A los pueblos de Nuestra América
Comunicado del Secretariado de las FARC-EP
Luego de los dolorosos sucesos del Ecuador en los que resultó muerto el Comandante Raúl Reyes, y en el que también cayeron algunos de sus escoltas y una decena de civiles, las FARC desean hacer las siguientes precisiones:
1. La operación militar llevada a cabo por el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos y sus subalternos colombianos, fue una flagrante violación a la ley internacional, a la soberanía y al territorio de una República hermana, un agravio inadmisible a la dignidad de todo un país y a la conciencia latinoamericana. Ni los más rebuscados argumentos como los de defensa preventiva, persecución en caliente o guerra al terrorismo, esgrimidos por el gobierno de Colombia, pudieron justificar tan execrable acción. No habrá patente de corso para que el gobierno de Colombia actúe como el "Israel" de Latinoamérica, bajo el nuevo concepto imperial gringo de la soberanía limitada. Es en la práctica la conclusión del grupo de Río, reunido en Santo Domingo.
2. De ninguna manera aceptamos el chantaje que se pretendió montar contra los gobiernos de Ecuador y Venezuela a través de un computador que, ni con blindaje especial, hubiese podido resistir el bombardeo que pulverizó todo a su alrededor. Lo que Uribe busca con las "bombas inteligentes" de los Estados Unidos es desviar la atención del país que le exige renunciar a la Presidencia de la República por genocida, narco mafioso y paramilitar.
3. Con la honrosa excepción de la organización danesa "Guerreros y Amantes" que hicieran una donación simbólica a las FARC, no hemos recibido ni dólares ni armas de nadie. Aquí el único que ha aportado millones y millones de dólares y armas de destrucción de todo tipo, es el gobierno de los Estados Unidos para que el de Colombia dispare contra su propio pueblo, en el marco de su política de predominio mundial y de recolonización neoliberal. ¿Quién legitimó esto? ¿Qué derecho pueden invocar para oprimir y masacrar a un pueblo, como lo están haciendo con Colombia? Lo ético sería ayudar al débil, no al poderoso. La ayuda debiera ser para los oprimidos, no para los opresores. Nadie que tenga conciencia puede permanecer impasible ante ese crimen continuado que significa el apoyo militar y económico de Washington a sus títeres de Colombia. Que cese ya de llamarse terrorismo a la guerra de los débiles contra la opresión y guerra al terrorismo de los Estados poderosos contra los pueblos.
4. Toda la maquinaria mediática fue activada para mentir y vomitar fuego contra Ecuador y Venezuela; y también contra las FARC. ¿Les inquieta acaso el resurgimiento de sus cenizas de la Colombia de Bolívar? Se dirigen a la opinión pública de nuestros países y del mundo como si se tratara de una masa desprovista de raciocinio. Sólo países desarrollados, como Estados Unidos y otros, tienen las condiciones y la tecnología requerida para procesar uranio, y no una guerrilla que aún pelea por la dignidad de un pueblo con fusiles y hasta con palos. Podemos decir con el Libertador Simón Bolívar que "nosotros no tenemos más armas para hacer frente al enemigo que nuestros brazos, nuestros pechos, nuestros caballos y nuestras lanzas". Lo que está claro es que los Estados Unidos están buscando cualquier pretexto para agredir a Venezuela y robar así el petróleo que no han podido sustraer de Irak.
5. Para nadie es un secreto que las FARC son una guerrilla bolivariana. Y que no solamente con Chávez, sino con la gran masa de pueblos y de la gente pensante de Nuestra América, coincidimos en el ideario bolivariano. En Bolívar y en nuestros próceres nos encontramos todos; no en la Doctrina Monroe, ni en la de Seguridad Nacional, o de Seguridad Democrática, que son doctrinas foráneas, de los gringos, fundadas en sus políticas geoestratégicas de expolio y dominación. Los pueblos esperan a Bolívar y a sus héroes de la independencia porque son ellos su única esperanza de dignidad y soberanía, de justicia social, unidad y paz, sagrados bienes que les han sido arrebatados por siglos. Desde luego no nos cansaremos de agradecer al Presidente Chávez su apostolado por la paz, su persistencia humanitaria en el canje de prisioneros, su convicción de que el camino de la paz empieza por el reconocimiento de las FARC y del ELN como fuerzas beligerantes, y su oferta del territorio de Venezuela, como escenario para la paz entre el gobierno de Colombia y las insurgencias de las FARC y del ELN. Chávez entiende que la paz de Colombia es la paz de Venezuela, y es también la paz del continente.
6. La profunda crisis estructural de Colombia no se podrá superar mientras exista un gobierno narco paramilitar y pro yanqui que le tenga miedo al canje y a la paz, o que viva arrebatado por la ilusión de una derrota militar de la guerrilla, que no se dará nunca. Convocamos de nuevo a los colombianos a un Gran Acuerdo Nacional que nos permita estructurar una alternativa política de gobierno, con banderas programáticas que privilegien el bien común, la soberanía, la democracia, la patria… Un nuevo gobierno que actuando con la divisa de la paz, regrese sus tropas a los cuarteles, mande para su casa a los gringos y convoque el diálogo de paz con la insurgencia, garantizando la participación en el mismo de las organizaciones políticas y sociales del país. El acuerdo de paz que surja de esa mesa deberá ser refrendado por una Asamblea Nacional Constituyente que de fuerza constitucional al futuro de paz y dignidad de Colombia. Entre tanto, el pueblo deberá profundizar la resistencia, marchando contra el terrorismo de Estado, la narco para política, la injusticia social, la entrega de nuestra soberanía y levantado su voz por la paz y la unidad gran colombiana.
7. Exigimos al señor Uribe presentar a los 11 detenidos que reconoció tener en su poder ante el Presidente Rafael Correa el día de los hechos y pedimos a la comunidad internacional su más resuelta solidaridad para evitar que este episodio desemboque en un nuevo caso de desaparición forzada.
Por la Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, Marzo 14 de 2008
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