Homenaje al comandante Manuel Marulanda Vélez

HOMENAJE AL COMANDANTE MANUEL MARULANDA VÉLEZ

Agradezco en nombre de los guerrilleros que conformamos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo, de los milicianos bolivarianos, de los militantes del Partido Comunista Clandestino y de los integrantes del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia este significativo homenaje en la cuna del Libertador SimónBolívar, al comandante Manuel Marulanda Vélez, 6 mesesdespués de su muerte física en las montañas denuestro país.

Merecido tributo a un verdadero mariscal de la guerra de guerrillas revolucionarias y de la libertad, nacido el 13 de mayo de 1930 en Génova pueblo enclavado en la Cordillera Central, que obligado por las circunstancias a alzarse en armas ante la agresión institucional que asoló los campos y las ciudades colombianas, lideró paso a paso y sin interrupción durante 60 años, la construcción de un ejército revolucionario, de sólidos principios comunistas e ideario bolivariano en lucha por el poder del Estado, armado con una propuesta programática unitaria y popular, de democracia avanzada y de integración latinoamericana, excepcional sintetizador de la experiencia individual y colectiva, de esos que, como decía Jacobo Arenas 'en su práctica diaria le arrancaba las verdades a la vida', entendió que solo sobreviviría a la agresión si se organizaba y enfrentaba pelea contra el terror oficial y eldespojo de tierras encabezado, este último, por los dueñosde las grandes haciendas opuestos a la ley de tierras de 1936, que corrían los cercos de sus propiedades por encima de loscadáveres y las desgracias del campesinado, su legítimodueño, en una orgía criminal patrocinada e instigadadesde las grandes ciudades y que, escondida tras la cortina de unaconfrontación entre los partidos liberal y conservador,respondía realmente a la filosofía del despojo, a laagresión de los ricos contra los explotados, de los grandeshacendados contra los campesinos pobres.

Toda esta vorágine social y política de los añoscincuenta, cimentó en Pedro Antonio Marín conciencia detrabajador agredido por el Estado y por los poderosos, asícomo confianza en la eficacia de una resistencia organizada y legeneró elementos primarios pero sólidos sobre elcolectivismo y la solidaridad como referentes fundamentales de lo queserían sus proyectos definitivos. Esa misma dinámica lollevó a comprender que la superación de la violenciaque afectaba al país, radicaba en las definiciones delgobierno central y por tanto eran básicamente políticas.

Yasí, al calor de largos años de combates, de organizarmilitar y socialmente a la población, en medio del fárragocriminal de la oligárquica estrategia de 'a sangre yfuego', de la engañosa pacificación promovida porla dictadura militar, de la movilización obrera contra lapresencia colombiana en la guerra de Corea, del pujante desarrollo delos movimientos revolucionarios y de liberación nacional en elmundo y de la revolución cubana en particular, definiósu condición de militante comunista: su compromiso de vidaestaría del lado de los explotados, y su existencia seríauna lucha intensa, organizada y hasta el fin por la defensa de losintereses de los trabajadores del campo y la ciudad, por la conquistadel poder político que instaure un régimen dedemocracia avanzada con justicia social como paso y parte inicial dela revolución socialista.

Entendía,por su propia experiencia, que las vías escogidas por cadapueblo para alcanzar esos objetivos no dependen de la voluntad denadie en particular sino de las opciones y espacios que el Estadopermita. También, que no existen recetas ni formulasuniversales para avanzar en los procesos revolucionarios por el podersino que cada pueblo, acorde a su historia y particularidades valabrando su propio camino. Por ello el surgimiento de las FARC en ladécada de los años sesenta fue ajeno a la concepciónfoquista irrigada entonces por Latinoamérica como consecuenciadel triunfo del ejército rebelde de Fidel a quien admiróespecialmente.

Y así, bajo el liderazgo del comandante Manuel Marulanda Vélez,que siempre unió, convocó, colectivizó, hermanó,comprometió a muchos en la elaboración de los planes yen su cumplimiento, se avanzó de lo elemental a lo complejo.Desde el pequeño núcleo de 42 campesinos en Marquetaliase instrumenta el proceso revolucionario colombiano con un verdaderoejército y paso a paso, con el correr del tiempo y el accionarpermanente, se recogen las experiencias y perfeccionan los elementosque dan cuerpo, estatura, cohesión y proyección anuestra estructura político-militar como una alternativa depoder:

-Unas normas de comando, unos estatutos y un reglamento de régimendisciplinario.

-Un programa de gobierno sintetizado en la PlataformaBolivariana por la Nueva Colombia como propuesta al pueblo colombianoque materializa reivindicaciones sociales, económicas ypolíticas fundamentales para salir de estado del terror, de lainjusticia social y del arrodillamiento frente al imperio en que nosha sumido la oligarquía colombiana y que nos enrumba hacia laPatria Grande y el Socialismo.

-LaCampaña Bolivariana por la Nueva Colombia, que señalizalas tareas políticas y militares a desarrollar para lograr laconfluencia del Movimiento de masas con el accionar guerrillero quelleven a la conquista del poder del Estado.

-El Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, de caráctereminentemente político, de gran amplitud para promover laPlataforma y organizar la lucha de masas en todos los sectores de lasociedad.

Haberconvertido a las FARC-EP en una verdadera y real alternativapolítica, fraguada en la cotidianidad de centenares decombates militares y confrontaciones políticas, es unavictoria del esfuerzo de muchos pero es resultado directo eindiscutible de la conducción del comandante Manuel MarulandaVélez que resume así su polifacética calidadcomo revolucionario, guerrero, estratega militar, organizador,político audaz y estadista, síntesis difícil deencontrar en un solo individuo y que lo eleva al pedestal de losgrandes revolucionarios de nuestra América en todos lostiempos.

Su decisión de alcanzar las transformaciones sociales y políticaspor las vías menos dolorosas fue permanente. Consciente que enlas guerras los más afectados son los sectores populares,buscó sin descanso los caminos de reconciliación de lafamilia colombiana a través de acuerdos y propiciópersistentemente el diálogo con los distintos gobiernos, quesin excepción, pretendieron por esa vía, someter suvoluntad de lucha a cambio de migajas, o, como en las conversacionesdel Caguán, sólo ganar tiempo para fortalecer suscorruptos aparatos de guerra bajo las humillantes condicionesimpuestas por el gobierno de Washington.

Elcomandante Manuel Marulanda explicaba que una solucióndiplomática del conflicto solo sería posible con unalucha de masas muy combativa dada la esencia extremadamente violentay rapaz de la oligarquía colombiana.

Susúltimos 6 años los vivió a plenitud, enfrentandola más grande ofensiva militar contra insurgente desarrolladaen Latinoamérica: cerca de 400.000 efectivos de la fuerzapública, con un plan elaborado en Norte América,financiado, dotado y controlado por Washington y dirigido sobre elterreno por oficiales gringos pretendiendo la imposible misiónde doblegar la decisión de lucha de un pueblo.

Murióinvicto nuestro comandante a los casi 78 años, en medio de lasselvas y con el tranquilo acompañamiento de los suyos.

Enemigoabsoluto de las lisonjas y de cualquier intento de culto a supersona, nos inculcó en sus cátedras y con su ejemplola trascendencia de anteponer los intereses colectivos a losindividuales, el desprendimiento personal en beneficio de los máscaros intereses del pueblo, la defensa intransigente de losprincipios y lo definitorio de la práctica de una direccióncolectiva que garantiza certezas en la conducción delmovimiento.

Todasesas enseñanzas nos han facilitado ir asimilando su ausenciafísica y proseguir la materialización de nuestrosplanes de corto, mediano y largo plazo, en el marco de la estrategiade las FARC- EP y de nuestros postulados programáticosaprobados por las Conferencias Nacionales y los plenos del EstadoMayor Central. Nuestra consigna es 'La tarea de Bolívar yManuel está por hacer y la debemos cumplir'. Hemos juradovencer y venceremos!

Laobra de Manuel Marulanda trascenderá esta horrible noche delterror paramilitar que azota a Colombia, de la guerra sucia, lacorrupción administrativa, la injusticia social y elarrodillamiento oficial del gobierno ante la Casa Blanca. La grandezainconmensurable del comandante, como la del libertador SimónBolívar, terminará aplastando la mezquina criminalidadde todos los santanderes de ayer y de hoy.

ConJorge, Timo, Iván, Joaquín, Mauricio, Pablo y todos losmandos y combatientes de las FARC-EP, agradecemos a lasorganizaciones políticas y sociales, Coordinadora ContinentalBolivariana y al hermano pueblo venezolano este enorme gesto.Rendimos postrer homenaje a nuestro inolvidable comandante en jefe ytambién a Jacobo, Nariño, Raúl, Iván Ríosy a todos aquellos héroes que hoy y ayer ofrendaron su vidapor la hermosa causa de la Gran Colombia, de la independencia y de lalibertad.

Seremosfieles a la frase final del último mensaje de Manuel alSecretariado, fechada el 21 de marzo, que compartimos con todos: 'Nosiendo otro el motivo de la presente me despido de ustedes con unfuerte abrazo revolucionario y Bolivariano, a la espera que podamosresponder con éxito al clamor nacional en campos y centrosurbanos en la lucha por la paz con Justicia Social y Soberanía,utilizando la acción de masas en sus diversas modalidades'.

Porla Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo: venceremos!

Por el Secretariado de las FARC- EP.

ALFONSO CANO

Montañas de Colombia, Septiembre 26 del 2008