Finalmente la derecha Mundial y el Imperio han dejado ver con toda claridad sus intensiones y planes con respecto al papel que debe jugar nuestro país y sus gobernantes frente al resto de países y gobiernos de nuestra América.
Hoy no hay duda para todo aquel que piense de manera independiente y no por lo que le dicen las empresas de comunicación, que hoy Colombia ha sido signada, por el Imperio y la Unión Europea, a convertirse en el Israel de Latinoamérica con el fin de enfrentar los avances sociales y políticos que se dan en varios países de nuestro continente.
Este triste y denigrante papel de traidor a su pueblo y a sus hermanos es asumido sin ningún recato por la clase política Colombiana, sus grupos económicos, la jerarquía eclesial, gremios de la producción nacional, y empresas de comunicación quienes pretenden vincular en ese papel a amplios sectores de nuestro pueblo. Para esto recurren a la mentira, a la desinformación, al manejo del patrioterismo, a la exacerbación del chovinismo nacionalista, al señalamiento, a la persecución, y a todo aquello que implique la manipulación de la conciencia colectiva para satisfacer los intereses de los poderosos.
Después de la manipulada marcha del 4 de Febrero, en donde el Estado Colombiano y la derecha internacional pretendieron dar un golpe de opinión a nivel mundial y movilizaron todos los recursos a su alcance para lograr sus propósitos, quedó claro que el propósito central desembocó en la promoción de la segunda reelección de Álvaro Uribe Vélez, jefe de la reacción nacional, impulsor del narco paramilitarismo y garante de la privatización y la maximización de utilidades de las empresas transnacionales en nuestro país.
Pero como alguien tiene que dar el primer paso, este le correspondió a Carlos García, senador y presidente del partido social de unidad nacional, o partido de la "U", principal partido uribista, cuyo nombre tiene una no extraña semejanza al partido nacional socialista, o partido de los nazis en la Alemania de Hitler, que como el partido de la U prometían garantizar las metas de seguridad y la inversión extranjera.
Inmediatamente han respondido apoyando y fomentando la histeria colectiva los beneficiarios directos de las políticas Uribistas, encabezados por los "patriotas" de las empresas beneficiarias de la privatización de las empresas del estado y adquiridas a precios de feria apoyados en la llamada apertura económica, que promete empleo y beneficios para el pueblo pero que en realidad solo ha mostrado desempleo y mayor miseria para las mayorías y concentración de la riqueza en los empresarios extranjeros y nacionales que ahora pretenden mostrarse como los defensores del país ante la "agresión" Chavista. O sea los pájaros tirándole a las escopetas, las multinacionales defendiendo los intereses nacionales, hay que ver para creer definitivamente. Pero lo patético de toda esta historia es que los sectores más atrasados de nuestro pueblo, fruto de siglos de explotación, alienación e ignorancia junto a la pequeña burguesía arribista y pro norteamericana se pliegan a estas intensiones como borregos y contribuyen con su papel a volver verdad una mentira repetida mil veces. Los grandes grupos económicos para esta inversión de la realidad cuentan con empresas de comunicación nacionales cuyos dueños son las familias Santo domingo propietarios del canal Caracol, El Espectador y Cromos, los Ardila Lulle, dueños de RCN radio y televisión, y Santos en compañía de la ultraderecha española, reunida en el Grupo Planeta, dueños del grupo editorial el Tiempo y de la revista Cambio, Caracol radio, propiedad en su mayoría del Grupo Prisa.
Pero si la carta principal, léase Uribe, les falla, ya que desde varios sectores afectos al Uribismo, pero con intereses personales propios se han escuchado voces de desacuerdo ante esta segunda reelección, vienen preparando a un oscuro personaje, lleno de soberbia, entreguismo y discurso prestado como el ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, que surge como "renovación" en la derecha colombiana y como títere del Imperio y las transnacionales en nuestro país.
Ahora para mantener el engaño, preservar sus intereses y ocultar el fracaso para el grueso de la población en lo social en lo económico y en lo político del gobierno Uribista se pretende recurrir al nacionalismo y al antichavismo como fórmula para concentrar la unidad nacional y mantener en el poder a los mismos de siempre.
Es claro que nos enfrentamos a intereses muy poderosos y que tocan ya no solo los poderes nacionales sino los del Imperio y las transnacionales, es decir la globalización del poder, por lo que no es suficiente con nuestras propias fuerzas y debemos entender que si ellos globalizan la agresión hay que globalizar la resistencia.
La defensa de los avances sociales, políticos, económicos de la República Bolivariana de Venezuela, de la Bolivia de Evo del Ecuador de Correa deben de ser propósitos claros de todos los demócratas y nacionalistas de nuestro continente, el rechazo de la utilización de nuestro país como avanzada del Imperio contra estos procesos populares se debe de convertir en bandera de lucha y de aislamiento al régimen Colombiano que busca mantener sus privilegios a costa de los intereses del pueblo y de los proceso de cambio continentales.
La unidad nacional y continental de los verdaderos patriotas es el camino que nos queda ante esta nueva agresión Imperial. Solo mediante una acción unificada y solidaria podremos contrarrestar estos oscuros intereses que pretenden cerrar el camino de la historia de los pueblos.
Nuestros pueblos nunca serán inferiores al ejemplo de los combatientes de nuestra primera independencia.
Ni un paso atrás Liberación o muerte..........
Ni rendición ni entrega, siempre junto al pueblo.
NI UN PASO ATRAS LIBERACION O MUERTE
Dirección Frente de Guerra Central
Ejercito de Liberación Nacional