Hacemos un llamado a los revolucionarios del mundo, a no dejarse engañar y analizar los últimos acontecimientos, con un carácter mas estratégico, que coyuntural; el pueblo hondureño está siendo utilizado como carne de cañón, de un ejercicio del imperialismo, que tiene como finalidad, profundizar su doctrina de “sistema democrático” y colocar como antecedente, el blindaje de la institucionalidad burguesa; establecer los parámetros hasta donde se puede llegar. La resultante de este ejercicio, es que órganos supranacionales imperialistas, como la OEA o la ONU, salgan fortificadas, administraciones fascistas como las de EE.UU, Colombia, Perú y Chile, se presenten ante el mundo como los baluartes de la “democracia” y alianzas “progresistas” como el ALBA, al estar insertas en el andamiaje capitalista, quedaron “en jaque”, sin mas opción que seguir transmitiendo el discurso de la “democracia” y la “defensa de la Institucionalidad”.
Esta jugada se lleva a cabo, considerando dos características de acción del fascismo contemporáneo; la acción abierta, como el caso del “golpe constitucional” y la acción psicológica encubierta, a través de lo que se ha considerado como “guerra de cuarta generación”.
Llamamos a los revolucionarios, a observar estratégicamente, cual es el verdadero rol que cumplen los diversos actores en este “show golpista” y cuales serán las consecuencias para los explotados, los pobres del campo y la ciudad. Cuales son los verdaderos objetivos de la defensa de la “democracia blindada”, como oposición a procesos revolucionarios, en esta región del planeta.
Ponemos a disposición algunos análisis, a nuestro juicio acertados, que tocan algunos tópicos, que desarrollaremos en un próximo análisis de situación político-militar.
Junio de 2009, desde algún lugar de Chile
Movimiento de Izquierda Revolucionaria – Ejército Popular Revolucionario (Batallón Chile)
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Desenlace del show golpista
Operación "retorno": Zelaya y la OEA desembarcan en Honduras
Como estaba previsto: El show golpista bananero va a culminar con el regreso de la "víctima", Zelaya, al teatro de operaciones del golpe de Estado en Honduras. El montaje de la "reasunción" vino precedido por una operación internacional liderada por EEUU y la Unión Europea, con el apoyo táctico de Cuba y de los llamados gobiernos de izquierda de América Latina.
IAR Noticias/
E l operativo "reelección indefinida" de Zelaya, propulsado por el ALBA y EEUU, tiene planeado comenzar el jueves con un imponente espectáculo mediático que reflejará al presidente derrocado regresando con el "pueblo en las calles".
El gobierno golpista, condenado en forma unánime por todos los países y aislado internacionalmente, va a servir de escenario involuntario para el montaje de un show de ratificación del "sistema democrático", primando sobre cualquier categoría política o ideológica en América Latina.
De esta manera, el golpe bananero impulsado originalmente por los gusanos jurásicos atrincherados en el Departamento de Estado y el Comando Sur, cobró un "aprovechamiento secundario" por parte de Chávez y los presidentes "izquierdistas" del Alba, que coincide -no tan sorprendentemente- con la estrategia de Obama orientada a profundizar el dominio regional con la democracia.
Después de presentarse en todas las portadas de la prensa internacional reunido con Chávez y sus pares del ALBA, Manuel Zelaya, convertido en mártir cívico, aceptó un ofrecimiento para acompañar a Tegucigalpa al secretario general de la OEA.
El anuncio se produce en medio de una fuerte presión internacional liderada por EEUU y la UE para exigir la restitución del presidente en el poder: once países ya anunciaron que retirarán de Honduras a sus embajadores en señal de repudio.
La resolución fue adoptada por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, y Venezuela, países que integran la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
El lunes por la noche se sumaron Chile y México. En simultáneo, Brasil resolvió que su embajador -actualmente de licencia- no retorne a Tegucigalpa.
Los países del ALBA, además, resolvieron mantener su reconocimiento a las representaciones diplomáticas hondureñas nombradas por Zelaya y no reconocer, en cambio, a "ningún delegado del gobierno espurio y golpista" que encabeza desde el domingo el parlamentario Roberto Micheletti.
El sistema capitalista en pleno, mientras tanto, acorraló y aisló a los golpistas bananeros (utilizados como pieza decorativa del "show democrático") y es posible que sus autores locales negocien su retirada antes de que el Ministerio de las Colonias de EEUU (la OEA) aterrice en Honduras llevando de la mano a Zelaya.
Como parte de la presión internacional para restablecer en el poder a Zelaya, Guatemala, El Salvador y Nicaragua decidieron suspender por 48 horas el intercambio comercial con Honduras.
El grupo también ordenó a sus embajadores ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) "suspender de forma inmediata todos los préstamos y desembolsos" al gobierno hondureño, mientras éste no sea encabezado por Zelaya.
Para completar el panorama, y en total coincidencia con la "izquierda revolucionaria" de Chávez, el gerente imperial, Barack Obama, que sólo reconoce como presidente a Zelaya, calificó de "no legal" al gobierno que sustituyó por las fuerza al mandatario hondureño.
Completando el show, el titular de la Asamblea General de la ONU, Miguel d'Escoto, pidió al derrocado presidente hondureño que vaya "lo antes posible" a informar a ese foro sobre la situación política local.
D'Escoto envió una carta a Zelaya "para que venga a las Naciones Unidas y hable ante la Asamblea General lo antes posible, para darnos un reporte actualizado de los eventos en su país", informó la agencia de noticias ANSA.
Completando el cuadro de "dramatismo y tensión" que necesita el espectáculo (y utilizando al pueblo hondureño como variable de ajuste) policías antimotines lanzaron hoy gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que protestaban cerca del palacio presidencial en Tegucigalpa.
El golpe fue ejecutado como respuesta a la iniciativa del presidente Manuel Zelaya de realizar el domingo una consulta no vinculante para ver si, en las presidenciales de noviembre, los hondureños se pronunciaban a favor de la posibilidad de reformar la Carta Magna para "darle más poder al pueblo" y permitir la reelección presidencial.
De acuerdo con la trinchera opositora, si los hondureños aprobaban la realización de ese referéndum y en él se manifestaban a favor de convocar a una Constituyente, Zelaya aprovecharía para cancelar los comicios presidenciales de noviembre (donde no se puede presentar como candidato), y llamar a nuevos comicios postulándose para su reelección.
El Ejército, la Corte Suprema y el Parlamento acusaron a Zelaya de conspirar para "romper la gobernabilidad" en Honduras, y sectores del Departamento de Estado dieron la señal de aprobación para un golpe de Estado militar que desalojó a Zelaya del gobierno y lo fletó en un avión a Costa Rica.
El golpe bananero le dio "sorpresivamente" al terrateniente Zelaya la oportunidad de hacer lo que buscaba: "Desafiar" a los golpistas y regresar a Honduras como un mártir de la mano del Ministerio de Colonias de Obama (la OEA).
De esta manera, el presidente hondureño, que terminaba su mandato en febrero, tiene la oportunidad (legitimado por EEUU y el poder internacional) de elaborar una consulta popular sobre su reelección que seguramente lo dará por ganador por una mayoría abrumante.
La "utilización secundaria" del golpe, por un lado le sirve a Chávez para ratificar su liderazgo y para consolidar el ALBA con la presencia de Zelaya, legitimado y bendecido por el establishment imperial internacional.
Por otro lado, la operación "retorno" con Zelaya le permite a Obama una profundización del acercamiento al bloque de los presidentes de "izquierda", la cara complementaria del dominio con el sistema "democrático" en América Latina.
Un negocio redondo, que se complementa con la izquierda desplegada contra el "golpe fascista" y en defensa de Zelaya y del "proceso constitucional" en Honduras. Todo, en un cuadro regresivo y fantasmagórico de la "guerra fría"
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La hora de Zelaya
Al fin libres: La izquierda y Chávez van con EEUU por la salvación del "sistema democrático"
Les hacía falta un golpe militar bananero al más puro estilo setentista y Washington se los proveyó.
La nueva izquierda vive en la "guerra fría", en el escenario de los militares de la "doctrina de seguridad nacional", mientras Washington (en un claro desfasaje) ya no domina con los militares sino con elecciones, políticos y un orden blindado basado en el respeto al "orden constitucional".
Tanto para Washington como para la izquierda de la "guerra fría" (viviendo en el presente) ya no importan mucho lo que hagan los gobiernos "burgueses", lo que hagan los que protestan en las calles, lo que haga la policía, lo que hagan los que no comen, lo que importa es que lo hagan en "democracia".
La "democracia" es una supra categoría que ocupa el lugar que antes ocupaba la palabra "revolución", o la frase "liberación nacional". Quien conquista la democracia, conquista simultáneamente la "revolución" y la "liberación".
Como dijo hace hace 25 años el político socialdemócrata argentino, Raúl Alfonsin: "Con la democracia se vive, se cura y se come". Ya no se necesita una causa para cambiar el mundo, ya no se necesita cambiar la injusticia social por la justicia social, ya no se necesita organizarse para luchar contra el sistema (capitalista) dominante, ya no se necesita tomar el poder, ya no se necesita derrotar a un sistema económico que embrutece y hambrea a más de la mitad de la humanidad, solo basta con cultivar y adorar la democracia como máxima religión y disciplina mental.
En consecuencia, los descendientes de la izquierda setentista "democrática", ya no pelean contra la depredación del sistema capitalista, no pelean contra las columnas vertebrales de la nueva dominación (políticos, medios de comunicación y sociedad de consumo) sino que pelean contra los que infringen o ponen en peligro el "sistema democrático".
En otras palabras, ya no interesan los contenidos sino las formas, ya no interesa la acción revolucionaria sino el discurso "revolucionario", ya no interesa combatir al sistema, sino ocupar un lugar de "rebelde" aceptado dentro del sistema.
Así como Washington y el capitalismo trasnacionalizado establecieron y nivelaron el "fin de las ideologías" también instauraron la "democracia" como ideología excluyente y dominante del "mundo único".
En ese escenario, la nueva izquierda de la "guerra fría" acomodó su tablero mental y Washington estableció su nuevo reinado en la vigencia de la "elección indefinida" de los politicos que transitan diferentes discursos pero con un solo programa económico, político y militar: El que establecen Washington y las potencias dominantes para dominar y controlar (sin armas) el planeta capitalista.
A una izquierda solo "revolucionaria" en el plano del discurso, sin referencias organizativas, doctrinarias y operativas de "toma del poder para cambiar el sistema", ya no hay que destruirla sino reciclarla, asimilarla, y convertirla en alternativa de poder dentro de las reglas y los contenidos del sistema capitalista.
En ese nuevo escenario de poder geopolítico-estratégico, legitimado por gobiernos satélites elegidos en elecciones populares, Washington consolidó su dominio regional en un teatro latinoamericano sin lucha armada, sin estallidos revolucionarios, y con las organizaciones populares y de izquierda participando como "opción de gobierno" en los países dependientes.
Esto explica la nueva fórmula de "coincidencia" que junta a la revolución (la izquierda) con la contrarrevolución (la derecha). Votar, y votar, y seguir votando: Con el voto se cura, se come y se libera, es el axioma de máxima del nuevo precepto "revolucionario" de moda en las tiendas de la nueva izquierda "políticamente correcta".
No importa que se vote a los verdugos, no importa que se vote el programa económico y la sociedad de consumo del capitalismo globalizado, no importa que se vote por más fábricas de pobreza, no importa que se vote por más activos empresariales y crecimiento de las "súper fortunas" del ranking Forbes, no importa que se vote a políticos mercenarios que, durante 25 años de vigencia de "proyecto democracia" en América Latina, han dejado tras de sí 200 millones de pobres y 100 millones de indigentes. Lo que importa, es depositar periódicamente en las urnas de la dominación trasnacionalizada la ofrenda sagrada de la legitimación "democrática" con el voto popular.
Y finalmente, Washington les dio a todos un mártir de la revolución: Zelaya. Un vaquero terrateniente de la oligarquía hondureña, que Cuba y Chávez adoptaron como "hijo propio".Y la izquierda, soliviantada, con fervor revolucionario renovado, salió a tomar embajadas para defender lo mismo que defienden Washington y la Unión Europea: La continuidad del "sistema democrático" en Honduras.
Con Zelaya, con los bancos y las corporaciones bananeras, con la máquina capitalista de fabricar pobres en serie, no importan los contenidos ni la representación clasista del dominio: ZELAYA ES EL SISTEMA DEMOCRATICO.
Y así fue como Chávez, el ALBA, Cuba y Washington se juntaron en el paraíso: La defensa irrestricta de las banderas del "sistema democrático" por sobre cualquier otra circunstancia. Bienvenidos a la revolución.
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La estrategia con el "retorno de Zelaya"
Un análisis de Pablo Hernández Parra
El golpe y retorno de Zelaya, repite el libreto de abril del 2002 en Venezuela; Zelaya aumenta su popularidad e impone “democráticamente” la reforma reeleccionista. En este caso el objetivo de Washington de gobiernos a largo plazo, fruto de elecciones que garanticen la inversión extranjera, tal como lo defiende Zelaya, se logra y queda Washington como garante de la democracia y el capital internacional le impone a Zelaya sus condiciones, con el apoyo del ALBA y la OEA.
Desde Obama hasta Chávez, así como las agencias noticiosas de “izquierda y derecha” todos coinciden en presentar la crisis política de Honduras como una lucha entre el modelo “dictatorial” o “democrático” de dominación como forma de ejercicio del PODER DEL ESTADO de toda clase dominante.
El hecho de que aparentes antagonistas coincidan en el análisis de la crisis e incluso en su solución, ya de antemano nos lleva a la sospecha de que estamos en presencia de una reedición del libreto venezolano de abril del 2002. La pieza del rompecabezas que no encaja.
La "reelección indefinida"
El nuevo modelo de dominación que impulsa Washington basado en una dictadura de origen “democrático”, que tiene como fundamento la reelección indefinida como fue aprobada en Venezuela, y que en esencia es el modelo cubano- chino de la dictadura del partido y del dictador con elecciones secuestradas de tiempo en tiempo.
Esto es lo que se denomina la democracia blindada. Y esta solución es la que precisamente propone Zelaya. Estamos en presencia de una aparente contradicción: En apariencia (solo en apariencia) los intereses de Washington están siendo enfrentados por un sector de la reacción de la burguesía de Honduras. Analicemos un poco las noticias e intentemos una explicación que arme el rompecabezas.
Lo que sucede en Honduras tiene formalmente como raíz la posición de un sector de la clase dominante que aparentemente quiere evitar que el modelo político de Chávez de reelección indefinida se imponga por cuanto los dejaría eventualmente fuera del reparto del poder, Zelaya se perpetuaría en el gobierno.
Ante esa posibilidad la fracción de la clase dominante amparándose en la constitución burguesa de Honduras, sencillamente da un golpe de Estado como se estila en estos casos de “crisis constitucionales”, como un camino evidente para negociar un nuevo reparto del poder y un establecimiento de nuevas reglas dentro del orden establecido.
Es perfectamente claro que lo que sucede en Honduras no tiene nada que ver con una situación revolucionaria o que esté en peligro el orden establecido. Estamos en presencia de una vulgar lucha entre caimanes del mismo pozo donde una fracción tiene las armas y la otra recurre al “apoyo popular e internacional“ como factores de negociación .
Esta crisis como toda crisis interclasista se solucionara con un acuerdo, donde la sangre no llegara al río, y donde el pueblo pondrá algunos de los muertos en apoyo de Zelaya o como miembros del ejército en apoyo de los golpistas, y posteriormente pondrá los votos cuando sean llamados a votar por su próximo verdugo. La solución de la crisis que ya se vislumbra abre dos grandes salidas:
Primero, el retorno de Zelaya para que termine su mandato que se acaba este año, sin que pueda reelegirse.
Sin sanciones para ninguno de los golpistas principales como sucedió en Venezuela, porque quien se coloco al margen de la ley fue el propio Zelaya según los golpistas (no olvidemos que en Venezuela el Tribunal Supremo de Justicia determino que no hubo golpe de estado).
En este caso gana el sistema y el orden dominante de Honduras y la fracción golpista logra su objetivo. Por lo que se vislumbra esta sería una de las salidas a la crisis, incluso adelantando las elecciones.
Segunda, Zelaya es restituido, sin sanciones para nadie pero se permite la consulta reeleccionista de Zelaya bajo el control de la OEA y de los países del ALBA. Esto explica la reunión actual en Nicaragua, con la presencia de Raúl Castro. Esto cuenta con el apoyo por Washington.
En este caso estaríamos ante un caso de DOCTRINA SHOCK, el golpe y retorno de Zelaya, repite el libreto de abril del 2002 en Venezuela; Zelaya aumenta su popularidad e impone “democráticamente” la reforma reeleccionista.
En este caso el objetivo de Washington de gobiernos a largo plazo, fruto de elecciones que garanticen la inversión extranjera, tal como lo defiende Zelaya (1), se logra y queda Washington como garante de la democracia y el capital internacional le impone a Zelaya sus condiciones, con el apoyo del ALBA y la OEA.
No olvidemos que después de abril del 2002 es cuando se impone en Venezuela la quiebra de PDVSA y la privatización vía empresas mixtas del yacimiento petrolero de Venezuela , así como la reforma constitucional que colocó toda la economía venezolana bajo el control del capital extranjero vía empresas mixtas, endeudamiento, aumento de las importaciones.
Por ende de la dependencia del capital internacional, y sobre todo aumento de la fuga y transferencia de capital vía devaluación, inflación, especulación y sobre todo corrupción por parte del lumpen militar- político que fielmente le sirve a los intereses del capital internacional en su conjunto, no solo de las transnacionales sino de los gobierno que hoy son propietarios de recursos, fabricas y servicios en Venezuela.
La participación del pueblo de Honduras en la “crisis” será la misma de siempre, poner los votos o los muertos mientras los reales factores de poder negocian incluso en el exterior la salida a la crisis en beneficio de la burguesía y el capital internacional.
La posición del gobierno de EEUU se puede explicar por la vía de la doctrina shock, alentaron el golpe, en Honduras como hicieron con Hussein en 1991, para luego imponerle sus condiciones. Esto lo harían no solo contra Zelaya, sino a toda la burguesía de Honduras y todo con el apoyo de los gobiernos de AMÉRICA LATINA encabezados por los gobiernos del ALBA.
El nuevo Plan Mérida
En estos momentos EEUU lleva adelante el PLAN MÉRIDA PARA CENTROAMÉRICA, que significa: …“el Plan Mérida se caracteriza por la no transparencia, el mismo Senado Estados Unidos ha elevado su protesta por la falta de información, igual situación se presentó en el Senado de México que se pregunta si este plan no es una injerencia directa de Washington en asuntos internos del soberano pueblo mexicano…El Plan Mérida no es más que remilitarizar la región para expandir su dominio y someter a nuestros pueblos. Y es defendido por el funesto Negroponte , recordado en nuestro país por propiciar las desapariciones forzadas. Hoy regresa a Honduras a promover el Plan Mérida, a imponer a los Estados de la América Central los objetivos de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico. Una guerra que se libra en nombre de la seguridad pero que genera graves violaciones a los derechos humanos…El regreso del "halcón" Negroponte a la diplomacia internacional generó grandes preocupaciones para los defensores de derechos humanos, y fueron reafirmadas con las denuncias de las torturas aplicadas en ABU GHRAIB (IRAK) en las que se usó el mismo manual de torturas de la CÍA que se aplicó a los prisioneros políticos en nuestro país.”
La embajada yanqui en Tegucigalpa era la embajada central de EEUU para toda Centroamérica y el Caribe. Fue la embajada clave en la "guerra" antisubversiva de Centroamérica en la época de Reagan, dirigida precisamente por el funesto JOHN DIMITRI NEGROPONTE, cuyo historial en Honduras se puede leer en el anexo de estas notas. Y precisamente Negroponte estuvo en Honduras a principios de este mes de junio.
Tomando en cuenta la experiencia de los sucesos de abril del 2002 en Venezuela y sobre todo lo ocurrido posteriormente en Venezuela, donde el capital internacional, en especial el petrolero y financiero han reforzado su dominio y control sobre la economía del país, no olvidando el papel de los militares bolivarianos en la guerra de Centroamérica, pero sobre todo la actual ejecución del Plan Mérida por parte de EE.UU en Méjico y Centroamérica, dirigida por el propio Negroponte, nos lleva a pensar de que así como el estallido de la fiebre porcina en Méjico, fue el Shock aplicado en ese país para poner en marcha el Plan Mérida, disfrazado en una aparente lucha contra el narcotráfico, este golpe (con el sistema "democrático) en Honduras, forma parte del mismo plan y con los mismos objetivos.
En conclusión estamos en presencia de un nuevo show desarrollado por el imperio norteamericano controlando los dos bandos no solo en Honduras, sino en toda América Latina.
De un lado el malévolo imperialismo que hoy coincide con los Chávez y Castro en defensa de la democracia y unos “antiimperialistas" agrupados en el ALBA haciendo su papel de oposición pero todos en defensa del orden capitalista dominante, en América Latina y en Honduras.