La Comunidad Andina de Naciones, CAN, y la crisis económica

LA COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES, CAN, Y LA CRISIS ECONÓMICA

El último bimestre de 2.008 y lo transcurrido del 2.009 ha estado marcado por una serie de reuniones a todo nivel de los países de América Latina, Centro América y el Caribe, todas ellas con un objetivo central: definir la estrategia para enfrentar la crisis mundial del capitalismo y sus repercusiones en la región. De allí que la CE PAL2 afirme que “Lo que comenzó a mediados de 2007 como un problema del mercado de hipotecas de alto riesgo de los Estados Unidos se transformó, al cabo de poco más de un año, en una crisis sistémica, que afectó enormemente a los mercados de crédito de los países desarrollados, por lo que cabe esperar que su impacto en la economía real sea sumamente negativo, aun cuando no hay, a fines de 2008, una idea precisa de su magnitud.” (Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2008. www.cepal.com.)

La Cumbre del “G–20” (15/11/08) efectuada en Washington, y sobre la cual se creó expectativa al ser promocionada como la cita para la refundación del capitalismo, especialmente por los gobiernos europeos con el francés Sarkozy a la cabeza, dejó a la vista que son conscientes de que la actual crisis económica sacude las bases del sistema y de ello algunos concluyen que hay que refundarlo, que las teorías económicas que hasta el momento han elaborado han sido derrotadas en la práctica y no pueden guiarlos ahora.

Al final, el “G–20” no desembocó en nada concreto y demostró que los capitalistas buscan su salvación práctica e inmediata porque se están ahogando en medio de la crisis y esperan que el poder del Estado burgués les lance el salvavidas de socializar sus pérdidas (creadas por sus aventuras especulativas y la anarquía capitalista, entre otros factores), sin tocarles sus riquezas, sin importarles la suerte de los pueblos del mundo. “Uno de los problemas más serios del sistema y los líderes imperialistas es que no han podido construir una teoría que le de coherencia, al menos por un tiempo, a su accionar económico para garantizar la acumulación capitalista, no aparece un nuevo modelo de acumulación y se dan palos de ciego.” (Tesis sobre la crisis capitalista en marcha, Partido Comunista de Colombia (marxista leninista). Periódico Revolución, suplemento, 03/10/08)

Las reacciones en Suramérica

Los seis países integrantes de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América, ALBA3, más Ecuador, reunidos en Caracas el 26 de noviembre/08, como reacción y medida concreta para enfrentar la crisis, toma ron la decisión de crear un Fondo de Estabilización y Reserva para tratar de protegerse colectivamente, pero además y para todas las transacciones comerciales, tanto en el ámbito regional como fuera de la zona, dotarse de una unidad de cuenta común combinada con una cámara de compensación de pagos. Las mismas llevarán el nombre de “Sistema unitario de compensación regional”, el “Sucre”, el cual será únicamente, al me nos de momento, una unidad de cuenta y valor, no una moneda con su organismo emisor y sus piezas o billetes.

A la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la CAN realizada en Lima (24/11/08, a la cual nos referiremos más adelante), le siguió la XXXVI Cumbre del Mercado Común del Sur MERCOSUR4 (14/12/08), un día después se reunió UNASUR5 (15/12/08) e inmediatamente, el 16 y 17 de diciembre, se efectúo la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) que agrupo a treinta países.

En la cumbre de la CALC –Colombia y El Salvador no asistieron los gobernantes coincidieron en sus críticas a las instituciones del Bretton Woods, al FMI, BM, BID, a la dependencia económica y condenaron a los países desarrollados como causantes de la crisis económica internacional y exigieron que éstos asuman los costos de la crisis y su solución. Demandaron la construcción de una nueva arquitectura financiera mundial que garantice su democratización, transparencia basada en el respeto, la dignidad, la soberanía y el trato entre iguales; coincidieron en que la crisis debe enfrentarse unidos buscando posiciones comunes para presentarlas a la próxima reunión de la Organización de Naciones Unidas, ONU, que ha citado a una conferencia para abordar este tema exclusivamente.

La propuesta del grupo ALBA sobre el “Sucre” fue la más concreta y ya se avanza en su implementación en los países concernidos y fue recogida en la Declaración de Salvador de Bahía por la CALC, con excepción de los países no asistentes.

Estas reacciones de los gobiernos muestran contradicciones ínter burguesas e ínter imperialistas, al tiempo que han estado enmarcadas por muchas acciones populares contra el despotismo, el desempleo, los bajos salarios, los altos precios de los bienes de consumo básico y por seguridad social, entre otras banderas económicas, sociales y políticas que están presionando a los gobiernos reaccionarios. Esta realidad, en muchos casos, lleva a posturas demagógicas y maniobras en las alturas para engañar con la unidad entre vecinos, regional o continental que –para la gran mayoría de ellos no incluye a las masas desposeídas sino a las burguesías que soportan el modo de producción capitalista y son dueñas de los principales medios de producción y de las mejores tierras en América Latina y el Caribe, con la excepción de Cuba.

La CAN

Antes de examinar la situación económica de Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia que integran la Comunidad, es importante ver algunos aspectos políticos generales que necesariamente repercuten en su integración y avance.

El horizonte andino terminó muy nublado en el 2008. Venezuela sigue por fuera de la CAN y ni ese país ni Ecuador tienen embajadores titulares en Colombia. El comercio entre los tres países está afectado no sólo por la tensión política sino por las medidas proteccionistas adoptadas por Quito y Caracas, algo que golpeó en distintos niveles a Colombia; más aún, en medio de la caída del Pro ducto Interno Bruto (PIB) y los demás efectos de la crisis internacional manifestada en todos los frentes de la economía nacional, continental y mundial.

Al interior de la CAN existen dos bloques con marcadas diferencias de orientación política, económica y social. Por un lado, los gobiernos de Ecuador y Bolivia hacen parte de la tendencia democrática, patriótica y progresista que se desarrolla en el subcontinente, comparten y empujan las propuestas de integración latinoamericana a través del ALBA, de UNASUR y se acercan cada vez más al MERCOSUR; un hecho importante a destacar es la firma de un acuerdo entre el MERCOSUR y Bolivia que le permite a este último exportar 30 millones de dólares en textiles con tarifa 0 dentro de los países que conforman este mercado, son pasos concretos dados en la integración regional. Este acuerdo es un apoyo a Bolivia, luego de que el Gobierno de Bush le suspendiera de la estadounidense Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Lucha Contra las Drogas (ATPDEA, siglas en inglés). Contrasta esta decisión del imperialismo estadounidense con respecto de Bolivia, con el trato dado a Perú y Colombia a quienes sin haber cumplido las metas de erradicación de cultivos de coca les extendieron esas preferencias por 12 meses más. En el otro extremo se ubican los gobiernos de Colombia y Perú abiertamente pro-imperialistas y reaccionarios.

Los presidentes Uribe Vélez y Alan García, haciendo un favor a los imperialistas yanquis, en muchas ocasiones han lanzado ataques contra el proceso político de la República Bolivariana de Venezuela y su Presidente Hugo Chávez, que es el líder del ALBA. García y Uribe juegan un papel de punta de lanza del imperialismo para impedir la unidad. Perú en lo económico se encuentra amarrado a un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los yanquis a lo cual aspira Colombia, es decir su norte está en Norteamérica y no en la integración latinoamericana. Habrá que ver cómo se acomodan ahora que su patrón Bush y los republicanos perdieron la presidencia, pero eso es objeto de otro análisis.

A raíz de las negociaciones de estos TLC es que Venezuela tomó la decisión de retirarse de la CAN. Es impensable que la burguesía del Perú rompa el trata do y que el gobierno de Colombia renuncie al mismo, por el contrario Uribe insiste por todos los medios para lograr lo y no es descartable que con Obama se firme con algunos retoques, a diferencia de las posiciones de los presidentes Morales y Correa que rechazaron la realización de tratados de libre comercio con Estados Unidos, obviamente ligados al clamor de la movilización popular.

Las tensiones entre los gobiernos de Uribe y de Correa y del último con la Casa Blanca lejos de disminuir han aumentado, ante las nuevas e innegables evidencias de la participación gringa en la violación de la soberanía ecuatoriana efectuada por el gobierno y tropas colombianas que el 1 de marzo de 2.008 culminó con el cobarde asesinato del comandante Raúl Reyes, miembro del Secretariado de las FARC, y de 17 personas más entre civiles y combatientes. A estas tensiones se suma la valiente decisión del presidente Evo Morales de expulsar de territorio boliviano al embajador de Bush, Philip Goldberg, y la suspensión de actividades de la DEA y la CIA por intromisión en los asuntos internos.

Aún no se vislumbra la posibilidad de distensión política en el área andina y menos que Venezuela se reintegre al bloque de la CAN, así maniobre con acuerdos diplomáticos y comerciales en las reuniones bilaterales con el fascista gobernante de Colombia, Álvaro Uribe Vélez. La reunión extraordinaria del Parlamento Andino para febrero en Medellín (Colombia), examinará posibles salidas a la difícil coyuntura pero no genera optimismo por la polarización de posturas de los gobiernos.

La Comunidad Andina en cifras

El comercio dentro de la CAN se mantuvo hasta finales de 2.008 en aproximadamente unos 6.000 millones de dólares, cifra que se redujo en 1.000 millones de dólares en enero de 2.009 debido a las medidas proteccionistas implementadas por Venezuela y Ecuador respecto de las exportaciones colombianas (ver recuadro); “Luego de alcanzar el objetivo de establecer una zona de libre comercio entre los países de la Comunidad Andina, ahora se busca perfeccionar la normativa que rige dicho mercado ampliado e impulsar acciones que contribuyan a la transparencia y faciliten el libre flujo de mercaderías.” www.comunidadandina.org/comercio/comercio_bienes.htm), es decir, muy poco frente a la grave realidad.

Pero dejemos que sean los Ministros de Economía y Finanzas que nos cuenten los resultados de su reunión del 24 de noviembre del 2008 y las tareas que asignaron a un grupo técnico: “realizar estudios sobre cómo liberar los recursos de las reservas internacionales y cuál podría ser el mecanismo de contingencia que permita inyectar recursos ante una eventualidad de catástrofe.” (Subrayado nuestro), “con el fin de emprender acciones concertadas que busquen contrarrestar los efectos de la crisis sobre las economías de la subregión, entre ellas las relacionadas con la nueva arquitectura financiera internacional” (ver comunicado: www.comunidadandina.org).

Esta reunión presidida por el ministro ecuatoriano tiene un acento en algunas medidas de defensa del mercado interno que algunos ubican sólo como decisiones políticas pero realmente tienen un sustento económico lógico. Son varios los países que en diferente proporción, bien por las vías de subir los aranceles, o de modificar cuotas de importación e incluso de implementación de líneas de alivio a los golpeados sectores industria les, comerciales y financieros locales, están acudiendo a incentivar el consumo de productos nacionales como estrategia para reactivar sus economías y evitar más desempleo en medio de la recesión mundial. Es necesario explicar que hay muchas menciones sin aclarar, como lo de “nueva arquitectura financiera internacional”, lo cual indica que son propuestas en desarrollo que estudiarán los técnicos, pero que ante todo define una intención política.

Estas decisiones van señalando un ángulo de acción económica difícil de evadir en el camino para enfrentar la crisis, asunto nada fácil por los elementos políticos planteados anteriormente, lo cual convierte a la CAN en un espacio de confrontación entre propuestas que pueden ser diametralmente opuestas.

Un hecho en la disputa de mercados entre los imperialistas a tener en cuenta es el relacionado con la discusión de un TLC con la Unión Europea, UE, por parte de la CAN, el cual se ha tratado de espaldas al pueblo colombiano, segura mente para evitar las manifestaciones de rechazo por la clase obrera y sectores populares. Lo que sabemos es que la UE tomó la decisión (diciembre/08) de romper con la negociación en bloque para abordarla país por país, lo que refleja la frágil unidad andina y la maniobra divisionista de la UE.

Algunos indicadores de 2007

VER GRÁFICO EN DOCUMENTO ADJUNTO

Estos indicadores bajaron drásticamente para el 2.008, por ejemplo en Colombia el PIB cayó a la mitad en el primer semestre del año y continuaba su descenso; pero todos los gobiernos en especial el de Colombia y Perú, se apresuran a plantear que la crisis no los golpeará tan duramente, con argumentos mentirosos como el “blindaje de las economías” y otros artificios estadísticos para impedir la reacción de los pueblos.

El desarrollo desigual andino

El desarrollo desigual de los países de la CAN, denominado engañosamente “asimetrías”, es un obstáculo real agigantado por el modo de producción capitalista y el imperialismo que dificulta la unidad para enfrentar la crisis según la voluntad política expresada por una parte significativa de gobiernos de los países latinoamericanos. Sin embargo, y a pesar del desarrollo desigual de los países de la región, es posible ubicar elementos comunes que afectarán nuestras economías que dependen principal mente de los dictados del imperialismo yanqui, efectos negativos que aún no es posible cuantificar. Para dar una mirada podemos apoyarnos en el “balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe”, presentado por la CEPAL a mediados de diciembre de 2008, precisando que este es un organismo de la ONU, en cuyo seno se manifiestan contradicciones inter-capitalistas y ha expresado diferencias con algunas tesis neoliberales e instituciones como el FMI.

Plantean los señores de la CEPAL en su resumen del informe que: “La tasa de crecimiento prevista para el próximo año será sumamente inferior a la del período que finaliza, de manera que los gobiernos de la región deberán desplegar todo el potencial con que cuenten, en términos de políticas contra-cíclicas, a fin de evitar un deterioro mayor. Se es pera que la tasa de crecimiento de Amé rica Latina y el Caribe sea de un 1,9%, lo cual supone una evolución relativa mente optimista de la crisis.” Y a renglón seguido agrega: “hay varios cana les a través de los cuales cabe esperar que las economías de América Latina y el Caribe se vean afectadas. En primer lugar, la desaceleración global provocará una reducción del volumen y el precio de las exportaciones, la caída de las re mesas y la baja de la inversión extranjera directa y de la demanda de servicios de turismo. Por otro lado, los países enfrentarán mayores dificultades de acceso y un mayor costo del financiamiento externo.” Y rematan: “No puede descartarse, sin embargo, un escenario más pesimista, en el cual la recesión continúe y aun se profundice y la restricción crediticia también se prolongue. En este escenario, obviamente, los problemas seña lados se agudizarían y la tasa de crecimiento sería inferior a la prevista.” (Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2008. www.cepal.com. Los subrayados son nuestros).

En términos generales la crisis se manifestará en la región en todos los terrenos. Repasemos algunos aspectos: desempleo masivo, baja de salarios, inestabilidad laboral y el consiguiente aumento de la informalidad, se profundizarán los problemas de la salud y las pensiones ahondando la crisis social. Los mercados de materias primas (o “commodities”) estarán fuertemente a la baja (en volumen y precios). La recesión en el mundo industrializado deteriora las perspectivas de los países dependientes, el crecimiento será menor y por debajo de las expectativas del FMI y la CEPAL. Se incrementarán los costos de financiamiento externo y se reducirán las entradas de capitales extranjeros. Deterioro en los términos de intercambio y en la cuenta corriente con la disminución del comercio internacional. Creciente faltante fiscal. Desaceleración en la entrada de remesas de ciudadanos en el exterior. Disminución de las reservas internacionales. Mayor inestabilidad cambiaria. Independiente de los resulta dos de la inflación, entre las masas no habrá dinero para comprar por los altos precios, los mayores impuestos y la pérdida de ahorros. Habrá medidas proteccionistas. Las quiebras de grandes empresas e instituciones financieras serán impactantes. El tratamiento a las deudas externas de los países latinoamericanos pueden desembocar en el no pago, la moratoria u otras medidas que permitan recursos para amortiguar el impacto de la crisis.

Espacio para la lucha popular

Las batallas populares en Ecuador han dado origen a una nueva constitución política, como también ha ocurrido en Bolivia, antecedido de las reformas legales en Venezuela. Los pueblos de Bolivia y Ecuador también se han movilizado contra el imperialismo acompañando a sus gobiernos en las decisiones en esa dirección, como la suspensión del pago de la deuda externa y el retiro de base imperialista en Manta en Ecuador y la expulsión del embajador yanqui en Bolivia, con la huelga de masas contra la OXI en Ecuador que luego ratifica las medidas del gobierno de Correa. Los pueblos asimismo hicieron saber a los Presidentes Morales y Correa que desarrollarán huelgas y marchas para hacer que la burguesía local cumpla con las nuevas leyes y respete sus derechos. También se han puesto en acción para garantizar una actuación gubernamental consecuente con el pueblo.

En Colombia sigue afianzándose la tendencia al ascenso de la lucha obrera y popular, en un marco unitario democrático y de izquierda en desarrollo, al tiempo que el debilitamiento del gobierno pro–fascista y mesiánico del reelegido Uribe es un hecho cada vez más notable. La organización política y social del pueblo tiende a fortalecerse al calor de las acciones de oposición al régimen y al gobierno.

En el Perú, las dificultades del derechista de tinte socialdemócrata, Alan García, van creciendo en la medida que diversos sectores sociales le manifiestan desacuerdo con muchas acciones masivas.

Si bien Venezuela hoy no hace parte de la CAN, en este país andino está viva la llama de un proceso revolucionario que no se reduce a la permanencia o no del Presidente Chávez como jefe del gobierno. Hay expresiones revolucionarias pugnando por liderar la lucha de clases que ponga fin a la explotación del hombre por el hombre, que no se limitan a las reformas del “socialismo del siglo XXI”.

Las graves crisis económicas conducen a la agitación y la crisis política. Ponen en primer plano el problema del poder y del gobierno como una de sus más importantes expresiones.

El imperialismo no renuncia a su esencia (descrita por Lenin) y, junto a todos los reaccionarios de los países andinos, anuncia represión, autoritarismo fascista, más guerra y hacen demagogia social apoyada en la caja de resonancia que hace la socialdemocracia y otros oportunistas que confunden a la gente honrada con sus llamados a esperar de los nuevos discursos elaborados en la metrópoli imperial.

Así mismo, las organizaciones socia les y políticas de los pueblos (no sólo desde los gobiernos alternativos) ponen en marcha iniciativas para que la crisis la paguen los causantes, los ricos, los imperialistas y sus lacayos. Esas iniciativas tienen diversos alcances según se originen en corrientes de pensamiento progresista, democrático, antiimperialista y revolucionario. Es así como se está abriendo un amplio campo para el crecimiento de las fuerzas revolucionarias, afianzar avances populares y para luchar por gobiernos de amplia convergencia antiimperialista como grandes herramientas que debilitan los eslabones de la cadena imperialista en nuestro continente.

Las fortalezas del imperialismo en la zona andina disminuyen, lo explican sus nuevos planes militares agresivos, sus bases y flotas, da cuenta de ello el uso de pretextos cada vez menos eficientes como son el de la lucha contra las drogas y el terrorismo. Así lo demuestra el discurso de posesión el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando en uno de sus apartes afirma:

“Que estamos en medio de una crisis es algo muy asumido. Nuestra nación está en guerra frente a una red de gran alcance de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente debilitada, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso colectivo a la hora de elegir opciones difíciles y de preparar a la nación para una nueva era.

Se han perdido casas y empleos y se han cerrado empresas. Nuestro sistema de salud es caro; nuestras escuelas han fallado a demasiados; y cada día aporta nuevas pruebas de que la manera en que utilizamos la energía refuerza a nuestros adversarios y amenazan a nuestro planeta.

Estos son los indicadores de una crisis, según los datos y las estadísticas. Menos tangible pero no menos profunda es la pérdida de confianza en nuestro país –un temor persistente de que el declive de Estados Unidos es inevitable y de que la próxima generación debe reducir sus expectativas.” (20/01/09. Subrayado nuestro)

En este contexto los países dependientes tendrán una oportunidad para afianzar su lucha para romper con la de pendencia, generándose condiciones objetivas y subjetivas propicias para cambios de fondo en el modo de producción capitalista.

La posibilidad real de construir una sociedad justa y equitativa está más cerca, pero no se dará por obra y gracia de los gobiernos, por más democráticos y progresista que ellos sean, será obra de la clase obrera y los pueblos en lucha, venciendo los obstáculos que se atraviesen en su camino hacia la emancipación, hacia la plena liberación social y nacional.

Partido Comunista de Colombia (marxista–leninista)

UNIDAD Y LUCHA, Nº 18