Por Raúl Reyes
Integrante del Secretariado de las FARC-EP
Como parte de la ejecución del Plan Colombia y violando compromisos adquiridos con el gobierno del Ecuador, el Presidente Álvaro Uribe Vélez ha reactivado la fumigación con glifosato de la zona fronteriza entre las dos naciones, omitiendo el área restringida de 10 kilómetros que fue pactada entre los dos estados desde finales del año 2005.
Se trata de un acto unilateral y arbitrario que agrede la soberanía de la nación ecuatoriana y vulnera la dignidad de los pueblos de América Latina, en abierta rebeldía contra la dominación imperialista norteamericana. Las criminales fumigaciones con glifosato de nuestra selva tropical y biodiversa, pretextando la erradicación de los cultivos de coca, montadas en la infamia de afirmar que estos cultivos pertenecen a la guerrilla, son una absurda estrategia del Plan Colombia fina! nciada por la Casa Blanca para sustentar sus planes de dominación hegemónica sobre las naciones suramericanas y el saqueo de sus recursos naturales.
El mundo sabe que las FARC-EP ni cultivan ni comercializan estos productos, los cuales pertenecen a los campesinos pobres, desplazados por la violencia y la falta de oportunidades por parte de la clase dominante.
Plan Colombia y Tratados de Libre Comercio son los dos componentes básicos de las estrategias de sujeción del gobierno imperialista para subordinar a su poder global y explotador el destino de millones de latinoamericanos.
La falsa campaña contra el terrorismo de Uribe Vélez, similar a la de mister Bush en Irag, atribuyéndole a las FARC-EP fantasiosos y macabros planes dizque para desestabilizar el mundo, no es más que una cortina de humo para tapar los graves escándalos que rodean a su gobierno a raíz del destape de la narco-para-política que involucra a altos funcionarios del gobierno y a parlamentarios uribistas en los peores ilícitos como masacres de campesinos, asesinatos de sindicalistas, fraudes electorales, saqueo de los presupuestos públicos y el descarado favoritismo judicial hacia los jefes paramilitares.
El gobierno mafioso y criminal de Uribe Vélez acude a las fumigaciones en el Putumayo y Nariño para evadir su responsabilidad en la grave e irreversible crisis política colombiana.
El llamado sensato del electo Presidente del Ecuador, doctor Rafael Correa, a las naciones del continente frente a esta burda agresión, es oportuno y convoca a la solidaridad de todos los Estados y gobiernos progresistas.
Es inadmisible que los actos prepotentes de un "Estado mafioso" como el que conduce Uribe Vélez en ejecución de las órdenes de mister Bush, queden en la impunidad por el silencio y la omisión de los gobernantes que simbolizan la potente marcha antiimperialista de la multitud latinoamericana. Ciertamente Uribe Vélez es un peligro público para América Latin! a y como tal debe ser tratado por el movimiento popular.
Va nuestra voz de aliento y solidaria con la enérgica protesta del Presidente Rafael Correa frente a la agresión uribista.