Resoluciones del Comité Central (Octubre de 1970)

RESOLUCIONES DEL COMITÉ CENTRAL DE OCTUBRE (1970)

LA SITUACIÓN DEL PAÍS:

La Dictadura Militar, después de los devaneos de Levingston que encendieron ilusiones populistas entre los políticos burgueses, principalmente los peronistas, se afirma en la continuidad de la política de Onganía. En efecto, distintos indicios - la designación de gobernadores populistas como Bas e Imbaud, la apertura Gilardi Novaro hacia los políticos tradicionales, los rumores de la vuelta de Perón y de la devolución del cadáver de Evita despertaron las ilusiones de los políticos burgueses, de la llamada burguesía nacional y de sus más fieles representantes, la burocracia sindical.

Hoy esas ilusiones han sido momentáneamente aventadas por la clara definición de Lanusse y del propio Levingston que anunciaron elecciones a cinco años más y condiciones extremadamente duras para la aceptación de la participación de los políticos.

Mientras tanto la política económica de la dictadura golpea cada vez más duramente las masas, creando una situación insostenible en el conjunto de la clase obrera y el pueblo. El alza espectacular y constante del costo de la vida, la práctica congelación de los salarios, la crisis coyuntural de la industria frigorífica, el fracaso de la cosecha de trigo, son todos elementos que se trasladan a las espaldas de la clase obrera, la pequeña burguesía, el campesinado pobre e incluso sectores de la burguesía media, golpeando con especial dureza a las masas urbanas de las grandes ciudades.

En este marco la situación actual del gobierno y las clases puede ser resumida como sigue:

1. - La Dictadura Militar se encuentra tan aislada como en sus peores momentos. Imposibilitada de solucionar ningún problema, sin lograr ampliar en lo mínimo su base social, se debate prisionera de sus contradicciones. Si intenta lograr un apoyo populista, y piensa en buscar algún acuerdo con los partidos burgueses y la burocracia sindical recibe un tirón de orejas de los sectores monopolistas y de los Comandantes en Jefe; tiene entonces que resignar sus pretensiones de lograr alguna base de sustentación militar y se gana los denuestos y amenazas de burócratas y políticos burgueses. A la vez los resultados de su política económica provocan el repudio y el odio del pueblo.

Como denunció el ministro Moyano Llerena, la dictadura carece de una definida política económica, mejor dicho, sobre la base de la persistente ofensiva contra el nivel de vida obrero y popular, se debate entre las distintas alternativas burguesas, ninguna de las cuales puede ofrecer una salida a la crisis económica. Ahora ha optado por una versión del desarrollismo, que si creemos en las palabras del ministro Ferrer, intentará dar aire a la economía en base a gigantescos planes de obras públicas. Sin embargo, esta nueva línea anticipa nuevos problemas para la clase obrera y el pueblo. Si hay tales inversiones estatales masivas, llevará a la iliquidez al Estado y hará retornar los atrasos de sueldos a obreros y empleados esta-tales. En cuanto a la posible solución sólo puede llegar a ser un pálido paliativo.

Levingston últimamente habla de la formación de un sólido sector burgués monopolista, una gran burguesía, “nacional”. Pareciera responder a un nuevo intento gubernamental, esta vez aparentemente más serio, de encontrar una salida estructural que supere el estancamiento de la economía, posibilite un nuevo desarrollo, un crecimiento económico significativo que aleje la crisis revolucionaria. Esta posibilidad, que no debemos descartar históricamente, esta aún en pañales y el desarrollo de la guerra revolucionaria la impedirá.

En las Fuerzas Armadas y su periferia cunde el desánimo. Acaban de “relevar” a Onganía por incapaz y encuentran inmediatamente problemas con sus sustitutos Sacan la cuenta y ven que no han podido resolver ningún problema. Les irrita comprobar la vitalidad del peronismo, a quien después de 15 años no han podido aplastar, y hoy ven como el viejo enemigo, al que casi seguramente tendrán que recurrir para salvar el capitalismo. Observar con preocupación el incipiente desarrollo de la actividad de la vanguardia armada y la creciente divulgación de las ideas socialistas entre las masas. No saben cómo asimilar los duros golpes inesperados que constituyen el triunfo de la Unidad Popular en Chile y la ascensión de Allende, la subsistencia del gobierno nacionalista peruano, la crisis del Uruguay y la derrota de su pupilo Miranda frente a los militares nacionalistas bolivianos a su vez arrinconados por la movilización revolucionaria de las masas, podemos concluir entonces que la Dictadura de Levingston es la continuación directa de la de Onganía, que gobierna apoyada exclusivamente en las Fuerzas Armadas. La Junta de Comandantes en Jefe ha reiterado su aval al Presidente en base a un acuerdo transitorio.

Por otra parte, las Fuerzas Armadas están sometidas a grandes presiones, germen de futuras crisis. La imposibilidad de soluciones capitalistas para el país, la evolución de la situación de los países limítrofes y el comienzo de la guerra revolucionaria en la Argentina, constituyen elementos que favorecerán el desarrollo de corrientes antiimperialistas y socialistas entre la oficialidad y suboficialidad joven de las Fuerzas Armadas.

2. - El imperialismo y el capital monopolista, apoyan sin reservas a la Dictadura Militar.

3- La burguesía media y “nacional”, sus partidos y la burocracia sindical, se han colocado nuevamente en la oposición, desde que Levingston dijera no, a aun humillantes ofrecimiento de colaboración. Se esfuerzan en constituir un frente Burgués de oposición que busca, antes que el apoyo popular, el consentimiento del imperialismo y de un sector del ejército, para buscar una salida electoral que ofrecen como receta infalible para salvar el capitalismo y eliminar a la violencia. En este intento naturalmente se busca movilizar sectores obreros y populares para dar cierta seriedad a sus proposiciones. Pero lo hacen en extremo tímidamente y con la preocupación de evitar luchas enérgicas. Nada tan elocuente en este sentido como el acto peronista del 17 de octubre en Córdoba, donde políticos burgueses y burócratas, organizaron un acto “ordenado" cuya característica fundamental. Fue la pugna de los burócratas contra los jóvenes de izquierda a quienes se acusó desde las tribunas como infiltrados castristas. Los organizadores intentaron una pacífica demostración, ofrecieron su solución al imperialismo y al ejército y se esforzaron por hacer publica su firme oposición a la violencia revolucionaria y al comunismo.

Este carácter del frente Burgués nos plantea una clara, y firme línea independiente frente a él. Debemos denunciar el contenido traidor y contrarrevolucionario de su línea y oponer nuestra línea de guerra revolucionaria. La fragilidad de las posiciones de los políticos burgueses y de la burocracia, su larga cadena de traiciones y la corrección de la línea que le oponemos, nos dan una significativa ventaja que debemos aprovechar enfrentando con decisión las tácticas electorales y golpistas y difundiendo por todos los medios la estrategia y la táctica de la guerra revolucionaria.

Excelente ocasión para exponer ante las masas las posiciones de los marxistas revolucionarios.

4. - La pequeña burguesía vive un período de radicalización importante. Agredida por la implacabilidad de la dictadura y el sistema, sufriendo casi tanto como la case obrera dificultades económicas, rumia su odio a la, dictadura, lo manifiesta apoyando a la clase obrera en sus movilizaciones proporcionando combatientes y militantes a las organizaciones revolucionarias. De su seno surgen elementos de desorientación, expresados en dos formas:

a) En la línea, de los partidos y grupos marxistas pequeño burgueses como el P. C., PSIN,“ La Verdad", Política Obrera, etc., que al carecer de una línea revolucionaria sucumben una vez más ante la política burgueses y los acompañan como furgón de cola con las consignas de Asamblea Constituyente y otras similares de contenido electoral y con su oposición a la línea, de guerra revolucionaria, que taimada mente insisten en identificar con foquismo.

b) En el sin partidismo y “grupismo”. En las presiones oportunistas de la. Derecha y militaristas que se manifiestan en el seno de la vanguardia armada y que se manifestaron abiertamente en nuestro Partido.

5. - La clase obrera continua su resistencia a la Dictadura. La masividad de los paros del 9 y 22 de octubre son claro índice del estado de ánimo de las masas. Odio sordo, rabia acumulada, repudio total a la dictadura. Distintos elementos objetivos indican que estamos ante una coyuntura especialmente explosiva. El espectacular alza del costo de la vida golpea brutalmente a toda la clase obrera y al pueblo; Nada más grafico que las estadísticas de consumo del Gran Buenos Aires publicada por los diarios burgueses que indican una reducción de 30% en el consumo en el ultimo mes; La magra cosecha triguera, que según los cálculos sufrirá una reducción del 30% o mas la crisis ganadera que ya ha provocado el cierre temporario del frigorífico Swift de La Plata (Rosario, Berisso). Esta situación crítica de la economía, que golpea duramente a las masas populares, se une al aislamiento del gobierno y al estado de animo de las masas para configurar una situación crítica. El país es de nuevo un polvorín pronto a estallar ;a la primera, chispa. Debemos prepararnos para esta posibilidad, ponernos en estado de alerta y organizar nuestras pequeñas fuerzas para actuar ordenada y eficazmente en eventuales movilizaciones de masas. Es claro que si ellas se dan, todas las posibilidades estarán del lado de las fuerzas revolucionarias. Actuaremos con absoluta ventaja frente a los partidos burgueses y pequeño burgueses que se ilusionan con el golpe y sus elecciones.

6.- El proceso de desarrollo de la guerra revolucionaria continúa su actual etapa de ascenso sostenido : podemos afirmar quo desde el principio de año esta característica. no ha variado, lo cual es altamente promisorio: podemos también señalar un ritmo (no deliberado) de una acción de importancia, nacional por mes y una serie de pequeñas acciones que se suceden en forma cotidiana. Todo esto, como es lógico, ha incidido en forma muy aguda sobre el conjunto del país, al punto que nadie es ya ajeno al hecho de la guerra; esto no significa de manera alguna que el conjunto de la sociedad se siente parte activa del proceso, a favor o en contra, pero sí que los efectos de la guerra afectan cada día más la vida cotidiana de la población, en especial en los centros urbanos importantes y en bastantes casos en poblaciones menores. En cuanto a la participación activa, el proceso sigue siendo un enfrentamiento entre vanguardias; la vanguardia revolucionaria, y lo que podríamos llamar la “vanguardia reaccionaria”.Sobre la base de esta situación, previos informes de zonas, dirección y redacción y siguiendo las orientaciones del IV y V Congreso, el Comité Central del Partido formula un plan político-militar que abarca los tres problemas fundamentales del momento, a saber: Trabajo de Masas, Plan Operativo Militar y Construcción del Partido y el Ejército.

PRIMER PLAN OPERATIVO MILITAR.

En las condiciones actuales todo plan debe estar basado en nuestra realidad concreta y no en nuestros deseos subjetivos. Nuestra etapa actual de desarrollo nos presenta dos tareas principales : Propaganda armada y Creación de una estructura militar eficaz y sólida, lo cual incluye conseguir dinero, armamentos y capacitar militarmente al conjunto del Partido.

Dentro de la propaganda armada se incluye, como punto principal, la propagandización de nuestra sigla militar y el programa del Ejército, a través de acciones militares de gran repercusión, continuidad y realizadas a escala nacional, ya que una nación aislada, por grande que sea, si no se da en un marco de acciones similares, en tres o cuatro regiones del país y con un cierto ritmo, carece de sentido, ya que la nuestra sería otra sigla mas entre cinco o seis.

Dentro de la creación de una estructura militar consideramos las siguientes prioridades:

a) Obtener fondos y armamentos ;

b) Foguear masivamente a las células militares y al conjunto del Partido en acciones militares y de resistencia. Destacamos la, conveniencia de realizar la mayor cantidad posible de desarmes de policías aislados, acción esta que permite. junto con la recuperación de armas necesarias, el enfrentamiento de compañeros y repercute políticamente en el seno de la represión ; este tipo de acciones debe ser llevada a cabo por todas las células.

Tal es el marco de nuestro primer Plan Operativo, a desarrollarse durante los próximos meses, consistente en las siguientes acciones :

l. - Un conjunto de acciones militares que incluyen expropiaciones de dinero, recuperación de armamentos, toma de pueblos. Liberación de presos, secuestros, a realizarse escalonadamente en distintos puntos del país, en un orden que no podemos prever en estos momentos.

2. - Entre ella:, la continuidad de acciones de resistencia menores realizadas por todas las células. Las más importantes de ellas son las acciones de recuperación y distribución de alimentos.

3. - En el curso de manifestaciones y movilizaciones de masas las células militares del Ejército actuarán, realizando en forma simultánea y complementaria de la movilización, acciones militares paralelas.

4. - Punto fundamental para un correcto rendimiento político en este plan es su aprovechamiento propagandístico. Este consistirá en un planteamiento y realización inteligente de la propaganda de cada acción concreta y de la sigla y el programa del Ejército. Tenemos que medir políticamente cada, acción, evitar cuidadosamente acciones dudosas, y elegir siempre aquellas mas nítidamente populares ; tenemos que preparar buenos comunicados, sobrios, estrictamente veraces y con claro contenido político dentro de los lineamientos del programa del Ejército. Tenemos que realizar nuestra propia propaganda con pintadas, cajas, volanteadas, etc., cosa muy importante para lograr que la gente note la proximidad física de nuestra fuerza militar, se dé cuenta de que los combatientes están cerca que puede ser cualquiera de ellos, que no se trata de una vanguardia aislada. Como orientación general señalamos que se garantizará una excelente propaganda .armada en la medida en que las acciones, comunicados, volantes, etc., se hagan con la mirada puesta en las masas, con una línea de masas, y se observen perfectamente las reacciones (de la gente , su estado de ánimo.

5. - Las recomendaciones tácticas fundamentales de este plan son:

a) Preparar cuidadosamente las acciones, asegurando al máximo su éxito. Arriesgar lo mínimo posible, previendo las posibles derivaciones. Limitar los riesgos de cada acción, preservando cuidadosamente al resto de la organización. En la acción todos los detalles son fundamentales.

b) Actuar con decisión, audacia y serenidad. La timidez, la duda, el nerviosismo, etc., son los mayores enemigos del éxito y multiplican los riesgos propios del combate.

c) Ante las dificultades comportarse heroicamente. Ir dispuesto a matar o morir.

La moral revolucionaria, base de nuestro heroísmo, es nuestra superioridad fundamental en el combate. El comportamiento heroico hiere la imaginación de las masas despertando admiración, solidaridad y sentimiento de emulación.

EL PARTIDO Y EL EJÉRCITO.

El tercer aspecto fundamental del presente Plan Político-Militar es la solución correcta de los problemas de construcción proletaria del Partido y del Ejército.

La orientación fundamental será avanzar correctamente en una dirección, es la aceleración del proceso de transformación del Partido en una organización verdaderamente proletaria y de combate.

Ello se logrará acentuando los avances ya logrados en la proletarización: ubicando militantes y cuadros en la producción, incrementando la relación con las masas.

En este sentido son ejemplos a seguir tres regionales: En una de ellas, militantes estudiantiles, de la cultura y células militares se han ido a vivir o están por hacerlo en barriadas obreras, estableciendo relación política con la población. En otra, la casi totalidad de los cuadros, incluida la dirección, esté ubicada en la producción.

En la tercera se ha iniciado un proceso de saneamiento y delimitación tajante, aplicándose estrictamente las exigencias estatutarias a los militantes.

Cada vez mas, nuestros militantes (deben ser lo mejor de la vanguardia, y es necesario aumentar las exigencias hasta lograr en la militancia una homogeneidad. proletaria de profesionales revolucionarios.

Se lo logrará, asimismo, incrementando la actividad militar, haciendo que todas las células actúen, que las células militares aumenten su capacidad operativa y las células básicas se encarguen de acciones superiores a los caños, pasando a desarmes, recuperación y distribución de alimentos, etc. Se lo logrará aplicando en tales acciones una clara línea de masas.

Simultáneamente debemos superar las limitaciones actuales en los siguientes aspectos fundamentales:

a) Publicaciones.

b) Agitación, y Propaganda.

c) Escuela de Cuadros.

d) Entrenamiento Militar.

El más amplio y eficaz desarrollo del Ejército, en su capacidad operativa y su influencia de masas, y el crecimiento cualitativo, cuantitativo y en influencia del Partido, lograda equilibradamente, son los objetivos de este Primer Plan Político-Militar.