En esta hora tan trascendente de la lucha de clases en el Perú, el MRTA, por acuerdo de su Comité Central, dirige el siguiente mensaje de combate y esperanza a la clase obrera y al movimiento popular.
Nuestra organización, bajo los principios marxistas-leninistas que la orientan, reafirma el papel histórico, ideológico y político que a la clase obrera le corresponde en le dirección de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Papel que se escribe desde el mismo momento de su aparición, a comienzos del presente siglo, que asume una identidad ideológica y política con el legado y acción del Amauta Mariátegui y que se potencia cada día más, al ser la clase obrera la que ha estado a la cabeza de los combates de los sectores oprimidos contra los diferentes gobiernos de turno.
Siguiendo la tradición de sus antecedentes, las últimas generaciones de obreros supieron dirigir importantes jornadas de lucha, como el histórico Paro Nacional del 19 de julio de 1977. En este período, la clase obrera ha desarrollado riquísimas experiencias en los diversos paros, movilizaciones y tomas de fábricas que protagonizó, como la toma de CROMOTEX en 1979. En los últimos tiempos, una de sus luchas más importantes es la que acaba de protagonizar la Federación Minera.
Muchas de las jornadas de la clase obrera se siguen realizando, sin embargo, dentro de los marcos reivindicativos. Por ello, es imperativo que en los actuales momentos, donde los campos entre revolución y contrarrevolución se definen con mayor nitidez, la clase obrera desarrolle su lucha reivindicativa levantando alternativas políticas para derrotar al gobierno de turno y en función de la toma del poder, asumiendo así en forma masiva, el rol histórico que le corresponde.
Pero la revolución no es obra exclusiva de la clase obrera. Los campesinos, los desocupados, los estudiantes, los maestros, los vendedores ambulantes, los empleados y los profesionales también desempeñan un papel importante. Son ellos junto a la clase obrera, los que deben combatir en forma organizada, al gobierno aprista y su política de hambre y represión. Hoy, más que nunca, el proceso de centralización y unificación de las luchas del pueblo peruano, que se gesta en medio de este nuevo ascenso de la protesta popular, debe llevarnos a fortalecer la Asamblea Nacional Popular como embrión del poder popular y a desarrollar nuevas formas de lucha contra los enemigos de clase, como la autodefensa de masas. No son expectativas puramente electorales las que puedan hoy dar alguna salida para nuestro pueblo, el único camino es la lucha revolucionaria. De lo que se trata es que, a través de sus luchas, comprensa la necesidad de la transformación radical de la sociedad.
Ante los hechos reales que nos ha tocado vivir, como la represión indiscriminada contra toda forma de protesta popular, los genocidios, las desapariciones de pueblos enteros, la aparición de bandas paramilitares y la institucionalización de la tortura, requerimos de mayor decisión y definición para enfrentar a los opresores. Esto pasa, necesariamente, tanto por el desarrollo de la lucha armada de la vanguardia como por la autodefensa de masas y formación de las milicias populares, procesos que geminan en nuestra patria y que tenemos el deber de impulsarlos y que confluirán a un solo torrente que es la guerra revolucionaria del pueblo. Sólo así, cuando un día todo nuestro pueblo se alce como un solo puño conquistaremos un Perú en el cual se haga realidad el socialismo.
En ese camino, hay centenares de obreros, campesinos, estudiantes, maestros y profesionales que en estos años han ido asumiendo la militancia partidaria convirtiéndose en combatientes tupacamaristas. Nuestra organización se nutre así con lo más avanzado de la clase, con los mejores hijos de nuestro pueblo.
Por tales razones, reiteramos nuestro llamado a la clase obra, al campesinado y al pueblo peruano para que, en cada sindicato, comunidad, Pueblo Joven, universidad y colegio, nos fortalezcamos y preparemos para los futuros combates contra los explotadores. Las organizaciones naturales del pueblo peruano, como los Frentes de Defensa, la CGTP, la CCP y la Asamblea Nacional Popular, tienen la responsabilidad de asumir dicha tarea.
El MRTA está plenamente convencido que la clase obrera y el pueblo peruano sabrán ponerse a la altura que la lucha de clase exige, la sangre de miles de mártires y héroes de nuestro pueblo así lo reclaman, así como la esperanza y coraje de 20 millones de peruanos. Y por ello, reiteramos, una vez más, nuestro compromiso de luchar hasta el fin, hasta vencer o morir por el triunfo de la revolución peruana, y la construcción de una patria Socialista.
¡CON LAS MASAS Y LAS ARMAS, PATRIA O MUERTE… VENCEREMOS!