En la cartilla anterior hacíamos referencia a dos formas de interpretar el Movimiento Peronista, al que pertenecemos, por parte de sectores de la tendencia revolucionaria en su sentido más amplio. Trataremos ahora de especificar ésta afirmación.
Hay una interpretación, una asunción del Peronismo que entiende a éste como la síntesis política de un conjunto de fuerzas sociales antimonopólicas y antiimperialistas armonizadas tras un proyecto de Liberación Nacional, de concreción de un modelo de desarrollo capitalista independiente, que se pone como paso necesario para llegar a plantearse la liberación social y por ende, el Socialismo. Interpretación o asunción que tiene en cuenta el origen del Peronismo y en esos caracteres, encuentra su fundamentación dándola validez actual y por tanto, permanencia a la forma que se manifestaban las contradicciones de la lucha de clases en 1945. Asunción del Peronismo, que a los fines de la cartilla, llamaremos "desde arriba", pues, según nuestra concepción no tiene en cuenta el desarrollo histórico y los cambios reales de las fuerzas sociales que compusieron el Movimiento en el nivel de intereses inmediatos concretos.
De ésta concepción se deriva una política y una metodología de organización muy clara y si se quiere consecuente. A modo de ejemplo podemos hablar de la creencia de que existe una burguesía nacional —concebida como fuerza social— con claras banderas antiimperialistas como la hubo de alguna manera en 1945. O si se quiere, podemos mencionar el discutido "Operativo Dorrego" que en esta concepción es una consecuencia política coherente. Y —también— puede encontrar explicación la no explicitación del Socialismo o la oposición a la consigna de la patria socialista por considerarla fuera del contexto de la etapa. Pero dejamos aquí a esta interpretación. Luego volveremos.
Hay, por otro lado, una interpretación del Peronismo con la que nos identificamos y que lo entiende como parte fundamental de la historia de la Clase Obrera y el pueblo en busca de su propia política. La historia de la Clase Obrera hacia su autoconciencia se funde con la del movimiento nacional y popular, porque es allí donde los explotados reconocen su único término de unidad y lealtad política. Por esto, el Peronismo representa una experiencia interna e ineludible de la clase obrera argentina. Interpretación o asunción del Peronismo que llamaremos "desde abajo", por ser la asunción desde la clase obrera y el pueblo, protagonista de aquel inolvidable 17 de Octubre donde se gestara esa fuerza que se llamó Peronismo.
Son estas dos interpretaciones las que fundamentan las distintas actitudes políticas, más allá de los errores o desaciertos tácticos que cada una de las visiones pudieran haber cometido y lo que es preciso discutir con madurez en el seno de la militancia.
Para explicitar estas dos visiones necesitaremos recurrir a la historia, volver de alguna manera a los orígenes de nuestro movimiento y seguir su curso a través de estos 27 años. Coma el motivo ' de ésta Cartilla es dar elementos que aporten a la discusión que supere el subjetivismo, presentaremos muy sintéticamente nuestra visión de esa historia.
LA HISTORIA
ESA VIEJA MAESTRA (1945-1955)
a) En 1945, la contradicción principal se da a nivel de dependencia (Nación-Imperialismo) y el Peronismo se presenta como el proyecto político de Liberación nacional sintetizando expectativas reales que estaban manifiestas en el nivel de los intereses de clases. Más ajustadamente podemos hablar de un proyecto de desarrollo capitalista independiente cuya herramienta es un Movimiento con composición policlasista y hegemonía burguesa y con la figura de un Líder carismático que sintetiza el proyecto: Perón. La contradicción burguesía-proletariado, propia del sistema, tiene-una manifestación secundaria. La Clase Obrera apoya a una fracción de la burguesía en un proyecto común para enfrentar a la oligarquía terrateniente y ganadera y al imperialismo visualizados como principales enemigos. El bloque de poder, antes de 1943, estaba hegemonizado por esta oligarquía.
b) El Peronismo es, así, un fenómeno policlasista compuesto por, aquellas clases marginadas de la etapa anterior: burguesía empresarial media, sectores populares y clase obrera. A pesar del predominio de la clase obrera en el mismo, la hegemonía (en el sentido de conducción del proceso) era ejercida por los sectores burgueses nacionales. Se trataba de potenciar la acumulación capitalista a través de la ampliación del mercado interno y tal proyecto era contradictorio con los intereses de la oligarquía y el capital extranjero.
c) La clase obrera participa vitalmente —como apoyatura fundamental— pero subordinada ideológica, política y organizativamente a los sectores burgueses. Ideológicamente, detrás de la doctrina de la conciliación de clases que propagandizaban los sectores de la burguesía nacional y aún infiltrada por la prédica maccartista (basada en .hechos reales) de los sectores más reaccionarios (nacionalistas y católicos ultramontanos). A lo que se sumaba la ausencia de una "izquierda" que por entonces conformaba el bloque oligárquico-imperialista.
Políticamente, la intención de la burocracia era “encorsetarla" en las estructuras del Partido Justicialista donde el dominio burgués era real. Pero en este nivel se daba una relación Líder-masas de suma importancia para comprender esa fidelidad de la clase obrera, aunque esto no altera su carácter espontáneo y no hace a la organicidad de la clase en una política propia como tal. La organización sindical cumple una función política, pero dependiente e integrada al régimen aún estructuralmente. Como económicamente, la clase obrera, ve satisfecha sus reivindicaciones inmediatas desde el Estado y las ansias de participación en el proceso van mucho más allá de su mero papel de "votantes" de la época anterior, la lucha sindical adquiere caracteres propios que permiten un proceso de "burocratización" del aparato gremial en su cúspide.
d) En tanto, la burguesía empresarial con la crisis de la estructura de dependencia oligárquico-imperialista a su favor, se hace usufructuaria de un proceso que tiene como principales protagonistas a un Líder, junto a un ejército cohesionado en su ala nacionalista y a la Clase Obrera. Es este Líder, ese ejército y la fuerza dinámica de la clase obrera e incluso la claridad en cuánto a sus posibilidades en la etapa los que abren la puerta a esa burguesía vernácula con sentido nacional, incapaz por sí sola de plasmar una política que condensará las necesidades objetivas, que diera cauce á las potencialidades políticas que afloraban de la crisis económica.
e) Por parte de la clase obrera y dentro de sus límites de desarrollo como fuerza social no están ausentes los intentos aproximativos de darse una organicidad propia. Concretamente el Partido Laborista es uno de esos intentos posterior al hecho de masas sin precedente que fuera el 17-X-45. De acuerdo con su carta orgánica, el Partido estaría integrado por: Sindicatos, agrupaciones políticas, centros políticos y afiliados individuales, pero negándoles la integración a "personas con ideas reaccionarias o totalitarias y a los integrantes de la oligarquía". El Partido señalaba como enemigos a la minoría constituida por "latifundistas, hacendados, industriales, comerciantes, banqueros y rentistas y a todas las variedades del gran capital nacional o extranjero". Frente a ellos estaba la "clase laboriosa" conformada por "obreros, empleados y campesinos, conjuntamente con profesionales, artistas e intelectuales, así como pequeños comerciantes, industriales y banqueros". El Partido se proponía — precisamente— organizar a esa clase laborista reconociendo como columna principal a las "grandes masas integrantes de los auténticos sindicatos de los trabajadores". Esta experiencia es absorbida por la hegemonía de la burguesía con dominio del aparato del Estado a quien les convenía encauzar a la clase obrera a través de sus organizaciones sindicales solamente.
f) Como vemos, se da un acuerdo de intereses entre la burguesía vernácula y la clase obrera, mas este acuerdo es solo coyuntural, pues, la coyuntura se define fundamentalmente por la contradicción principal que es Liberación o Dependencia. Y que es, por otro lado, la tónica de aquella campaña electoral: BRADEN O PERÓN.
g) Instalado el peronismo en el poder y mientras las condiciones económicas son favorables tal acuerdo persiste manteniéndose absorbida la contradicción burguesía-proletariado, en un mercado interno en expansión, con ganancias a corto plazo para la burguesía industrialista y con una redistribución de las riquezas favorable a la clase obrera que participa con más del 50% de la renta nacional.
h) El proyecto de desarrollo capitalista independiente, el modelo económico de acumulación capitalista va llegando a su máxima expresión dentro de los marcos del sistema, de la estructura capitalista y de dependencia. La crisis económica y el acentuamiento de la presión imperialista (ahora E.E.U.U.) amenaza la experiencia "nacional". Se llega así a un momento "crítico" y definitorio, donde la contradicción burguesía-proletariado comienza a manifestarse dentro mismo del Movimiento. Ese "momento crítico" y definitorio para las burguesías vernáculas de los países subdesarrollados es común — en general— a todos los procesos de liberación nacional históricamente dados.
Dicho momento, en nuestro caso, se da como consecuencia del agotamiento del modelo y que se refleja entre otras cosas por: el relativo estancamiento del desarrollo industrial orientado hacia la industria mediana y pequeña; la crisis agrícola- ganadera (además de factores estructurales, las grandes sequías de 1951/52) con toda la incidencia que tiene por su papel en la exportación y como soporte económico de la incentivación industrial; el agotamiento de los recursos de reserva como la deformada capitalización empresarial con conducta parasitaria. A todo esto se debe agregar —como dijimos— la presión imperialista de un Estados Unidos consolidado en su expansión imperial de post-guerra. Así, el proyecto de desarrollo capitalista independiente —que alcanza con la Constitución de 1949 su punto máximo de expresión política, marcha hacia su definición a partir de 1952. La realidad exige —que tal proyecto— se profundice o naufrague. Por parte de la burguesía significaba cuestionarse aunque fuere parcialmente la propiedad privada de los medios de producción ("ciertas" propiedades y "ciertos" propietarios), basarse más profundamente en la clase obrera y abrirse al mundo socialista, lo cuál significaba abrir un proceso social que ponía en peligro su misma subsistencia como clase. La otra vía de la burguesía era buscar una forma de convivencia con el imperialismo, lo que significaba cargar en la clase obrera —su aliada— el peso de la crisis extrayéndole más plusvalía.
i) Ese "momento crítico" encuentra a la C.O. subordinada ideológica, política y organizativamente a los sectores predominantes y por ende, sin fuerza ni cohesión para plantear una alternativa propia que continuara el proceso, profundizándolo y cuestionando al sistema capitalista mismo. Con esa inorganicidad, la clase obrera rodea instintivamente a EVITA, la hace jugar el papel de puente entre sus aspiraciones y el Líder, la "impone" como candidata a la vicepresidencia (candidatura que es bloqueada por la burguesía). Y ese acercamiento de la clase obrera no es pura sentimentalidad, pues, es Evita junto a Cooke y otros —en el transcurso de ese "momento crítico"— quienes plantean la necesidad de las milicias obreras y por cierto, es también boycoteado por el sector burgués del Movimiento. Es que esos momentos críticos —que hablamos visto que se daban en los procesos de liberación nacional presididos por la burguesía y que culminan absorbidos por el imperialismo o cambiando de fuerza hegemónica en el socialismo— para ser aprovechados revolucionariamente necesitan de la organización propia de la clase obrera y los sectores populares. Y eso no estaba logrado por una serie de causas que no podemos analizar aquí.
j) Los sectores burgueses optan por dos caminos: unos abandonan el Peronismo y se unen a la conspiración oligárquica; otros, en cambio, se que: dan en el mismo tratando de adaptarse y adaptar el peronismo a la nueva realidad, presionando a Perón, reemplazando el intento nacionalista de los primeros años por lo que podríamos considerar los orígenes de un desarrollismo práctico ¡reemplazo de Miranda, Congreso de la Productividad, asunción de Leloir y otros personajes partidarios del "acuerdo con el imperialismo", viaje de Cereijo a Estados Unidos, proyecto no concretado de la California, etc.). Eran los Gómez Morales, los Caffiero, los Revestidos que, hoy, reaparecen en la escena política.
k) La contradicción burguesía-proletariado que comienza a reaparecer como principal, es atemperada por el Liderazgo indiscutido de Perón que consecuente con el proyecto de 1945, trata de postergar una definición haciendo el máximo esfuerzo por mantener el equilibrio entre los aliados, imposible ya desde la realidad estructural. La ruptura del frente, la consecuencia al proyecto de Perón y la inorganicidad de la clase obrera traen como consecuencia el golpe gorila de 1955.
l) Así, debemos caracterizar la etapa como una lucha por la liberación nacional donde el sujeto político del proceso era un MOVIMIENTO PERONISTA como expresión política de un bloque de fuerzas sociales distintas, como expresión de la síntesis política de una alianza de clases motorizada por comunes intereses económicos-sociales y que como analizáramos, tiene su techo histórico en 1955.
¿A partir de 1955, el proceso entró en una especie de congeladora histórica? A ésta pregunta trataremos de responder en la próxima Cartilla para Militantes.
LA PAZ PERONISTA ES HACER LO QUE EL PUEBLO QUIERA
PERÓN O MUERTE
VIVA LA PATRIA
MONTONEROS
COLUMNA JOSÉ SABINO NAVARRO
───────────────────
Fuente: “Militancia Peronista para la Liberación", Nº 23