A 26 años de la Masacre de Cantaura

Nota del CeDeMA: La madrugada del 4 de octubre de 1982, en las inmediaciones de Cantaura, 23 combatientes pertenecientes al Frente Américo Silva y Bandera Roja eran asesinados en una operación de exterminio ahora conocida como la Masacre de Cantaura. Diversas instituciones han recordado esta fecha. Adjuntamos algunos de los textos emitidos con este motivo.
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A 26 AÑOS DE LA MASACRE DE CANTAURA

A 26 años de la Masacre de Cantaura, una vez más, rendimos homenaje a los 17 hombres y 6 mujeres caídos aquella madrugada del 4 de octubre de 1982, en las inmediaciones de Cantaura. 23 revolucionarios y revolucionarias integrales que abonan las luchas antiimperialistas del pueblo venezolano y cuyas raíces se multiplican por toda la América mestiza, continuo escenario de determinantes gestas liberadoras. Hoy, con respeto y admiración, saludamos a quienes no se doblegaron ante la barbarie imperialista y protagonizaron vidas plenas de compromiso y propuestas revolucionarias. Hoy, rendimos tributo a los luchadores y luchadoras del Frente Américo Silva:

1. Roberto Antonio Rincón Cabrera. 2. Enrique José Márquez Velásquez. 3. Emperatriz Guzmán Cordero. 4. Sor Fanny Alfonso Salazar. 5. Carlos Raúl Hernández Anzola. 6. Antonio María Echegarreta Hernández. 7. Carlos Alberto Zambrano Mira. 8. Mauricio Tejada. 9. José Miguel Núñez. 10. Diego Alfredo Alonso Carrasquel. 11. Carmen Rosa García. 12. Beatriz del Carmen Jiménez. 13. María Luisa Estévez Arranz. 14. Jorge Luis Becerra Navarro. 15. Luís José Gómez. 16. Ildemar Lorenzo Morillo. 17. Baudilio Valdemar Herrera Veracierta. 18. Rubén Alfredo Castro Batista. 19. Nelson Antonio Pacín Collazo. 20. Julio César Farías Mejías. 21. Eusebio Ricardo Martel Daza. 22. José Isidro Zerpa Colina. 23. Euménides Isidora Gutiérrez Rojas.

La sangre guerrillera de estos mártires y heroínas, continúa germinando desde las entrañas de la tierra y en los pueblos que avanzan hacia su liberación por encima de tropiezos, oportunismos y traiciones. Es vida, sentimiento y conciencia en cada hombre o mujer que abraza la lucha antimperialista y por el socialismo como único sistema de justicia. Estos eran hombres y mujeres del pueblo: obreros, campesinos, estudiantes y profesionales, poseedores de la claridad necesaria para invertir sus vidas en la necesaria tarea de construir el socialismo y desterrar al imperialismo de la gran patria americana. Jóvenes que maduraron pronto su histórico compromiso, al igual que Miranda, Bolívar, Sucre, Ernesto Guevara o cuantos han ofrendado sus vidas por los mismos ideales, sueños y necesidades que motivaron las gestas del pueblo de Caracas durante aquel 27 de febrero de 1989 y las sucesivas jornadas populares que ha librado y libra el heroico pueblo venezolano por la causa socialista y contra los planes genocidas del imperialismo norteamericano. Para ellos, honor y gloria, pues supieron mantenerse fieles y abrir cauces a cuantos torrentes libertarios oxigenan Venezuela, nuestra Patria Grande: la América y a los pueblos oprimidos de cualquier rincón del planeta donde cada victoria popular eleva la moral para la victoria necesaria. En Cantaura, a pesar del poder bélico y la agresividad de los criminales, 17 revolucionarios vencieron el cerco, escaparon y sobrevivieron. Eso para una operación que buscaba el exterminio total representa un fracaso y eso es algo que deben tener claro los asesinos de Cantaura. Ellos deben saber que fracasaron porque aún con las muertes físicas que ocasionaron, no lograron exterminar la semilla revolucionaria. Más de 400 soldados armados hasta los dientes contra menos de cuarenta combatientes mal apertrechados. Aviones Canberra y Bronco con sus racimos de bombas malditas. Helicópteros artillados vomitando miles de balas. Todos sus Disip con sus López Sisco y Arpad Bango, con sus delatores, con sus terroristas internacionales entrenados por Luis Posada Carriles y Orlando Bosh. Con toda su tecnología, sus satélites, sus gringos y su “Escuela de Las Américas. Con su doctrina Reagan, su operación Condor, su Plan Unión y su operación Exterminio al mejor estilo Nazi. Todo ese reguero de muerte fracasó pues hasta los 23 hombres y mujeres caídos, más allá de los cobardes y desgraciados tiros de gracia que les propinaron, también superaron la muerte. Y la traspasaron porque esos guerrilleros viven en los miles de iletrados que conquistan la magia de leer y escribir, en cada ser humano que recibe asistencia médica gratuita, en los cientos de indígenas y campesinos que recuperan sus palmos de tierra; en los millones que hoy estamos dispuestos a construir la patria en paz, alegría y solidaridad y dispuestos a no retroceder ante la subyugación del neoliberalismo imperial.

Hoy, más que nunca, es imperativo que a esos lacayos y traidores se les haga saber que Venezuela es tierra de libertadores. Tierra de Kariñas, de Caribes, de Toromaymas. La patria de José Leonardo Chirinos, Simón Bolívar, Sucre y Ezequiel Zamora. Tierra de Fabricio Ojeda, Jorge Rodríguez, Motilón, Tito González Heredia y Américo Silva, entre tantos otros ancestrales luchadores. Tierra de seres humanos libres cuya sangre es río que brama y se enardece ante cada hecho de injusticia y opresión. Hoy, ese gran Orinoco, vuelve a agitar sus aguas para exigir justicia en nombre de la vida violentada en Cantaura. Justicia que es castigo para los representantes del odio, el hambre, la ignorancia y la muerte. Castigo para quienes usando las armas del pueblo, han asesinado, torturado y desaparecido a miles de personas de nuestras ciudades y campos. Castigo moral y legal para los artífices y ejecutores de la Masacre de Cantaura: Luis Herrera Campins quien era Presidente de la República, Luciano Valero, Ministro de Relaciones Interiores; el General de División Vicente Luís Narváez Churión, Ministro de Defensa; el General Arturo Machado Santana, Director de Inteligencia Militar; Remberto Uzcátegui, Director de la Disip; y el General José Murga Cabrices, Comandante de la Brigada de Cazadores del oriente del país quien dirigió, por el Ejército, las operaciones antiguerrilleras. Castigo, para quienes usufructuaron el nombre de nuestros antepasados y volvieron contra el pueblo las armas del glorioso ejército libertador al que entregaron a los designios de la Escuela de Las Américas, academia norteamericana de terroristas y genocidas cuya existencia es luto para Latinoamérica y vergüenza para la raza humana. Ellos, como los causantes del Holocausto Nazi y otros tantos crímenes de Lesa Humanidad deben ser sometidos a la justicia y purgar las sanciones a que haya lugar. Hoy, al recordar a Cantaura, el pueblo venezolano reitera que el sistema de justicia debe actuar. Los expedientes se deben desclasificar.

¡Basta de Impunidad! Y mientras esa hora llega, estamos seguros que el espíritu rebelde de los héroes y heroínas de Cantaura y de todos aquellos revolucionarios y patriotas caídos en el largo proceso de emancipación nacional, al mando del Libertador Simón Bolívar continúan abriendo trochas y recorriendo todos los rincones de nuestra gran patria continental.

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE... VENCEREMOS

Fundación Américo Silva

Caracas, 4 de octubre de 2008
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CANTAURA: 26 AÑOS DE LA MASACRE

Por Comité Promotor "Américo Silva"

Este 4 de octubre se cumple 26 años de la “Masacre de Cantaura” hecho que sacudió la conciencia del pueblo venezolano, latinoamericano y mundial aquel día de 1982. El vil asesinato de 23 combatientes del Frente Guerrillero “Américo Silva” constituyó un episodio más de los crímenes de guerra del Imperialismo norteamericano contra las fuerzas insurgentes de Latinoamérica y del mundo.

La operación de exterminio diseñada en la Escuela de las Américas y ejecutada por los diversos componentes de las Fuerzas Armadas Nacionales y de los cuerpos de seguridad del Estado bajo el gobierno socialcristiano de Luís Herrera Campíns contó con el apoyo mayoritario de las instituciones del Estado controlados por los partidos AD y Copey.

Esta acción criminal, expresión del terrorismo de Estado reinante, fue la respuesta represiva del gobierno ante las protestas populares en contra de la crisis económica (Viernes Negro) que afectaba al país para ese entonces.

La labor de exterminio, violatoria de los derechos humanos y de los acuerdos internacionales firmados por Venezuela en torno a los conflictos armados, constituyó una verdadera masacre, un delito de lessa humanidad, confirmado por los sobrevivientes que lograron romper el cerco gubernamental y al hecho de que éste tenía ubicado a los destacamentos guerrilleros producto de una infiltración.

Durante la operación militar se utilizó una descomunal fuerza en la que participaron diversos componentes tales como fuerza aérea, helicópteros artillados, 1500 efectivos de infantería, comando de la Disip, GN, etc. contra una unidad guerrillera pequeña; asesinaron vilmente a los combatientes(as) capturados heridos, ensañándose con los cadáveres.

La acción represiva-militar no quedó allí, sino que se extendió a los familiares y amigos de los combatientes, contra los campesinos de la zona, contra el movimiento estudiantil que protestaba contra la masacre. Hubo allanamientos, detenciones arbitrarias, torturas, desaparecidos; estos hechos ocurrían bajo el silencio cómplice de los partidos del sistema (Copey-AD) de las instituciones del Estado (CN, MDJ, MP), de las cúpulas de la Iglesia Católica, de los medios de comunicación (tanto privados como del Estado), al igual que los entes internacionales. Todos en su conjunto se esforzaban para justificar el horrendo crimen.

¡Contra el Imperialismo; la lucha continúa!

La actual ofensiva del Imperialismo norteamericano contra nuestros pueblos y sobre todo contra sus gobiernos progresistas y antiimperialistas, está enmarcada, esencialmente, en la crisis grave y generalizada del neoliberalismo mundial y concretamente del Imperialismo norteamericano (crisis financiera, nacionalización de grandes corporaciones inmobiliarias y financieras, crisis de combustible y energía, escasez de alimentos, desempleo, superinflación,etc.) los cuales indican un fracaso del modelo económico imperialista (etapa superior y decadente del capitalismo) basado en la sobre explotación de los países más débiles y en la hegemonía de la oligarquía financiera trasnacional.

La política agresiva norteamericana contra los procesos de integración del sur del continente y demás naciones latinoamericanas; la utilización del gobierno paramilitar y narcotraficante de Colombia como punta de lanza contra los gobiernos progresistas de la región en el marco del “Plan Colombia”. La agresión contra Bolivia, la política de balcanización, división de su unidad territorial, la guerra racial contra los pueblos indígenas, todo un propósito de desestabilización contra el actual gobierno progresista de Evo Morales en estrecha alianza con los sectores latifundistas y la oligarquía boliviana.

Los planes desestabilizadores contra la República Bolivariana de Venezuela quedaron demostrados en el 2002 y recientemente con el abortado plan golpista y de magnicidio en estrecha alianza de algunos sectores de la oposición y de la oligarquía criolla.

La presencia provocadora de la IV flota norteamericana en el caribe constituye maniobras en el marco de las intensiones desestabilizadoras de la región combinada con otros tipos de maniobras militares encubiertas.

Las reiteradas agresiones contra Cuba a través del incremento del bloqueo criminal y la detención en las mazmorras de las cárceles norteamericanas de 5 ciudadanos patriotas cubanos, revelan la naturaleza canallesca de este Imperio en decadencia.

Al profundizar el análisis de las tendencias más resaltantes del accionar del Imperio en contra de la dignidad de los pueblos latinoamericanos, nos damos cuenta que el sentido de la lucha por el socialismo, contra el imperialismo y del ejemplo de combatividad de nuestros camaradas caídos en Cantaura hace veintiséis años, tienen plena vigencia.

El combate a muerte contra el imperialismo es una tarea central de los revolucionarios venezolanos, latinoamericanos y del todo el mundo que justifica la acertada combinación de las diversas formas de lucha y organización. De allí la necesidad de impulsar los preparativos de Una Guerra de Resistencia Popular en el marco de la estrategia de la Defensa Integral de la Nación contra las agresiones extranjeras impulsadas por el Imperio.

Los camaradas combatientes guerrilleros caídos en Cantaura también forman parte de aquellos venezolanos que entregaron su vida por la lucha contra el imperialismo y la instauración del socialismo en nuestra patria.

¡La lucha de clases por el Socialismo en nuestro país; continúa!

La coyuntura electoral que vive el país está empantanada y articulada con los planes desestabilizadores por parte de algunos sectores de la oposición como lo demuestra el plan golpista y de magnicidio develado recientemente. En este sentido, los revolucionarios, que homenajeamos a nuestros camaradas masacrados en Cantaura, tenemos la firme convicción de participar en dicha jornada electoral apoyando a los candidatos revolucionarios, pero sin bajar la guardia y mantener los preparativos para cualquier contingencia.

De igual forma, nuestra política es de apoyar a los medios de comunicación del Estado Bolivariano y a toda la red de medios alternativos de manera tal que sean voceros, de una u otra forma, del pueblo revolucionario en sus luchas de antes, de hoy y de siempre.

¡Basta de Impunidad. Castigo para los responsables de la Masacre de Cantaura!

La impunidad de este caso, tanto en la IV República, cuyos representantes hoy se erigen como supremos defensores de los derechos humanos; como lo que va de la V República en donde el burocratismo, la falta de voluntad política y los vicios que aún perviven en las instituciones encargadas de impartir y garantes de la justicia viabiliza este crimen de lesa humanidad establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La impunidad sostenida hoy día hace que los revolucionarios comprometidos con el esclarecimiento y castigo de este horrendo crimen, continuemos luchando porque se haga justicia. La impunidad es peor que el delito. En nombre de todos, hacemos un llamado digno y revolucionario al Comandante Hugo Chávez Frías Presidente de la República Bolivariana de Venezuela para que ordene una profunda investigación de los hechos ocurridos hace 26 años en las cercanías de Cantaura y al Ministerio Público para que asuma su responsabilidad al respecto.

Reabrir este juicio sería un reconocimiento a los familiares, a sus compañeros de armas y sobrevivientes.

¡Prohibido Olvidar!

Continuamos luchando por los ideales de nuestros camaradas masacrados en Cantaura!

El proyecto de transformación revolucionaria que enarbolaron los héroes y heroínas de Cantaura, así como la de muchos otros mártires de la lucha armada de las décadas pasadas, tenía y tiene un profundo carácter antiimperialista, de liberación nacional, por el Socialismo y el Comunismo. La revolución que esos camaradas soñaron y por la que lucharon constituye en la actualidad una esperanza que espera concreción.

En esa época, como en la actual, la acertada combinación de las variadas formas de luchas y organización en las diversas coyunturas políticas constituye un elemento táctico-estratégico vital para lograr el triunfo definitivo contra el enemigo fundamental de nuestros pueblos que sigue siendo el imperialismo norteamericano y las burguesía criollas vendidas al capital transnacional.

Hoy el heroísmo de nuestros camaradas masacrados hace 26 años los enaltece ante todas las generaciones de revolucionarios del pasado, del presente y del futuro que luchan por el Socialismo y contra el imperialismo. Ellos son hijos dignos del Guerrillero Heroico Ernesto “Che” Guevara, son los hombre nuevos que debemos construir para nuestra Patria Grande. Ratificamos ante nuestro pueblo que Continuamos luchando por los ideales de nuestros camaradas caídos en Cantaura y demás mártires de la revolución venezolana que han regado su sangre heroica a través de nuestra historia.

Continuamos impulsando las luchas sociales, por la construcción del socialismo, contra el imperialismo norteamericano, por el poder popular y comunal, contra el latifundio, los monopolios y por los preparativos del pueblo para la guerra de resistencia popular, en el marco de la guerra de defensa integral de la nación, en caso de intervención extranjera.

¡HONOR Y GLORIA A LOS CAÍDOS EN CANTAURA!
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CANTAURA: LUCHA DE CLASES, ANTIIMPERIALISMO Y SOCIALISMO

Por Gonzalo Gómez

Hoy 4 de octubre, se conmemoran 26 años de la masacre de Cantaura, perpetrada por la IV República, pro imperialista, contra 23 guerrilleros revolucionarios y antiimperialistas.

Fue el 4 de 0ctubre de 1982. Durante el Gobierno de Luís Herrera Campins. Masacrados 23 guerrilleros del Frente Américo Silva. Actuación combinada de Ejército (Cazadores), Fuerza Aérea y DISIP. 26 años de impunidad.

Estamos en una revolución, ya no hay excusa para mantener sin castigo esa injusticia. Fue un hecho tremendamente doloroso de la lucha de clases en nuestro país, doloroso para el bando de las clases explotadas, para el bando de los pobres y oprimidos al que pertenecemos. Los tiempos han cambiado considerablemente y así también las correlaciones de fuerzas entre las clases, a escala nacional e internacional. En Venezuela, la clase explotadora y dominante, que masacró a aquellos guerrilleros heroicos, hace ya varios años, ha perdido el control directo del Estado burgués (aunque siga siendo burgués).

Hay una pugna con la burguesía e incluso entre nosotros mismos, para transformarlo, para dar paso a un Estado socialista, con democracia participativa y protagónica, donde el poder real esté en manos de los trabajadores y el pueblo, donde impere el Poder Popular. Decíamos que nos encontramos en pleno desarrollo de una revolución. Es decir, nos encontramos en una etapa muy especial de la lucha de clases. Una etapa en la que las clases explotadas han logrado significativos éxitos en su insurgencia y le han arrebatado espacios a los explotadores. Hemos impuesto una nueva correlación de fuerzas que nos favorece. Nuestro bloque de clases populares, de la clase trabajadora, de los campesinos, junto al resurgir de nuestros pueblos indígenas, viene logrando, de manera constante, importantes conquistas democráticas y sociales. Viene ganando en soberanía y reducción de la dependencia, respecto al frente de las fuerzas semicoloniales y dominadoras que nos ha sometido históricamente, tras la pérdida de la independencia alcanzada con la derrota del imperio español, pero entregada a los nuevos amos del Norte por traidores, socios y lacayos. Y aunque esto ha sucedido esta vez, a primera vista, democráticamente, con los votos, con una constituyente, con sucesivas reformas; detrás hubo y hay un acumulado de muchas luchas, con diversos métodos y maneras, con las que hemos buscado ir abriendo el camino… Luchas que la mayoría de las veces fueron derrotadas, como batallas de una guerra. Pero, a pesar de ello, tuvieron y no han dejado de tener, un profundo y duradero impacto histórico… Porque no se perdió la huella en la conciencia colectiva de las vanguardias y de todo el pueblo.

Porque el martirio de los revolucionarios, como el martirio del Che, enciende faros luminosos que trascienden la muerte y perviven como inspiración y ejemplo de las generaciones futuras. Y allí están también los mártires de Cantaura, junto a los de Yumare, a los del 27 de Febrero, a los del 4 de Febrero, a los del 11 de abril, a los que caen todavía víctimas del sicariato y del paramilitarismo -mientras nosotros seguimos temblando de rabia por tanta impunidad que arrastramos- junto a todos los mártires que han caído en Venezuela, a los que siguen cayendo en Colombia, a los que cayeron masacrados por los grupos fascistas del separatismo en Bolivia, a los de Faluya, en Irak, a los de Palestina…

Todos los mártires de las interminables agresiones del imperio en nuestra América Latina y en el mundo… Como lo digo en mi canción “A ellos, que no espapen”, de la Cantata 27 de Febrero: “Ellos nos han plagado de Vietnams e Hiroshimas, de Sabras y Chatilas, Guernicas y Holocaustos”… “Son de la misma clase vil de los genocidas de Yumare, Cantaura y también del Amparo”… “Esos que el 27 de febrero ordenaron disparar los fusiles al ver al pueblo alzado, hacer suya la calle, harto de ser hambreado, y mostrar que el destino puede ser volteado…” “¡A ellos! ¡Que no escapen! ¡No más impunidad!, ¡A ellos! ¡Que no escapen! ¡Sin justicia no hay paz!”

Cantaura fue, entonces, uno de esos puntos trágicos de la confrontación con la burguesía apátrida de este país y con su jefe superior imperialista, de cuyas haciendas ha sido el servil caporal. Pero para llegar hasta aquí, hasta la revolución bolivariana (con todas sus falencias y debilidades, en revisión autocrítica, pero con todas sus grandes fortalezas), declarada hoy como una revolución democrática, antiimperialista y en transición al socialismo, hemos tenido que dar muchas batallas. Batallas de una guerra en la que sufrimos muchas derrotas, pero cada vez con más contundentes victorias… Donde la experiencia nos ha fortalecido con sus lecciones para seguir avanzando en el camino… Donde hubo innumerables luchas populares, levantamientos de campesinos, protestas estudiantiles, movimientos guerrilleros, huelgas obreras y ocupaciones de fábricas, rebeliones militares, contiendas electorales, lucha ideológica, cultural y mediática. La realidad nos enseño que los grandes cambios se producen con inmensas movilizaciones de masas, cuyos efectos la mayoría de las veces van más allá de lo inmediato. Como la gran convulsión popular del 27 de Febrero, de la que es hija esta revolución que ahora estamos viviendo, que conmovió y transformó a las propias Fuerzas Armadas que otrora nos persiguieron y reprimieron.

Porque hoy, los efectos de todas aquellas luchas y de la semilla ideológica sembrada por los combatientes, se ven en la figura del Comandante Chávez que emergió de las filas militares, desde sus raíces como un hombre del pueblo, y acompañado por sectores nacionalistas, bolivarianos y antiimperialistas… Porque hubo y sintieron el impacto de la lucha de clases sobre ese aparato armado de la burguesía que era la Fuerza Armada Nacional. Entonces, no hemos llegado hasta aquí simplemente, dentro del contexto y con los mecanismos de una democracia formal, encubridora de un régimen de terror burgués, que era la llamada “Democracia Representativa”… Que era simplemente un modelo político del sistema capitalista, represivo y terrorista, profundamente hipócrita y pervertido, diseñado para ser el recaudador de los sudores del pueblo para las arcas de los potentados y para venderle el alma al diablo, al amo imperialista negador de nuestra soberanía y dignidad como pueblo.

Hemos llegado hasta aquí pasando por diversas formas de lucha social y política, en muchos casos cruenta, como sucedió con Cantaura. Tan cruenta como la que asomó en abril de 2002 y como volvería a ser si no aplastamos a tiempo todos y cada uno de los planes golpistas, magnicidas e intervencionistas de nuestros enemigos de clase. En estos días, a la lista de mártires empiezan a sumarse nuevas víctimas del imperialismo, dentro de sus propias fronteras. Ahora se suman millones de norteamericanos, ya sin distinciones: afroamericanos, latinos y blancos anglosajones, que pierden sus casas y sus empleos, sus comodidades y beneficios. Experimentan en sí mismos cómo son lanzados súbitamente a la exclusión social y quedan al margen del supuesto bienestar material del llamado “modo de vida americano”, logrado a costa de otros pueblos.

Ahora son víctimas de la voracidad de su “propio” imperio en crisis, de la estafa y de la irracionalidad del capitalismo imperialista. Les hicieron olvidar que en Estados Unidos también hay proletariado, que el imperio es la médula de la explotación capitalista. Creían estar a salvo pero estaban en el ojo del huracán y ahora les está zarandeando en sus brazos. La revolución venezolana, junto a los procesos revolucionarios que viven otros pueblos de nuestro continente, se convierte ahora en una referencia también para ellos. Mientras, continúa dando pasos hacia la independencia y en la construcción del Poder Popular que debe reemplazar a las estructuras burguesas y cambiar las relaciones de producción capitalistas. Algo que no se puede hacer por completo dentro de nuestras fronteras, porque el capitalismo como sistema mundial solo puede ser superado por una revolución mundial.

Esa revolución comenzó aquí en Venezuela y está en curso en América Latina. Hay otros pueblos del planeta que vienen luchando contra el imperialismo y ya las columnas del capital comenzaron a derrumbarse en la metrópoli principal. El pueblo norteamericano también se estremecerá, la lucha de clases también se reactivará en ese país, porque las masas no van a poder permitir que la crisis de los capitalistas sea descargada sobre sus espaldas. Y la voz de la revolución bolivariana ya les está diciendo que tienen que cambiar la Constitución de ese Estado imperialista que oprime a todo el mundo. Y a ellos también, les está diciendo que no va más el papel de potencia dominante unipolar, les está diciendo que estamos contra el imperialismo pero que somos solidarios con el pueblo norteamericano.

Estamos en un momento muy especial para la lucha antiimperialista y para la lucha por el socialismo. El ideal por el que ofrendaron sus vidas los mártires de Cantaura vuelve a tener una gran oportunidad. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para triunfar, esta vez está en juego la sobrevivencia de la naturaleza y de toda la humanidad que ya no pueden resistir más el abuso del capitalismo.

Ganemos las nuevas batallas que se avecinan.

Será el mayor tributo que podamos dar a todos los caídos en la lucha.

¡Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos!