El 17 de Octubre de 1945 ha quedado grabado como un momento fundamental de las luchas de la clase obrera y el pueblo argentino. Ese día, los trabajadores, los explotados, los humillados por la oligarquía y el imperialismo, se movilizaron para defender a Perón, en quién identificaban no sólo las importantes reivindicaciones económicas logradas, sino también su aspiración de participación en el gobierno.
Esa fecha quedó así eslabonada con otras históricas jornadas de lucha, que se hunden en los combates de las montoneras gauchas y se continúan en la Semana Trágica, en las huelgas de la Patagonia, en la lucha de los quebrachales de La Forestal...
Veintiocho años han pasado desde aquel 17 de Octubre. Durante ellos no se detuvo —no podían detenerse— la lucha entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos que sólo podrá culminar un día con la victoria de la justa causa de los trabajadores, en una Argentina liberada y socialista. Así se sucedieron las jornadas de la Resistencia y la Toma del Frigorífico Lisandro de la Torre hasta el Cordobazo y los provincianazos en donde a la violencia de los reaccionarios, el pueblo fue oponiendo la violencia de los paros, ocupaciones y barricadas, y poco a poco, organizaciones de la izquierda marxista y del peronismo revolucionario fuimos recorriendo el camino que lleva desde el caño hasta las armas, comenzando a dar organización a las ansias de liberación del pueblo argentino.
Muchos compañeros cayeron para siempre en esta larga lucha y sus nombres hoy flamean como banderas de combate iluminando el camino. Tanta pelea, tantos mártires, tantos héroes, no pueden, no deben ser traicionados. Y no lo serán. Porque desde aquel 17 de Octubre hemos ido aprendiendo muchas cosas.
Aprendimos a separar el campo de los enemigos; de un lado de la trinchera, los trabajadores y el pueblo; del otro, los patrones de adentro y sus socios imperialistas de afuera.
Aprendimos a enfrentar a los burócratas sindicales que nos hablan de pacto y conciliación y que se hartaron de traicionar nuestras luchas.
Aprendimos que hay empresarios, como el Ministro de Economía Gelbard, que no son menos explotadores porque se llenen la boca de la palabra "nacional", que tienen las manos gastadas de tanto conciliar y mendigar con el imperialismo.
Aprendimos que hay militares como Carcagno, que hoy posan de antiyanquis y populares, y hasta ayer nomás fueron los ejecutores o cómplices de la represión, de la tortura, del asesinato.
Aprendimos que los Lastiri, López Rega y Cía, no son menos enemigos que los funcionarios de la Dictadura. Porque masacraron al pueblo en Ezeiza, porque lanzaron una campaña represiva que no tiene nada que envidiarle a la de Ongania y Lanusse. Porque tuvieron una actitud frente a los compañeros chilenos, perseguidos por la dictadura, que avergüenza a la Argentina.
Desde hace unos días ya no está Lastiri en la Rosada. Y aunque no podemos creer que muchas de las medidas impopulares de Lastiri no contaron con el aval de Perón, lo cierto es que con millones de votos, el pueblo argentino impuso una consigna hondamente sentida. Y como en aquel lejano 17 de Octubre, hoy tampoco se elige solamente un hombre, sino que con ese voto los trabajadores colocan todas sus esperanzas traicionadas, todas sus ansias de cambio postergadas. Por eso nosotros, que no somos peronistas, votamos por Perón. Así como levantamos el 17 de Octubre como un momento de avance de nuestras luchas.
Pero así como aquel 17 de Octubre de 1945 abrió una época de avance, la misma se cerró con la derrota del 16 de setiembre del 55. Eso también lo hemos aprendido. Que no hay liberación del imperialismo aliándose con los empresarios "nacionales", con las fuerzas armadas reaccionarias. O protegiendo y alentando a los burócratas sindicales y atacando a los gremios combativos y clasistas. Ni proscribiendo a los grupos revolucionarios. Ni conciliando con el imperialismo. Ni llamando a entregarnos mansamente "de la casa al trabajo y del trabajo a casa".
Por todo esto, porque recogemos lo mejor de aquel 17 de Octubre, estaremos junto al gobierno elegido por el pueblo cada vez que la oligarquía y el imperialismo lo ataquen. Estaremos junto a, nuestros compañeros del Peronismo Revolucionario cada vez que la derecha los reprima. Pero también porque aquel 17 de Octubre fue una jornada de lucha y no de conciliación, estaremos junto a los trabajadores y el pueblo en su pelea contra la explotación, en sus movilizaciones y sus paros. Y señalaremos sin concesiones todas las medidas del gobierno que no favorezcan o que ataquen los intereses de la clase obrera y el pueblo.
Porque estamos convencidos de que la única posibilidad de que todo no termine en un nuevo 16 de Setiembre es la movilización, la lucha, la organización independiente de la clase obrera, el camino del Che, el de la Guerra Revolucionaria, hacia una Argentina sin explotadores ni explotados.
UNA ARGENTINA LIBERADA Y SOCIALISTA
LIBERACIÓN O MUERTE!!!
Venceremos!!!
COMANDOS POPULARES DE LIBERACIÓN
17 de Octubre de 1973
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FUENTE: “MILITANCIA PERONISTA PARA LA LIBERACIÓN”, Nº 20.