COMUNICADO DE LOS PRISIONEROS DE GUERRA DE LAS FARC-EP
Peligra la vida de Rodrigo Granda
La banda de “Los Triana”, un grupo de temibles antisociales reclutados hoy por “Don Berna” ha urdido un siniestro plan para asesinar al dirigente de las FARC preso en La Dorada, Rodrigo Granda Escobar. La conspiración criminal también tocaría a otros prisioneros recluidos allí, lo mismo que a sus familiares.
Un escalofriante rumor recorre los pasillos y patios de la cárcel de La Dorada, y es un secreto que todo el mundo conoce, inclusive las autoridades del penal. Que “Don Berna”, el tenebroso jefe paramilitar hoy recluido en la cárcel de Itagüí, en Antioquia, ha integrado un grupo de sicarios con el propósito de asesinar a Rodrigo Granda Escobar, a otros presos de las FARC y a sus familiares que llegan a visitarlos con regularidad.
El siniestro plan, develado por los propios guardianes del penal, indica que al frente de la empresa criminal se encuentra el señor Mario Triana, recluido en uno de los patios del establecimiento. Triana es integrante de la bandas de “Los Triana”, de célebre recordación por su perversidad en la comisión de diferentes ilícitos, y en La Dorada viene actuando por cuenta de “Don Berna”, reconocido jefe mafioso y paramilitar, que ha ejecutando en el último tiempo y a pesar de las negociaciones con el gobierno Uribe Vélez, un ajuste de cuentas con colaboradores y contradictores suyos.
En el caso de la Dorada, “Don Berna” y “Los Triana” han tomado la decisión de asesinar al líder de las FARC allí recluido, Rodrigo Granda Escobar. El plan criminal afectaría también a Álvaro Hener López López, Félix Antonio Reyes Ahumada, Luis Alberto Marulanda, Jorge Bernal y Tulio Murillo Marulanda, acusados de rebelión y de otros delitos políticos por su pertenencia a las FARC. Entre tanto, se sabe que grupos de apoyo por fuera del penal, han intentado secuestrar y dar muerte a familiares de los mencionados reclusos.
Como es de suponer, realizar un plan de eliminación física contra personas privadas de la libertad es una tarea que no se podría cumplir sin la necesaria complicidad de varios de los guardianes al servicio del Inpec. La población carcelaria señala como colaboradores en este propósito, a un cabo de apellido Rojas y al dragoneante Jhon Freddy Sierra, quienes actúan en coordinación con delincuentes como Jeisson Segura y Giovanni Úsuga. El comandante de seguridad y el director del penal han sido informados en detalle de la situación, pero las medidas de seguridad alrededor de los amenazados son insignificantes. Ante un ambiente de tanta permisividad, si nó de impunidad, se sabe que en manos de los conspiradores se encuentran granadas, cuchillos y al menos un revólver y sólo esperan el momento oportuno para actuar.
Estamos pues ante un caso en que el Estado, por omisión, no asume su papel de velar por loa vida, honra y bienes de los asociados y que responderá ante la Justicia en caso de que el siniestro plan criminal aquí denunciado salga adelante.
PRISIONEROS DE GUERRA DE LAS FARC-EP
Bogotá, D. C., FEBRERO 3 de 2007