COMUNICADO DE LA COMANDANCIA DEL FMLN A LOS COMBATIENTES REVOLUCIONARIOS Y A TODO EL PUEBLO SALVADOREÑO
El diálogo que iniciamos el 15 de octubre en La Palma se ha producido cuando el FMLN-FDR ha desarrollado en lo político, militar y diplomático una enorme acumulación de fuerzas que constituye el otro poder del país.
Con el inicio del diálogo hemos hecho importantes conquistas en el terreno político: hemos abierto el espacio para la organización, movilización y expresión política de las masas populares. Estos espacios deben defenderse y ampliarse con la lucha organizada de todo el pueblo.
Hemos conseguido romper la mordaza que la dictadura ha venido imponiendo, a los medios de comunicación para tratar de confundir y desalentar la lucha popular.
Esa apertura de los medios de comunicación debe defenderse también como una conquista y utilizase como instrumento legítimo de expresión política del pueblo.
Hemos consolidado y ampliado el reconocimiento a nivel mundial de la fuerza político – militar de la revolución y de la validez y justeza de las posiciones político-revolucionarias acerca del verdadero camino de la paz.
El inicio del diálogo, constituye, además, un categórico repudio de todo nuestro pueblo a la intervención imperialista del Gobierno de los Estados Unidos.
En la reunión de La Palma derrotamos algunos de los más demagógicos planteamientos de Napoleón Duarte.
Duarte pretendía que depusieramos las armas para iniciar el diálogo, pero el diálogo tuvo que iniciarse mientras nuestros fusiles revolucionarios combaten y asestan duros golpes al régimen títere casi en todo el territorio nacional.
Duarte intentó menospreciar a los dirigentes del FDR, excluyéndolos de la reunión, pero los dirigentes del FDR estuvieron presentes con todo el respaldo de nuestro pueblo y la comunidad internacional.
Duarte intentó reducir la solución del conflicto a nuestra participación en elecciones amañadas, pero en la reunión establecimos la necesidad de tratar todos los factores políticos, sociales y económicos que desataron la guerra y todos los aspectos necesarios para la consecución de la paz.
Estas son conquistas de nuestro movimiento revolucionario, por eso estamos optimistas, pero el pueblo debe estar alerta, el enemigo imperialista y el régimen títere pretenden aún utilizar el diálogo como una maniobra propagandística; pretenden confundir al pueblo haciéndole creer que se ha implantado ya la democracia en El Salvador que no existen ya las condiciones de miseria, explotación, pisoteo de los derechos y libertades del pueblo y bárbaros genocidios que justifican la lucha armada.
La transformación experimentada por nuestro país no es la democratización o la vigencia de la justicia social como dijo Duarte, sino la entrega de la soberanía o independencia nacional en lo político, en lo militar, lo económico y lo diplomático, al gobierno imperialista de los Estados Unidos, cuyas armas, aviones y asesores militares, ensangrientan el suelo de la patria y destruyen las pobres pertenencias del pueblo trabajador.
Duarte pretende labrarse la imagen de pacifista mientras su aparato represivo profundiza la guerra contra el pueblo y continúa bombardeando poblaciones indefensas, persiguiendo, encarcelando, torturando, encarcelando, torturando y masacrando a los mejores hijos de nuestro pueblo. El actual incremento de la lucha de las masas por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales demuestran la demagogia de Duarte.
El diálogo de la Palma es el indicio de un proceso complejo y difícil, enmarcado en una guerra que se prolonga y justifica por la política interventora de la Administración Reagan. Esta intervención en escalada continua. es el principal obstáculo que tiene nuestro pueblo en la lucha por conquistar una paz justa. Es ahora cuando nuestro pueblo y sus organizaciones deben redoblar la lucha en todos los campos en lo reivindicativo, en lo militar, en lo político, en lo diplomático en contra de aquellos que día a día, durante más de 50 años, le han privado de sus derechos. Nuestros Frentes cuentan para ello con un poderoso ejército revolucionario y un sólido respaldo nacional e internacional.
El diálogo por lo tanto, es una conquista del pueblo que debe ser defendida hasta alcanzar la paz. Buscamos paz con libertad para las masas populares, con independencia, soberanía y el plano respeto de autodeterminación de nuestro pueblo. Una paz con genuino contenido popular, patriótico y revolucionario.
Por ello, reiteramos al pueblo salvadoreño, a la comunidad internacional y al pueblo de los Estados Unidos en particular, que es condición básica para alcanzar la paz en la Salvador, el cese de la injerencia de la Administración Reagan en los asuntos que competen a los salvadoreños, en esto consistiría la verdadera desinternacionalización del conflicto.
En ente momento de tanta trascendencia para el destino de nuestro pueblo, hacemos un llamado a todos los sectores organizados del país: a los combatientes y militantes revolucionarios, a los sindicatos obreros, a las organizaciones gremiales, a los maestros y estudiantes, a los sectores profesionales, a los pequeños y medianos propietarios, a las comunidades cristianas, y a todo el pueblo, para que se movilicen y expresan en todas sus formas posibles su respaldo a un diálogo serio, rechazando cualquier maniobra. Llamar a nuestro pueblo también a reafirmar su disposición inclaudicable de continuar la lucha, hasta convertir en realidad tus más caras aspiraciones de paz, justicia y libertad.
El FMLN tiene compromiso en la defensa de los intereses de nuestro pueblo.
La paz que buscamos pasa por la resolución de todas las aspiraciones populares; mientras no sean resueltas nuestros fusiles seguirán dispuestos al combate.
El poder político-militar alcanzado es y seguirá siendo la garantía de los intereses de nuestro pueblo.
Estamos completamente decididos a hacer avanzar el diálogo. Trabajamos con el máximo sentido de responsabilidad y por todos los medios a nuestro alcance para buscar el camino de la paz, porque esa es la máxima aspiración de nuestro pueblo, pero tendremos que luchar todavía muy duro para hacer realidad estas aspiraciones.
TODO EL PUEBLO DISPUESTO A DERROTAR LA AGRESION IMPERIALISTA
TODOS A INTENSIFICAR LA LUCHA POPULAR
TODO EL PUEBLO DISPUESTO A LUCHAR POR LA CONQUISTA DE LA PAZ