Los últimos años han sido difíciles para el pueblo colombiano, nos hemos visto sometidos a miseria, hambre, guerra y explotación, como consecuencia de un modelo de país, que cada vez mas acumula riquezas para unos pocos, mientras millones de colombianos seguimos debatiéndonos entre la pobreza de este sistema. Día a día cierran hospitales mientras las EPS deshumanizan la atención a los enfermos poniendo un precio a cada necesitado y mercantilizando la vida de acuerdo sus intereses económicos, privatizan las empresas de servicios públicos mientras las tarifas aumentan indiscriminadamente, aumenta el presupuesto para la guerra, mientras los recursos de la educación, la vivienda y el bienestar del pueblo cada vez son mas reducidos. Los índices de desempleo y subocupación se han elevado en mas de 5 puntos en los últimos dos años, el costo de vida de en ciudades como las nuestras se incrementa a diario. La seguridad "democrática" de la que tanto se vanagloria el paramilitar gobierno de Uribe no le ha alcanzado para derrotarnos como ejército del pueblo, ni mucho menos para reducir los inmensos focos de delincuencia y narcotráfico que inundan nuestra sociedad. La seguridad democrática no pasa de ser una idea fascista alimentada por los medios masivos, que al servicio del estado manipulan la opinión publica con caras bonitas y palabras radicales, parcializando cualquier noticia a favor del gobierno, a través de cortinas de humo para cada atrocidad institucional, encubriendo la miseria por medio de alimentar odios contra la insurgencia ó cualquier voz de oposición del actual estado, y alejándonos cada vez mas de una salida política al conflicto social y armado que desangra nuestro país. La seguridad democrática nos a generado un lamentable recrudecimiento del conflicto armado, donde mueren a diario guerrilleros, soldados y población no armada, por la intransigencia de un Estado que solo busca sostenerse en el poder para gobernarle a los grandes grupos económicos y las familias tradicionales de cada región que siguen alimentando sus arcas, mientras el pueblo, sufre y muere a diario en medio de la pobreza de nuestro país.
El actual gobierno y los medios masivos, nos responsabilizan a diario de todos los problemas del país, de todos los crímenes y atrocidades que su sequito de militares ejecutan para cubrir los delitos de las oscuras mafias paramilitares que son las que realmente detentan el poder, nos responsabilizan de cubrirnos el rostro para intimidar la sociedad. Nuestra guerrilla siempre se ha caracterizado por asumir la responsabilidad en cada uno de los actos que ejecutamos en todo el territorio nacional, no nos ha dolido aceptar nuestros errores y aciertos político-militares; si de algo nos responsabilizamos hoy, es de enfrentar al criminal e ilegitimo gobierno de Uribe que a través de los medios masivos y la represión paramilitar encubren su imagen de dictador perpetuándolo en el poder, nos responsabilizamos de defender a los campesinos de los terratenientes que mediante la fuerza del estado paramilitar los despojan de sus tierras, si nos responsabilizamos es de luchar con cuerpo y alma en las universidades, colegios y barrios, contra la fuerza publica que pretende acallar la voz de protesta de los jóvenes por una patria justa, si de algo se nos puede acusar es de luchar por un nuevo país, una Colombia grande y digna como la soñó el libertador, y no como lo que es hoy, el lugar más violento y uno de los mas pobres de Latinoamérica.
La lucha armada que emprendimos hace mas de cuarenta y cuatro años y que seguimos sosteniendo hoy, es producto de muchos años de persecución contra el movimiento social, de miles de muertos y desaparecidos que han desangrado a generaciones de colombianos, de una historia plagada de héroes anónimos que en su cotidianidad han caído por las balas gubernamentales cuando defendían sus derechos y se atrevían a cuestionar la explotación del actual sistema. De allí surgen las razones que nos obligaron a empuñar las armas y taparnos el rostro para defender lo que nos pertenece y conseguir la tan anhelada paz, en medio de la libertad de nuestra patria.
Entonces que ahora no se sorprenda la oligarquía y los poderosos de este país, que creían que con sus amigos parapoliticos y todo su grupo de mafiosos podían extinguir y aniquilar la esperanza de un movimiento social y popular que busque una Colombia soberana y democrática. Porque ha pasado todo lo contrario, ahora que los poderosos pretenden acallar cualquier disidencia; nuestra resistencia armada se organiza mas sólidamente y sus discursos proféticos a cerca de nuestro fin, se les derrumban al ver atónitos como los guerreros del pueblo atacan las guarniciones militares, sabotean las multinacionales que saquean al país y atacamos con todo el peso de nuestra fuerza a los sicarios y paramilitares que se enquistaron en el palacio de Nariño por medio del clientelismo como lo atestigua los recientes escándalos.
Las FARC-EP seguimos con nuestra voluntad de paz, si es una paz emanada de una constituyente nacional que ponga sobre la discusión la necesidad de generar educación y salud gratuitas, que las empresas de servicios públicos regresen a manos del estado, que exista una reforma al congreso y solo puedan llegar aquellos partidos y movimientos que no tienen vínculos con paramilitares, que se reduzca el presupuesto militar y la doctrina castrense tenga como fundamento el bolivarianismo, que se den garantías de retorno a los desplazados y se realice una verdadera reforma agraria de acuerdo a lo que exigen la organizaciones indígenas y campesinas, que se reconozca el derecho a las victimas a saber toda la verdad incluida el vinculo que tiene el presidente con los paramilitares, que se castigue severamente a todos los parapoliticos, que se resuelva el problema del desempleo y se vuelvan a implantar las garantías salariales y laborales que exigen los trabajadores, Que desaparezcan criminales mediáticos como R.C.N y caracol, y que los medios de comunicación estén en manos de periodistas íntegros que no oculten la verdad y manipulen la información para imponer ideológicamente el proyecto fascista del actual gobierno. En síntesis que pensemos en las verdaderas necesidades del pueblo, como erradicar la pobreza, la miseria y la delincuencia común, que es el verdadero flagelo de la seguridad en Colombia.
Consideramos de vital importancia resolver los problemas locales y regionales, para ello el partido comunista clandestino de Colombia, alza sus banderas para solucionar la crisis de nuestra región, consideramos que el sector agrario e industrial, deben implementar una economía justa e incluyente para ser la principal fuente de desarrollo en el eje cafetero, las comunas deben ser el centro de la política social, las condiciones de vida de los que viven en las sectores mas excluidos y pobres debe ser el principal propósito de cualquier administración, debemos fortalecer y proyectar las universidades publicas como verdaderos centros de desarrollo académico científico y critico. Ya llego la hora de generar verdaderas mega-obras para el mejoramiento de los barrios y veredas, no para armar hermosas estructuras de cemento que solo puedan disfrutar las clases pudientes en la ciudad, Estamos en contra del transporte masivo privado que esta perjudicando la movilidad en nuestras ciudades y además se transforma en un negocio monopólico para las familias mas poderosas de la región, el narcotráfico debe ser erradicado de pero desde sus verdaderas raíces, desde la complicidad que existe del estado con los grupos paramilitares y la pobreza que genera el caldo de cultivo apropiado para las redes de la mafia.
El grave problema de seguridad de la ciudades del eje cafetero corresponde a la penetración del paramilitarismo y la complicidad del gobierno local con estas mafias, que sepan todos estos narco-paramilitares que las FARC-EP están presentes y erradicaremos por todos los medios posibles sus injusticias en los barrios y veredas, no quedara piedra sobre piedra de estas estructuras criminales que están matando a los jóvenes y cometen toda clase de vejámenes para controlar el ruin negocio de la droga.
Son muchas cosas las que nosotros como FARC-EP queremos decirle al pueblo, son muchas razones las que nos motivan y que nos gustaría que se conocieran y retumbarán por todo el territorio nacional; sin embargo la clandestinidad de nuestra fuerza y la extrema manipulación de los medios de comunicación nos han impedido pronunciarnos ante innumerables, hechos y circunstancias que marcan la otra realidad del conflicto, la verdadera cara de las FARC-EP, de los hij@s, herman@s y padres y madres de esta tierra que algún día decidimos sacrificar nuestras propias vidas, para darlo todo por una nueva Colombia, justa, digna y soberana. Son muchas los argumentos que hemos construido y seguiremos construyendo para demostrarle al mundo que si conservamos una ideología, una línea política y una convicción férrea en una nueva sociedad; solo basta leer los innumerables textos, artículos y comunicados que hemos elaborado como organización, para darse cuenta de las verdaderas causas, razones e intenciones de nuestra lucha político-militar. Pero toda esta información es negada y manipulada por todos los medios, que han intentado acallarnos para mostrarnos como un grupo terrorista y avivar la falsa idea de que perdimos nuestros objetivos; pues a todos ellos que se jactan juzgándonos, solo nos queda decirles que nuestro sur, es y seguirá siendo el poder para el pueblo.
Si para cumplir con los anhelos de justicia social los militantes del partido comunista clandestino y las FARC-EP debemos sacrificar nuestras vidas no dudaremos en hacerlo, ya que si no son satisfechas estas necesidades de la patria entonces seguiremos enfilando nuestras armas y argumentos contra las administraciones locales, regionales y nacionales, que quieren perpetuarse en el poder a costa de la pobreza del pueblo y de la sangre de los lideres sociales que ya han generado un verdadero mar rojo en nuestro país, todo esto se convierte en energía transformadora en cada guerrillero que día a día lucha por una nueva Colombia, justa digna y soberana.
PATRIA GRANDE Y SOCIALISMO
CALLES Y MONTAÑAS DEL EJE CAFETERO
FRENTE URBANO Y RURAL JACOBO ARENAS
FARC- EJÉRCITO DEL PUEBLO