Las Fuerzas Bolivarianas de Liberación al pueblo de Venezuela
Las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL) nos dirigimos a la opinión pública nacional e internacional, a nuestro pueblo, a las Fuerzas Armadas Nacionales, a las organizaciones populares, políticas y revolucionarias que apoyan el proceso y al Gobierno Nacional, para hacer pública la posición oficial de nuestra Organización acerca de los últimos atentados terroristas y secuestros ocurridos en el país:
1. Las FBL negamos cualquier vinculación con los atentados terroristas en las instalaciones de PDVSA Chuao, contra periodistas, medios de comunicación, embajadas, o el más reciente, el secuestro del ex-gobernador Sergio Omar Calderón.
2. Las Fuerzas Bolivarianas de Liberación rechazamos estos señalamientos que responden al desarrollo de una estrategia de carácter fascista y terrorista, ejecutada por sectores de la derecha contrarrevolucionaria pro-norteamericana, la cual busca por esta nefasta vía crear el caos, con el fin de quebrar la esperanza y la alegría de nuestro pueblo.
3. Denunciamos que estos atentados terroristas realizados por contrarrevolucionarios, responde a una estrategia desestabilizadora en contra de nuestro pueblo y de nuestro proceso bolivariano, la cual tiene como objetivo propiciar la salida inconstitucional del presidente Chávez por cualquier vía, incluyendo el magnicidio. La estrategia de los enemigos del pueblo ha tenido varias fases, entre las cuales destacamos: asesinatos de dirigentes campesinos y revolucionarios, atentados contra periodistas, atentados con explosivos sofisticados contra instalaciones e infraestructuras; acciones con las que han pretendido responsabilizar a las FBL. En este momento estamos ante una nueva fase, que pasa por el secuestro, e incluso asesinatos de dirigentes de la oposición, para de esta forma- culpabilizar al Gobierno y a las Organizaciones que lo respaldamos. Estos sectores de la derecha fascista claman -de manera entreguista e indigna- por la intervención extranjera en nuestro país, con la finalidad castrar los sueños de todo un pueblo y revertir el proceso revolucionario, liderizado por el Comandante Hugo Chávez Frías.
Ante este inminente peligro, se nos plantea construir la sólida unidad de todo el pueblo, levantar la bandera de la dignidad en defensa de nuestra soberanía, fortalecer la alianza estratégica entre el pueblo organizado y la Fuerza Armada Nacional, única garantía para vencer a los enemigos internos y externos de la revolución bolivariana.
4. Denunciamos públicamente a Carlos Andrés Pérez y a sectores de la oligarquía venezolana como autores intelectuales de este oscuro plan, amparados y apoyados por la Comunidad de Inteligencia Internacional (CIA, MOSSAD, Inteligencia Española, Inteligencia Colombiana).
Denunciamos a los operadores políticos y militares que tienen bajo su responsabilidad el desarrollo de este plan: los generales Enrique Medina Gómez, Néstor González González, Ovidio Poggioli; los ex policías Arpad Bango, y Henry López Sisco, este último autor de los actos terroristas de 1993 (carros bomba, sobres bomba, terrorismo financiero), así como también responsable directo de numerosas masacres y asesinatos de dirigentes revolucionarios.
Denunciamos a José Luis Betancourt, actual presidente de Fedenagas, de ser uno de los principales financistas de los grupos paramilitares que operan en la frontera venezolana, y responsable de más de 60 asesinatos de campesinos y luchadores sociales en las zonas rurales del país.
Denunciamos a los empresarios Gustavo Cisneros e Isaac Pérez Recao de ser financistas y socios de Carlos Andrés Pérez en esta oscura aventura. Ratificamos ante nuestro pueblo que somos una organización revolucionaria bolivariana; formada por jóvenes, estudiantes, campesinos, obreros, profesionales, amas de casa, militares, trabajadores de la cultura, entre otros.
Somos una organización llena de pueblo, que lucha por la vida, por el rescate de la alegría, por el derecho a la esperanza.
No surgimos en 1998, como dicen nuestros enemigos en un intento por vincular nuestro nacimiento a la llegada al poder del Presidente Chávez. Nuestros orígenes se remontan a la década de los ochenta, y nuestra aparición pública se produce el 23 de septiembre de 1992, cuando una unidad de nuestra Organización ejecutó la "Operación Dignidad", destinada a dar un castigo ejemplarizante a la corrupción, encarnada en ese momento en Antonio Ríos, ex presidente de la CTV y miembro del CEN de AD.
Nosotros cuando hemos tenido que actuar con acciones contundentes contra nuestros enemigos, lo hemos hecho sin vacilaciones, asumiendo de inmediato la autoría de los mismos y las consecuencias que de ello se desprenda. Somos herederos de las tradiciones libertarias de Bolívar, Sucre, Zamora y de la fuerza irreverente de Guaicaipuro, Simón Rodríguez y María Lionza. Somos continuadores de Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón, Jorge Rodríguez, los mártires de Cantaura y de Yumare; somos continuadores de la obra de Pío Tamayo y Salvador de la Plaza.
La nuestra es una opción por la paz, la solidaridad, y la lucha por nuestra segunda y definitiva independencia; recogemos en nuestro espíritu plural y profundamente democrático- los valores y prácticas más significativas del pensamiento liberador, del cristianismo, del humanismo, del marxismo y de la lucha por las relaciones de amor y solidaridad entre los seres humanos. En estos difíciles momentos de la historia de nuestra patria, y de nuestro continente Latinoamericano, no tenemos duda de que la oligarquía y sus aliados serán nuevamente derrotados por la fuerza indestructible de nuestro pueblo, para lo cual es necesario unificarnos, privilegiar lo que nos une y postergar cualquier diferencia teórica o táctica que podamos tener. Se nos plantea unirnos en torno al liderazgo del Comandante Chávez, a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al ideario Bolivariano y Latinoamericano, y la independencia y autodeterminación de nuestra patria.
La Revolución no se negocia, se profundiza!
Todo el poder para el pueblo!
Fuerzas Bolivarianas de Liberación
Comandante Zacarías
Comandancia General Venezuela, 29 de julio de 2003