1. Experto en cortinas de humo, el gobierno narco-paramilitar de Uribe Vélez, previa consulta a su amo en Washington, ha resuelto secuestrar en Bogotá al niño Emmanuel con el infeliz propósito de sabotear su entrega, la de su madre Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.
2. Con este nuevo hecho, que se suma a la intensificación de los operativos bélicos en el área, Uribe apunta a desactivar la trascendental gestión humanitaria del Presidente Chávez, sembrando la desconfianza entre los delegados internacionales y atravesando nuevos obstáculos y campañas mediáticas a una decisión unilateral que expresa la voluntad política de las FARC de sacar adelante el canje de prisioneros. Lo reiteramos en esta ocasión: Uribe no está programado por los gringos, ni para el canje humanitario, ni para la paz.
3. La opinión pública nacional e internacional entiende muy bien que Emmanuel no podía estar en medio de las operaciones bélicas del Plan Patriota, de los bombardeos y los combates, la movilidad permanente y las contingencias de la selva. Por eso este niño, de padre guerrillero, había sido ubicado en Bogotá bajo el cuidado de personas honradas mientras se firmaba el acuerdo humanitario. Uribe, que ya secuestró en la capital las pruebas de vida que iban con destino al Presidente Chávez, secuestra ahora a Emmanuel. Así como capturó y encarceló a los correos humanitarios, se apresta ahora a proceder de igual manera con las personas encargadas de atender al niño. Emmanuel iba a ser entregado, junto con su madre, al Presidente Chávez de Venezuela.
4. Con el gobierno de Uribe, que obstinadamente se ha negado a despejar Pradera y Florida para hablar de acuerdo humanitario, no hemos asumido ningún compromiso para que ahora ande propalando que estamos incumpliendo. Por principio, por moral y ética revolucionaria, FARC no utiliza como método la tortura y mucho menos si se trata de niños. Los verdaderos torturadores están en el ejército, las fuerzas policiales, y en los agentes del gobierno narco-paramilitar que se tomó el Palacio de Nariño.
5. El proceso de liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, seguirá su curso, tal como lo hemos ofrecido al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Esa es la determinación de las FARC. Para ello no le estamos pidiendo al señor Uribe ningún corredor de seguridad; lo que hemos reiterado, y lo ratificamos, es la necesidad del despeje militar de Pradera y Florida para proceder de inmediato a verificar y realizar el primer encuentro para convenir el canje humanitario, que en todo caso debe ser con el acompañamiento de la comunidad internacional.
6. Al Presidente Chávez, por encima de estas vicisitudes, le pedimos mantener viva la esperanza del canje a través de su consecuente compromiso humanitario, el cual consideramos paso necesario hacia la búsqueda de una solución política y diplomática al conflicto social y armado que vive Colombia.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC
Montañas de Colombia, enero 2 de 2008