Saludamos a todas las mujeres que laboran en campos y ciudades, y a todos los trabajadores, en esta jornada de lucha que representa el primero de mayo, Día Internacional de la Clase Obrera.
Desde las montañas del Magdalena Medio y desde la clandestinidad de la acción política y organizativa del partido, el Movimiento Bolivariano y las Milicias Bolivarianas, y los combatientes del Bloque del Magdalena Medio de las FARC-EP, les acompañamos en esta jornada de lucha para avanzar en la materialización de las reivindicaciones políticas, económicas y sociales que reclama la nación.
El actual régimen narco-paramilitar caracterizado por la extrema violencia contra todos los opositores, organizaciones sociales y sindicales, descarga el peso de sus injusticias sobre los sectores más empobrecidos de colombianos, estableciendo salarios de hambre. Recorta las conquistas sociales y los derechos laborales alcanzados en las luchas de los trabajadores y favorece con inmensas ganancias a empresarios nacionales y extranjeros.
Frente a las políticas de hambre y violencia que impone el narco-uribismo, es urgente redoblar la movilización y organización de todas las expresiones de lucha para la reconciliación y reconstrucción de la nación, empezando por obligar al régimen a la concreción del acuerdo humanitario, como puerta hacia la firma de un acuerdo de paz serio, sobre las bases de la justicia social.
Que este primero de mayo sea una jornada contra el terrorismo de estado, el empleo, salarios justos y por el acuerdo humanitario.