...Todo el pueblo debe tener claro que: “Excepto los desiertos, allí donde hay grupos de gente, éstos se componen invariablemente de izquierda, centro y derecha. Esto seguirá siendo así incluso dentro de diez mil años. “Cada vez que se levanta un tifón, los vacilantes, incapaces de resistirlo, se tambalean: Esto es una ley. Les aconsejo a todos ustedes que presten atención a este problema. Después de tambalearse unas cuantas veces, algunas personas cogen experiencia y dejan de hacerlo. Pero hay un tipo de personas que nunca dejarán de vacilar, tal como ocurre con el arroz y otros cultivos semejantes que, por tener un tallo tan delgado, oscilan con cada golpe de viento. El sorgo y el maíz poseen mejores condiciones, pues sus tallos son relativamente gruesos. Solo los grandes árboles se yerguen inconmovibles. El tifón vuelve cada año, es igual con los tifones ideológicos y políticos en el plano nacional e internacional. Se trata de un fenómeno natural de la sociedad”.
“Un Partido es un género de sociedad política. La primera categoría de sociedades políticas la constituyen los partidos. Un partido es una sociedad de clase”. “Cuando se encuentran en una situación desventajosa, los representantes de las clases explotadoras suelen recurrir a la táctica ofensiva como medio de defensa, con el fin de preservar hoy su existencia y facilitar su desarrollo futuro. Inventan cosas de la nada y fabrican rumores en las narices de la gente, o echan mano de algunas apariencias de un asunto para lanzar ataques contra su esencia, o cantan loas a unos y atacan a otros, o inflan tal o cual problema para abrir algunas brechas” y colocarnos de ese modo en una posición difícil. En resumen, siempre estudian con qué tácticas enfrentarnos y “exploran el terreno” para alcanzar su objetivo.
“A veces ‘se tienden haciéndose los muertos’ en espera de la oportunidad del ‘contraataque’. Tienen largos años de experiencia en la lucha de clases y saben valerse de distintas formas de lucha, tanto legales como ilegales. Nosotros como militantes revolucionarios, debemos conocer sus artimañas y estudiar sus tácticas a fin de vencerlos. No debemos, por ningún motivo, comportarnos como letrados ingenuos abordando de manera simplista la compleja lucha de clases”.
Y: “En cuanto a nosotros atañe, considero que es malo si una persona, partido, ejército o centro de enseñanza no es atacado por el enemigo, porque eso significa que nos hemos hundido en el mismo pantano que él. Es bueno si el enemigo nos ataca, pues eso prueba que hemos deslindado campos con él. Y mejor aún si el enemigo nos ataca con furia y nos pinta de negro y carentes de toda virtud, porque eso no solo testimonia que hemos deslindado campos con él, sino que también hemos alcanzado notables éxitos en el trabajo”.
Sin lugar a dudas siempre son grandes las enseñanzas que nos ha legado el Presiente Mao. Indiscutiblemente que vivimos una temporada de tifones fuertes. Los débiles y vacilantes se han quedado en el camino o han traspasado el umbral de la conciliación renegando de los principios baboseando su miseria filosófica en la levedad del traidor que siempre tiene un argumento para el desencanto.
No podemos negarlo, nosotros también tambaleamos, los golpes han sido y siguen siendo fuertes, pero de ninguna manera hemos sido arrancados de raíz de nuestros inevitables propósitos. Todo será hasta tener experiencia y desarrollar nuestras capacidades sustentadas en la correcta guía, esto es el marxismo-leninismo-maoísmo, solo y únicamente ahí sentaremos bases para fortalecernos cual árbol inconmovible.
Por otro lado el enemigo siempre asecha, atento, utiliza toda la experiencia que ha ganado a su favor durante tantos años de dispersión, escepticismo y oscura vigencia del revisionismo. Ahora los conocemos bien. Se visten de revolucionarios tratando vanamente de ocultar su piel de hienas para disimuladamente afrentar contra los intereses de nuestro pueblo gruñendo la necesidad de evocar la conciliación de la lucha armada con el cretinismo parlamentario o el cogobierno genocida. Y, además, utilizando la dispersión informativa tratan de aislarnos de las masas, o es que no lo han intentado y siguen haciéndolo cuando tratan de estigmatizar todo aquellos que lleve sello de protesta o lucha como la Guerra Popular en el Perú o la insurgencia colombiana y tildarnos de terrorismo, narcotráfico y otras cosas más?. O, cuando el revisionismo y alguna que otra horda de miserables oportunistas con oscuros intereses tejen impropios contra quienes levantamos tremolantes las banderas de la Guerra Popular?
Pues debemos estar atentos, y no olvidar, NO OLVIDAR JAMAS. La lucha de clases es compleja y tiene muchísimos escenarios de acción y cada vez encontraremos en torno a ellos el desenmascaramiento de nuevos enemigos a los que debemos enfrentar decididamente.
Y por último, que el enemigo nos ataque está bien, aunque mejor diríamos MUY BIEN por que eso manifiesta la inexistencia de puntos de concordancia con él- Y, cuando nos referimos al enemigo, a éste no solo debemos ubicarlo del lado del imperialismo, la gran burguesía terratenientes e instrumentos represivos del viejo estado, porque ahí estaremos perdiendo la objetividad. Al enemigo también debemos buscarlo entre las filas del pueblo, del proletariado y aun dentro del Partido. En filas del pueblo enquistado en sus organizaciones populares pregonando estúpidamente las “bondades” del constitucionalismo burgués. En filas del proletariado buscando crear una fisura ideológica en torno a la propuesta vil del revisionismo que desvirtúa la metodología, la sustentación de clase y los objetivos de la revolución. Y por último, al interior del Partido, en la medida de que siempre existen remanentes pequeño burgueses que si no son correctamente tratados en el marco de la lucha a dos líneas utilizando la crítica como un instrumento para corregir, no para matar, “la medicina que sirva para salvar al paciente, no para matarlo”. Pero si las contradicciones van más allá del no-antagonismo para convertirse en antagónicas e irreconciliables, démosle un justo tratamiento como si estuviésemos combatiendo a cualquier enemigo del Partido, del pueblo y de la revolución. Cercenemos ese cáncer antes de que se vuelva endémico y contagie todo el organismo causándonos mucho daño. Ante estas circunstancias debemos aprender a obrar sin contemplaciones y con mucha determinación, no hacerlo sería seguir cometiendo un error grande, “pues en asuntos tan peligrosos como es la guerra, los errores que se dejan subsistir por benignidad son precisamente los más perjudiciales” K. Clausewitz
Que no nos duela cuando nos griten a viva voz ¡TERRORISTAS!, ¡DELINCUENTES!, A la final son nuestros enemigos y tienen que combatirnos como nosotros a ellos.
Que no nos debiliten ideológicamente los golpes cruentos del enemigo armado que cercena, hostiga, presiona buscando nuestra eliminación. Entendámoslo bien, son solo golpes de viento, nuestras raíces están férreamente sujetas a la ideología, a la historia y a los propósitos del proletariado y del pueblo. Nos harán tambalear, es verdad, nadie sale invicto de esta larga guerra, pero no nos cercenarán de raíz porque esta no es una guerra de hombres sino de ideologías, no han podido desde la gesta de Marx y Engels hasta nuestros días, mucho menos hoy cuando el marxismo ha sido tremendamente alimentado y fortalecido con Lenin, Stalin, el Presidente Mao.
Que nos ataquen está bien, y eso no debe preocuparnos. Deberíamos hacerlo si el enemigo no lo hace, o preocupémonos de aquellos “revolucionarios” a los que el viejo estado les permite desarrollarse en cándida armonía.
Ante cada golpe del enemigo respondamos con audacia y decisión., Ésta, la lucha de clases, es una guerra cruenta y debemos prepararnos para enfrentarla en la mejor de las condiciones y tengamos claro que “la guerra es un acto de fuerza y no existen límites en el empleo de ésta”. K.Clausewitz
Gestemos la nueva ola revolucionaria en medio de tifones y complicaciones. Es así como se templa el acero de buena manera, al calor del fuego. Es así como se fortalece el Partido, en medio de tifones y el mal tiempo. Pero breguemos por cambiar esas condiciones para que seamos nosotros, los comunistas del Ecuador, del mundo, los que desatemos la gran tormenta obrero campesino popular que arranque de raíz todo vestigio de explotación haciendo uso de la única vía que las clases han conocido para avanzar unos respecto de otras en la historia: la violencia revolucionaria.
¡GLORIA AL MARXISMO LENINISMO MAOÍSMO!
¡MUERTE AL IMPERIALISMO!
¡A COMBATIR EL REVISIONISMO!
¡A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: ¡EL COMUNISMO!