Declaración de Carlos Fonseca ante el juez

DECLARACIÓN DE CARLOS FONSECA

Tomada del diario La Prensa, Managua, 10 de julio de 1964. Texto del interrogatorio rendido por el comandante Carlos Fonseca ante el juez, el 9 de julio de 1964, luego de ser capturado en Managua el 29 de junio de ese año.

-Diga su nombre, fecha y lugar de nacimiento, ocupación y domicilio último.

-Carlos Alberto Fonseca Amador, 23 de junio de 1936, en Matagalpa. Estudiante, barrio del Country, Tegucigalpa, Honduras.

-Diga el nombre de sus padres, ocupación y domicilio.

-Fausto Amador Alemán, administrador de negocios, Managua. Agustina Fonseca, doméstica, barrio El Laborío, Matagalpa.

-Diga su estado civil.

-Soltero.

-Diga el nombre de sus parientes más cercanos, hermanos o hermanas.

-Por parte de madre: René Fonseca Marenco, de 24 años, talabartero, Matagalpa; Juan Fonseca Ubeda, 16 ó 18 años, talabartero, Matagalpa; Estela Fonseca, 11 años de edad, estudiante.

Por parte de padre: Iván Amador Arrieta, 24 años, estudia administración de negocios, y Fausto Orlando, de 19 años, ordenamiento sacerdotal.

-Diga cuántas veces ha estado detenido, y las razones de ello.

-En Nicaragua, siete; en el 56 por movimientos estudiantiles; en diciembre del 57, a mi regreso de la Unión Soviética; en noviembre del 58, por asuntos estudiantiles; en diciembre del año 1958, sin razón conocida, en Matagalpa; en marzo y abril del 59, por participar en el Movimiento de Juventud Democrática Nicaragüense; en julio del 60, sin razón conocida, en Managua; 29 de junio del 64, por actividades en el Frente Sandinista de Liberación Nacional; en Honduras, Chaparral, julio del 59, por participar en movimiento armado contra Nicaragua (caso Chaparral).

-Diga su afiliación política e ideológica.

-Miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional, desde septiembre de 1962, en Honduras, hasta el presente en Nicaragua, revolucionario de izquierda.

-Diga cuántas veces ha salido de Nicaragua, destino y las razones.

-Salí en 1957 a la URSS, Checoslovaquia y Alemania Oriental; en el 59, que fui expulsado a Guatemala y en 1960 expulsado a Guatemala.

-¿Ha visitado cuántas veces Cuba?

-Tres veces: julio del 59, octubre del 60, julio del 61, mientras me encontraba exiliado.

-Narre detalladamente su participación en el FLN y FSLN desde su comienzo al presente.

-Para la primera mitad del año de 1962, llegaron a Honduras Noel Guerrero Santiago, Tomás Borge Martínez, Pedro Pablo Rivas y Faustino Ruiz. Todos ellos junto conmigo discutimos la situación política de Nicaragua para ver cuáles eran las tareas de nuestro grupo en el momento. En ese tiempo la actividad política contra el gobierno de Nicaragua estaba dominada por el grupo que encabezaba el presidente del Partido Conservador doctor Fernando Agüero. Este grupo del doctor Fernando Agüero, en ese momento planeaba de la siguiente manera el rumbo de la lucha contra el gobierno: sostenía que la única garantía para la celebración de elecciones libres en Nicaragua, era la intervención de la OEA, además planteaba públicamente que de no lograrse lo anterior, sólo la lucha armada podría realizarse para lograr cambio de gobierno. Aunque el grupo de Agüero concentró el apoyo del pueblo, existían ciertos grupos de opositores que discrepaban de éste. Estos grupos estaban encabezados prácticamente, por el Partido Liberal Independiente y también estaba en esos grupos el Partido Movilización Republicana. La respuesta de estos grupos a Agüero, solamente tenía en cuenta la parte en que pedía la intervención de la OEA, y no se refería para nada a la parte en que Agüero aprobaba la lucha armada. Al mismo tiempo la posición de estos grupos que discrepaban de Agüero, contaban con el respaldo de la dirección del Partido Socialista de Nicaragua. Nuestro punto de vista resultó distinto al de Agüero y al del grupo opositor. Nosotros aunque estábamos de acuerdo, en que se debía condenar la intervención de la OEA, defendida por Agüero, creíamos que era conveniente poner de relieve la inclinación mostrada en la propaganda agüerista a favor de la lucha armada, es decir que no pensábamos como el otro grupo en que participaba el PLI y el MR, y el Partido Socialista que olvidaba totalmente esa aprobación de Agüero hacia la lucha armada.

Nosotros considerábamos que en la práctica, debido a las circunstancias del momento era imposible la intervención de la OEA, que por tanto aunque no fuera una cosa segura, por lo menos había cierta posibilidad de que Agüero participara en una lucha armada. Esto no quería decir que nosotros pensáramos que era imposible la participación de Agüero en unas elecciones, aún sin la intervención de la OEA. La postura de Agüero de dejar una puerta abierta para la lucha armada, reflejaba la gran simpatía y confianza que en ese tipo de lucha tenía la mayoría del pueblo de Nicaragua.

Además de examinar las condiciones del momento, nuestro grupo echó una ojeada a las actividades desplegadas por el Movimiento Revolucionario del 59 y del 62, y sobre todo la actividad de los grupos de tendencia revolucionaria. Nosotros llegamos a la conclusión de que la tarea inmediata de nosotros no podía ser otra que emprender la lucha armada contra el gobierno. Entonces resolvimos preparar los pasos para convertir hechos en realidad. En esos días habíamos tenido dentro de Nicaragua un fracaso al ser descubierta en Casa Colorada, nuestra actividad.

Esto nos hizo darnos cuenta de que la organización interna era muy inmadura para ser capaz de desarrollar con éxito la lucha armada. Esto también nos hizo ver que había que atender con mayor interés el frente interno; pero este problema siguió sin poder resolverse de modo satisfactorio, porque la preparación en la lucha armada en las montañas absorbió a la mayoría de nuestros cuadros. Así fue como hicimos contacto con personas de Honduras que nos pudieran hacer llegar a las montañas de la frontera con Nicaragua, para de ahí partir a crear el movimiento guerrillero.

El compañero Santos López y yo nos trasladamos al departamento de Olancho, en el mes de junio del 62 y navegamos por el río Patuca y el Huayata y penetramos a un sector de la montaña. Ahí vimos que era posible realizar el inicio con éxito de la lucha armada. Al ver la espantosa miseria que padecía la población indígena de los sumos, creímos que ese sector podía apoyar una lucha que iba a favor de su liberación.

Quedó aprobado que esa zona podía servir para nuestro trabajo. Al mismo tiempo teníamos interés que se organizara el Frente Interno, porque nos dábamos cuenta que sin eso nuestra lucha corría el peligro de convertirse en una acción aventurada, lo cual estaba en contra de nuestras convicciones y principios. Pero como lo dejé dicho atrás, no contábamos con la organización suficiente para atender al frente interno. A mí, personalmente, me preocupó mucho que se convirtiera en una aventura incierta, nuestro movimiento, porque además no sólo el frente interno estaba mal atendido, sino que también las propias actividades en el exterior sufrían de la indisciplina y de la falta de seriedad, para cumplir los acuerdos de parte de los compañeros que estaban en el exterior. Pero yo consideraba que no debía flaquear y que mi participación como la participación de cualquier compañero era todavía más necesaria, cuando las dificultades eran a su vez mayores.

Entonces procedí a discutir, a veces con paciencia, y con impaciencia la solución de los distintos problemas que teníamos desde junio. Como he dicho, hicimos el primer contacto con las montañas de la frontera; pero pasaron largos días sin que pudiésemos verdaderamente emprender el desarrollo de la organización militar, de modo que fue con mucho retraso que logramos concentrar cierto número de compañeros para prepararlos en la lucha armada. Pero a fines de 1962, a pesar de los errores de tipo práctico, ya teníamos en las márgenes del Río Coco, a cierta fuerza de hombres y armas. Ciertos compañeros pintaban un cuadro bastante optimista, con relación al futuro de nuestro trabajo, incluyendo el desarrollo de la organización insurreccional interna.

Este optimismo yo no lo compartía, yo creía en la abnegación, en el espíritu y sacrificio y en la elevada moral de los compañeros responsables del trabajo interno, pero yo estaba convencido de que hacía falta, además de la moral para lograr el éxito, una experiencia, con la que no contaban los compañeros del interior.

No se podía negar que en la segunda mitad de 1962, nuestra organización interna había alcanzado cierto mejoramiento, pero este mejoramiento era exagerado por algunos miembros de la dirección, para así justificar la falta de un mayor apoyo. La preparación de la lucha en la montaña se tropezaba con serios problemas prácticos, por ejemplo: la concentración de provisiones se dificultaba por lo alejado de la montaña y porque resultaba difícil burlar la vigilancia del gobierno de Villeda Morales. Así fue como se provocó un accidente del cayuco o pipante en el río Patuca, en el raudal de las Aguas Amarillas, y en este accidente perdimos las provisiones y pereció ahogado el compañero Julio Corrales. Este fue un momento muy difícil porque los medios económicos de la organización eran precarios.

Yo tuve que aumentar las precauciones para movilizarme, porque agentes del gobierno de Honduras se presentaron en plan de capturarme, en distintos lugares frecuentados generalmente por los exiliados nicaragüenses, como decir la casa del licenciado José María Palacios, y la del exiliado Guillermo Suárez Rivas. Entonces yo miraba que nuestro éxito resultaba difícil por dos obstáculos principales: el uno, la persecución contra nosotros, el otro nuestra insuficiente voluntad para encarar con coraje la solución de nuestros errores.

A pesar de las discrepancias que surgen entre otros compañeros y yo, continúo con mis esfuerzos para enderezar el rumbo de nuestro trabajo. Nosotros calculamos que el punto o la zona en que estábamos trabajando o sea las márgenes del río Coco, durante un tiempo iban a ser desconocidas por el enemigo. En este sentido nos provocó preocupación la noticia difundida por el gobierno de Somoza, a finales de 1962, en el sentido de que nos preparábamos para luchar en guerra de guerrillas contra el gobierno. Era evidente que marchaba con lentitud la realización de nuestra meta, porque se acercaba la farsa electoral de febrero de 1963, sin que nosotros estuviéramos en condiciones de actuar con las armas contra el gobierno.

Nosotros hubiéramos preferido actuar con las armas al realizarse esa farsa, porque en los meses inmediatos antes de las elecciones, el doctor Agüero disminuyó notablemente su acento respecto a la lucha armada.

Por tal motivo, nuestro grupo sospechó seriamente que Agüero participaría en la farsa, aunque nosotros aún en el caso de ocurrir eso, creíamos que el gobierno impondría su candidatura, o sea la de Schick, aunque fuera en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo.

En tal caso, el fraude hubiera provocado un enorme descontento popular, el cual nosotros con las armas en la mano estaríamos en mejores condiciones de orientar a favor de la fuerza revolucionaria partidaria de una transformación en pro de las masas pobres y sufridas de Nicaragua.

En contra de mi voluntad y a pesar de los esfuerzos que hice por mantenernos presente en el curso de 1963 dentro de las fuerzas guerrilleras, debido a mis diferencias y a mis críticas hacia los métodos de trabajo que dominan en el conjunto del movimiento, yo tuve que permanecer posteriormente fuera de la zona guerrillera.

En esta forma me resultaba mucho más difícil incidir en el curso de nuestro movimiento. Sin embargo, mantuve en esta última etapa, acceso al trabajo de la montaña y logré por lo menos, aunque en parte, que fueran tomados en cuenta mis puntos de vista sobre la organización guerrillera.

Después de esto, a mediados de 1963, por fin penetró nuestra fuerza guerrillera al país, y de ahí en adelante me resultó imposible influir en el rumbo del movimiento armado, que a la altura de octubre de 1963 terminó en fracaso con el asesinato por parte de la Guardia Nacional de varios de nuestros compañeros y con la dispersión de los sobrevivientes.

Ese fracaso fue acompañado de un debilitamiento de nuestra organización interna, cuya moral sufrió un descenso sensible ante el golpe de la montaña. La organización del movimiento armado también tuvo la oportunidad de entrar en contacto con el compañero Manuel Andará Ubeda, y otros de los responsables de la expedición armada que penetró por la frontera sur a mediados de 1962, y que también terminó en el fracaso.

El golpe a Villeda
La culminación en octubre de 1963 de nuestro trabajo, con el fracaso, se vio todavía empeorado con el golpe militar perpetrado contra el gobierno de Villeda Morales. Toda esa situación termina por dispersar completamente o por desintegrar la estructura más importante de nuestra organización, que lo era la fuerza guerrillera. Esto tuvo como consecuencia una anarquía a la cual por mi situación aislada y fuera del alcance en Honduras, yo estaba en condiciones de atender lo que aún quedaba de nuestra organización. Entendí que lo más importante era el elemento que se encontraba dentro del país, y que había tenido la suficiente calidad y temple para mantener la confianza en el triunfo a pesar de los fracasos.

Primer viaje a Nicaragua
Me pareció que una conclusión o una elección importante que había que sacar, tanto de la experiencia de nuestro grupo, como de la experiencia de los demás grupos armados que habían corrido, era informarse de manera real y verdadera sobre la fuerza y sobre los hombres con que contaban en el interior del país.

Pensé trasladarme a finales de 1963, pero medité y consideré que era mejor informarse detenidamente de los que existían dentro del país y que, contando con esta información previa, me iba a resultar más provechoso el contacto que hiciera al trasladarme al interior. Estuve estudiando por un tiempo más o menos largo, en forma minuciosa la experiencia del movimiento revolucionario de Nicaragua. Así como las luchas revolucionarias de otros pueblos.

Por los informes que tuve comencé a cavilar sobre la existencia de una fuerza seria y capaz dentro de Nicaragua, pero no quise adelantar un juicio hasta antes no tocar con mis propias manos la realidad de Nicaragua

En Managua
Así fue como me traslade a fines del mes de mayo de 1964 al interior del país. Mis temores acerca de la impreparación de la organización interna para efectuar acciones combativas, resultaron dolorosa mente confirmados.

No voy a decir que esta impreparación se debía exclusivamente a la culpa de los compañeros dentro del país. El origen de esta debilidad la atribuyo a causa general.

Estaba llegando, al cabo de un mes mas o menos de permanencia en el país, a la confirmación de nuestra debilidad interna, cuando fui capturado.

-Diga la fecha de entrada al país lo mismo que el lugar de su procedencia.

-Yo entre a Nicaragua en los últimos días del mes de mayo, venia de Honduras.

-Diga usted la forma que empleo para entrar al país, tanto su itinerario de venida, como los requisitos de ley para hacerlo.

-Entre a Nicaragua conducido por un baquiano desde la población de El Triunfo, hasta la ciudad de Chinandega, o sea que lo hice en forma clandestina.

-Cuando usted dice que en la primera mitad del año 62 llegaron a Honduras Noel Guerrero Santiago, Tomas Borge, Pedro Pablo Rivas y Faustino Ruiz diga usted ¿ de dónde procedía cada uno de ellos reunidos en esa fecha?

-Creo que procedían de Cuba, excepto yo que me encontraba en Honduras.

-Diga usted con que material humano y bélico contaban ustedes para efectuar la invasión en el 63 a Nicaragua.

-El material humano estaba siendo seleccionado en el interior del país por la organización interna, y también creíamos posible reunir algunos exilados anteriores. Al final del 62, esto no había sido posible tenerlo realizado, fue hasta la mitad del 63 que ya logramos, aunque no en la medida de lo que habíamos deseado, en cuanto a la cantidad, llegamos a reunir cerca de 50 hombres. En cuanto al elemento bélico, se reunió recogiendo armas que habían quedado de movimientos armados en el pasado, y también comprando en el mercado clandestino de Honduras. El armamento consistía en fusiles Springfield y algunos Garand, subametralladoras Thompson, carabinas y granadas.

-¿En qué forma colaboro con el FSLN el gobierno cubano?

-El gobierno cubano no tuvo nada que ver en el trabajo practico y material de nuestro movimiento, simplemente nos daban aliento moral para emprender nuestra lucha.

-¿Cuáles fueron las actividades de la organización del Frente Unitario Nicaragüense, creado en Venezuela y desarrollado sus actividades posteriores en Cuba?

-Las actividades del FUN, consistían en organizar la solidaridad de los exilados antisomocistas nicaragüenses dispersos en los diferentes países de América Latina. Con relación a las actividades en Cuba, consistían en influir desde ahí ante la opinión publica internacional, para respaldar la lucha del pueblo nicaragüense. Una delegación del FUN participo en el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas que se celebro en La Habana en julio de 1960. Los delegados fueron Julio Cesar Mayorga Portocarrero y Rodolfo Romero Gómez

-¿Quién ayudó tanto país como persona, en la parte económica para sufragar los gastos ocasionados en el movimiento del FSLN para la compra de armas mantenimiento de personal comida, alojamiento, vestuario y movilidad?

-Los fondos de nuestra organización provenían del pueblo de Nicaragua y de los exiliados en Venezuela, Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, y Cuba. Los exilados organizaron colectas en las organizaciones populares de los países mencionados, lo mismo que dentro de los pueblos respectivos. El responsable de recibir los fondos destinados al movimiento era Noel Guerrero Santiago.

-Además de las armas ya explicadas en su declaración ¿de qué otros países y qué medios emplearon para introducirlas en Honduras?

-No se obtuvieron armas fuera de Honduras.

-¿Quiénes integran la directiva del FSLN, en el movimiento del 63, con su base en Honduras?

-Noel Guerrero Santiago, que era el responsable de finanzas, Silvio Mayorga Delgado, responsable político, Santos López, responsable militar, Bayardo Altamirano López, responsable político y yo que era responsable político también y de organización, Orlando Quant, responsable militar, Rodolfo Romero Gómez, delegado en Cuba, Jorge Navarro Ortega, encargado del Frente interno en Nicaragua, Marvin Guerrero, enlace entre Nicaragua y Honduras; Manuel de Jesús Andará Ubeda, encargado de política y propaganda.

-Del grupo que usted dice lograron reunir cincuenta, dé los nombres de ellos.

-Además de los ya mencionados, los siguientes: Pedro Pablo Ríos, Heriberto Rodríguez, Iván Baca, Cristóbal Guido, Ramón Raudales hijo, Faustino Ruiz, Francisco Buitrago, Iván Sánchez, Modesto Duarte, Mauricio Córdoba, Boanerges Santamaría, Entimo Carias, Leopoldo Rodríguez, Jorge Cabrera, Santos Gómez, Pedro Sarmiento, Antonio Escorcia (José Francisco Escorcia Urbina), Rolando Rosales, Francisco Rojas, Victoriano Castrillo, Higinio González, Dolores Rugama, Narciso Cepeda Vásquez, Germán Hernán Coronado Pomares Ordóñez.

-¿Con qué personas hondureñas estaban vinculados para facilitar su movimiento?

-Yo no intervenía en los contactos con estas personas, yo me abstenía de conocer esos nombres para, en caso de que surgieran problemas más adelante, salvar mi responsabilidad.

-Diga usted, ¿bajo qué nombre viajó a La Habana en octubre del 60, y junio del 61, y con qué pasaporte?

-Para entrar y salir de Cuba en las ocasiones mencionadas usé el nombre de Valentín Hernández Nolasco, y con pasaporte de nacionalidad hondureña.

-Diga usted ¿de qué personas se valió para conseguir el pasaporte hondureño, siendo usted nicaragüense?

-Yo lo hice directamente, presentándome con el nombre supuesto que mencioné para obtener la cédula de identidad y con esa cédula me presenté a Relaciones Exteriores donde me dieron el pasaporte. Este nombre supuesto lo conseguí por medio de un abogado que tenía acceso a los libros de registro.

-Diga usted quién actuaba como jefe del movimiento del FSLN en Honduras.

-Quien estuvo prácticamente de jefe fue Noel Guerrero Santiago, o sea que él no había sido nombrado para tal cargo a través de un acuerdo entre todos, pero por el hecho de controlar en sus manos los fondos, estaba en condiciones de decidir sobre las cuestiones más importantes. La posición de éste se refiere a la responsabilidad general; pero lo estrictamente militar estaba bajo la jefatura del compañero Santos López.

-Diga usted quiénes eran los jefes del frente interno, durante la preparación del FSLN.

-Como lo he dicho anteriormente, todos los cuadros del movimiento fueron absorbidos en el trabajo de la guerrilla, y por consiguiente no pudimos crear una dirección desarrollada en el interior del país, de modo que el único dirigente capaz que pudimos tener en el frente interno del FSLN fue el compañero Jorge Navarro Ortega.

-Diga usted ¿con qué propósito entró clandestinamente a Nicaragua y con qué fines?

-A Nicaragua ingresé con el fin de constatar lo que quedaba de la organización interna del FSLN, porque de comprobar la extremada debilidad que teníamos, había que pensar en nuevos métodos de lucha, distintos a la lucha armada. Entré en forma clandestina y no en forma legal porque consideré excesivamente imprudente confiar en las garantías ofrecidas por el gobierno, pensé que si entraba legalmente se podría repetir lo que me aconteció en el año de 19£0, en que a pesar de las amnistías que se habían decretado, fui expulsado por la fuerza por el gobierno de Somoza hacia el extranjero.

-Explique usted en qué forma sería establecida esa nueva lucha del FSLN, en su nuevo plan de subversión.

-Como es sabido, nuestra organización ha adoptado en su trabajo una línea que consiste en una lucha armada popular. Es la única que puede decidir el triunfo de un gobierno revolucionario. De comprobarse, como en efecto se estaba comprobando, que no contábamos con una organización desarrollada para ponerse al frente de la dura lucha armada, en el tiempo presente e inmediato estaba contemplado esperar que transcurriera un nuevo período más o menos largo, que permitiera hacer la nueva selección de compañeros, con condiciones para tomar las armas de manera victoriosa, o sea que en el futuro inmediato debía continuarse la situación que de hecho estaba existiendo, desde el fracaso del año pasado. Es decir, que a la nueva situación que estaba surgiendo debíamos dedicarnos a hacer la unidad con las demás fuerzas antisomocistas y revolucionarias, sin exclusión de ninguna de ellas. Sabíamos que también esa nueva lucha nos tenía que resultar muy difícil debido al aislamiento que habíamos sufrido a lo largo del tiempo en que nos ha tocado actuar, pero no nos quedaba más camino que seguir, a pesar de nuestros deseos de luchar con las armas contra el gobierno, porque todos los golpes que hemos resistido nos habían enseñado que no debíamos dejarnos arrastrar por nuestros deseos olvidando la realidad.

-Relate usted todas sus andanzas, sus actividades en el FSLN desde su llegada de Honduras, hasta la fecha en que fue capturado.

-Como he dicho, el objetivo del viaje hacia el interior de Nicaragua era tocar con mis propias manos la calidad de organización que había sobrevivido después de nuestros fracasos. Mi actividad en el interior del país se redujo al cumplimiento del objetivo que había trazado, y de ese modo hice contacto con los compañeros, por medio de las direcciones que se me habían dado en Honduras

Debilidad interna

-El contacto con esos compañeros lo utilicé para conocer sus capacidades, su experiencia y su nobleza. Lo que puedo decir es que con estos contactos me estaba terminando de convencer de nuestra debilidad interna. También aproveché las conversaciones para informarme de la actividad de la generalidad de los partidos opositores al gobierno. De estos informes también terminé por llegar a otra conclusión referente a la gran división que existe dentro de la fuerza opositora, tanto de las fuerzas radicales, como de las fuerzas moderadas. Comprendí que nuestra debilidad no era sólo de nosotros mismos, sino de la crítica situación del movimiento opositor en general. Una oportunidad de observar eso, la tuve al escuchar por radio las intervenciones en el Fórum Político de León organizado por el Centro Universitario.

-Diga usted ¿quién le envió la dirección del contacto que usted menciona en su declaración el cual usted recibió en Honduras?

-La dirección me llegó por medio de una persona de nacionalidad hondureña, residente en la población de El Triunfo, que a su vez la había recibido de un compañero que había llegado de Managua. Por razones de moral, me niego a dar los nombres de esas personas.

-Diga usted los nombres de los miembros del FSLN con quienes usted hizo contacto para hacer la apreciación del estado actual del FSLN.

-Humberto (Víctor Manuel Tirado López) y Ramón Santiago (José Escobar Pérez).

-Diga usted los lugares y fechas en que hizo contacto con esos sujetos.

-Las fechas no las podría precisar, pero fueron cuatro veces, incluyendo la del día que fui capturado; respecto a los lugares, fue la misma casa donde fui capturado.

-¿A qué actividades se dedicaba Víctor Manuel Tirado López (Humberto) en el FSLN en Nicaragua?

-El colabora en la discusión de los distintos problemas a fin de elaborar la línea de lucha a seguir.

-¿Cuáles eran las atribuciones de José Escobar Pérez (Santiago) dentro del FSLN?

-El era uno de los militantes en contacto con otros de los elementos con que se contaba para calibrar la situación.

-¿Quiénes integran la directiva del FSLN?

-Nuestra organización hasta este momento no se ha repuesto de la anarquía provocada por los fracasos del año pasado, o sea que no se cuenta con una dirección organizada. Prácticamente sigue la misma directiva organizada en Honduras.

Asalto al banco
-Diga usted con qué fin fue asaltada la sucursal del Banco de América, por miembros del FSLN, en mayo del 63, y qué uso le dieron a ese dinero.

-Yo ignoro totalmente la intervención del FSLN en el asalto al Banco de América.

-Diga usted ¿cómo considera el asalto a la sucursal del Banco de América por miembros del FSLN?

-Según mi conocimiento, miembros del FSLN no han participado en el asalto.

-Diga usted las veces que ha entrado al país clandestinamente, después de su expulsión en 1960, y el tiempo que permaneció dentro del país cada una de las veces.

-La primera vez fue en diciembre del 62, saliendo de nuevo en enero del 63. La otra vez ahora que fui capturado.