DIRECTORIO REVOLUCIONARIO: EL BRAZO ARMADO DE LA FEU
Faure Chomón, uno de sus fundadores, ofrece su testimonio sobre esta organización revolucionaria
Por PEDRO ANTONIO GARCÍA
Revista Bohemia
A 50 años de la proclamación del Directorio Revolucionario, Faure Chomón, combatiente contra la tiranía desde la asonada traidora del 10 de marzo de 1952, uno de sus fundadores y su jefe de acción, primero, y secretario general, posteriormente, rememora para BOHEMIA aquellos días.
"Cuando Batista dio el golpe de Estado –afirma–, la dirección de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) estaba en manos claudicantes, salvo algunas excepciones. Eran elementos deformados en los anteriores gobiernos auténticos y buscaban hacerse de una base o plataforma politiquera, con vistas a convertirse en representantes, senadores.
"El estudiantado revolucionario que se enfrentaba a la tiranía se dedicó a rescatar la dirección de la FEU. Formamos una candidatura que se llamó Superación Integral, para llevar a la presidencia de la Federación a un candidato revolucionario, pero no tuvimos éxito a pesar de que se ganó en varias facultades. De todo esto quedó una estructura en las 13 escuelas universitarias, compañeros ya organizados. Ese movimiento no se perdió. Pero nos hacía falta un líder. Y ese líder fue José Antonio Echeverría."
En primera fila
José Antonio comenzó a destacarse desde el mismo 10 de marzo en la Facultad de Arquitectura, donde estudiaba. "Su primera acción –recuerda Faure–, fue el cuestionamiento a un grupo de estudiantes que con mucha ligereza habían aceptado ir a un evento deportivo con pasajes pagados por la tiranía."
Por aquellos días, se produjo la profanación al busto de Julio Antonio Mella. "Una manifestación avanzó hacia la zona capitalina de L y 23, allí se colgó un muñeco alegórico a Batista, la policía llegó y comenzó la represión. Nos replegamos a L y 27, hasta allí llegó el coronel Martín Pérez y otros altos oficiales intentando dialogar, se les rechazó a gritos de ¡Abajo la tiranía! Desde 23 comenzaron a disparar sobre nosotros, tuvimos cinco heridos.
"Esto desbordó nuestros sentimientos de rebeldía y comenzamos a reclamar acción, lo cual presionó a la dirección claudicante de la FEU. Salimos en manifestación, se nos fue sumando pueblo, los vecinos de San Lázaro nos aplaudían, nos gritaban su solidaridad. Llegamos al Parque Maceo y los tramitados querían desviarnos por la calle Belascoaín, pero a las consignas de: ¡Revolución, Revolución! y ¡La cabeza de Batista!, ¡La cabeza de Batista!, agregamos: ¡A Palacio a Palacio! Y enrumbamos por San Lázaro hacia Prado.
"Los dirigentes tramitados de la FEU se fueron retrasando y se retiraron. Y en el curso de aquella manifestación, José Antonio fue ocupando la primera fila, el vacío que habían dejado los tramitados. Cerca de Prado tuvimos un encontronazo gigantesco con la policía y esta comenzó a disparar. Ahí hieren mortalmente a Rubén Batista. Nosotros no dejamos caer la bandera que llevábamos, a pesar de los fuertes chorros de agua... José Antonio me haló hacia una cafetería y me dijo: ‘Te van a matar’, porque él había visto a un policía apuntándome."
Conquistar la FEU
Empezaron los contactos de Faure con José Antonio y otros compañeros revolucionarios. "A medida que pasan los días, nos percatamos de que él era el líder que andábamos buscando. Nuestro objetivo inmediato era limpiar la dirección de la FEU de elementos claudicantes, para promover la acción revolucionaria."
A José Antonio lo eligieron presidente de la Facultad de Arquitectura y secretario de la FEU a nivel de Universidad. "Todavía la vanguardia no tenía fuerzas en todas las escuelas, hay dos tendencias más: los claudicantes, que querían poner una figura controlable por ellos; y otra de elementos muy cercanos a la Triple A de Sánchez Arango, controlado por políticos profesionales del Partido Auténtico que les temían a la juventud.
"En este período hubo dos presidentes que renunciaron, vencidos por las presiones, ante la situación de violencia de los elementos que querían reimplantar el bonchismo (gangsterismo estudiantil). Le correspondía la presidencia, por sustitución reglamentaria, a José Antonio y hay un intento de elegir a alguien manipulable. Entonces Fructuoso Rodríguez lo proclama presidente en un acto estudiantil el 30 de septiembre de 1954, para salirles al paso a los bonchistas.
"Con Echeverría se acaban las tramitaciones, ahora hay que poner a la FEU en combate, tomar las banderas del Moncada y alzarlas, en momentos en que Fidel y sus compañeros aún guardan prisión. Y ya José Antonio tenía pensado que hay que preparar la FEU para la etapa de lucha armada, porque no es un organismo concebido para la clandestinidad. Su idea es crear el brazo armado de la FEU. Y nos cita a Fructuoso y a mí a una reunión en casa de Anillo, en la calle L, y aprovecha que en La Habana están Jorge Ibarra Cuesta, de la FEU oriental, y José Luis Varona, del Instituto de Camagüey. Eso fue a inicios de 1955.
"Se aprecia en el pensamiento de José Antonio una idea constante de radicalización, él plantea que en la próxima elección de la FEU tenemos que estar preparados con este aparato fundado, que debe tomar el nombre de Directorio, un nombre muy vinculado a las luchas estudiantiles desde la dirección de la FEU de Mella y los Directorios de 1927 y 1930. Y decidimos que no llevara la palabra estudiantil sino Revolucionario, porque incluye también a los obreros y a todos los sectores populares. Dejamos constituida lo que llamamos entre nosotros la ‘célula central’. José Antonio era el secretario general, Fructuoso como vicepresidente y como jefe de acción, Faure Chomón.
"Nos dimos a la tarea de constituir los distintos frentes. Para el del estudiantado de la Segunda Enseñanza designamos a Joe Westbrook. En el de Acción, desarrollamos una rama externa, formada por obreros; se escoge para dirigirla a Rubén Aldama, quien era trabajador del Transporte, hombre muy humilde que tuvo que padecer la discriminación por ser pobre y por ser negro, sería nuestro primer mártir del Directorio. Y una rama interna, que a partir de cierto momento sería dirigida por José El Moro Assef. Desde el inicio estuvo en Acción, Mary Pumpido; luego se irían incorporando Julio García Oliveras, Pepe Wangüemert...
"Esta etapa, a inicios de 1955, es totalmente secreta, no va a divulgarse la existencia de la organización, es por ello que el frente de Propaganda no es inmediatamente cubierto, no queríamos que se supiera qué estaba pasando en la Universidad. Estábamos adquiriendo armas, preparando casas, grupos de acción que se foguean en las manifestaciones. La célula central ya ampliada comienza a reunirse en una casa de las avenidas 19 de Mayo y Aranguren. Éramos el brazo armado de la FEU, y nos convertimos además en la dirección secreta de esa organización.
"La radicalización de la lucha, José Antonio también la entiende en lo interno, lo universitario, incluyendo los centros de la Segunda Enseñanza, en el combate contra toda inmoralidad, los vestigios bonchistas de exigir buenas notas a profesores débiles mediante la violencia, el rechazo a que se reduzcan los programas de estudio sino que estos se cumplan y en ocasiones se amplíen, se completen; es decir la lucha contra todo lo mal hecho.
"A la vez, se incrementan las actividades culturales de la Universidad, auspiciando eventos de distintos tipos, las llamadas semanas con Alicia Alonso y el Ballet, los recitales con directores de orquestas como González Mantici, los conversatorios con intelectuales notables, como Marinello, Bernal del Riesgo, el Teatro Universitario, ciclos de cine con José Manuel Valdés Rodríguez."
Elecciones FEU 1955
Elementos oportunistas logran confeccionar una candidatura para oponerse a José Antonio, incluso confunden a muchos. "Así se forman dos bloques: el de José Antonio, a quien apoyan seis facultades, y el de un tipejo, Leonel Alonso, quien trató de resucitar el bonchismo bajo un disfraz seudorrevolucionario y controlaba otras seis escuelas. Solo quedaba la candidatura de Farmacia, donde salió presidente Ñico Guevara, un hombre de tremendas cualidades, quien apoyaba también a Echeverría. El oportunista llegó a secuestrar a dos vicepresidentes de Farmacia, amenazando con matarlos y el día de las elecciones llamó a unos gángsteres, tal vez para secuestrar a Ñico. Pero una masa estudiantil lo acompañó a votar y José Antonio salió presidente."
Durante toda esta etapa, el Directorio se amplió por toda Cuba. "En la provincia de Pinar del Río, el coordinador fue primero Ormani Arenado, caído en el ataque a Palacio, aunque inmediatamente después se quedó Carlos Lugo. Alberto García se desempeñó en la ciudad de Camagüey casi todo el tiempo. En el territorio de Las Villas, Chiqui Gómez Lubián; luego asumió Ramón Pando Ferrer, ambos cayeron en la lucha, y en Oriente, Félix Pena (fallecido después del triunfo)."
La riposta armada
En toda esa trayectoria, la tesis de José Antonio era radicalizar la acción de masas mediante manifestaciones, enfrentamientos a las fuerzas represivas. "Hemos ganado la dirección de la FEU, ya no hay componendas ni tramitaciones, ahora hay que ganar la calle y levantar los ánimos del pueblo, para incorporarlo a la lucha contra Batista y a la idea de que la única salida posible para derrocar a la tiranía era la vía armada. Y en el enfrentamiento con la policía, José Antonio y la dirección de la FEU en primera fila, los grupos de acción iban en la línea siguiente, para ir fogueando los compañeros.
"En el seno de la FEU, José Antonio a fines de 1955 reveló la existencia del Directorio y demandó su aprobación, lo que fue aceptado por la mayoría. A partir de entonces se aplicaría la riposta armada, con el plan de liquidar el llamado Diálogo Cívico entre la tiranía y la oposición burguesa, y se radicalizaba la acción de masas a favor de la lucha armada.
"Se decidió poner en ejecución esta táctica en la manifestación del 2 de diciembre de 1955 –anunciada en solidaridad con el estudiantado santiaguero violentamente reprimido el 27 de noviembre último–. José Antonio le entregaría una carta al coronel mambí Cosme de la Torriente, gestor del Diálogo Cívico, en la cual invocaba que la única salida era recorrer el mismo camino escogido por el propio Don Cosme y los cubanos en el 95: la lucha armada; y que el Directorio sería consecuente con esa tradición, por lo que ese día, tras el enfrentamiento violento entre estudiantes y policías, un comando nuestro abrió fuego y hubo dos oficiales y una docena de policías heridos.
"A partir de aquel 2 de diciembre, nuestra táctica será la de la riposta armada y esta opera como un detonador que desata un torrente de acciones en el mes de diciembre, como la del estadio del Cerro, que tiene la particularidad de que cuando la policía reprime al comando que se ha lanzado al terreno, las cámaras de la TV siguieron la golpiza y toda Cuba fue testigo deaquella salvajada. Y aunque José Antonio estaba preso, seguía dirigiéndonos desde la cárcel, desde donde nos enviaba sus orientaciones y le consultábamos."
El 7 de diciembre fue el homenaje a Maceo. "Por el Directorio habló René Anillo, quien pronunció un magnífico discurso, un llamamiento a la lucha. Cuando terminó el acto, se formó una manifestación espontánea desde la calle San Lázaro a la Universidad, encabezada por Ñico Guevara y otros compañeros, y la policía, tan estúpida, decidió reprimirla en la esquina de Infanta y hubo gran cantidad de heridos, entre ellos Camilo Cienfuegos y Juan Pedro Carbó Serviá." Ese mismo día, en Ciego de Ávila, cae mortalmente herido el joven Raúl Cervantes, cuyo sepelio fue multitudinario. La Universidad de La Habana le organizó un entierro simbólico, manifestación reprimida por la policía y porristas infiltrados.
"Días después, la FEU llamó públicamente al movimiento obrero revolucionario a que en solidaridad con el estudiantado convocara a un paro de cinco minutos, que se realizó a lo largo de todo el país. Muchos líderes sindicales fueron detenidos y remitidos a la Cárcel del Príncipe, lo que les permitió reunirse con Echeverría. Al ser puesto en libertad, José Antonio declararía: ‘A partir de ahora, el movimiento estudiantil marchará del brazo con el movimiento obrero’."
La huelga azucarera de 1955
El movimiento obrero revolucionario había convocado a una huelga azucarera a fines de 1955 y le pidió a José Antonio el apoyo del estudiantado por medio del dirigente azucarero avileño Isidoro Salas. "Elaboramos un plan con estos compañeros para que la huelga saliera de los centrales y se extendiera hacia las ciudades cercanas, para con la táctica estudiantil de lucha de calle convertirla en una huelga política.
"José Antonio orientó a los compañeros a dirigirse a diferentes lugares del país. Él partió a un recorrido por toda la Isla que culminó en Santiago, en donde se entrevistó con Frank País. Fructuoso marchó a la zona azucarera de Santo Domingo (Villa Clara), en donde era muy querido. A mí me correspondió Placetas; Carbó, Zulueta; el Moro Assef, Ciego de Ávila; Machadito, Manzanillo; Osmel Francis, Guantánamo."
En esta huelga también participaron el M-26-7, el Partido Socialista Popular, la sección obrera de la Ortodoxia, todo un acontecimiento de unidad en aquellos tiempos. "La idea de llevar el paro a las ciudades fue de José Antonio, el líder político de esta huelga."
La Carta de México
Febrero de 1956 fue el mes de la proclamación del Directorio. "Habíamos crecido, seguimos en la táctica de la riposta armada como lo demostramos en la manifestación del 13 de febrero de ese año, cuando esta fue reprimida, un comando armado ocasionó una docena de policías heridos. Y el 24 de febrero de 1956, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, José Antonio hizo pública la existencia del Directorio y comenzó nuestra campaña pública, se creó el frente de propaganda.
"Ya habíamos llegado al máximo de radicalización. El paso inmediato y superior es ir hacia Fidel, con quien firmó José Antonio la Carta de México (suscrita el 31 de agosto de 1956), la declaración de guerra de la Juventud cubana contra la tiranía. Nosotros teníamos una concepción de la vía armada, la lucha de calle, que no era la que iba a desarrollar Fidel, la guerra de guerrillas. Y él nos unió: en todos nuestros encuentros nos dijo que todas las tácticas son necesarias, hablamos de nuestras coincidencias en las cuestiones estratégicas: lucha armada a muerte contra la tiranía, denuncia al trujillismo, reconocimiento a los militares puros, la unidad de las dos organizaciones que representan a la nueva generación para llevar a cabo la Revolución.
"José Antonio, al regresar a Cuba (1956), echó a andar el plan militar del Directorio. La incorporación de Evelio Prieto Guillama y Eduardo García Lavandero y el precioso arsenal que ellos aportaron, nos convoca a un plan gigantesco, comenzamos a analizar el ataque y toma de alguna instalación importante y llegamos a reconsiderar el viejo plan de atacar el Palacio Presidencial.
"En medio del levantamiento armado, alguien debía hablarles al pueblo y los demás sectores revolucionarios y quien debía hacerlo era José Antonio. Costó trabajo convencerlo, él quería estar en la acción armada, pero él era el idóneo para dirigirse a la población. Es bueno aclarar una vez más que lo de Palacio no se hace con el propósito de ajusticiar a Batista, eso es un elemento secundario, queríamos detenerlo, juzgarlo ante el pueblo, e iniciar una sublevación armada, con una participación popular activa.
"Así llegamos al 13 de marzo de 1957. Entre el ataque al Palacio Presidencial y la Operación Radio Reloj, perdimos una treintena de compañeros, entre ellos nuestro jefe, José Antonio. Y falló el plan por la traidora inactividad de los responsables de la segunda operación, que concentraba la mayor parte del armamento. Como no había confianza en ellos, Echeverría tenía pensado comandarla, una vez cumplida su misión en Radio Reloj, pero cayó en combate al enfrentar a un patrullero que se interpuso en su camino."
El Frente guerrillero
Tras la muerte de José Antonio, Fructuoso Rodríguez asumió como secretario general del Directorio. "Acordamos mantener la lucha urbana en La Habana, con acciones que puedan desembocar en una huelga general con apoyo armado, y abrir un frente guerrillero en la zona montañosa del Escambray." El 20 de abril, la organización sufrió otro duro golpe al ser asesinados junto con Fructuoso otros tres valiosos combatientes: Juan Pedro Carbó, José Machado y Joe Westbrook.
Faure marchó al extranjero, ya como secretario general del Directorio, y preparó una expedición con la que llegó a Cuba en febrero de 1958. "A la llegada de la columna del Che, nos pusimos bajo sus órdenes y desarrollamos toda la Campaña de Las Villas con él. En La Habana, nuestros grupos de acción continuaron las acciones, entre ellas, el ataque a la 15ta. Estación de policía, por parte de un comando encabezado por Tavo Machín y Raúl Díaz Argüelles.
"Tras el triunfo del Primero de Enero, el Directorio Revolucionario de la FEU de José Antonio se incorporó a las tareas de la Revolución en el poder, bajo las órdenes de Fidel. Y en 1961 se fusionó con el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular en las Organizaciones Revolucionarias Integradas, antecesor de nuestro actual Partido Comunista de Cuba."