Avanzamos con ojos de sol construyendo la esperanza

AVANZAMOS CON OJOS DE SOL CONSTRUYENDO LA ESPERANZA

Cuando insurgimos, allá en los años 80´s sabíamos que el camino que iniciábamos era la prolongación histórica de un conjunto de luchas anteriores; allí están el Comandante Luís de la Puente Uceda y el MIR que emprendieron la lucha guerrillera el año 65; Antonio Meza Bravo, fundador del MRTA fue también combatiente de esa experiencia guerrillera de la cual nosotros nos nutrimos directamente y de la cual somos su continuidad innegable.

La articulación creativa de todas las formas de lucha y la estrategia de Guerra Revolucionaria e insurreccional de todo el Pueblo es el camino que reafirmamos para derrotar al Estado burgués y construir una sociedad cualitativamente distinta, una sociedad basada en el autogobierno del pueblo. En Perú, las elites dominantes y su carga colonial han sido y son incapaces de generar una nación que pueda expresar la diversidad cultural que nos define y menos aun de darle solución a problemas básicos como el derecho a la salud, educación, a una vida digna.

Por el contrario, la dominación se desarrolla con la explotación abierta de los trabajadores, a quienes acallan con la violencia de la máquina de guerra estatal cuando hay ocasión de protestas. El MRTA; los hijos de Tupac Amaru, Micaela Bastidas y José Carlos Mariátegui, no hemos sido, ni seremos comparsa y simples espectadores de la lenta masacre de nuestro pueblo por manos del capitalismo y de las elites de poder que encarna este sistema social.

Tenemos la fuerza que nos da nuestra propia historia política, nuestra historia militar, así como el ejemplo de resistencia y dignidad de nuestros compañeros y compañeras en prisión: comandantes Víctor Polay, Miguel Rincón, Lucero Cumpa. Nadie dirá que el MRTA se quebró en las cárceles. Nadie dirá que el MRTA se arrodilló ante el dictador. Resuena y seguirán resonando en la historia americana las voces de nuestros camaradas que asaltaron la residencia del embajador japonés en Lima. Resuenan los ecos de sus voces y sus balas fulgurantes. Nuestro comandante Néstor Cerpa nos dejó esa herencia, nos señaló un camino para andar junto al pueblo.

El MRTA no inventa la violencia. Buscamos la paz; pero no a costa del hambre de nuestro pueblo; no a costa de la muerte de nuestros hijos. No a costa de entregarle nuestras selvas a los yanquis.

El camino es difícil, pero avanzamos con ojos de sol construyendo esperanza en medio de la nebulosa que imponen los explotadores.

Expresamos un proyecto de amplitud. Insurgimos desde las masas planteando temas que en su momento fueron incomprendidos por algunos que acostumbraban a pensar la realidad sin reflexionar a partir de nuestra propia historia. Nuestra reivindicación de Tupac Amaru, Manco Inca, el almirante Miguel Grau, el Coronel Francisco Bolognesi, el Mariscal Cáceres; nuestra valoración de las insurrecciones populares de los años 30…, en fin, nuestra propia historia.

En una sociedad como la nuestra, el pueblo tiene el derecho de contar con su fuerza militar, con su ejército popular; tiene el derecho a defenderse de la muerte que viene vestida de represión y neoliberalismo en busca de aplastar a los movimientos revolucionarios y controlar los recursos naturales a escala mundial para lograr la dominación total de la humanidad. Por ello la necesidad de construir proyectos integrales que permitan enfrentar al imperialismo en todos los terrenos.

El triunfo de Alan García expresa la identidad de intereses entre la derecha y el aprismo. Significa al mismo tiempo la continuidad y prolongación del neoliberalismo fujimorista y toledista. Indudablemente la gran mayoría de la población peruana, que incluye a quienes no se aproximan a las urnas, está en contra del nuevo gobierno encabezado por el criminal, ladrón y genocida Alan García Pérez, que se instala como elemento de contención ante el avance del movimiento revolucionario y, en general, de las fuerzas populares en el Perú. Es dicho gobierno una de las piezas fundamentales puesta por Washington en su afán de continuar sus ansias recolonizadoras que ve amenazadas con el ascenso de gobiernos populares en América latina, como es el caso del venezolano y boliviano. Aparece como otro vasallo que se suma al fascista Álvaro Uribe Vélez en su política de guerra contra la esperanza emancipadora de los pueblos de Nuestra América.

Decía nuestro José Carlos Mariátegui que una de los aspectos fundamentales en política es persistir, y el MRTA persiste en el camino emprendido…, enriqueciéndolo constantemente. Lo articula con esfuerzos diversos que en la América Latina luchan por cambios radicales para beneficio de los pueblos.

Somos bolivarianos desde siempre. En nuestras banderas flamean también los sueños de integración solidaria que expresa el pensamiento del Libertador y el ansia de no dar descanso a nuestros fusiles, a nuestros corazones y nuestras vidas hasta haber acabado con el imperialismo en nuestra gran patria americana.

Avanzan los Tupacs prendiendo grandes fogatas de insurrección.

!Con Bolívar y Tupac Amaru…, América Latina vencerá!

!Con las masas y las armas!

DIRECCIÓN ESTRATÉGICA
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC AMARU, MRTA

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FUENTE: Resistencia Internacional, Nº 36