Este año viene cargado de importantes movilizaciones populares, contra las políticas del gobierno que siguen favoreciendo a los intereses oligárquicos.
Las repercusiones nacionales de la crisis económica mundial, aumentará las penurias del pueblo y los sectores medios, miles de trabajadores seguirán aumentando el ejército de desempleados, el hambre seguirá su carrera porque lo que antes eran alimentos ahora será combustible, la política de seguridad nacional seguirá entregando el país a inversionistas privados y todo ello motivará nuevas luchas.
Hoy, nuevos esfuerzos de los humildes, se enfilan a la lucha, los que han comenzado con la rebeldía del pueblo chocoano, víctima de la negligencia, la discriminación y el abandono. Ha empezado la organización indígena a preparar la minga. La CUT y el magisterio, también elevan la bandera de las reivindicaciones populares.
Importante destacar, el Congreso del Polo del próximo 28 de febrero.
No hay duda, contra los esfuerzos y avances populares conspira la acción de sus enemigos, representados en Colombia por el gobierno, en cabeza del presidente Uribe, para quien las justas reclamaciones son ‘brotes terroristas’.
Él no concibe que las mayorías expresen con dignidad y fuerza su descontento y reclamos por sus derechos, arrebatados y cercenados por la oligarquía, que detenta el poder a sangre y fuego y a quien Uribe representa en su máxima expresión.
De él llegan sus amenazas y de grupos afines a sus políticas, sean organizados directa o indirectamente por funcionarios del Estado, como ya se ha podido demostrar en miles de denuncias.
De igual manera, conspiran contra los intereses populares, las medidas legales del gobierno, conseguidas con la modificación permanente de la Constitución Nacional, a las que los grandes medios de información estimulan y encubren.
Son también obstáculos para el éxito de la lucha de masas, el sectarismo y burocratismo existentes al interior de las organizaciones populares y revolucionarias, que restan fortaleza a su unidad y organización.
De cara a estas realidades debemos actuar los revolucionarios, dirigentes populares, patriotas y demócratas. Si no son esos nuestros desvelos y esfuerzos principales, entonces no somos consecuentes y estamos desenfocados de lo más importante, asunto que merece una profunda autocrítica, que nos lleve a una rectificación radical para actuar correctamente.
Demostremos nuestra consecuencia en la acción de calle, fábrica, barrio; en la ciudad y el campo. Que el afán sea por sumar, no por diferenciarse.
La unidad es condición de triunfo, vamos a buscarla por la base, porque por arriba está demostrado que no es posible mientras no esté consolidada por la base.
Inspirémonos en quienes nos han dado ejemplo, miremos hacia Gaitán y Camilo, es verdad que son otros tiempos, pero más grandes las urgencias.
Que la consecuencia transforme la claridad teórica en acción, para que de esa manera podamos ser auténticos.
La izquierda tiene pleno derecho a competir con sus enemigos en la contienda electoral, pero no es correcto dedicar sus esfuerzos sólo a ella, la lucha popular va mucho más allá, se concreta en múltiples urgencias, que deben atenderse para que todo converja en fines comunes y nacionales, donde su organización lejos de diluirse se consolida porque la meta está siempre más allá.
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OTRA ESTRATEGIA FRENTE A LAS DROGAS
Recientemente tuvo lugar en Río de Janeiro Brasil, un evento que cuestiona la actual estrategia de lucha contra las drogas, que contó con la participación de varios ex presidentes y otras personalidades.
En dos de sus apartes, concluye:
"Las políticas prohibicionistas basadas en la represión de la producción y de interdicción al tráfico y a la distribución, así como la criminalización del consumo, no han producido los resultados esperados. Estamos más lejos que nunca del objetivo proclamado de erradicación de las drogas".
"Es imperativo examinar críticamente las deficiencias de la estrategia prohibicionista seguida por Estados Unidos y las ventajas y los límites de la estrategia de reducción de daños seguida por la Unión Europea, así como la escasa jerarquía que le dan al problema de las drogas algunos países, tanto industrializados como en desarrollo".
La lucha por una nueva estrategia contra las drogas, debe despertar el interés de todos los colombianos honestos, por un rumbo de futuro para Colombia y el mundo, contrario a los enfoques de EE.UU. los cuales han significado el mas rotundo fracaso en la lucha contra las drogas y el narcotráfico, Esos planes trazados con un carácter imperialista y guerrerista, han traído toda suerte de injusticias para los pueblos donde se produce la droga y jugosas ganancias para las oligarquías criollas y el imperialismo mundial, adictos al narco dinero.
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) colocó en el público de su país, la sustancia conocida como LSD, con el perverso propósito de adormecer la lucha de la juventud. No es casual que ese país cuente, con el mayor número de drogadictos comparado con la población de los demás países.
El Senado estadounidense, sus gobiernos, la Banca, el complejo militar- industrial y Wall Street, no desaprovechan ni permiten cambiar tales políticas, porque ellas les representan jugosas ganancias que les deja este lucrativo negocio, calculado en más de 700 mil millones de dólares al año.
Las drogas siempre han sido un negocio y una estrategia militar en la política expansionista norteamericana. Es el caso de la extradición y juzgamiento de extranjeros a quienes acusan de exportar drogas a ese país.
Drogas y guerra sucia
En 1980 Ronald Reagan autorizo la creación del Frente Democrático Nicaragüense (FDN) para derrocar al gobierno de Daniel Ortega; como los fondos asignados no alcanzaban, la CIA autorizo la creación de una red conectada con la venta de drogas en las calles de Estados Unidos con los carteles colombianos utilizando rutas creadas por la CIA en Costa Rica y Honduras.
El periodista Gary Webb denunció que:
“La CIA fue una organización clave para el tráfico de armas y cocaína que financió la mayor parte de la guerra sucia de EE.UU. contra Nicaragua… Aviones de la fuerza aérea de El Salvador transportaban cocaína a los campos de aterrizaje de Texas y Florida en bases militares”.
Guerra imperialista y drogas
Afganistán incrementó el número de hectáreas cultivadas de opio en más del 17 por ciento de las tierras fértiles equivalentes a 194 mil hectáreas; con ingresos por este producto calculados en más de 4 mil millones de dólares, de 11.500 millones que representa su PIB.
Tras la operación norteamericana que colocó en el poder a Hamid Karzai, la cantidad de opio producida se elevó de 185 toneladas en el 2001, con el Talibán, a 3.400 toneladas para el 2003. En 2004 La producción se elevo a 6.500 toneladas. En 2007, Afganistán se consolidó como el mayor productor mundial de heroína con el 93% del consumo mundial.
Es ampliamente conocido que antes de perder la guerra de Vietnam, las operaciones encubiertas de la CIA en Laos, Camboya y Tailandia se financiaban con heroína del triangulo de oro del sudeste asiático.
La parte oscura del Plan Colombia
En nuestro país los famosos PEPES (Perseguidos por Pablo Escobar), nacieron con el auspicio de la agencia antidroga de los Estados Unidos (DEA) y luego de la muerte del capo Pablo Escobar fueron ellos quienes se erigieron como las poderosas bandas paramilitares, que asolaron el país con todos los escalofriantes hechos conocidos. Muchos secretos bien guardados se fueron con los cabecillas paramilitares extraditados por el presidente Uribe a EE.UU.
En la potencia del norte están los diseñadores y parte importante de los cómplices de la estrategia anti drogas y de terrorismo de Estado, y nada más favorable que sus cárceles para que muchos secretos se sigan guardando.
Una cabeza importante en esa estrategia anti drogas es el actual presidente Uribe, que para los años de las florecientes bandas narco paramilitares derivadas de los PEPES, era gobernador de Antioquia y una de sus luchas de entonces fue legalizar el paramilitarismo con las tristemente célebres cooperativas de seguridad llamadas CONVIVIR.
Luego asumiría la llamada “pacificación de Urabá” y sus éxitos represivos contra la población los pagaron los narcoparamilitares con votos que lo llevaron a la presidencia, desde donde intentó la más macabra acción de impunidad con la legalización de las bandas paramilitares, a la que sobrevino el escándalo de la parapolítica.
El Plan Colombia diseñado por EE.UU con la máscara de luchar contra las drogas, fue parte importante de su estrategia, donde se combinaron acciones legales con las ilegales de terrorismo de Estado, lo cual le dio amplio margen al presidente Uribe para consolidar un capitalismo mafioso, con pleno respaldo de Washington.
Otro destino es posible
Mientras fracasa la estrategia antidroga y su Plan Colombia, hoy existen en los campos colombianos mas hectáreas de coca sembradas, un aumento notorio de la producción, millones de colombianos empujados al ilícito negocio, metidos en un callejón sin salida de donde solo es posible salir, en una lucha tenaz, de todo el pueblo, con el concurso de todos los que en Colombia y el mundo pensamos que un mundo más justo y de carácter humano es posible y urgente para salvar la humanidad y el planeta de la perversidad capitalista.
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LAS ERUPCIONES DEL VOLCÁN D.A.S.
Ya nada extraña en Colombia, todo vale, esa es la desgracia.
Aun se oye el eco de las palabras del presidente Uribe, metiendo sus manos a la candela para defender un funcionario mafioso, paramilitar y corrupto, que produjo en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) las más escandalosas novelas. Pareciera que el destino de los colombianos fuera aceptar, que dichas novelas no son la excepción sino la regla.
Que entre el diablo y escoja
Con desparpajo varios políticos de diversas corrientes, hablan de las bondades de la Seguridad Democrática; pues bien, es bajo ese manto que se erigió el presidente Uribe, para que luego se demuestre que llegó a Palacio con muchos votos logrados con la acción de los paramilitares, a cuyos cabecillas despachó a Estados Unidos, luego de acuerdos secretos.
Las primeras bases de la Seguridad Democrática, las construyó Uribe como jefe de la Aerocivil, cuando gracias a sus relaciones con la mafia, florecieron los aeropuertos para exportar las drogas.
Luego como Gobernador de Antioquia pondría el pecho para crear y defender las bondades de las Convivir y se aliaría con el general Del Río y los paramilitares, para “pacificar a Urabá”, con millares de masacres que luego siendo presidente, se incrementaron en todo el país.
Esa combinación represiva y mafiosa, le abrió las puertas a lo que luego sobrevino.
Si desde el alto gobierno, se actúa sin ningún escrúpulo, ¿que no puede pasar en las demás entidades gubernamentales o estatales? La ley entra por casa.
Resultados a la vista
Lo que demuestra la parapolítica, es que quien gobierna en Colombia es la mafia, pero no cualquier mafia. La permisividad, concupiscencia y alianzas con el crimen para empotrarse en el poder, no puede menos que producir la debacle que hoy vive Colombia y que se empeñan en disimular, minimizar y esconder, los gobernantes y sus áulicos.
Por eso los escándalos en el D.A.S., el Congreso de la república, la policía, el ejército, las reuniones de la Mafia en Palacio, los asesinatos de sindicalistas, políticos, defensores de derechos humanos, humoristas, dirigentes sociales, la impunidad , la exclusión de los pueblos indígenas y afrodescendientes, los 4 millones de desplazados, la paga para comprar conciencias, el robo de tierras para crear los megaproyectos y engordar los terratenientes, el uso de los símbolos de la Cruz Roja Internacional en misiones secretas del gobierno, etc., etc., ya no tienen otro alcance que poner el grito en el cielo.
Pero ese grito llega a los oídos del gobierno que no oye, no responde o le echa la culpa a "una mafia", a “los terroristas”, a la naturaleza y la suerte, o cuando más, a uno o dos funcionarios de segunda categoría “que manchan la imagen de las honrosas instituciones colombianas”.
Aunque muchos consideren difícil de lograr, la única solución a esta dramática realidad, es la confluencia de los colombianos que ven la política, la vida, el poder y el futuro, con honradez, espíritu de servicio, escrúpulos y sobre todo al servicio de las mayorías.
Eso requiere un gran esfuerzo de lucha y organización que hoy es más urgente que nunca, para crear un nuevo gobierno que encause el país por los senderos de la democracia real y la paz con justicia social.
Ese esfuerzo es de todas y todos los colombianos honestos y como dijo el Sacerdote guerrillero Camilo Torres:
Ya hemos comenzado porque la jornada es larga.
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ECUADOR Y SU PROCESO DEMOCRÁTICO
Vale la pena enfatizar en esta ocasión el interés, que debemos avivar por los Procesos Constituyentes como un elemento fundamental en el desarrollo y construcción de los procesos de cambio que hoy se registran en Nuestra América.
Los procesos de cambio que hoy se registran en los pueblos hermanos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador hacen parte del nuevo contexto regional y merecen el inicio de una reflexión, que nos permita acercarnos y nutrirnos de sus experiencias.
Sin duda alguna, uno de los avances más importantes de este proceso democrático de mayorías que se encuentra en marcha en este país andino, es la aprobación del Referendo de la nueva Constitución Política, que amplía los derechos de su pueblo y plantea una nueva concepción de inclusión y equidad de las mayorías en el proceso político de cambio, éstas por décadas han sido excluidas, desatendidas y marginadas por parte de los viejos Estados en decadencia.
La construcción del Poder Ciudadano, que significa en sí el Poder Popular, es la fuerza en donde se sustenta el proceso de cambio en la estructura y funcionamiento del Estado, la lucha en contra de la corrupción y la defensa de la soberanía, se han convertido todas en banderas del Nuevo Gobierno.
La interacción con otros procesos, pueblos y naciones, ha definido una política exterior que rompe con las viejas imposiciones imperiales. La unión latinoamericana define un objetivo estratégico que se concreta en todas las instancias y los procesos de integración, la ciudadanía latinoamericana y caribeña, el promover la diversidad cultural, la defensa de la soberanía alimentaria, los Derechos Humanos de las poblaciones de las fronteras y los refugiados, los planes de defensa de la soberanía y el favorecimiento al Multilateralismo y otras instancias de carácter supranacional desde la óptica latinoamericana; son iniciativas del Nuevo Gobierno, que demuestran una práctica diplomática con profundas raíces democráticas.
Este 2009, será un año electoral. La ratificación de un Gobierno que propone el cambio, con sus aciertos y desaciertos será uno de los retos por superar por el pueblo ecuatoriano. Se espera un mayor relacionamiento con el movimiento social, popular y la izquierda, en la perspectiva de afianzar y sentar las bases para la consolidación del proceso, que al lograrse, permitirá Revolución Ciudadana para largo rato.