Quiero informarles algo sobre el problema azucarero.
Esto es lo que recordaba la gente vieja: decían que se los trataba como animales, y que no los amparaba ninguna ley de trabajo; decían que en la fábrica se trabajaba 16 horas por día; recordaban que en un tiempo les daban de comer en bastiones que tenían en la fábrica. Esto lo hacían para ganar más tiempo en la producción, decían que había que andar más rápido, también llegaron a usar e látigo. Decían que esto había ocurrido en los principios de la iniciación, en los primeros años, el asunto del látigo y decían que en los otros ingenios les pagaban con vales o si no les daban una libreta para que recojan la mercadería, y en San José $3 o $4 por día y 1 kg. de carne y sal. Y además los patrones controlaban toda la población por que ellos ponían a los comisarios y juez. En la fábrica se trabajaba 16 horas y en el cerco3 el trabajo es más duro o más sacrificado.
¿Por qué? Porque los obreros tenían que levantarse más temprano para ir al surco a las dos o tres de la mañana.
Para poder alivianar sus tareas o para ganar más algunos compañeros llevaban a casi toda su familia; en la casa quedaba su compañera a cocinar o si no una hija. Les aclaro que regresaban cuando el sol se perdía y algunos compañeros se preparaban la comida por la noche y de esa manera iban todos a trabajar.
En el surco se trabajaba por tanto. También hay el compañero que acarrea la Caña al canchón, ahí la pesa y recién sabe cuánto gana el pelador y por supuesto lo el carrero. Cuando me refiero a este compañero quiero contarles que él se sacrifica más, porque él además de mantener a su familia, tiene que mantener el carro en buenas condiciones para trabajar y además los animales que son cinco y algunos de repuesto y los arneses, darles de comer.
Ya se deben imaginar lo que es cuando llueve lidiar con los animales y buscar el forraje. El carrero es más esclavizado.
La gente decía que al patrón no se le podía reclamar nada, menos protestarle en el trabajo, porque si no, él se enojaba y los despedía sin pagarles ni cinco centavos y le ordenaba al mayordomo o capataz que hagan atar un carro y le diga que desocupe la casa o el rancho a donde vivía y lo llevaba al río Salí. En esta parte van la mayoría de la gente que no tiene dónde parar un rancho, que le llaman la villa de emergencia y está llena de rancheríos.
Recordaban que cuando al hijo del patrón se le antojaba ir a jugar a la casa de algún obrero podía matar una gallina de un hondazo y lo tenían que dejar, para que no le parezca mal al patrón, no vaya a ser cosa que el patrón se enoje. También estaba el otro problema, que cuando el obrero necesitaba un anticipo o una chapa porque el rancho se le llovía o que le arregle la casa, el mayordomo le hacía propuesta a la mujer del obrero o a la hija para que se entregue a él, y si reclamaban algo lo amenazaba con botarlo, o suspenderle al obrero.
También recordaban que muchos años atrás les decían que ellos (los patrones) tenían un poder muy grande, un contrato con el Familiar que era hijo M Diablo, lo que pasaba era que cuando un obrero quería organizar algo con el conjunto, con los demás compañeros para protestar por las injusticias que hacían a los demás compañeros también, decían que la patronal lo hacía citar a una hora determinada de la noche y los patrones agarraban, lo mataban y después la respuesta que daban a la gente, le decían que el Familiar lo había llevado porque había protestado y le faltó el respeto al patrón. De esta manera conseguían que la gente no se organizara y que tenga un pánico espantoso.
Compañeros. les aclaro que la gente todavía es creyente en esta cosa, en el asunto de brujos y de demonios, en la zona montañosa, en los cerros de Tafi del Valle. Toda esta gente viene a trabajar en la zafra y la gente de antes era paternalista con el patrón ; cuando lo veían al patrón se sacaban el sombrero y le pedían la bendición. A veces ellos, es decir, los patrones, les mostraban una sonrisa y se quedaba contento el obrero. Compañeros, todo esto les debe dar una idea que no era fácil organizar a los compañeros.
También recordaban que cuando había elecciones, en los primeros años, les decían por quién tenían que votar. Si no le hacían caso los despedían del trabajo. Recordaban que una vez fue gobernador el dueño del ingenio San José. es decir el gobernador de la provincia de Tucumán y después cuando volvía a haber elecciones decían que les daban $4, un par de alpargatas y les preparaban una churrasqueada y por supuesto iba el patrón y la gente decía que lo hacía vivir al patrón. Todo esto decían, más o menos duró hasta 1925, algunos decían 1930. Después recordaban que organizaron una huelga grande que duró 40 días, todos los gremios azucareros, y la central se llamaba FO En las primeras reuniones las hacían debajo de los árboles o en la casa de algún compañero; también decían que en la mayoría de los sindicatos los dirigente serán comunistas, anarquistas y socialistas eran muy buenos dirigentes; en ese tiempo eran como mil afiliados. Decían una vez que hubo un dirigente que dijo un discurso de una hora más o menos y explicó el problema de todo lo que le correspondía a los trabajadores, inclusive el asunto del Familiar, que era macana todo eso, era puro cuento de los patrones. La patronal se entero y ¿qué hicieron?, le pagaron hasta el boleto y todo con tal que se vaya; ellos decían que era un tipo muy atrevido y peligroso.
También decían que cuando un compañero quería que sus hijos aprendan a leer, los patrones trataban de desmoralizarlos, que no pierdan el tiempo, cómo lo iban a estar manteniendo, que lo lleven a trabajar con ellos al cerco; le decían los patrones: ¿acaso vos no te has criado trabajando? El día de mañana se cría y se te lo manda a mudar a Buenos Aires. ¿Qué remedias? Algunos les contestaban que ya que ellos no habían tenido esa suerte de aprender a leer que la tengan sus hijos para que el día de mañana sepan defenderse. Esto no le gustaba a los patrones. Una vez hubo un serio problema con un hijo de un empleado. Este empleado fue el que organizó el sindicato: se llamaba Rosario Aparicio. El hijo de este hombre tuvo el problema también de la discusión con respecto al estudio; le dijo el patrón si por qué no iba a trabajar en el cerco y que se dejara de macanear con el estudio. Un rato más se agarraron fiero, cuando se iban acercando decía la gente que no faltó el alcahuete que se metiera.
Antes había más o menos 36 ingenios, después cerraron 6 ingenios y quedaron 29. Cuando cerraron estos ingenios tuvo que intervenir la policía y el ejército y hubo muertos. La gente se oponía al cierre. Eso fue antes del año 1942. En 1944 hubo una huelga grande general de los azucareros que duró 45 días. Entonces los sindicatos no tenían personería gremial, cada pago los compañeros iban al sindicato a pagar la cuota sindical. Cuando fue la Huelga Grande el Sindicato tenía fondos y les dio a los compañeros para que pudieran mantenerse porque era fulero el asunto; algunos compañeros no tenían ni para mate cocido, pero se triunfó, se consiguió el aguinaldo, vacaciones y muchas conquistas sociales. Después botaron mucha gente, a los mejores combatientes.
Bueno, yo he entrado en 1954, la cosa marchaba más o menos, en la época del peronismo hubo unos años que a la patronal le dieron una compensación a todos los ingenios y la gente criticaba que estaba mal y que al obrero que se rompía el alma trabajando no se le dio nada. Como será la guita que le dio a los patrones que dieron una bonificación de una quincena a los obreros. Después hubo una Huelga Grande donde se ganó un aumento del 40% y las cosas marcharon regularmente bien. Después de un tiempo pusieron de administrador al hijo del patrón, se llama José Frías Silva. Se iba tecnificando la fábrica y el cerco (es decir el campo) también; había despidos masivos. No había resistencia porque pagaban la indemnización como correspondía y la gente se iba a Buenos Aires; era o se decía que era la época de la abundancia. Después, a mediados de 1959 empezaron los grandes problemas; atraso de pagos y se cerró el ingenio Santa Ana. Respecto a este cierre hubo grandes manifestaciones y marchas en las que también iban los cañeros chicos (esta gente vendría a ser los campesinos que tienen de 100 surcos de caña hasta 6000). Toda esta gente fue hasta la Plaza Independencia y la tomaron por casi una semana; fueron en carros tirados por mulas 0 de a pie, algunos a caballo y otros en tractores. En los demás Sindicatos hicimos una colecta de un jornal por cada compañero.
Bueno, ahora trataré de explicar el problema sindical con respecto a San José. En el año 1961 se atrasan los pagos en general en todos los ingenios. A nosotros nos debían dos meses. Después de hacer todos los trámites legales se resuelve tomar la fábrica. Les aclaro que el nuevo administrador era audaz y quiso hacerse el malo; entonces se lo toma de rehén después de tomar la fábrica; le explicaron los compañeros que se terminaron las épocas del Familiar y que estábamos dispuestos a todo si no pagaban. Les aclaro que era la primera vez que en Tucumán se tomaba la fábrica con rehenes y San José salió al otro día en el diario con letras grandes.
Les contaré lo que hacíamos: en el escritorio estaban todos los empleados; a ellos siempre la patronal los trataba bien, es decir les daba premios todos los años; además ellos eran muy alcahuetes, los marcaban a los activistas y los hacían echar y suspender. Todo esto les hacíamos recordar cuando se tomó la fábrica. También les daban café con leche, dulce y galletitas y tenían sus autos que la patronal les hacía dar en créditos. Cuando los teníamos de rehenes y llegó la hora de que les sirvan el café lo agarramos nosotros y lo repartimos a los hijos de los compañeros (a la fábrica fue casi toda la población de San José).
En ese año estaban unos dirigentes muy combativos que eran Arnoldo Aparicio y Raúl Zelarrayán. Aparicio era del Ingenio Fronterita y Zelarrayán de Santa Lucía. Estos dirigentes eran la dirección de FOTIA. El conflicto lo ganamos, la patronal reconoce los días de huelga y paga los dos meses de sueldo y vacaciones y que no se tome represalias con ningún compañero, es decir por esto se firma un acta en la Secretaría de Trabajo. También intervino el gobierno. En la directiva del Sindicato estaba de Secretario General Antonio Pajón, Sánchez, Lazarte y Lazarte (estos son dos hermanos), Leandro Fote (era delegado suplente), Sebastián Delgado, Palacios. Pasa un tiempo y llega la próxima zafra. Se llega a un acuerdo de todos los Sindicatos Azucareros para hacer una Huelga General. Entonces nos presentamos en el sindicato para ver que se había resuelto en el plenario de la FOTIA y no va ningún dirigente (compañeros, les trataré de explicar que es el plenario, es adonde se reúnen todos los Secretarios Generales de los Sindicatos y los delegados que son elegidos al Congreso). Volviendo al tema, entonces vamos al trabajo y encontramos a Sánchez, que nos dice que se quedó dormido en el plenario y que no sabía qué se resolvió, que Pajón dio parte de enfermo porque lo operaron de hernia. Sánchez y Lazarte nos dan ese informe y nosotros les decimos que se vendieron y los echarnos a la mierda. Quedamos cuarenta compañeros sin trabajo por hacer huelga. Los que se vendieron la explicación que nos daban es que en realidad era una política de la FOTIA y que no había que hacer huelga. Pero a nosotros nos llegó el telegrama de despido; Leandro Fote fue a la cárcel seis meses preso, en la cárcel de Villa Urquiza junto con Santill (era el médico de la asistencial).
Nosotros después de largo trámite nos reincorporaron de nuevo al trabajo les aclaro que hemos recibido mucha solidaridad de los otros ingenios; paraban una hora por turno. Los patrones de estos ingenios se quejaban, cómo puede ser que ellos no tengan problemas con los obreros y que les hagan esto; fueron a la Casa de Gobierno a quejarse y entonces le hablaron a Frías Silva. Así nos reincorporaron al trabajo.
Los dirigentes del Sindicato habían recibido dinero y traicionaron el Paro General. Leandro Fote estaba detenido junto con Santilli; según se decía que los dos hermanos Lazarte lo entregaron por actividad comunista y salió en el diario La Gaceta. Les informaré que Santilli andaba haciendo trabajo político en San José y Santa Lucía.
Después nosotros no teníamos confianza en ningún dirigente, la patronal había avanzado bastante a principios de 1%3 y nos atrasaba los pagos. Nosotros empezamos a organizamos y nos reuníamos en las cañas. La patronal hace una maniobra, nos hace el trato de vendernos las casas a la mayoría de los compañeros que éramos estables y pone un supermercado, para que saquemos la mercadería; mucha gente sacó y cuando llegaba el día de pago les descontaban codo con la mercadería y la cuota de la casa. Se imaginan, compañeros. cómo se iba complicando cada vez más la cosa, la intención de la patronal era que nos atrasemos en las cuotas de la venta de la casa, se juntaba con el martillero, un tal Blanco, y le decía que mande un plazo si no paga para quitarle la casa. Nosotros mientras canto tratando de organizar el Sindicato íbamos a FOTIA a comunicarle lo que estábamos haciendo; ellos nos apoyaban, estaban Arnoido Aparicio y Zeyarrán. En FOTIA también había problemas, estaba la tendencia Faciano que representaba a algunos sindicatos del surco, mientras el Sindicato San José se declara autónomo, Sindicato Libre, y eran apoyados por la tendencia Faciano; de hecho era un sindicato amarillo.
Se acercaba la próxima zafra de 1964. A todos nosotros nos llegaron telegramas de despido, es decir que nos iban a despedir a fin de del año. Llegó la gente de Tafi del Valle, que son los compañeros transitorios, que le decimos temporarios; empezamos a charlar con ellos y no estaban de acuerdo con el Sindicato Libre. Una vez intentamos de noche recuperar el Sindicato; ya había empezado la zafra entonces se paró la fábrica. Va Frías Silva con un tal Gramajo que era cuñado de él retirado del ejército, Rugeres y otros más; nosotros estábamos en el Sindicato, íbamos a ir a la fábrica, que ya estaba parada, cuando llegaron al Sindicato estos tipos con armas, Gramajo, Rugeres, Gris, Terán Posse, todos estos tipos eran los nuevos administradores, fueron con metralletas y pistolas 45, además fueron con la policía; eran más o menos las doce y estábamos doscientos compañeros, el resto de los compañeros se encontraban en la fábrica, entonces ellos los corrieron a todos los compañeros y ametrallaron el Sindicato, a algunos compañeros los patrones les pegaron patadas, trompadas y azotes, y al otro día pusieron guardia del ejército y la policía. Entraron cualquier cantidad de gente que era rompehuelga y nosotros les decíamos que vayan a trabajar tranquilos; y ellos nos decían: "Sí, pero cuando ustedes agarren el Sindicato nos van a hacer correr". Y les volvimos a explicar que no, al contrario, los íbamos a afiliar al Sindicato nuestro: nos costó mucho explicarle a estos compañeros, les dijimos que ellos también necesitaban trabajar, quedamos en acuerdo con todos estos compañeros que eran rompehuelgas que no se preocuparan, después de todo lo que pasó en el Sindicato.
En la fábrica se trabajaba por turnos, hay tres turnos en tiempos de zafra, y para romper el movimiento nuestro ellos le pagaron a la gente. Pero después seguían los problemas, había suspensiones injustas, más después atraso de pago. Cuando algún compañero le reclamaba a Frías Silva éste le decía: 'Taya que lo defiendan los de la FOTIA" y el Sindicato no decía nada. Después la patronal lo suspende a Lazarte, el que lo había entregado a Leandro Fote. Nosotros nos pusimos en contacto con Leandro Fote, por supuesto él nos explica el problema y mejor dicho empieza a guiarnos, porque tenía más experiencia sindical; hicimos varias reuniones casi todas las noches y una vez sacamos un comunicado en el diario de lo que ocurría y a la gente le gustó; íbamos a la FOTIA, nos prestaban el mimeógrafo y sacábamos volantes; nos pusimos un nombre: Comisión Pro Defensa Sindical de San José, por la recuperación M Sindicato. Les aclaro que Leandro Fote estaba botado del Ingenio.
Lazarte era el dirigente que había entregado a Fote, además que en 1962 cuando estaba en el Sindicato nos entregó a todos y había recibido mucho dinero de la patronal; se compró un camión. Pero cuando la patronal lo suspende nos.busca a nosotros y hacemos una reunión grande en la casa de él. Como la patronal lo quería botar también nosotros aprovechamos la oportunidad.
Después de terminada esa reunión nos apartamos con Leandro y yo le pregunto si era verdad que era comunista; se sorprendió, titubeó un poco y me dijo que no. ¿Y como la gente dice que vos sos comunista? Y entonces le agregué si porque lo habían metido preso, y le dije, bueno, quedate tranquilo ya veo que me tenés desconfianza; no tengas miedo, presentame esa gente y que me explique la política y el sindicalismo porque yo no sé ni mierda, hermano. Después me dice: Sí, te voy a presentar.
Cuando ya teníamos todo planeado vamos- al cerco, gente y Leandro empieza a explicar, la gente decía que estaba de acuerdo y le decía: Compañero Fote, usted que sabe más que los compañeros que lo acompañan, son nuevos, tiene que enseñarle a ellos. Y nos piden que hablemos: yo decía entre mí, ¿quién me manda meterme en lo que no sé? y ahí nomás le digo a los compañeros, bueno aquí va a hablar el compañero Juan Carlos Díaz, mientras yo pensaba qué le decía a los compañeros. Termina de hablar Díaz Y me toca hablar a mí. Ya se deben imaginar lo que me esperaba. Y les dijimos que estábamos dispuestos a todo, que había que recuperar el Sindicato para hacernos respetar. Leandro vuelve a hablar y les dice: ¡Tengan confianza en todos los compañeros!
También había un compañero Marnaní que es de la zona de Taffi del Valle de donde son la gente transitoria, claro, Fote era el principal dirigente.
Era día lunes 28 de julio y el martes a las dos de la tarde el Ingenio trabajaba. Había guardia, la policía y como veinte M ejército. Los del sindicato amarillo tenían armas que les proveía la patronal. Nos juntamos más o menos mil quinientos compañeros, avanzarnos al Ingenio y nos sigue casi toda la población, nos enfrentamos con la policía y los soldados. Fue una marcha grande, más o menos unas dos mil quinientas personas del pueblo, muchas mujeres, chicos y viejos y no se animaron a tirar la policía ni los del ejército. Les aclaro que la gente llevaba piedras y palos, machetes y cuchillos de pelar caña, cuchillos que se les llama del 14. Tomamos la fábrica, la patronal al principio nos apunta y al ver que toda la gente avanzaba y que los soldados y la policía no querían tirar, también se cagaron de miedo, subieron a los autos y se fueron los patrones, fueron a la Casa de Gobierno a decir que manden más refuerzos. Bueno, todos estábamos en la fábrica y como a las 5 horas era tan grande el despelote que parecía una toma de Estado. Todos estábamos adentro de la fábrica, después vino el gobernador de la provincia de Tucumán a hacer de mediador y también Dip, de la Democracia Cristiana, que era diputado provincial.
Les aclaro que trabajamos mucho con la gente para recuperar el Sindicato, hacíamos mucha propaganda, volantes; todo esto íbamos a prepararlo con Leandro Fote, la gente lo reconocía como un dirigente sindical y le tenía mucho respeto también políticamente, más sabiendo que estuvo preso con Santilli; la gente decía que Santilli era castrista, que estaba de acuerdo con Cuba, que esa gente le enseñó bastante y que se defendían bien. Además los comunistas son inteligentes y les enseñan bien.
Después reconquistamos el Sindicato. Cuando vamos a conciliación con la patronal en la Casa de Gobierno, estaba presente el gobernador y nos plantea que no nos iba a atender porque no teníamos la personería gremial, que la tenía el otro Sindicato Libre. Entonces le contestamos que si no nos reconocen que ellos, el Sindicato libre y los patrones, vayan a levantar el paro. Nos levantamos y nos fuimos a comunicarle a la gente lo que pretendían. Esto les hacía ver lo que ocurría y al otro día le pegaron a la gente para tratar de que no nos apoyen. Lo que hizo la gente nos esperó más o menos hasta las 8 de la mañana y nos preguntaron si podían cobrar, (les debían el aguinaldo y dos meses de sueldo). Les contestamos que sí pero que no levanten el paro. Entonces nos citan de la Secretaría de Trabajo y el gobernador también nos llama. Vamos y nos dicen que levantemos el paro, que él se comprometía a arreglar con Frías Silva. Entonces nosotros le decimos que estamos de acuerdo, pero que no se tome ninguna represalia porque había telegramas de despido y que nos reconozca como Comisión del Sindicato y también que nosotros pertenecemos a FOTIA. Ganamos esta batalla, y la gente hizo una churrasqueada por el triunfo. Después de vuelta al trabajo teníamos que elegir la Comisión, llamar a la elección.
Se llamó a una asamblea general, fueron muchos compañeros y había dos tendencias en la comisión, una de la FOTIA y Lazarte la otra que nosotros le decíamos los fuleros, quiere decir los amarillos; entonces hacemos un frente, cinco de ellos y seis nuestros.
Después de todo esto recién Leandro, me presenta esta gente que se llama Ernesto González, porteño; era un día domingo, empezamos la charla y le planteo que si era verdad que eran comunistas. No me contestaba y me cambia la conversación; le digo que se deje de macanear y que me explique qué es la política, si porque lo habían corrido a Perón. Le dije que la gente vivía mejor en la época de Perón y que yo era peronista y me desilusioné porque Perón no venía a defendernos. Entonces aprovechó la bolada y me empezó a explicar.
Bueno, después de un tiempo empiezan de nuevo los conflictos. Se hace una reunión para que el Sindicato haga gestiones para conseguir préstamos para que pueda seguir funcionando el Ingenio. Se llama a una Asamblea General. Les aclaro que era para hacer trámites para conseguir créditos para la próxima zafra y es elegido Leandro Fote. Se aprovecha y se hace una reunión y les informa a los de Buenos Aires.
(Aquí se interrumpe el manuscrito. Falta la página 5 y se continúa en la página 6.)
... su colaboración también como asesor. Fuera de todos los reclamos también teníamos un problema, que no teníamos ni en qué sentarnos en el Sindicato.
Teníamos que pedir sillas a los compañeros que vivían cerca del Sindicato. Todos estos problemas fueron planteados en una Asamblea; la cotización no era suficiente, entonces se planteó que cuando toque un pago de feriado, que se paga doble, que se lo cotice. Estuvieron de acuerdo pero también nos hacían recomendaciones que ellos estaban de acuerdo, pero que se los atienda como es debido, entonces nosotros explicamos que no había ningún problema en la atención en el Sindicato, que para eso vamos a tener asamblea todos los meses y si había necesidad cuando ellos lo dispusieran se iba a hacer asamblea y cuando un compañero ande mal son ustedes quienes tienen que sacarlo; además está bien que siempre tengan desconfianza. También se les va a hacer copia del convenio. *
Además teníamos que elegir delegados seccionales por reparticiones de la fábrica y cerco y establecimos que cada compañero delegado mostrara el convenio a todos los compañeros, que sepan bien lo que les corresponde, cosa que no se hizo por mucho tiempo, es decir anteriormente. Les aclaro que esto no lo hace casi ningún Sindicato por que no les conviene a los dirigentes, o son muy raros los que lo hacen. Después de un tiempo nosotros compramos en el local todo lo que hacía falta. En el local había una pieza grande, nosotros compramos 12 máquinas de escribir, mesas, sillas y la transformamos en una escuela adonde iban los hijos de los compañeros; ellos decían que los beneficiaba mucho porqué de esa manera se evitaban de pagarles una academia que les salía mucho en el mes; además tenían que pagar un viático mensual por el pasaje del ómnibus todos estos gastos se les evitaban también. Compramos una camioneta, se decía para uso gremial y urgencia en los casos de apuro de cualquier compañero. La escuela cumplía la función gremial y política. Había compañeros estudiantes que en el tiempo de las vacaciones en la Universidad daban clase mañana y tarde. También causaba curiosidad en algunos compañeros la voluntad que tenían- Hasta se hacían amigos de los chicos.
Casi todos los invitaban a las fiestas que hacían en algunas casas. Pero siempre nos consultaban a nosotros; era importante porque nosotros les explicábamos las costumbres de la gente y también nos colábamos nosotros y Santucho y se aprovechaba para charlar con la gente. Santucho a veces iba con su compañera y sus hijas. También quiero contarles que Fote no trabajaba porque antes lo despidieron. Se le daba un viático que fue discutido en Asamblea. Pero después los delegados plantearon en la Asamblea de pedirle trabajo. Estaba el otro problema, que la patronal quería botar a los compañeros. que entraron cuando era la Huelga General (los rompehuelga), en esa época cuando a nosotros nos mandaron el telegrama de despido; entonces nosotros rechazamos que los compañeros sean despedidos; ellos aducían que tenían personal de más y les contestamos que si ellos les habían dado trabajo era porque los necesitaban y de ninguna manera vamos a permitir que se los despida. La patronal se jugaba una fija que no los iba a apoyar nadie.
Les aclaro que había contra que pertenecía a los M Sindicato amarillo; además los empujaban que nosotros no los íbamos a de defender. Después de la discusión con la patronal llamamos a asamblea. Les aclaro que había un poco de resentimiento, pero fueron muy buenas las discusiones porque algunos compañeros nos planteaban que no estaban de acuerdo en defenderlos porque ellos traicionaron la huelga y que algunos compañeros casi quedamos en la calle; también nos dijeron que somos unos comunistas. Todo esto era de la contra que teníamos en el Sindicato, que eran los de Lazarte, pero nosotros estábamos seguros que en la Asamblea íbamos a ganar con la posición de defender a los compañeros; también que le íbamos a conseguir trabajo para Fote.
Fue lindo el asunto, se explicó políticamente el problema sin salir del marco sindicalista, la cosa es que después de tres horas más o menos se ganó la batalla. Toda la explicación fue simple; que una parte de los que habían entrado a trabajar eran hijos de los compañeros, también algunos de la ciudad, con respecto a los que nos dijeron que somos comunistas les preguntamos si ellos querían alguna vez tener todas las comodidades, trabajar, que se los respete como hombres, que se les pague al día y que puedan mandar a sus hijos a las escuelas o a la Universidad como mandan a sus hijos los patrones, y les preguntamos si que eran ellos: algunos decían peronistas, otros radicales, les preguntamos si ellos estaban de acuerdo con lo que les dijimos y nos contestaron que sí.
Entonces aprovechamos y les dijimos: si piensan así también es que son comunistas. Alguna gente nos dice que si somos comunistas no les interesaba, que digan lo que quieran pero peor es ser vende obrero y alcahuete o policía; nosotros dijimos que preferíamos que nos digan comunistas pero menos capitalistas chupasangre.
Defendimos a todos los compañeros y conseguimos trabajo para Fote. Fue un triunfo, ustedes se deben imaginar sabiendo de que Fote fue despedido hacía más o menos cuatro años. En esta asamblea estaba 'S' se puso contento. También les aclaro que hicimos cambiar al administrador de la fábrica.
Hacíamos reunión de equipo6 en la casa de algunos compañeros que nos prestaban la casa, se vendía el periódico Norte Revolucionario, cerca de cien, periódicos; caía bien en la gente porque salían todos los problemas de la zona y a nivel nacional, los informes del sindicalismo y la política. Después en FOTIA había renunciado Aparicio, este hombre era muy honesto, el más combativo dirigente del Sindicato Fronterita. Estaban Atilio Santillán y Ricardo Costilla y la FOTIA dejó de combatir una dirección burocrática. Pero sin embargo nos prestaban el mimeógrafo. Nos habían prestado la llave de FOTIA. Una vez por un error de un compañero que militaba en estudiantil quedó un volante que decía de todo contra ellos, que eran unos inútiles. Después nosotros en reunión de equipo criticamos al compañero porque se olvidó un volante en la pieza que estaba el mimeógrafo, de esa manera descubren quiénes hacían los volantes.
Había muchos problemas en los otros ingenios, los de FOTIA no se movían, nosotros cursamos una nota a la directiva diciendo que era importante llamar un plenario para discutir el problema; también cursamos otra a los diarios para que ellos no hagan maniobra. Entonces llaman al Plenario. Nosotros dos semanas antes recorrimos algunos Sindicatos para que nos apoyen en nuestra posición porque íbamos a presentar un Plan de Lucha; también les dijimos que cursen notas como hicimos nosotros; nos apoyaron como diez Sindicatos.
Compañeros, esta era una forma como hacíamos el trabajo en lo político, por supuesto se discutía en el equipo. Después llamamos en San José a una reunión de Comisión y Delegados Seccionales, también nosotros recorrimos todas las secciones de la fábrica y el cerco, para informarnos mejor cómo pensaban nuestros compañeros así nosotros podíamos estar seguros de lo que pasaba en cada sección, esto- es muy importante. La FOTIA llama al plenario. Ellos empezaron a plantear el problema del volante, como para cuestionar nos, como primer punto; hablaron alrededor de media hora y que el volante decía que (el Partido) dirigía el Sindicato San José para presentar el Plan de Lucha. Pedimos la palabra y planteamos que nosotros no veníamos a discutir el problema del volante. Les aclaro que lo habían leído todos los delegados, nosotros lo que queríamos es discutir qué hacemos con el problema que tienen los compañeros con respecto a los atrasos de pago, qué medida íbamos a tomar y que teníamos que resolver ese problema, que no interesaba lo que diga el volante. Después piden la palabra los demás dirigentes y apoyan el Plan de Lucha. Después habla Santillán y dice que. está de acuerdo, hace un planteo de ultraizquierda, de que en cada pueblo se tome comisaría y juzgado, para no quedar desubicado. Nosotros volvimos, hicimos reunión de equipo, después reunión de Comisión Directiva y Delegados para informar lo que salió en el plenario, después Asamblea General. También empezamos a preparamos con molotov, hondas de recorte de hierro, esos eran los proyectiles; en todos estos preparativos participaba "S", venían los hijos de los compañeros, les repartíamos hondas a cada chico.
Se hace un Paro General decretado por FOTIA. Salió el Plan de Lucha que había hecho moción San José. Fueron pocos los Sindicatos que se movieron; nosotros organizamos el. paro en San José. Andaban los ómnibus (transporte urbano y suburbano); juntamos como diez compañeros y salimos en la camioneta, todos llevábamos hondas y quería venir "S" y no lo dejaron porque 61 si caía preso no lo iban a largar y era una lástima que llegue a caer.
Más antes, cuando hubo elecciones, fueron Vandor y Alonso a FOTIA, ellos decían que ya tenían candidatos para llevar a las elecciones. De inmediato el sindicato San José propone que se llame a un Plenario, que se discuta, y llamar a todos los sectores populares, todavía estaba Aparicio, él hace uso de la palabra, dice que estaba de acuerdo y que cada Sindicato tenía que elegir su candidato, que la FOTIA tenía que llevar sus representantes a las cámaras tanto nacional como provincial. De esta manera salió diputado Leandro Fote porque se creía que él tenía más condiciones en San José. Les aclaro que no de arriba, se hizo Asamblea y los compañeros dijeron que tenía que ir para que así nos pueda defender mejor. Les aclaro que el Partido hizo una propaganda buena, se le puso Acción Provinciana, así se llamaba el partido que se formó en FOTIA y se ganó las elecciones. Así, en Tucumán tuvimos diputados obreros, eran 8.
Después la patronal y algunos burócratas de FOTIA no querían recibirlo a Fote como sindicalista porque era Diputado. Nosotros le contestamos que no lo eligieron ustedes que son patrones, lo eligió la gente por eso tiene que seguir en el Sindicato.. Les hemos dicho: ¿Acaso ustedes no tienen partido? Nosotros también queremos tener quién nos defienda. Después hemos tenido varios problemas, aprovechamos que teníamos los Diputados para presentar un proyecto de expropiación de las fábricas.
Desde que nosotros estábamos en el Sindicato se tomó 16 veces la fábrica, en todo esto andaba Santucho, la gente lo apreciaba mucho, y decía que no interesaba como pensaba él, si era comunista pero venía a luchar por nosotros. Ya se deben imaginar cómo nos poníamos contentos. Fue así que lo hicieron hablar en asamblea varias veces. Les aclaro que cuando había muchos paros la gente le decía que sería lindo dejar un jornal todos los meses para comprar armas porque con hondas ya no hacíamos nada. Nosotros hemos participado en todas las movilizaciones callejeras, también cuando mataron a Hilda Guerrero de Molina... (aquí finaliza el manuscrito).