Este 19 de julio, al conmemorarse treinta años del triunfo revolucionario en Nicaragua, desde las ciudades y montañas colombianas, el Ejército de Liberación Nacional saluda al pueblo de Sandino y al FSLN. Esta gesta triunfante trajo una nueva esperanza para los pueblos del continente, plagados en ese entonces, por brutales dictaduras militares.
Centro América se convirtió en un volcán revolucionario que la mano criminal del imperio gringo atacó sin ninguna contemplación. Con la aplicación de la guerra de baja intensidad, con operaciones de narcotráfico financió y montó la contra nicaragüense, desarrolló el genocidio en Guatemala, intervino en El Salvador, ocupó militarmente Honduras y culminó invadiendo Panamá en 1989.
Nicaragua padeció una guerra impuesta por los gringos durante 16 años, hasta 1990, que ocasionó pérdidas humanas y económicas incalculables e irreparables.
Tiempos difíciles tendrían que trasegar los pueblos. Teorías y doctrinas llamaron a la claudicación, pero los pueblos y los verdaderos revolucionarios con firmeza han continuado la lucha, porque el lema de Sandino: “Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán”, hoy es la máxima que se cumple en Nuestra América.
Todo lo que hizo el imperio por borrar la Revolución Sandinista, no fue más que un burdo latrocinio del neoliberalismo. Los tres gobiernos de la derecha neoliberal dejaron 17 años perdidos, sin existir guerra o agresión internacional, se produjo un retroceso social donde el 78% de la población quedó condenada a vivir con menos de dos dólares diarios.
Con el triunfo electoral del FSLN, en el 2006, el pueblo nicaragüense sabe que el futuro no puede estar sujeto a los ofrecimientos del imperio del norte o de las oligarquías criollas, sabe que solo persistiendo en los objetivos de la justicia social, la democracia participativa y la movilización permanente de las masas se logran las victorias verdaderas.
El camino colectivo que Nicaragua construye desde la ALBA, al igual que los países que la conforman, le ha permitido enfrentar mancomunadamente los diversos retos en la construcción de una mayor justicia social, así como avanzar en desprivatizar, la salud y la educación, que los gobiernos de derecha convirtieron en lucrativos negocios de unos pocos. El programa de alfabetización cubano, “Yo si puedo”, compartido en la ALBA ha hecho posible que este 19 de julio Nicaragua sea declarada por la UNESCO territorio libre de analfabetismo.
Estos avances de los pueblos del continente son mirados con “ojo de águila buscando presa”, desde el norte, que pese a sus dificultades emanadas por la crisis global del capitalismo, se niega a perder su influencia en el “patio trasero”, el golpe de Estado en Honduras así lo muestra. Los pueblos debemos estar alerta para responder, y habrá de hacerse con la convicción y firmeza del alma indomable de Sandino.
COLOMBIA… PARA LOS TRABAJADORES
NI UN PASO ATRÁS… LIBERACIÓN O MUERTE