Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)
( 22 de Septiembre de 2006 )
Un mes del nuevo período de Álvaro Uribe Vélez ha sido suficiente para mostrar las fragilidades de su reelección. De los titulares ensalzando ha Uribe se ha pasado a los de las mentiras oficiales que niegan la transparencia y la moralidad pregonadas, destapando la politiquería y la corrupción que carcomen la coalición gobernante. También se registran los atropellos a las víctimas de la guerra sucia y los turbios negocios amparados con la ley de justicia y paz que institucionaliza el narcoparamilitarismo.
No menos notoria es la agresividad del paquete legislativo inspirado por el FMI que busca, a costa de los ingresos populares y la subasta de la propiedad pública y la soberanía nacional, incrementar las exorbitantes utilidades de los magnates financieros y sortear el gran faltante en las cuentas del Estado y la recesión económica que se avecina y no puede ocultar la cortina de humo del incremento del PIB.
El más grave hecho político, que retrata al régimen de cuerpo entero, lo constituye el destape y ratificación de los complots y provocaciones con atentados criminales, propios de lo métodos fascistas, prefabricados por las FFMM y el DAS para justificar o prestigiar la "seguridad democrática" que apuntala el proyecto terrorista del Estado Comunitario. Atentados que también le han dado una imagen de mártir y valiente al cobarde tirano Uribe.
Pero la fragilidad de Uribe no sólo gira entorno a sus grandes limitaciones para mantener la base social que apoyó al presidente con su voto, para no hablar de las crecientes distancias entre sus decisiones y las exigencias y aspiraciones del 73 por ciento de colombianos que no lo poyaron. Sus condiciones para mantener la gobernabilidad también se ven lesionas por las contradicciones al interior de la oligarquía pues Uribe está afectando intereses de algunos conglomerados monopolistas para airear a los narcoparamilitares y, en general, su política relega a la burguesía que no hace parte de los círculos monopolistas. Estas contradicciones las agravará la aplicación del TLC.
La polarización social sigue atizada por la agresividad de Uribe y sus amos imperialistas. El rechazo a los engaños del gobierno y los fracasos del trámite de iniciativas como la reforma tributaria hacen parte del buen ambiente que van ganando los preparativos de las jornadas nacionales de protesta, señalan que los diferentes sectores populares, las fuerzas y organizaciones políticas democráticas, progresistas y revolucionarias no han arriado la bandera de oposición al régimen, que a pesar de la ofensiva represiva que baña de sangre y causa dolor a las organizaciones del pueblo, el 26 de septiembre saldremos masivamente a la calle los oprimidos y explotados.
¡Viva el movimiento de oposición al régimen!
¡Arriba la unidad popular en América Latina y el Caribe!
¡Abajo el imperialismo!
¡Combatiendo Unidos Venceremos!
Comité Ejecutivo Central
Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista)