Los americanos, sobre todo quienes ancestralmente vivimos en el callejón andino conocemos de la crueldad, voracidad, agresividad y latrocinio de los distintos regímenes españoles desde la época de la invasión en el siglo XVI hasta nuestros días.
Si, es la verdad, conocemos de esas sangres y de esos dolores quizá muy parecidos a aquellos que se vertieron posteriormente en la Guerra Civil Española en la época de tirano fascista Francisco Franco. También de aquellos torrentes que se derramaron en la Segunda Guerra Mundial en territorio soviético cuando este fascista y el viejo estado español apoyaron a Hitler con la tristemente famosa “División Azul” en la campaña “Barbaroja” diseñada específicamente contra la URSS evidenciando su marcada posición anti comunista. Sí, es la verdad, conocemos de aquel tirano que puso en el Poder a Juan Carlos de Borbón, el fatuo, el alcohólico, el que cree que seguimos viviendo en la Colonia, el que bajo la tolerancia de los Presidentes latinoamericanos torpemente mandó a callar a Hugo Chávez.
Conocemos también al actual régimen fascista, hoy en manos de un “socialista” –Zapatero- no diferente a aquellos del socialismo del “siglo XXI” latinoamericanos, que no altera el rumbo de la gran burguesía española adepta a la mórbida coexistencia con el régimen monárquico que se manifiesta anti histórico y que persiste en mantener su política de terror y violentación de los más elementales derechos de la clase obrera, del pueblo y que ha hecho del sistema jurisdiccional español una verdadera arma para reprimir y neutralizar el descontento y luchas populares. Que ha dispuesto de las cárceles, verdaderas ergástulas del dolor, nichos de la muerte donde se violentan los más elementales derechos del pueblo, derechos humanos y de tratados internacionales.
Sí, esa es la verdad, el pueblo ecuatoriano conoce bien el desenvolvimiento de la burguesía española, de sus cruentas aventuras bélicas en Afganistán e Irak y de sus locos sueños de convertirse en Potencia.
Pero también conocemos y siempre hemos estado atentos al quehacer del pueblo y sus organizaciones que han aupado esfuerzos liberadores.
Y en honor a ese esfuerzo liberador debemos sostener que para los revolucionarios ecuatorianos y sobre todo los comunistas jamás nos hemos desentendido de las luchas del pueblo español, de las justas aspiraciones del pueblo Vasco, de la siempreviva brega del GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) y del PCE(r) (Partido Comunista de España –reconstituido). Y en esa medida, desde este pedazo de tierra de indómita historia, desde este puñado de suelo andino donde la chuquiragua y la flor de retama son un himno de alegría y lucha, desde este rojo torrente de sangre que no cesa de bramar por sus propósitos, nos solidarizamos con los combatientes prisioneros en las ergástulas represivas del viejo estado español. Declaramos a grito herido por el dolor y henchido de rebeldía por su vocación libertaria nuestro respaldo a todos los combatientes secuestrados por el gobierno y estado fascista de España.
Demandamos la Amnistía total de presos y perseguidos políticos. La inmediata liberación de Fina García Aranburu, presa política del PCE(r), secuestrada por el régimen y que en la actualidad aqueja una grave enfermedad que la tiene al borde de la muerte y que es atizada por las condiciones propias de la cárcel.
Hacemos nuestro ese grito de lucha que reclama vivamente:
¡¡AMNISTIA TOTAL!!
¡¡VIVA LA REPUBLICA POPULAR!!
A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACION:
¡EL COMUNISMO!