Luchar por vivir, por transformar un país, el estado fascista (burguesía, mafia y paramilitares) los ha condenado a permanecer atados de pies y manos, en espacios con barras y muros de concreto. Son hombres y mujeres que creen en las transformaciones sociales, en la dignidad de los pueblos, en la esperanza de un mundo con oportunidades para el pueblo.
Sabemos de antemano que el trato que reciben es completamente diferente al de presos civiles o sus compinches paramilitares. No obstante, la fortaleza de su espíritu combativo y su compromiso revolucionario, les da la energía y fuerzas para seguir siendo subversivos para no querer la versión capitalista, individualista y consumista que enceguece y mata el papel de hombre, “el ser social”, como revolucionarios.
Estos hijos de Bolívar son atropellados de diversas formas: allanamientos nocturnos sin ninguna explicación, visitas familiares solamente cada mes o más, les niegan la llamada hora del sol y las llamadas telefónicas, no les entregan los útiles de aseo, intimidación física o verbal, les cortan los servicios de agua y luz, etc. De igual forma sus procesos judiciales son dilatados y los radican en otras ciudades donde el sindicado no se encuentra y como las diligencias son con la presencia del sindicado dilata aún más los procesos, son acusados de rebelión, terrorismo, homicidio, secuestro… pero hasta la fecha ni siquiera se les ha culminado la etapa de juicio.
El estado obstaculiza la justicia gracias a sus perros falderos (INPEC, Policía, Fiscalía y Jueces) ya que estos son siervos de la burguesía, unos menos estudiosos se venden por trozos de alimento y por poder endeudarse para comprar una casa de interés social, los otros más capacitados son asalariados pequeños burgueses que solamente se motivan por vivir con un sueldo e ingresar a un club y comer en banquetes, los dos consiguen estos “beneficios” vendiendo la vida de un revolucionario (de un pueblo) y prostituyendo la verdad y la justicia.
Con todos estos obstáculos, los prisioneros de guerra y políticos siguen a la espera del intercambio de prisioneros y a la solución política del conflicto que vive Colombia, ven con recelo, las actitudes sospechosas de la mafia – burguesía aferrada en el poder, oyen y sienten el clamor del pueblo por construir un mundo sin desigualdades sociales y aferrados a sus libros y su voz le gritan al mundo el sueño de construir una democracia socialista, la Nueva Colombia.
No obstante, los presos políticos y de guerra, no están arrodillados, con la dignidad y valentía que siempre se les caracteriza, y los sueños de continuar el legado de Bolívar y Marulanda, no se venderán, no están dispuestos a traicionar al pueblo. Buscarán mil formas para salir de las cárceles y una vez afuera se unirán al pueblo para alzarse en armas y aniquilar totalmente el estado fascista.
FRENTE JACOBO ARENAS
BLOQUE IVÁN RÍOS
FARC - EP
JURAMOS VENCER Y VENCEREMOS!!!
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