Colección
Archivo digital
Tipo
Documento
País
Organización
Fecha
2007-04-09
Categoría
Comunicado
Fichero Adjunto
Gaitán vive en la lucha por la paz en Colombia
GAITÁN VIVE EN LA LUCHA POR LA PAZ EN COLOMBIA
Frente Internacional ELN
El 7 de febrero de 1948, el mismo año de su asesinato, Jorge Eliécer Gaitán en la Plaza de Bolívar de Bogotá se dirigió a las multitudes liberales, que en silencio expresaban su repudio a la masacre del pueblo liberal y en un discurso encendido, que ahora se conoce como la Oración por la Paz, nos legó un claro sentido histórico para la política a construir en nuestra sufrida Colombia.
Eran los trágicos tiempos del gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez. Se asolaban los campos y los liberales morían asesinados por las bandas paramilitares de la época.
Gaitán, que entendía su papel como dirigente del pueblo y sabía los riesgos que corría, lo expresaba así en ese día memorable. "No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados".
El líder exigía el derecho a la vida del pueblo liberal: "En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y de civilización!".
Gaitán pedía paz y civilización, que hoy podemos traducirlas en derechos políticos y fin de la barbarie; vida y posibilidad de expresarse; vida y libertad de participación; vida y fin a la intolerancia.
Parece un discurso dirigido al presidente Uribe Vélez. Un discurso desde las entrañas de la Patria. Freno a la barbarie paramilitar en Arauca, en Atlántico, en el Magdalena. Término a los asesinatos de sindicalistas y maestros. Combate a las bandas que asolan los campos del Caquetá y Putumayo. Un no rotundo a la impunidad, al perdón y olvido.
Jorge Eliécer Gaitán encarnaba el sentir de los colombianos cuando expresaba con su oratoria vibrante: "Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!".
Los colombianos todos, sin distingos de ninguna especie, pueblo valiente descendiente de hombres y mujeres libertarios, queremos la soberanía y la libertad por encima de cualquier cosa.
Los revolucionarios y los demócratas creemos que la paz de nuestro país surgirá cuando la justicia social y la democracia sean una realidad, entendemos que solo con la participación de las mayorías del pueblo será posible este camino, único para Colombia.
Nosotros como ELN, este 9 de abril de 2007, retomamos las palabras conmovedoras de Jorge Eliécer Gaitán pues aún sufre la patria, aún la sangre de los trabajadores y campesinos corre por los campos y ciudades de nuestro país, aún, tras 59 años, la barbarie continúa y decimos con él: ¡por la Paz con Justicia Social de Colombia hasta la vida misma!
Frente Internacional ELN
El 7 de febrero de 1948, el mismo año de su asesinato, Jorge Eliécer Gaitán en la Plaza de Bolívar de Bogotá se dirigió a las multitudes liberales, que en silencio expresaban su repudio a la masacre del pueblo liberal y en un discurso encendido, que ahora se conoce como la Oración por la Paz, nos legó un claro sentido histórico para la política a construir en nuestra sufrida Colombia.
Eran los trágicos tiempos del gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez. Se asolaban los campos y los liberales morían asesinados por las bandas paramilitares de la época.
Gaitán, que entendía su papel como dirigente del pueblo y sabía los riesgos que corría, lo expresaba así en ese día memorable. "No me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados".
El líder exigía el derecho a la vida del pueblo liberal: "En esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños. ¡Os pedimos hechos de paz y de civilización!".
Gaitán pedía paz y civilización, que hoy podemos traducirlas en derechos políticos y fin de la barbarie; vida y posibilidad de expresarse; vida y libertad de participación; vida y fin a la intolerancia.
Parece un discurso dirigido al presidente Uribe Vélez. Un discurso desde las entrañas de la Patria. Freno a la barbarie paramilitar en Arauca, en Atlántico, en el Magdalena. Término a los asesinatos de sindicalistas y maestros. Combate a las bandas que asolan los campos del Caquetá y Putumayo. Un no rotundo a la impunidad, al perdón y olvido.
Jorge Eliécer Gaitán encarnaba el sentir de los colombianos cuando expresaba con su oratoria vibrante: "Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!".
Los colombianos todos, sin distingos de ninguna especie, pueblo valiente descendiente de hombres y mujeres libertarios, queremos la soberanía y la libertad por encima de cualquier cosa.
Los revolucionarios y los demócratas creemos que la paz de nuestro país surgirá cuando la justicia social y la democracia sean una realidad, entendemos que solo con la participación de las mayorías del pueblo será posible este camino, único para Colombia.
Nosotros como ELN, este 9 de abril de 2007, retomamos las palabras conmovedoras de Jorge Eliécer Gaitán pues aún sufre la patria, aún la sangre de los trabajadores y campesinos corre por los campos y ciudades de nuestro país, aún, tras 59 años, la barbarie continúa y decimos con él: ¡por la Paz con Justicia Social de Colombia hasta la vida misma!