Después del Che

DESPUÉS DEL "CHE"

La confirmación de la noticia de la muerte en Bolivia del CHE GUEVARA, según el anuncio oficial de Fidel Castro en nombre de la Revolución y del Pueblo al que el CHE ofrendó lo mejor de su vida, nos mueve a señalar públicamente nuestra posición ante el dramático acontecimiento de la muerte física del heroico Comandante Guevara.

Sabemos que expresamos el más sincero y legítimo homenaje de las juventudes revolucionarias argentinas al CHE, a su vida y a su muerte, y la renovada adhesión de la nueva generación a su lucha por la liberación.

CHE GUEVARA es la conciencia de la Revolución Latinoamericana, y el sacrificio de su vida en los momentos en que más necesaria sentíamos su presencia y jefatura, es el signo de la autenticidad más extraordinaria, ante el cual se inclinan hasta loa enemigos mas viles del CHE y de las ideas por las que supo morir con tanta dignidad y coraje.

La muerte del CHE GUEVARA, combatiendo en las fronteras de su tierra natal, en el llamado más enérgico, más duro, más exigente al compromiso real y concreto en la acción revolucionaria y en la lucha armada: este llamado nos está dedicado especialmente a los compatriotas del CHE argentino, y a los compatriotas del CHE latinoamericano.

Tenemos una vez más en el CHE el más alto desafío a la acción y a la lucha. Tenemos en su muerte la clara definición revolucionaria que supera todas las discusiones estériles, todas las vacilaciones, las cobardías y los miedos.

Tenemos en la presencia del CHE, definitivamente vivo en la conciencia de los pobres, de los explotados y de los desposeídos, el absoluto convencimiento y la fuerza para seguir o empezar la lucha sin tregua contra los ejércitos represores, las oligarquías sin patria y el imperialismo yanki.

DESPUÉS DEL CHE, de su vida de entrega total y sin concesiones a la Revolución queda una profunda crisis de conciencia en las autocalificadas "vanguardias revolucionarias", que viven la frustración y la impotencia por no haber asumido plenamente la condición de revolucionarios, y no estar preparados para la larga lucha que está planteada en nuestra patria y en casi todos los países de América.

DESPUÉS DEL CHE, de su muerte tan cercana, en las mismas fronteras del hambre y la miseria de nuestro Norte, queda por hacer un sincero y exhaustivo examen de nuestra conducta para determinar si cumplimos o no con el deber de todo revolucionario que es hacer la Revolución.

DESPUÉS DEL CHE, de su vida jugada mil veces por la Revolución, de su muerte poniéndole su carne y sangre a sus ideas, hay un ejemplo y una conducta que nos está golpeando los oídos y las manos para que, con la misma generosidad y violencia del CHE, nuestros oídos se hagan eco de su inmortal grito de guerra y nuestras manos empuñen sus armas gloriosas hasta la Liberación o la Muerte.

Junto a CAMILO TORRES y a todos los heroicos compañeros que ya dieron su sangre por la Revolución, saludamos al CHE con su misma despedida de fraternidad y de esperanza:

¡Hasta la Victoria Siempre!

Comando Camilo Torres

Buenos Aires, 18 de Octubre de 1967.
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Fuente: Cristianismo y Revolución, Nº 5.