Al pueblo de México:
Al pueblo de Guerrero:
A los Partidos Políticos:
A los candidatos y planillas:
Camaradas, compañeros:
La coyuntura política existente en el estado de Guerrero, conlleva ciertas características que vale la pena exponer antes de fijar una posición política al respeto. En este contexto, las elecciones estatales a efectuarse este 5 de octubre de 2008 revisten gran importancia ya que serán un termómetro para la administración de Zeferino Torreblanca Galindo, actual gobernador de este estado; serán una evaluación hasta cierto punto de su gestión, lo cual no significa necesariamente que los procesos electorales reflejen en su totalidad el ánimo que impera en la sociedad; aunque el grado de abstencionismo también será otro factor que se deberá tomar en cuenta a la hora de evaluar la presente administración. Hemos de recordar además que este domingo estarán en juego: 81 ayuntamientos en sus respectivos municipios, al mismo tiempo que serán elegidos 28 diputados uninominales al Congreso del Estado.
Antes de llegar a la etapa de las campañas políticas que de manera oficial se iniciaron a finales de agosto; se dieron procesos internos en los diversos partidos políticos que hoy contienden por los diferentes puestos de elección popular. En algunos partidos tales como el PRD y el PRI contendieron diversas planillas de las que, a pesar de las diversas anomalías registradas, se eligieron de manera "democrática" a sus candidatos; caso contrario al resto de los partidos políticos, como el PAN, el PANAL, Convergencia y otros, en donde los procesos de elección fueron menos "democráticos" ya que prácticamente no se tomó en cuenta a sus bases. Esto no significa que estemos avalando los procesos internos del PRD y el PRI, ya que siempre ha predominado en ellos la influencia de las corrientes y la capacidad económica por encima de otras propuestas con verdadero arraigo popular, las cuales no cuentan con la simpatía de las burocracias y élites de las corrientes, amén de que ni lejanamente poseen los recursos económicos para poder competir en igualdad de condiciones y sin los cuales resulta casi imposible arribar a alguno de los puestos de elección popular que hoy están en disputa.
Como se ha de recordar, el proceso interno de nominación de candidatos del Partido de la Revolución Democrática se desarrolló entre denuncias de robo de urnas en al menos cinco municipios; contándose a Metlatónoc, Ahuacuotzingo y Florencio Villarreal, entre otros. En Acapulco y otros municipios como Chilapa, Atoyac e Iguala se denunciaron prácticas de acarreo a las cuales algunos dirigentes partidistas tienen el cinismo de nombrar "traslado hacia las casillas de votación" por lo cual no consideran que ello sea acarreo. También se evidenció en algunos lugares la falta de mamparas y tinta indeleble. Además de la ya tradicional coacción y compra del voto, llegando a cotizarse éste desde 100, 200 y hasta 500 pesos, según la capacidad económica y lo cerrado que estuviera la competencia; sin poder faltar la entrega de tinacos, láminas, bombas aspersoras, cemento, herramientas agrícolas (machetes, rastrillos, carretillas), fertilizante, etc. Esto dio como resultado que la mayoría de las candidaturas fueran controladas por las corrientes del gobernador Zeferino Torreblanca (IR) y de Armando Chavarría (PGI), dándose inclusive el lujo de reforzar su fuerza haciendo alianza o incorporando a sus filas a personajes o estructuras figueroístas. Sólo alguna que otra candidatura fue lograda por las corrientes que hoy de forma dividida se aglutinan en Izquierda Unida; por lo que de esta manera está más que perfilado el camino hacia la elección de gobernador.
El Partido Revolucionario Institucional por su parte "no canta mal las rancheras", no debemos olvidarnos que ellos ostentan la patente, es decir, son los creadores de toda esa serie de artimañas llamadas comúnmente "mapacherías". Las mismas irregularidades habidas en el PRD fueron denunciadas en su proceso interno; siendo ejemplos representativos los de Chilpancingo y Acapulco; predominando a su vez, las propuestas de los dos caciques más representativos de la entidad: Aguirre Rivero y Figueroa Alcocer. Con ello, la élite económica y política guerrerense está garantizando su poder en Guerrero al colocar sus propuestas en varios partidos políticos.
En estas condiciones llegamos al final del proceso electoral donde predominará el acarreo, la compra y coacción del voto, el robo de urnas, el embarazamiento de las mismas, las casillas zapato, el ratón loco, etc. Previo a ello se dan los cierres masivos de campaña donde se mueven a miles de ciudadanos, generando enormes gastos de transporte y comida, principalmente. Los candidatos que contienden por los ayuntamientos y las diputaciones locales invierten grandes sumas de dinero, cuentan con una impresionante logística, impensable en otros tiempos, brigadas de promoción del voto en los principales municipios, contándose por decenas y centenares, generando gastos exorbitantes; sin mencionar las erogaciones que genera el uso de teléfonos celulares, gasolina para decenas de vehículos (hay candidatos que cuentan con entre 40 y 50 vehículos destinados a su campaña). Es claramente obvia la excesiva superación en el tope de los gastos de campaña de la mayoría de los candidatos que tienen reales posibilidades de ganar, ya que los partidos pequeños a lo que más aspiran es a incrementar su número de votantes y en base a ello lograr alguna diputación plurinominal y, en último caso, su papel es dividir la votación para beneficiar a algún candidato en particular. Sumemos a todo lo anterior los gastos de comida y de transporte de los contingentes acarreados a votar o a los cierres de campaña, los gastos de los coordinadores o equipos operativos que, como es de esperar, funcionan de tiempo completo, los gastos de promoción reflejados en miles de playeras, gorras, cientos de miles de carteles y volantes, cientos de mantas, toneladas de cemento y fertilizante, la compra del voto el día de la elección (imaginémonos, siendo pesimistas, que el voto lo compran en 200 pesos), ¿en miles de votos, cuánto dinero erogado representa?
Ahora bien, ¿de dónde salen los recursos? Muchos de ellos los aportan en primera instancia las empresas constructoras, quienes han otorgado millonarios apoyos a las campañas políticas con tal de garantizar la asignación de obras una vez obtenido el correspondiente triunfo. Esto explica la mala calidad de la mayoría de ellas, el porqué algunas quedan inconclusas o la construcción de frecuentes elefantes blancos. Otra fuente de recursos económicos es el dinero del narcotráfico, ya que resulta natural que tenga las manos metidas en el proceso electoral; sobre todo en las regiones de Tierra Caliente, Costa Grande, Región Centro y Región Norte, al ser regiones estratégicas para el trasiego y venta de enervantes; siendo de gran importancia para estos grupos, el contar con el control de muchos municipios y en otros al menos tener cierta influencia que permita contar con información, ya que ésta es trascendental. De esta manera, carretadas de dinero fluyen hacia el proceso electoral por parte de los cárteles de la droga; que se niegue lo anterior y se quiera tapar el sol con un dedo es otra cosa, pero el fenómeno ahí está, es real y objetivo; lo anterior explica también el espiral de violencia generado en el proceso, principalmente dirigido a los candidatos para amedrentar o eliminar obstáculos que obstaculicen el cumplimiento de sus objetivos.
Por eso, aunque suene repetitivo, volvemos a mencionar que es muy difícil y complicado que un dirigente social o político con verdadero arraigo y que realmente represente los intereses del pueblo, pueda contender favorablemente a un puesto de elección popular; ni en sueños puede contar con las millonarias sumas de dinero que se mueven en las campañas políticas; tendría que estar organizada casi la totalidad de la población de un municipio en particular o de un distrito electoral local para que se pudiera acceder al poder en esos niveles; lo cual se antoja bastante complicado en estos turbulentos tiempos que estamos viviendo. Existen casos aislados en los que organizaciones sociales o políticas del pueblo forman parte de las planillas contendientes, ocupando en su mayoría lugares inferiores o de mínima influencia, que sin embargo tuvieron como antecedente complicados procesos de elección interna y negociaciones con los grupos de poder para que les permitieran acceder a ellos. No se diga la posibilidad de competir por una diputación local uninominal o plurinominal, estas previamente fueron negociadas y reservadas (salvo excepciones) a los grupos de poder y élites políticas representadas en los diversos partidos políticos.
A pesar de todo, el pueblo necesita impulsar esta forma de lucha, desarrollarla hasta su máxima expresión, agotarla en la práctica, ya que es un derecho estipulado en nuestra Carta Magna. La Línea Política de las FARP reflejada en la Táctica Flexible plantea el impulso y desarrollo de todas las formas de lucha; luego entonces, la lucha electoral por ser una forma más de lucha del pueblo de México y en particular del pueblo guerrerense, merece nuestro más sincero respeto y llamamos al pueblo en general, a nuestras bases y a nuestros militantes a desarrollarla, a defender los triunfos logrados en la presente contienda; debemos aprovechar como dijera Lenin todos los resquicios que la legalidad burguesa nos permita. Al mismo tiempo, hacemos extensivo el llamado al gobierno y a los partidos políticos para que intenten comportarse con civilidad (cosa difícil de lograr), a evitar el uso de cualquier acto que esté fuera de la ley electoral (aún con todas sus deficiencias) y a respetar el triunfo del oponente, siempre y cuando haya ganado con todas las de la ley. A pesar de todas las irregularidades, el pueblo es sabio y sabrá tomar las decisiones más adecuadas.
República Mexicana, a dos de octubre de 2008.
¡Dos de octubre no se olvida!
¡Por la Revolución Socialista y la Liberación Nacional!
¡La Lucha Popular Revolucionaria!