Trinchera Móvil, Nº 2

TRINCHERA MÓVIL
Edición Nº 2 - Octubre de 2008

ÓRGANO DE DIFUSIÓN DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA - EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO (BATALLÓN CHILE)

EDITORIAL

Sin teoría revolucionaria, no puede haber movimiento revolucionario (LENIN)

En la Edición anterior de TRINCHERA MÓVIL, dimos a conocer nuestro planteamiento respecto al estado de situación del Capitalismo, en su fase suprema, el Imperialismo. En esa ocasión realizamos un diagnostico, donde enfatizamos la atención a las actuales contradicciones Inter-imperialistas y las repercusiones que a partir de ellas, veríamos suceder.

Nuestra intención ha sido, iniciar una lucha ideológica desde posiciones revolucionarias, que emergen desde nuestro pueblo y desde la Patria Grande. Lucha enmarcada en la batalla de ideas, frente a la ideología dominante burguesa y pequeño burguesa imperante, la cual, lamentablemente ha penetrado las filas del movimiento popular y revolucionario; manejados por nuestro enemigo de clase, el cual llega al extremo de financiar institutos de análisis y estudio, con supuesto "carácter marxista", intelectuales revisionistas, todos fomentados por dineros de la NED, la Fundación Ford, Amnistía Internacional y un sin numero de ONGs; las cuales funcionan, con dinero entregado por los Estados imperiales, teniendo como objetivo último, el retraso de nuestros pueblos en la toma de conciencia de clase.

En esa Primera Edición de TRINCHERA MOVIL, planteamos desde una posición de clase, que los revolucionarios no debíamos dejarnos encantar por cantos de sirena, y dejar de repetir el discurso burgués, de la existencia del "libre mercado" o del "neoliberalismo"; fundamentamos la actual fase de la Formación Económico-Social capitalista, como una etapa monopolista y que a ésta, le corresponde una ideología fascista. Y que por lo tanto, el enfrentamiento del campo popular, es contra toda la maquinaria institucional fascista y la única salida que deja el capitalismo actual, es que los explotados y los pobres del campo y la ciudad, diseñen de una buena vez su propia estrategia político-militar.

Siguiendo en esta lucha ideológica, en esta oportunidad, queremos dar a conocer los lineamientos y métodos doctrinarios por los cuales llagamos a determinar el diagnostico y análisis de la realidad histórica planteados, poniendo especial relevancia a las situaciones concretas y a la materialidad de los procesos; ello definido por un método y una ideología; el Marxismo-Leninismo y una concepción Político-Militar.

Según nuestro juicio, si existe algo que no podemos abandonar y dejar que el enemigo celebre, es nuestra teoría revolucionaria, el Marxismo-Leninismo. Ello por una razón fundamental; es la única que, no sólo posibilita una interpretación acertada de los procesos históricos-naturales, sino también, proporciona elementos que permiten proyectar desde un piso real y no sobre meras hipótesis idealistas. Entonces, ¿Por qué abandonarla y dejar ciegos nuestros pasos?, ¿Por qué no reconocer que sin teoría revolucionaria es muy difícil avanzar y a la vez, apostar por la vida? No bastan las buenas intenciones, ni si quiera el hambre; no podremos tener unidad, profundidad en el avance sin esta guía, sin el Marxismo-Leninismo.

En primer lugar, esta doctrina revolucionaria es la única capaz de tener el punto de vista de la totalidad y a la vez, de su movimiento; ésta plantea certeramente las determinaciones materiales, que en última instancia, permiten orientar hacia la superación de esta realidad y no perderse en el mundo de las ideas; acierta las contradicciones y por ende, conduce por el camino que permite encontrarlas y estar preparados. En definitiva, es la única teoría de clase que apuesta a nuestro favor.

Sin embargo, el Marxismo-Leninismo no es una sumatoria de libros, tampoco un conjunto de categorías basadas en simples supuestos teóricos y menos ideas de unos hombres que vivieron hace unos siglos. Es y debe ser nuestra teoría revolucionaria porque es capaz de autoconstatarse en la práctica todos los días. Esta última afirmación es tan dialéctica que nos obliga a realizarla en una Formación Económico-Social (FES) concreta; no basta con referirnos a la sociedad en general, al imperialismo en general, a la explotación, a la pobreza, al Socialismo, sin ver sus detalles e interconexiones, sus particularidades y generalidades.

Nuestro desafío, entonces, consiste en representar la mediación entre la práctica y la teoría de tal forma que, nuestro accionar realmente represente el interés de clase. Este equilibrio supera, por un lado el dogmatismo, el revisionismo y por el otro, el voluntarismo y la improvisación.

Muchos lo han abandonado y no nos cabe duda que hay un gran porcentaje de debilidad ideológica ya que el trasfondo contiene un cambio en el interés de clase, o simplemente, el desgano de no auto-formarse como cuadro revolucionario, capaz de avanzar de manera comprometida en todos los ámbitos. Además del desconocimiento que existe, con respecto a cual es realmente EL ENEMIGO a enfrentar, la composición, la moral y las capacidades de NUESTRAS FUERZAS, como asimismo el TERRENO donde se van a dar los encuentros.

Nuestro enemigo es muy hábil y pretende engañarnos, levantando discursos y teorías seudo revolucionarias que son tomadas y enarboladas por sectores débiles ideológicamente, que usan un "discurso revolucionario", pero considerando una cuota de "diferencia", en su creación teórica; por ejemplo, se habla de Socialismo, pero "del siglo XXI"; se habla de Revolución, pero minusvalorando la experiencia Cubana, China o Rusa, por considerarlas "extemporáneas". En definitiva, lo único que busca nuestro enemigo, es dilatar la toma de conciencia de los pueblos, con estas estratagemas y posiciones adelantadas, sobre todo cuando en la actualidad los servicios de inteligencia de cada uno de nuestros países son monitoreados e inducidos por la inteligencia Estadounidense y/o Israelí y estos a su vez por la FED y el club de Bilderberg.

Las necesidades y aspiraciones de los pueblos, distan mucho de las recetas implementadas, como medidas salvadoras por sectores llamados progresistas, que actúan bajo los marcos burgueses, incapaces, en ultima instancia, de enfrentar y derrotar a un enemigo que cuenta con los recursos financieros, militares y tecnológicos como los que manejan la FED y sus títeres; el no poseer una estrategia político-militar, ante tal enemigo, es un acto genocida.

En consecuencia nuestra práctica Político-Militar -desde una mirada de clase- está obligada a responder a esta práctica del enemigo, pues la organización, composición y disposición de sus fuerzas, se encuentran en todas las esferas, orientadas a mantener y reproducir ampliadamente el capital y su dictadura de clase. Por lo tanto, para ellos la política, las ideas, el arte, las organizaciones sociales, todo, en tanto sea posible, es conducido desde los aparatos de inteligencia.

Por último, y en conclusión, no podemos ser derrotistas porque nos jugamos la vida y el planeta, no podemos entregarnos a batallas perdidas, porque nos jugamos la guerra.

Por lo tanto, el pueblo con su vanguardia, y no nuestro enemigo, serán los que decidirán -dependiendo del transcurso de nuestra marcha- si es necesario eliminar, neutralizar o evadir y continuar la marcha, en pos del objetivo estratégico. Nosotros elegiremos qué combates, batallas o campañas daremos; no las inducidas y planificadas por el enemigo.

Para lograr lo anterior, una vanguardia cumple una función trascendental; garantizar la marcha y permitir la introducción en combate de las fuerzas principales, es decir, el pueblo. Además, media entre los grupos mayoritarios de la clase y de los pueblos oprimidos, marginados y la transformación de los aparatos políticos-militares en gestores para la construcción y la defensa del socialismo, antesala del comunismo.

El imperialismo como fase superior del capitalismo, apuesta todas sus cartas para sobrevivir y nosotros las nuestras para vivir.

Con el PUEBLO, como Fuerza Principal Político-Militar,

Con la vanguardia creando CONCIENCIA Revolucionaria y

Con el FUSIL, como guía de la lucha histórica y constante.

Con estos componentes, mas el arte de la guerra que debemos desarrollar, es lo que nos permitirá el uso correcto y la medida justa de nuestras fuerzas; métodos, terreno, blancos etc. Esto nos permitirá la victoria, el logro de nuestra estrategia y el cumplimiento de nuestros objetivos.

POR LA RAZON Y LA FUERZA, LOS TRABAJADORES AL PODER

SÓLO PODEMOS LA VÍA REVOLUCIONARIA

COMBATE O MUERTE

Movimiento de Izquierda Revolucionaria – Ejército Popular Revolucionario (Batallón Chile)