Con inmenso dolor tenemos que informar a nuestro pueblo que Antonio Enrique M Carmen Fernández, miembro del Buró Político del PRT, cayó combatiendo heroicamente en los enfrentamientos de "Capilla M Rosario", provincia de Catamarca.
La pérdida que constituye su caída para el proletariado revolucionario, para nuestro Partido y para la revolución socialista argentina es inconmensurable. Antonio Fernández por su origen de clase, sus formidables cualidades y su larga experiencia en el Partido es uno de los pilares fundamentales en la edificación del PRT, del ERP, de nuestra dirección. En homenaje a su insigne memoria, dedicamos esta editorial para hacer conocer a nuestro pueblo, a grandes rasgos, su brillante trayectoria, luminoso ejemplo revolucionario.
ACTIVISTA OBRERO
Antonio nació y se crió en Tucumán, en el Ingenio San José. hijo único, trabajó desde chico para ayudar a su madre, doña Lucía, con quien afrontó todas las dificultades de las familias humildes en la sociedad capitalista. Tuvo que dejar la escuela en 2do grado, apremiado por la necesidad, y ya mayor de edad consiguió trabajo permanente en la fábrica azucarera Ingenio San José. Durante varios años fue un trabajador más, cuya preocupación principal era el sostenimiento de su hogar, de su madre, hasta que en 1 %l fue conmovido por una oleada de huelgas azucareras. Ello despertó en él interés por las cuestiones sindicales y políticas, y en 1964 fue uno de los iniciadores de la lucha por la recuperación del sindicato de Obreros de Fábrica y Surco del Ingenio San José. Ese año la fábrica fue ocupada más de diez veces, primero por el reconocimiento de la nueva comisión, después por distintos problemas reivindicativos. Era un período de crisis de la industria azucarera, donde las empresas, respondiendo a un plan de concentración monopolista, lanzaban toda clase de provocaciones contra los trabajadores y cañeros, principalmente el atraso de los magros jornales obreros.
EN EL PARTIDO
Al mismo tiempo que se inició en la lucha sindical, el Negrito Fernández, como parte de un grupo de compañeros de la fábrica, tomó contacto con nuestro Partido, en aquella época en período de formación bajo la denominación FRIP-Palabra Obrera, por el nombre de los grupos originarios. Desde su primer contacto con el marxismo-leninismo, desde los primeros cursos de iniciación política, abrazó con pasión la ideología de su clase, comprendió la necesidad de la revolución socialista y se hizo cargo de su responsabilidad como obrero de vanguardia, destacándose en la célula que se comenzó a formar por su rápida y clara asimilación de los aspectos esenciales de la teoría revolucionaria y por su actitud innata a convertirla a diario en acción. Desde entonces, pese a que tenía grandes dificultades para leer, se dedicó con fervor al estudio de los clásicos, principalmente Marx y Lenin, costumbre que mantuvo con constancia en toda su vida de militante. Se puede afirmar que el Negrito aprendió a leer por su propia cuenta con los textos marxistas, ayudándose pacientemente con un diccionario.
1965 y 1966 fueron años de vigorosas luchas proletarias. Las movilizaciones de los obreros azucareros tomaron importancia nacional. El programa y los planes de lucha de FOTIA estimularon a las masas en todo el país y fueron motivo de preocupación para la burguesía proímperialista. Antonio Fernández, Secretario Adjunto del Sindicato de San José, y miembro del Secretariado de la Regional Tucumán de PRT (fundado en marzo 1 de 1965), fue activo factor en esas enérgicas luchas. Ocupaciones de fábrica con rehenes, concentraciones y manifestaciones callejeras, acciones armadas, choques con la policía, elecciones de diputados obreros, unidad obrero-campesina, unidad obrero estudiantil, Congresos de Delegados Seccionales de FOTIA, Asambleas Populares de la provincia, liberación de detenidos, se sucedieron y entremezclaron en esos años de complejas experiencias. El golpe militar de Onganía tuvo entre sus motivos principales la preocupación de los explotadores por el auge de las movilizaciones obreras y populares en el Norte argentino, con epicentro en Tucumán.
En el fragor de esa batalla que terminó aplastada por la bota militar en los primeros meses de 1970, se formó como revolucionario Antonio del Carmen Fernández.
El cierre de 10 ingenios azucareros en Tucumán, entre ellos San José, dejó sin trabajo al Negrito, en el marco de un retroceso general de la lucha proletaria y popular derrotada por la "revolución argentina". El Partido aprovechó para enviarlo a Cuba Socialista, donde recibió instrucción militar y permaneció alrededor de ocho meses, como parte de un plan general de la organización de preparación para la lucha armada. Su breve experiencia había enseñado a nuestro joven Partido que sólo por el camino de las armas es posible el triunfo de la revolución antiimperialista y socialista argentina.
LA CONSTRUCCIÓN DEL ERP
A su regreso de Cuba, Antonio Fernández se encontró con una profunda crisis en el Partido. La lucha de clases había estallado en el PRT como consecuencia de la resistencia de sectores pequeño-burgueses, mayoritarios en la dirección nacional, a cumplir con la resolución de tomar las armas. Sin asomo de duda, Antonio intervino de lleno, recorrió distintas provincias convenciendo y estimulando a los compañeros, y resultó factor primordial en la correcta solución de ese problema. El V Congreso del PRT (1970), que puso punto final a la crisis interna con el desplazamiento M 75% de la dirección nacional, lo eligió para el nuevo Comité Central, encargado -entre otras cuestiones- de dirigir la puesta en práctica de la resolución de construir el ERP.
Después M V Congreso el Negrito volvió a Tucumán integrando la dirección de la Regional y participando asimismo en las actividades del Comité Central, desde donde jugó un insustituible papel en el proceso de proletarización que vivía nuestro Partido. La adopción de correctos criterios proletarios de construcción, la elaboración de una línea de masas, fundamentales avances de nuestro Partido en ese período, se deben en gran parte a sus constantes aportes.
A fines de 1971 fue detenido, herido en una pierna durante un allanamiento y permaneció en prisión hasta el 25 de mayo de 1973. Su conducta en la cárcel fue ejemplar y le sirvió como a la gran mayoría de los prisioneros para consolidarse ideológicamente. En las últimas semanas confiaba ciegamente en que la movilización de masas liberaría a todos los combatientes y se encargó de transmitir esa confianza a los compañeros que se encontraban con él.
DESPUÉS DEL 25 DE MAYO
Reintegrado a su puesto de lucha, fue designado para integrar el Comité Ejecutivo y el Buró Político del Partido. Después de una breve visita a Cuba como delegado de nuestro Partido al 20º aniversario del asalto al Cuartel Moncada, oportunidad en que saludó personalmente a Fidel Castro, Raúl Castro, Osvaldo Dorticós y otros altos dirigentes de la revolución, se dedicó de lleno a las tareas del Buró tomando la responsabilidad del Frente Sindical. Nuevamente en esta ocasión jugó un papel fundamental en la reorientación del Partido hacia las masas impregnando a su Frente a las Regionales y Zonas - que visitó constantemente de acuerdo a su estilo de trabajo- del espíritu de ir hacia las masas, de confiar en las masas, de aprender de las masas, de recurrir siempre a las masas para solucionar los problemas de construcción revolucionaria.
A principios de 1974 fue designado para la formación de la primera Compañía de Monte del ERP. Con esta nueva responsabilidad, Antonio Fernández volvió a Tucumán. Participó del período de instrucción de la nueva unidad integrando su Estado Mayor, hasta la toma de Acheral, y en razón de contar ya la Compañía de Monte con un eficaz núcleo de cuadros, volvió a la ciudad de Tucumán, al Secretariado Regional, en momentos de una notable intensificación del auge de masas. En estas circunstancias se resolvió su participación en la acción de Catamarca y marchó al combate con su decisión característica. Al producirse los primeros enfrentamientos con la policía quedó aislado en territorio enemigo con otros 26 compañeros de los cuales tres regresaron la semana pasada. No sabemos aún en forma directa cuáles fueron los detalles de los últimos choques. Sólo sabemos que Antonio quedó con un grupo de 15 a 20 compañeros que fueron los protagonistas de los furiosos combates conocidos públicamente.
De los 27 compañeros aislados tres lograron regresar a Tucumán, algunos fueron detenidos en la ciudad de Catamarca y el resto es el grupo que quedó con el Negrito, cuyo cadáver fue identificado por familiares.
VIVIRÁ ETERNAMENTE EN SU PARTIDO
El PRT que él contribuyó decisivamente a forjar, lo pierde como dirigente al transformarlo en bandera y en modelo, en el momento de iniciar un nuevo período en su historia, en el momento de pasar a una etapa superior.
En las crecientes responsabilidades que le esperan, nuestro Partido se esforzará cada vez más por consolidar el estilo que el Negrito principalmente le imprimió con el sello de sus grandes virtudes, expresiva síntesis de las virtudes de la clase obrera. Total entrega a la revolución, absoluta fidelidad al proletariado y al pueblo, total confianza en las masas, completa lealtad a su Partido y clara comprensión de que sin él no es posible servir fielmente a la revolución, elevada moral de combate y firmísima determinación de vencer.
Eterno en el recuerdo de su Partido, en el corazón y en la memoria de su pueblo, todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo lo tendremos siempre presente entre nosotros enseñándonos, controlándonos, alentándonos. Cuando él vivía -ante el surgimiento de un obrero de fábrica de grandes cualidades revolucionarias- acostumbrábamos a decir para definirlo: "es como el Negrito". Hoy. debemos decir que una de nuestras mayores satisfacciones será encontrarnos con esa clase de compañeros, porque veremos en ellos la garantía de que las tradiciones proletarias de nuestro Partido nunca se perderán y que en consecuencia el PRT sabrá llevar al triunfo en nuestra Patria la revolución socialista por la que el Negrito luchó y murió.
¡GLORIA A ANTONIO FERNÁNDEZ! REVOLUCIONARIO PROLETARIO, HÉROE DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA