Guerrillas: Un compromiso para las vanguardias

GUERRILLAS: UN COMPROMISO PARA LAS VANGUARDIAS*

Las elecciones no son más que un engaño, y cualquier Barrios o cualquier Caldera no traerá más que desgracias al pueblo venezolano. El camino es el de las armas", declaró en una entrevista a "Radio Habana-Cuba" Francisco Prada, secretario político de la Comandancia Nacional del FLN-FALN de Venezuela.

Insistió en que "no hay otra alternativa: desarrollar la guerra, profundizar la guerra, extender la guerra a nuevas áreas del país, incorporar a todo el pueblo a las tareas de la guerra y luchar hasta vencer, es nuestra consigna".

Destacó que "para los revolucionarios venezolanos que asistimos a la Primera Conferencia de la OLAS los acuerdos, sus resoluciones y sus resultados en general han sido un importante aporte a la teoría revolucionaria para la lucha en América".

"Consideramos —afirmó— que los movimientos revolucionarios en armas se ven fortalecidos en sus posiciones ideológicas, políticas y organizativas, y que los que hoy se organizan para comenzar la lucha lo harán en mejores condiciones".

La forma más alta de la lucha del pueblo es la guerrilla

Subrayó que la Conferencia señaló que "la lucha guerrillera es la forma mas alta de la lucha del pueblo y la escuela más formidable para la formación de los revolucionarios y su vanguardia".

Y recalcó que "la afirmación de que todas las demás formas de lucha deben servir v no retrasar el desarrollo de la línea fundamental, que es la lucha armada, es una respuesta categórica a los seudorrevolucionarios que pretenden hacer de la combinación de las formas de lucha un elemento para oponer a la lucha armada".

"Nosotros los venezolanos —dijo— estamos convencidos, la práctica nos lo ha demostrado, de que no solamente no se opone la lucha armada a otras formas de lucha, sino que es condición necesaria para el desarrollo de la lucha armada el desplegar todas las formas de lucha de los pueblos".

Prada leyó seguidamente un fragmento de una declaración emitida en Venezuela por el comandante en jefe del FLN-FALN, Douglas Bravo. "La conferencia de la OLAS —expresa Douglas— es el más grande paso en favor de la unidad de los revolucionarios y es un fiel reflejo del pensamiento continental y de los ideales libertarios del libertador Simón Bolívar".

El comandante guerrillero manifestó que "las condiciones revolucionarias que existen en América Latina son la mejor garantía para impulsar la aplicación y el desarrollo de estos acuerdos. Creemos que las vanguardias revolucionarias de cada país tienen ante sí la tarea de llevar cuanto antes a la práctica las ricas enseñanzas que para todos los revoluciona, ríos resultan de esta primera conferencia de la OLAS".

"Haremos los esfuerzos que sean necesarios —afirmó— para continentalizar cada vez más la lucha de liberación nacional que ya libran nuestros pueblos". Al referirse al discurso de clausura de la OLAS pronunciado por el primer ministro cubano, Fidel Castro, Prada volvió a leer la declaración de Douglas Bravo antes citada, donde éste expresa que el discurso fue "el mejor y más elevado estímulo a nuestra lucha armada liberadora".

"Recoge este discurso —dijo Prada— grandes enseñanzas que deben ser entendidas y analizadas detenidamente por todos los revolucionarios, por todas las vanguardias armadas del continente, con la finalidad de evitar en cada experiencia concreta la posibilidad de que pueda ser retrasada o, en el peor de los casos, traicionada por dirigentes que esconden su miedo a la lucha frontal bajo una amalgama de teorizaciones y conceptos mecánicos dirigidos a frenar la lucha donde esta ya existe y a impedirla donde ya debiera haber comenzado".

"El discurso de Fidel es para nosotros también la condenación de una concepción, de unos métodos que en 30 ó 40 años han evidenciado su inutilidad. Es también, a la vez, la condenación a los que en el campo de la revolución usurpan el nombre de la vanguardia, y en la vida real, frente a los acontecimientos marchan retrasados, y se convierten en obstáculos para los verdaderos revolucionarios, para las vanguardias armadas del continente".

Luego Prada manifestó que ia intervención del Primer Ministro cubano "coloca a la lucha en un nivel que le da a la lucha misma un sentido irreversible en todos los órdenes, tanto en lo nacional como en el plano continental y mundial, de lucha abierta frente a las oligarquías y el imperialismo y de desenmascaramiento al neobrowderismo, al reformismo y a la seudorrevolución.

Sobre esto último señaló que "en nuestro país tiene su expresión muy concreta en la dirección derechista del Partido comunista de Venezuela, que coincide en su lenguaje y en sus planes con el imperialismo, cuando orienta su política a destruir el movimiento guerrillero, cuando se lanza en una campaña contra Cuba, contra la OLAS, cuando presiona para hacer más brutal el bloqueo a Cuba".

Reforzar la unidad revolucionaria sobre la base de una lucha implacable contra los reformistas

El Secretario Político de la Comandancia Nacional del FLN-FALN considera de gran importancia los pasos que se han dado en aras de la unidad de las fuerzas revolucionarías. Estima que tienen plena vigencia los acuerdos unitarios que se concertaron entre Fabricio Ojeda, Douglas Bravo y Américo Martín, en mayo de 1966.

"Debemos decir —agrega— con respecto a ese acuerdo de Fabricio Ojeda, Douglas Bravo y Américo Martín, que en él tenemos nosotros base para hoy en nuestro país concretar acuerdos en iodos los niveles. En primer lugar, en el nivel de los combatientes guerrilleros que en las montañas de occidente, en las montañas de El Bachiller y en las de oriente libran combates contra el mismo enemigo, se enfrentan al ejército traidor y anhelan coordinar los planes y anhelan trabajar en estrecha unión, anhelan que sus jefes, que sus dirigentes, lleguen a un acuerdo definitivo".

"Para nosotros es un compromiso muy grande —dice Prada— y hacemos todos los esfuerzos. Creemos que por parte de los compañeros del MIR y por parte de otros revolucionarios también se están haciendo esos mismos esfuerzos. Esa unidad debe fundamentarse en la base de una lucha implacable contra las tendencias conciliadoras, revisionistas y reformistas que aún existen en algunos núcleos revolucionarios".

"Los comunistas venezolanos estuvieron representados en la delegación a la OLAS. Realmente, la representación de los comunistas venezolanos fue de lo más legítima, de lo más auténtica. La que no estuvo representada en la delegación a la OLAS fue la dirección derechista del PCV", añadió.

Después de manifestar que "en Venezuela la lucha guerrillera se inspira en los principios del marxismo-leninismo", Prada dice que "quienes combaten a los que luchan contra el imperialismo en la forma mas elevada, como es el caso de la dirección derechista del PCV, no pueden ser antimperialistas. En una u otra forma sirven los intereses de las oligarquías y del Imperialismo, coinciden con ellos. Era natural que esa dirección derechista no estuviera representada".

Insistió en que las actividades del PCV sólo "sirven para distorsionar, para crear confusión en ciertos medios internacionales, y sobre todo sirven para dar argumentos en contra de la revolución venezolana, en contra de la Revolución Cubana, en contra de la revolución latinoamericana, y en manos de la oligarquía y del imperialismo, en manos de las organizaciones contrarrevolucionarias cubanas, en manos de la CÍA tendrán alguna utilidad.

Pero esto no afecta en absoluto la situación de nuestro país, el proceso revolucionario de nuestro país, ni desalienta ni confunde a nuestro pueblo, ni a los revolucionarios de nuestra parte".

Y destacó seguidamente que "es difícil por parte del gobierno traidor de Raúl Leoni ocultar el franco ascenso por el que atraviesa el movimiento guerrillero en nuestro país, que nutre sus filas en su mayoría con campesinos, en una proporción de mas del 85 por ciento".

El área de acción de las fuerzas revolucionarlas — afirmó— "se extiende con cada nuevo combate victorioso realizado por nuestras heroicas columnas guerrilleras, que bajo la jefatura de Luben Petfcoff, Freddy Carques, Antonio Miranda, bajo el mando supremo de nuestro comandante en jefe, Douglas Bravo, escriben la nueva historia en nuestro país".

"Nos hallamos comprometidos, -dijo- en el objetivo de profundizar la guerra, de ahondar la crisis del poder existente en Venezuela, y que es en esta lucha donde buscamos soluciones reales para los problemas que tiene planteados nuestro pueblo, problemas que estamos seguros no se van a resolver con el proceso electoral que la embajada estadounidense y la misión militar yanqui adelantan en Venezuela".

Prada puso de relieve en su entrevista el "ejemplo extraordinario" del pueblo vietnamita. "Este es un pueblo que soporta la más grande agresión que haya podido padecer -pueblo jamás, y puedo decir que estamos convencidos de la inevitabilidad del triunfo de ese pueblo". Su lucha —enfatizó— constituye "una inspiración profunda" para los otros pueblos.

Habló también Prada sobre la penetración multar yanqui en Venezuela. "Hoy nos encontramos —manifestó— con sargentones yanquis metidos en los más pequeños puestos antiguerrilleros. Y si usted me pregunta que si ha muerto algún yanqui en Venezuela en una emboscada guerrillera, yo le diría que no sería extraño, ahora que nos es muy difícil identificarlo". "Pero no sería de extrañar —apuntó— que de un momento a otro, en una emboscada, agarremos a un gringo, de esos "catires" que todo el mundo sabe que son yanquis, y lo vamos a exhibir ante el mundo como un elemento concreto de agresión militar yanqui en nuestro país".

Puntualizó que "sabemos que enfrentamos resueltamente al ejército títere, que tiene un respaldo incondicional del yanqui, y estamos dispuestos a enfrentar al yanqui".

Finalmente se refirió a las luchas del .pueblo negro norteamericano. "Para nosotros —dijo Prada— las luchas del pueblo negro de Estados Unidos se inscriben dentro de las luchas generales del movimiento de liberación nacional contra el imperialismo, con la particularidad de que se libra en el propio patio del enemigo, en la propia casa del enemigo".

Sobre esto último apuntó que "tiene una significación particular, porque ya el yanqui no podrá ir con gran confianza a ningún país, puesto que dentro de su propia casa las llamas de la revolución comienzan a arder".
(PRENSA LATINA)

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EN “PUNTO FINAL”, Nº 40. Octubre de 1967.