Manifiesto del 21 de septiembre de 1964.
Cárcel "La Aviación". Archivo del IES.
El gobierno somocista ha lanzado un calumnioso comunicado. En éste se acusa a varios hermanos de lucha junto conmigo de planear absurdos actos de terrorismo. Tal calumniosa acusación lo que en verdad viene a revelar son los tenebrosos planes del propio gobierno somocista.
El gobierno somocista planea el recrudecimiento de la represión contra el movimiento popular que encabeza el combate por la liberación de la Patria. Hoy más que nunca el pueblo de Nicaragua se niega a cruzar los brazos ante la opresión y se dispone a reclamar valerosamente sus derechos. El profundo descontento de las masas populares, de los explotados y oprimidos en Nicaragua, es totalmente justo, ya que el gobierno se empecina en negarse a darle solución a los dolorosos problemas que padece el país.
Cada día que viene el pueblo lucha con mayor fe, y ya se vislumbra el futuro cercano en que la lucha popular ha de adquirir vastas proporciones.
Ante tal situación, el gobierno inventa con desesperación los pretextos, como lo demuestra el comunicado que estamos condenando, que pretenden justificar la represión, encarcelamiento y asesinato de los defensores del pueblo.
No es la primera vez que el gobierno somocista recurre a estas historietas. Igual cosa ocurrió con motivo del movimiento del 4 de abril de 1954, que culminó con el asesinato por parte del gobierno de numerosos patriotas. En esta ocasión el gobierno difundió una tremenda mentira que consistía en vincular a los revolucionarios con submarinos rusos navegando en el Océano Pacífico.
Atribuyéndonos planes de fuego y sangre, el gobierno somocista sueña con lanzar al pueblo contra nosotros. Pero esto es un sueño vano. Porque el pueblo de Nicaragua sabe muy bien por experiencia quiénes son los sanguinarios y quiénes los patriotas; el pueblo sabe quiénes son los culpables de que los campesinos de Tempis que mueran de hambre; sabe quiénes son los culpables del asesinato de inocentes en Posoltega; sabe quiénes son los culpables de que el oro de nuestros minerales lo saqueen en las Companies yanquis; el pueblo
sabe quiénes son los culpables del robo de millones de córdobas del presupuesto del gobierno; sabe quiénes son los culpables de que la Universidad Nacional cuente solamente con un miserable presupuesto; sabe quiénes son los culpables de que la mayor parte de niños no puedan asistir a la escuela, de que ni un solo niño pueda aprobar la primaria en el campo, de que la mayor y mejor tierra esté en manos de unos pocos millonarios, especialmente millonarios somocistas; el pueblo sabe quiénes son los culpables de que Nicaragua esté en la triste condición de colonia del imperialismo yanqui.
El pueblo sabe que esos culpables no son otros más que la familia Somoza y sus cómplices políticos y militares. El pueblo sabe que por el contrario los revolucionarios sandinistas somos combatientes que anhelamos la felicidad de todo el pueblo. En esta senda hemos derramado nuestra propia sangre y hermanos nuestros han ofrendado heroicamente la vida.
No niego y más bien declaro con justo orgullo que en el pasado hemos empuñado las armas para combatir al régimen somocista. Pero cuando tal hemos hecho no ha sido con el objeto de practicar el terrorismo y efectuar atentados personales. Hemos empuñado las armas para combatir limpiamente, de la misma manera que lo hizo el pueblo contra el gobierno opresor de 1926.
En su comunicado calumnioso el gobierno afirma que planeábamos terminar con la vida de miembros de la oposición, incluyendo dirigentes marxistas, además de incendiar diarios conservadores. El propósito de este invento no es otro que el de llevar la división a las filas del movimiento opositor. Es que el gobierno tiembla ante la unidad de la oposición y del pueblo. El gobierno sabe que en el curso de la historia de Nicaragua, la división ha favorecido a los enemigos del pueblo y la unidad los ha perjudicado. Precisamente el día 12 de este patriótico mes de septiembre se conmemora la unidad que, en el año 1856, concertó a todo el pueblo, incluyendo los dirigentes liberales y conservadores, para combatir al esclavista yanqui William Walker, su falange y a los nicaragüenses traidores. La lucha popular terminó victoriosa. Walker y sus millones de mercenarios fueron derrotados. La unidad dio su fruto.
Es cierto que nosotros criticamos los errores cometidos en la lucha nacional por los dirigentes conservadores, comunistas y de otras tendencias. Pero nuestra crítica es fraternal, con ánimo de aprender de la experiencia, con espíritu de superar las dificultades y resolver los problemas. Una meta nuestra es la unidad de todas las fuerzas antisomocistas y populares con base en puntos comunes, por limitados que sean.
En su comunicado calumnioso dice el gobierno somocista que los revolucionarios sandinistas obedecemos planes de Cuba y que hemos sido entrenados en Cuba para luchar en Nicaragua. Siempre lejos de la verdad el gobierno somocista.
La Revolución Cubana lleva casi seis años de haber triunfado. Aunque nosotros somos jóvenes, mucho antes del triunfo cubano comenzamos nuestra lucha contra el gobierno somocista. Siendo el suscrito Carlos Fonseca estudiante de secundaria en Matagalpa, participó en 1952 en la huelga estudiantil en que participaban como estudiantes universitarios Tomás Borge y Silvio Mayorga, exigiendo retirar del recinto de la universidad un medallón que representaba a Somoza.
Con motivo de la acción de Rigoberto López en septiembre de 1956, los tres hermanos de lucha mencionados sufrieron prisión juntos.
Para el tiempo de estos dos sucesos el nombre de Fidel Castro era desconocido dentro de Nicaragua. Era un tiempo en que Fidel Castro ni siquiera estaba combatiendo contra la tiranía de Batista en la Sierra Maestra.
Es pues cierto que para combatir al régimen somocista sólo somos impulsados por el amor que le profesamos a nuestra Patria y no por órdenes del extranjero.
Con relación al entrenamiento en Cuba también digo que es falso. No voy a negar que estamos debidamente entrenados para combatir al régimen somocista. Pero nuestro entrenamiento no se ha efectuado fuera de las fronteras de Nicaragua sino dentro del territorio nacional. Entrenamiento que ha consistido en no perder de vista ninguna injusticia, en reclamar libertad, en venerar a Sandino y demás héroes nacionales, en sufrir opresión, explotación y tortura. Este entrenamiento nos ha capacitado para combatir a los enemigos del pueblo de Nicaragua. Es fácil ver que son miles y miles los nicaragüenses que han recibido ese entrenamiento.
¡Que sepa el gobierno que él mismo es quien se ha encargado de entrenar a los combatientes que habrán de derrotarlo!
¡Los combatientes sandinistas sostenemos que no es Fidel Castro sino el régimen somocista el que con su feroz política antipopular nos ha entrenado para pelear en defensa de la libertad!
Dice el gobierno que los planes terroristas de nosotros tienen semejanza con los planes terroristas descubiertos en Panamá. ¿Pero es esto la semejanza entre Panamá y Nicaragua? La verdadera semejanza consiste en que los imperialistas yanquis que masacraron a la juventud panameña en la Zona del Canal son los mismos que arman a la tiranía somocista para masacrar a la juventud nicaragüense.
Esta es la verdad.
¡PATRIA LIBRE O MORIR!
Cárcel de La Aviación, celda número 13
21 de septiembre de 1964