Colección
Archivo digital
Tipo
Documento
País
Organización
Fecha
2009-08-04
Categoría
Comunicado
Fichero Adjunto
¡A conquistar la independencia!
AGOSTO-2009
¡A CONQUISTAR LA INDEPENDENCIA!
Conmemorar un aniversario más de la “Independencia” se ha constituido en un acto mecánico, folklórico y carente del sustento que en alguna medida aporte a evaluar el Ecuador del presente y su disposición histórica.
Hoy el régimen burgués burócrata de Correa ha pretendido imprimir un mayor realce a la conmemoración a propósito del Bi Centenario y la “Revolución Ciudadana”, argumento gubernamental del mal llamado “Socialismo del Siglo XXI” que procura ser mostrado como un elemento complementario al suscitado en 1809.
Sin embargo, asistir a dicha conmemoración implica aceptar directamente que la suma de eventos y luchas que convergen el 10 de Agosto de 1809 representaron evidentemente la Independencia del país respecto del oprobio colonial y el punto de partida para el diseño de una nueva sociedad que se supone debía descansar en un modo de producción más avanzado y manifiesto en sus libertades. Y nada más falso que eso, pues dicho evento palmariamente resumía las expectativas de los grupos de poder criollo enmarcados en un proceso de revolución democrática de viejo tipo que en poco o nada respondía a los intereses de las masas.
Y eso es preciso identificar en este momento, la incoherencia de celebrar un evento que favoreció a los intereses de los nuevos gamonales, de esa oligarquía déspota que urgente buscaba entrañar en sus relaciones con Francia e Inglaterra la posibilidad de erigirse en burguesía y que a decir del régimen actual, proceso que como corolario hoy coincide con la propuesta gubernamental de “participación”, de “transformaciones”, de “Poder” desde la sociedad civil, pretendiendo desnaturalizar la composición de clases y sus antagonismos irreconciliables existentes por un “nuevo formato de Revolución” donde el eclecticismo, el reformismo y la negación de la lucha de clases son la panacea para el desencuentro y el engaño histórico.
No podemos buscar entre los entresijos de la falsa historia el argumento a nuestra Independencia cuando hoy por hoy y desde hace más de un siglo seguimos siendo colonia de los Estados Unidos, sin desestimar el argumento de que el régimen de turno busca el amparo de nuevas expresiones colonialistas en Europa, en Irán u otra potencia capitalista.
¿Podemos acaso hablar de independencia cuando nuestro país está inscrito por imposición económica y relativa independencia política en la división internacional del trabajo donde de manera subyacente producimos y consumimos de acuerdo al requerimiento de las potencias imperialistas?
No pretendamos incorporar a la memoria histórica de las luchas del pueblo un proceso “independista” que yuxtapuso un poder arbitrario a otro que por ser criollo no dejó de ser déspota y opresor.
No podemos festejar al unísono con el régimen la independencia porque no la hemos conquistado todavía, y dicho proceso no lo viviremos sino dentro de la Nueva Democracia que posibilita precisamente la alianza de clases correcta y el programa oportuno para independizarnos del imperialismo y transitar ininterrumpidamente al socialismo. Y eso no se hace precisamente con reformas estatales, con banales engaños o discursos que buscan restaurar el viejo estado, la Independencia se la conquista con ideología, con las masas, con las armas, porque dicho proceso conlleva sello de clase y consiguientemente sirve a los intereses de la clase que se manifiesta vanguardia, conductora, guía y hoy la Independencia será decididamente una lucha emprendida por el proletariado para resolver no solo las contradicciones entre nación-imperialismo, sino aquellas que marcan los antagonismos ostensibles entre masas-feudalidad, y proletariado-burguesía.
Sí, saludamos el arresto supremo de las masas hace doscientos años, lo glorificamos, pero tenemos claro que fue una brega inconclusa que hoy compromete de manera más decidida y más combativa el esfuerzo de los comunistas del Ecuador por emprender con la Guerra Popular y construir Nuevo Poder al servicio del proletariado del país, sus aliados y la Revolución Proletaria Mundial.
¡CONQUISTEMOS LA DEFINITIVA INDEPENDENCIA, CONSTRUYAMOS CON GUERRA POPULAR LA NUEVA DEMOCRACIA, TRANSITO ININTERRUMPIDO AL SOCIALISMO!
¡A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO!
¡A CONQUISTAR LA INDEPENDENCIA!
Conmemorar un aniversario más de la “Independencia” se ha constituido en un acto mecánico, folklórico y carente del sustento que en alguna medida aporte a evaluar el Ecuador del presente y su disposición histórica.
Hoy el régimen burgués burócrata de Correa ha pretendido imprimir un mayor realce a la conmemoración a propósito del Bi Centenario y la “Revolución Ciudadana”, argumento gubernamental del mal llamado “Socialismo del Siglo XXI” que procura ser mostrado como un elemento complementario al suscitado en 1809.
Sin embargo, asistir a dicha conmemoración implica aceptar directamente que la suma de eventos y luchas que convergen el 10 de Agosto de 1809 representaron evidentemente la Independencia del país respecto del oprobio colonial y el punto de partida para el diseño de una nueva sociedad que se supone debía descansar en un modo de producción más avanzado y manifiesto en sus libertades. Y nada más falso que eso, pues dicho evento palmariamente resumía las expectativas de los grupos de poder criollo enmarcados en un proceso de revolución democrática de viejo tipo que en poco o nada respondía a los intereses de las masas.
Y eso es preciso identificar en este momento, la incoherencia de celebrar un evento que favoreció a los intereses de los nuevos gamonales, de esa oligarquía déspota que urgente buscaba entrañar en sus relaciones con Francia e Inglaterra la posibilidad de erigirse en burguesía y que a decir del régimen actual, proceso que como corolario hoy coincide con la propuesta gubernamental de “participación”, de “transformaciones”, de “Poder” desde la sociedad civil, pretendiendo desnaturalizar la composición de clases y sus antagonismos irreconciliables existentes por un “nuevo formato de Revolución” donde el eclecticismo, el reformismo y la negación de la lucha de clases son la panacea para el desencuentro y el engaño histórico.
No podemos buscar entre los entresijos de la falsa historia el argumento a nuestra Independencia cuando hoy por hoy y desde hace más de un siglo seguimos siendo colonia de los Estados Unidos, sin desestimar el argumento de que el régimen de turno busca el amparo de nuevas expresiones colonialistas en Europa, en Irán u otra potencia capitalista.
¿Podemos acaso hablar de independencia cuando nuestro país está inscrito por imposición económica y relativa independencia política en la división internacional del trabajo donde de manera subyacente producimos y consumimos de acuerdo al requerimiento de las potencias imperialistas?
No pretendamos incorporar a la memoria histórica de las luchas del pueblo un proceso “independista” que yuxtapuso un poder arbitrario a otro que por ser criollo no dejó de ser déspota y opresor.
No podemos festejar al unísono con el régimen la independencia porque no la hemos conquistado todavía, y dicho proceso no lo viviremos sino dentro de la Nueva Democracia que posibilita precisamente la alianza de clases correcta y el programa oportuno para independizarnos del imperialismo y transitar ininterrumpidamente al socialismo. Y eso no se hace precisamente con reformas estatales, con banales engaños o discursos que buscan restaurar el viejo estado, la Independencia se la conquista con ideología, con las masas, con las armas, porque dicho proceso conlleva sello de clase y consiguientemente sirve a los intereses de la clase que se manifiesta vanguardia, conductora, guía y hoy la Independencia será decididamente una lucha emprendida por el proletariado para resolver no solo las contradicciones entre nación-imperialismo, sino aquellas que marcan los antagonismos ostensibles entre masas-feudalidad, y proletariado-burguesía.
Sí, saludamos el arresto supremo de las masas hace doscientos años, lo glorificamos, pero tenemos claro que fue una brega inconclusa que hoy compromete de manera más decidida y más combativa el esfuerzo de los comunistas del Ecuador por emprender con la Guerra Popular y construir Nuevo Poder al servicio del proletariado del país, sus aliados y la Revolución Proletaria Mundial.
¡CONQUISTEMOS LA DEFINITIVA INDEPENDENCIA, CONSTRUYAMOS CON GUERRA POPULAR LA NUEVA DEMOCRACIA, TRANSITO ININTERRUMPIDO AL SOCIALISMO!
¡A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO!