URGE RECONOCER EL CARÁCTER POLÍTICO DE LA INSURGENCIA
¡HUGO CHÁVEZ TIENE RAZÓN!
Colombia, enero de 2008
Ahora, cuando la miseria en el mundo es más eleva que en ningún tiempo, la burguesía de los países imperialistas pretende imponer el criterio de la inexistencia de razones para ejercer el derecho a la rebelión, reconocido en la Declaración Universal de Derecho Humanos que aprobó la ONU a mediados del siglo pasado. Dicen que eso es cosa del pasado.
México y Francia, en 1982, reconocieron como fuerza beligerante al salvadoreño Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN. No ocurrió como derivado de la llamada “guerra fría” sino por el proceso político y militar que vivía todo un pueblo y el papel de esa organización en armas contra la opresión y la injusticia social y económica.
De la táctica imperialista de Bush, Álvaro Uribe y la oligarquía la tesis declara “terrorismo” y penalizan toda lucha obrero-popular contra sus instituciones viciadas de corrupción y exclusión de los intereses populares, mostradas como régimen democrático.
Una solución política demanda ese tipo de interlocutores, se le opone la tozudez guerrerista-militarista del gobierno de Uribe que ha llevado el gasto de “seguridad democrática” para los inversionistas a la insostenible suma equivalente al 6.3% del Producto Interno Bruto de Colombia, cuando la primera potencia económica y militarista del mundo, Estados Unidos, gasta el 4.1% de su PIB en tiempos del desprestigiado Mr. Bush.
Esa postura “antiterrorista” de Uribe obedece al interés de los capitalistas de negar cambios políticos, económicos y sociales a favor del pueblo.
Con el avance de las presiones por el canje humanitario derivadas de la disposición política de las FARC y de las gestiones de la Senadora Piedad Córdoba y el Presidente Chávez que generaron la reciente liberación de rehenes, internacionalmente se verá que las políticas del gobierno de Colombia y de Bush son un obstáculo para mejorar las relaciones de Colombia con toda Latino América y el Caribe, cuyos países –especialmente los limítrofes- sufren los graves efectos del dispositivo anti insurgente y antidrogas llamado “Plan Colombia”: con millones de desplazados; muchos miles de muertos, presos políticos y prisioneros de guerra; el aumento de factores que empobrecen al campesinado y fumigaciones que deterioran ese gran pulmón mundial que es la Amazonía; entre otros inmensos flagelos anti humanitarios.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, acierta al reconocer el papel político de la insurgencia y llamar al gobierno de Colombia, y a todos los gobiernos, a tratar las guerrillas como contradictores del régimen político y el gobierno. De esta manera, se propone abrir posibilidades a la lucha por la paz en nuestro país cuya guerra tanto afecta al pueblo hermano y es parapeto imperialista contra su gobierno.
De esta manera se daría un paso muy serio para llegar a una solución política al conflicto armado, económico y social que afronta Colombia por cerca de 50 años. Solución que no puede estar de espaldas a la urgencia de avances con proyectos y pasos reales hacia la justicia social y la libertad política para el pueblo.
Las FARC-EP, el ELN, el EPL y las demás guerrillas revolucionarias son ejércitos del pueblo que luchan por la liberación nacional y social.
Comité Ejecutivo Central
Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista)