacia un futuro de Justicia Social, de igualdad de oportuniades para todos, especialmente para los más necesitados, de convivencia pacífica, buena vecindad y Paz. Los resultados de la gestión de Lula como Presidente de los 185 millones de brasileños y de otros Gobiernos de la región, así lo están desmotrando.
El mundo es testigo de que el pueblo brasileño hizo de las urnas electrónicas el sagrario de su voluntad soberana, pues convirtió la reelección del Presidente Lula, en una lección de soberania popular, en una manifestación clara de rechazo a viejas formas de gobierno que imperaron durante años y años, caracterizadas por favorecer solamente a los de arriba, llevando a una situación de desigualdad y de injusticia, que afortunadamente a partir del año 2.002 han comenzando a ser resueltas, cosa que los sectores más pobres están viendo en su propia vida.
El pueblo brasileño dijo: Quiero seguir avanzando por el camino que iniciamos en 2.002. Ese mismo sendero es el que están recorriendo sus pueblos hermanos de América Latina y El Caribe, convirtiendo en factor esencial del proceso político, la lucha legítima por transformaciones que lleven a la instauración de gobiernos de arraigo y participación popular. Se trata de dejar para atrás estructuras caducas y decrépitas, y avanzar hacia lo que con plena razón podemos llamar La Segunda y Definitiva Independencia!
La jornada electoral permitió conocer quién es quién, dejó claro que la injusticia tiene nombre propio, que unos pocos poderosos durante mucho tiempo hicieron extremadamente poco en favor de ese universo inmenso de pobres cada día más pobres y mostró que a partir del 2002 se inició el conteo regresivo del principio del fin de las desigualdades, injusticias y falta de oportunidades de un pueblo humilde, acogedor y fraterno. Todo porque Otro Brasil, Otra América Latina y Caribeña, son Posibles! El Pueblo tiene la palabra!
Lazos históricos nos unen al pueblo brasileño, que vienen desde los tiempos de la Independencia, cuando el pernambucano José Inácio de Abreu e Lima, ingresó al Ejército del Libertador Simón Bolívar, habiéndose destacado por su coraje y dedicación, al punto de recibir el grado de General y la condecoración máxima conocida como Orden de los Libertadores. Fue de Bolívar su amigo fiel y siempre defendió su gesta libertaria con honor y lealtad. A ese gran brasileño bolivariano lo llevamos en nuestra memoria.
Aprovechando este momento singular e histórico que están viviendo el Gobierno y Pueblo del Brasil, les manifestamos la disposición de mantenernos ceñidos a nuestra Política de Fronteras, haciendo de la buena vecindad la razón para respetar su soberania territorial y, de la frontera de 1.645 kimómetros un lugar de pacífica convivencia entre los dos pueblos. Estamos abiertos al establecimiento de relaciones políticas con todos los pueblos y Gobiernos de los países vecinos de Colombia, ya que por historia, tradiciones, credos, mestizaje, culturas, problemas, esperanzas y destino, somos un mismo y único pueblo.
Bien sabemos quiénes nos imponen la guerra. No podemos permitir a Bush ni a Uribe que involucren a los países vecinos en nuestro conflicto interno, valiéndose para ésto de mentiras y más mentiras, montajes espúreos en la idea de justificar lo injustificable: los pobres resultados de su guerra contra el pueblo, en la que gastan diecisiete y medio millones de dólares por dia, aumentando así el desangre del país, la pobreza, la miseria, el desemplo, el desplazamiento forzado de más de cinco millones de compatriotas, el trabajo infantil, el exilio. Es como si quisieran acabar con el pueblo colombiano.
A esos señores los enceguece la guerra con la cual el Imperio de los EUA y la clase dominante han pretendido someter por la fuerza al pueblo colombiano. No existe voluntad política ni gestos concretos en los gobernantes de turno que dejen entrever la posibilidad de alcanzar tanto el Canje de prisioneros, como el reinicio de los Diálogos que nos encaminen hacia una Paz estable y duradera, núcleo central de nuestras propuestas que están en sintonia con el clamor nacional por el cese de la guerra manifiestado por más del 70% de los colombianos.
No perdemos la esperanza de hacer prevalecer más temprano que tarde la fuerza de la razón sobre la razón de la fuerza en nuestra querida Colombia, necesitada como nunca de un Gobierno que la reconcilie y reconstruya. Para lo cual queremos contar con el apoyo del Gobierno y del Pueblo del Brasil, así como de los demás países vecinos, pues como nos enseñó Simón Bolívar, unidos seremos invencibles. En este mismo sentido sabemos también de la disposición de otros gobiernos amigos.
Querido pueblo brasileño y Presidente Lula: Paso de Vencedores!