Hoy cuando se cumplen 34 años del cobarde asalto, nos hacemos parte no solo porque nos trae al presente el recuerdo de un pueblo masacrado por la aristocracia criolla y el poder imperial de los Estados Unidos, sino también por la enorme fuerza popular que desde 1907 en adelante no paró de acumular experiencias y construir el verdadero poder de los pobres que junto con otorgar el triunfo de la Unidad Popular y la instalación de Salvador Allende en el poder, nos ha delegado a través de la historia la tarea de alzar la lucha del pueblo.
Desde el fatídico golpe hasta ahora no han cambiado mucho las cosas, porque pasamos de una dictadura militar a una dictadura disfrazada y comandada por la concertación y la derecha. Es por esto que avalamos y fortalecemos la utilización de la calle como forma de lucha para hacer efectivos nuestros derechos, demostrar el descontento a través de distintas acciones como paros, protestas, huelgas, cortes de ruta, enfrentamientos entre otras que han llevado a cabo todos los sectores que hoy se levantan en lucha.
Ha sido así con la activación del movimiento Mapuche en la lucha por conseguir sus territorios ancestrales y su autonomía territorial haciendo frente a las empresas “saqueadoras” forestales; la enorme movilización de los más de 600 mil estudiantes secundarios exigiendo educación digna, popular y liberadora, y poner fin a su mercantilización; los trabajadores portuarios del norte, que utilizando todas las formas de lucha exigieron sus derechos en el puerto de Iquique; los trabajadores subcontratistas de las mineras que exigían ser tratados como trabajadores dignos y no como de segunda; los pescadores artesanales de Mehuín que se enfrentaron a la Armada Chilena que defendía los intereses de las grandes transnacionales pesqueras; los pescadores de Valparaíso, San Antonio, Cartagena, que cortando carreteras exigieron una cuota de pesca digna para poder mantener a sus familias; y en lo más cercano se ha observado frente a este generalizado descontento por el transantiago, las alzas en la energía eléctrica, verduras, alimentos de primera necesidad, la terrible distribución de la riqueza, y en la validación de la violencia revolucionaria contra el estado y sus fuerzas represivas por la legítima defensa de nuestros derechos.
Porque estas movilizaciones son muestra de que el pueblo pobre se cansó, invitamos hoy a fortalecer la organización en los distintos territorios y levantarla donde no hay desde la cotidianeidad de nuestro pueblo. Es hora de despertar, de organizarse y luchar, basta de alzas, de explotación, de marginación.
Contra la injusticia social… lucha subversiva y popular!!!
Por educación, salud, vivienda, trabajo… organízate ahora!!!
Libertad a los prisioneros políticos mapuche e internacionalistas!!!!!
Desde la población… construyendo nuestra propia fuerza!!!
¡¡¡ EL UNICO ALZA PERMITIDO
ES EL ALZAMIENTO DEL PUEBLO!!!