Como no podía ser de otra manera, el Comandante en Jefe y compañero Fidel Castro Rus, anunció que no aspirará ni aceptará el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe. Su anuncio constituye un duro golpe moral para aquellos que ven en Fidel y en el pueblo cubano un mal ejemplo como paradigma de lucha revolucionaria y logros socialistas.
Para los comunistas y revolucionarios, sin duda alguna, constituye una decisión que confirma la coherencia entre el discurso y la práctica de un revolucionario de altos valores y principios, de un compañero de los de siempre, que en su calidad de dirigente de la vanguardia revolucionaria mundial, ha sabido interpretar cada momento. Para la mayoría de pueblos y políticos, no cabe duda que se afirma la figura del insuperable estadista latinoamericano de todos los tiempos.
De hecho, uno de sus múltiples y valiosos logros ha sido dirigir en el camino correcto la construcción del sujeto revolucionario en Cuba: el pueblo cubano, un pueblo que no solamente posee claridad y decisión para continuar el proceso revolucionario, sino además cuenta con los cuadros preparados para continuar y profundizar la obra socialista que lo encamine hacia la Sociedad Comunista.
Sin duda alguna, también, Fidel Castro seguirá siendo el Comandante en Jefe, y como lo anuncia, seguirá siendo soldado de las ideas, con lo cual continuará formando parte de la vanguardia revolucionaria no solamente de su pueblo, sino de todos los pueblos del mundo que luchamos por nuestra emancipación. Fidel seguirá consolidándose como una estrella, como un sol que nos seguirá alumbrando hoy y siempre con su pensamiento.