Las tareas del militante del Partido Comunista del Perú, en la Revolución Democrática Nacional

¡Proletarios de todos los países, uníos!
¡Proletarios, naciones oprimidas y pueblos del mundo, uníos!

LAS TAREAS DEL MILITANTE DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ, EN LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA NACIONAL.

Diciembre, del 2006.

El hecho de que los recalcitrantes empedernidos vende patrias, de la gran burguesía compradora y burocrática, y los grandes terratenientes feudales pro-norteamericanos, hayan hecho todo lo posible para convertir a nuestra patria en colonia de los imperialistas yanquis, no significa en modo alguno, que el pueblo peruano y los militantes del Partido Comunista del Perú, no desenvolvamos y desarrollemos la guerra popular democrática hasta alcanzar la verdadera emancipación de nuestro país.

En las condiciones actuales políticas, económicas, militares y culturales internacionales y nacionales, el pueblo peruano, todas las fuerzas y clases revolucionarias de nuestro país, debemos tener en cuenta que somos una fuerza poderosa si nos organizamos bajo la dirección del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, para luchar contra los enemigos principales de la nación y el pueblo peruano. Los pobres somos millones, y las clases dominantes, explotadoras y opresoras, son un puñado de “poderosos” económica y militarmente, por chupar como vampiros y parásitos, la sangre de los millones y millones de pobres de nuestro país y en el mundo.

El imperialismo, está en hundimiento, y es caduco y obsoleto en lo ideológico, económico, político y culturalmente, además, es parasitario y en descomposición, no hay otra salida, no hay otro desarrollo más del capitalismo. El imperialismo ya llegó a ser súper imperialismo; lo que les queda es dar paso, al parto sangriento del socialismo, su continuación histórica, natural e irremediable.

La lucha por el socialismo, no será magnánima, plácida y un camino ancho sin dificultades. La lucha por el socialismo es histórica, cruenta y difícil, pero será victoriosa y triunfante. Las condiciones revolucionarias del momento, son más objetivos que antes, absolutamente en todos los países del mundo desde el mismo Estados Unidos, potencias imperialistas y países del tercer mundo, con aplicaciones concretas en cada una de ellas; lo que entonces queda, es que el proletariado asuma su papel en la historia del siglo XXI, el de constituir o reconstituir Partidos Comunistas militarizados, con una Ideología marxista-leninista-maoísta, para afrontar la realidad revolucionaria mundial, y que cumplan con sus tareas de iniciar y de desarrollar la guerra popular democrática y prolongada en los países subdesarrollados, y las revoluciones socialistas en los países desarrollados. Todas estas tareas, demanda para los comunistas, asumirlas con mucho esfuerzo y sacrificio, honrado y desinteresado.

Aquí en el Perú, ante los comunistas se nos abre una tarea, el deber y obligación de emancipar a nuestra patria derrocando al imperialismo yanqui y construir un nuevo Perú; y estos objetivos, los alcanzaremos con una guerra revolucionaria y prolongada; un camino difícil y sinuoso, pero victorioso.

Entre el momento actual y ese futuro de la victoria, el camino por recorrer es sumamente complejo. El Partido Comunista del Perú, el pueblo entero y las fuerzas revolucionarias que luchan por este objetivo, tienen que combatir de manera planificada y democrática, a los enemigos principales de la revolución peruana. En la guerra agraria, sólo podemos lograr el triunfo por medio de una guerra popular democrática, donde haya independencia y autodecisión en el Frente Unido Democrático Revolucionario, de ahí deriva la necesidad del centralismo democrático. No hay otro modo de luchar armadamente, justa y correctamente.

Hoy, es nuestra obligación tener en cuenta, sobre las lecciones y sobre la historia del Partido y la lucha armada; tenemos que saber construir el Frente Unido Democrático Revolucionario, y utilizarlo correctamente para sostener una larga guerra revolucionaria peruana, incluso en condiciones de subordinarlo el Frente Unido Democrático Revolucionario de la guerra agraria, a la de la guerra de resistencia nacional, que necesariamente tiene que tener modificaciones, por que ambos, tienen cualidades y características propias. En todas estas tareas, tener siempre en cuenta las condiciones políticas, económicas y militares específicas internacionales y nacionales del momento.

Los militantes del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, en la guerra agraria y en la guerra nacional de la Revolución Democrática Nacional, debe comprender su propio trabajo y tarea, el de aumentar su coraje, su energía, su fuerza y esforzarse por estrechar la unidad en sus filas, para evitar la derrota y conducir esta revolución hasta la victoria completa. Además, es muy importante que cada militante, cada comunista, comprenda su tarea y su papel, por que es una cuestión de vital importancia, para evitar y combatir las desviaciones ideológicas, políticas y organizativas, que se dan en una lucha a muerte, contra el imperialismo yanqui, las fuerzas feudales y el revisionismo. En el período de 1980 a 1999, hubo serios problemas y desviaciones empezando desde el mismo Gonzalo, lo que perjudicó enormemente al Partido, a la revolución peruana, y a los intereses de la nación y el pueblo peruano.Los militantes del Partido, tienen que comprender con claridad y asumir concienzudamente la responsabilidad de dirigir la guerra agraria, y la posterior guerra de resistencia nacional contra el imperialismo yanqui. Hoy el Partido, no puede actuar dogmáticamente, permitiendo tantas desviaciones como en los tiempos de Gonzalo y su “Dirección Central”; se tiene que persistir en la política de Frente Unido Democrático Revolucionario con independencia y autodecisión; y sobre unidad y lucha, es decir sobre alianza y lucha en el mismo Frente Unido. Además, el Partido, tiene que dedicarse a organizar la lucha armada, la guerra agraria del pueblo contra el imperialismo yanqui, las fuerzas feudales y el revisionismo; solamente comprendiendo bien sobre el Frente Unido, y sobre explotar las contradicciones en el seno de los recalcitrantes reaccionarios, se puede organizar correctamente la lucha armada, y decidir que las zonas de guerra y la retaguardia del enemigo deban ser el campo principal del trabajo del Partido. Es nuestro deber y obligación, para desenvolver los trabajos en la revolución, sacar lección y desenmascarar y combatir los errores e ideas de Gonzalo y su cúpula, el de cifrar esperanzas en el “acuerdo de paz”, y contemporizar con el imperialismo yanqui y el Estado peruano; y de esta manera, escindiendo del Partido como una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista, confiar el destino de la nación y del pueblo peruano, a las luchas legales, a las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales, provinciales, distritales, bajo la reaccionaria dominación y “democracia” burguesa del Estado peruano, manejado y controlado por el imperialismo principalmente yanqui.

Además, tenemos que combatir enérgicamente las ideas revisionistas y capitulacionistas de esta camada de Gonzalo, de que: “hacer la guerra popular en la actualidad, es estar de espaldas ante la realidad”; toda esta idea, es eructo propio de un revisionista renegado y traidor de la guerra popular.

LUCHAR CONTRA EL IMPERIALISMO YANQUI, EN DEFENSA DE LA PATRIA.

Esta consigna es válida para la nación peruana y los pueblos del Perú, es válida además, para todas las naciones oprimidas y pueblos del mundo.

Para llevar adelante esta consigna, como una política revolucionaria, los comunistas debemos comprender y poner en la práctica revolucionaria, sobre dos principios fundamentales: sobre patriotismo e internacionalismo. Solamente luchando en defensa de la patria, podemos derrotar al imperialismo yanqui que oprime y explota a nuestro país, y lograr la emancipación, o sea la liberación de nuestro país, por que solamente logrando la liberación nacional, es posible que el Partido Comunista del Perú, dirigiendo a todas las fuerzas revolucionarias del país, cumpla con su tarea de conquistar el poder y conquistar su propia emancipación.Los comunistas, tenemos que oponernos resueltamente al “patriotismo” de los recalcitrantes vende patrias, grandes burgueses y terratenientes feudales; al “patriotismo” de los revisionistas de todo tipo; al “patriotismo” de los imperialistas yanquis, al “patriotismo” de Bush, que es muy diferente en cierta medida al de los gobernantes de las potencias imperialistas, y más, al de los países del tercer mundo. El patriotismo del imperialismo yanqui, expresa su esencia, en la aplicación como gendarme mayor y hegemónico único, de la ofensiva general del imperialismo en contra de la revolución proletaria mundial, y la globalización del planeta bajo su dominación y control. Hay que diferenciar el patriotismo del pueblo estadounidense, y el de los pueblos de las demás potencias imperialistas, en relación al “patriotismo” de sus gobernantes imperialistas. El patriotismo del pueblo norteamericano, es sumamente opuesto al “patriotismo” de sus gobernantes y de los imperialistas yanquis.

Hay que diferenciar el patriotismo de todos los reaccionarios, con el de los comunistas. Los militantes del Partido Comunista, tienen que ser por convicción de clase, internacionalistas y al mismo tiempo patriotas. El patriotismo hay que comprenderlo, desde un contenido concreto de la historia y la lucha de clases.Para nosotros, el derrotismo es un crimen, y nuestro deber es combatirlo y aplastarlo. En la historia del Partido y la revolución peruana, surgió el derrotismo de Gonzalo y su “Dirección Central”, por tanto, desarrollar la guerra agraria y la guerra de resistencia, desenmascarando, combatiendo y aplastando ese pesimismo y derrotismo, y es nuestro deber y obligación ineludible. Únicamente luchando armadamente en defensa de la patria, podremos derrotar y expulsar al imperialismo yanqui y lograr la liberación nacional. La victoria en la revolución democrática nacional en el Perú, y la derrota del imperialismo yanqui, será una demostración práctica, de que el imperialismo yanqui y todos los reaccionarios, y revisionistas de todo tipo, son tigres de papel; y ésta concreción revolucionaria, elevará la moral y la conciencia del proletariado internacional, de las naciones oprimidas y los pueblos del mundo. De esto deriva, que en las guerras de liberación nacional, el patriotismo sea la aplicación del internacionalismo proletario. Estas son las razones, por las que los comunistas deben trabajar y luchar con tenacidad, desplegar toda su energía, iniciativa y marchar valerosa y resueltamente al campo de batalla en la guerra agraria, en la guerra de resistencia nacional, y en la guerra de liberación nacional.

Los comunistas de los Estados Unidos, tienen el deber de oponerse al “patriotismo” de Bush, y a su política de guerras, y de agresión en el Medio Oriente. Los comunistas de las potencias imperialistas, deben oponerse a las políticas de guerras de agresión de sus gobernantes; sin embargo, en la práctica están demostrando pesimismo en distinto grado, frente a las guerras que desatan en el mundo; además, deben y tienen la obligación de hacer todo lo posible, por que fracasen las guerras de las potencias imperialistas, pero en la práctica hay deficiencias en este aspecto, y en este sentido, tienen toda la responsabilidad de hacerlo.

La guerra de resistencia, que en su desarrollo dará un salto a la guerra de liberación nacional, es justamente por la aplicación del internacionalismo proletario, por que nuestra lucha es principalmente contra del gendarme mayor en el mundo. Hoy, en las circunstancias actuales, el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, plantea a la nación y al pueblo peruano, oponernos y el de luchar tenazmente mediante la Revolución Democrática Nacional contra el imperialismo yanqui principalmente, que oprime y explota, que despelleja despiadadamente al pueblo y a la nación peruana, hasta convertirlo en su colonia y sumisos esclavos.

En la guerra agraria actual, tenemos que desenvolver la lucha armada, con un Frente Unido Democrático Revolucionario, antiimperialista y antifeudal de autodefensa política, militar, económica y cultural, etc., con un espíritu revolucionario de independencia y autodecisión antiimperialista y antifeudal, en la que los militantes del Partido tienen que marchar al frente, a combatir esforzadamente hasta la victoria. Todas éstas, son acciones patrióticas y de internacionalismo proletario, por que nuestra guerra, es parte de la guerra revolucionaria del proletariado internacional, y por que sirve a la revolución proletaria mundial. Por tanto, un comunista, es patriota e internacionalista proletario, por convicción de clase; y por que, emancipar a la nación peruana de las garras del imperialismo yanqui principalmente, es nuestra obligación y deber en la lucha internacional y proletaria. Un comunista, solamente con un espíritu patriótico, es como desplegar la mitad de su obligación si deja de tener un espíritu de internacionalismo proletario; por lo que un comunista, no sólo debe, sino es al mismo tiempo patriota e internacionalista proletario; y en esencia, nuestro patriotismo es muy distinto del carácter “patriótico” de los reaccionarios e imperialistas yanquis, que defienden su sistema con todas sus energías parasitarias y en descomposición.

COMO LUCHAR EN LA GUERRA AGRARIA Y EN LA GUERRA DE RESISTENCIA NACIONAL

En la guerra agraria actual, los comunistas deben luchar sacando lección del período de 1980 a 1999, y deben de demostrar siempre un espíritu de iniciativa, una actitud científica, una seria y un abnegado espíritu de responsabilidad.

La guerra agraria y la posterior y obligada guerra de resistencia nacional, requiere de parte de los militantes del Partido, desenvolver un papel desinteresado, de ejemplo y de vanguardia en todos lo trabajos de lucha y de acción del Partido y la revolución.

La guerra popular democrática, se lleva a cabo en condiciones adversas, y es justamente en estas condiciones donde los militantes del Partido Comunista del Perú, deben de luchar resueltamente y con un desinterés absoluto, y siempre poniendo la política en el puesto de mando, y poniendo los intereses colectivos nacionales y del pueblo en primer orden.

Por el carácter colonial de nuestro país, es una cuestión objetiva, el insuficiente desarrollo de la conciencia política entre las amplias masas populares; y todo esto es, por falta de una educación nacional y popular, que impulsan los yanquis y el Estado peruano en los centros educativos de primaria, secundaria, instituciones técnicas y superiores, y a toda esta insuficiencia, coadyuvó los efectos negativos del revisionismo de Gonzalo y su “Dirección Central”.

Además, la falta de dignidad nacional, como producto del carácter de la sociedad peruana, es la falta de confianza, de seriedad y responsabilidad en la lucha antiimperialista yanqui, y por el contrario, tienen una actitud de humillación y pesimismo. Frente a todas estas deficiencias entre las amplias masas populares, los comunistas del Partido tenemos que afrontarlos con tenacidad y esfuerzo hasta superarlos, y organizarlos en un Frente Unido Democrático Revolucionario, sin un criterio de monopolizar y hegemonismo; organizarlos, con la política de independencia y autodecisión, por que nuestra revolución se desarrolla en un país atrasado y oprimido; otro problema que afrontar y darle solución, es frente a nuestra debilidad militar, que en el curso prolongado de la guerra popular democrática, iremos logrando el traspaso de débiles a fuertes, y esto no requiere de aventurerismo y precipitaciones, sino, de una estrategia y tácticas objetivas y concretas, y esto se logra en la lucha contra las fuerzas vivas del enemigo, aniquilándolos y desintegrándolos, ya sea emboscándolos, asaltándolos, en nuestras defensivas estratégicas, o en los puntos débiles durante nuestras ofensivas estratégicas. Todas estas tareas, son de aplicaciones sumamente flexibles de acuerdo a las realidades concretas del momento. Otras dificultades, que los comunistas tenemos que afrontar, es el atraso económico, como reflejo de la condición colonial, semicolonial y semifeudal del país; la falta de democracia en el sistema político del Estado peruano; y, sacando lección de las formas de dirección de Gonzalo, evitar el centralismo absolutista, y practicar el centralismo democrático, donde se aplique realmente la democracia y el centralismo con seriedad, respeto y responsabilidad proletaria.

Hoy vemos en el desarrollo de esta guerra agraria, tantísimos hechos de corrupción en las autoridades vigentes, en todos los niveles del Estado reaccionario; y entre las masas populares, se acrecienta cada vez más, la prostitución, delincuencias, sobornos, coimas, drogadicción, etc. Y todo esto, requiere de una educación ideológica, política y organizativa, paciente y planificada. Los trabajos organizativos y de educación revolucionarios, no se pueden consolidar, sino vamos aniquilar y desintegrar a las fuerzas armadas reaccionarias y policiales que defienden intereses de grandes burgueses, terratenientes feudales y de imperialistas principalmente norteamericanos. Esto, requiere de un esfuerzo consciente, tenacidad y sacrificio en la lucha contra el enemigo de la clase, de la nación y del pueblo peruano.

El pesimismo, es otro problema ideológico y político, que es producto de la apatía y la ambigüedad en el pensamiento y el espíritu práctico. Por tanto, la educación ideológica, política y organizativa es sumamente importante, y este punto requiere una atención a superarlo orgánicamente. Hay que comprender, que este problema ideológico, es reflejo de la condición colonial de nuestro país. Otro de los problemas que afrontamos, son la falta de unidad y orgánica en el Frente Unido Democrático Revolucionario. Este, es un problema que se irá consolidando en el curso del trabajo revolucionario de la guerra agraria y la guerra nacional siguiente.

Frente a estas adversidades que estamos afrontando, debemos asumirlo con seriedad, responsabilidad, objetiva y concretamente. Esta realidad de las necesidades y dificultades de la guerra agraria se presentarán en la guerra de resistencia nacional pero de un modo más desarrollado, pero ese salto, de igual manera los comunistas tienen que solucionar en su nivel superior sin subjetivismo, ni dogmatismo y empirismo, sino seria y correctamente, y unir al pueblo para vencer todos los fenómenos adversos y negativos que se presentan en la revolución; y es justamente, que en estas circunstancias, los comunistas deben y tienen el deber de plasmar su papel de vanguardia, y esto es de vital importancia y urgente.

En estas condiciones adversas, los militantes del Partido en el ejército revolucionario de obreros, campesinos y estudiantes, deben ser ejemplo de valentía en el combate y ser modelos en el cumplimiento de la ejecución de las órdenes, en la disciplina, en la realización de los trabajos políticos y en la educación de los combatientes y las masas, y alcanzar la unidad interna del Partido, lejos de intrigas, rencillas, egoísmos y menos el de actuar con duplicidad y arbitrariamente en el ejército revolucionario y el pueblo. Sacar lección de los tantos hechos negativos en este sentido, del período de 1980 a 1999.

Los comunistas, en relación a los Partidos políticos y los ejércitos amigos en esta guerra agraria, antiimperialista y antifeudal, deben perseverar en la unidad con independencia y autodecisión.

LOS MILITANTES DEL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN PERUANA.

Los militantes del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, deben tener un espíritu de responsabilidad serio; ordenado y de respeto. Perseverar en la unidad para combatir, aniquilar y desintegrar a las fuerzas armadas y policía nacional del Perú, y a las fuerzas invasoras yanquis. Los militantes deben perseverar en los problemas tácticos del Frente Unido Democrático Revolucionario y dar el ejemplo en los cumplimientos de las tareas revolucionarias, políticos, militares, económicos y culturales de la guerra agraria y de la guerra de resistencia nacional del Perú.

Los militantes, deben ser fieles a la teoría ideológica, política y organizativa del Partido y que se refrenden en la práctica; ser resueltos en la acción política, militar y económico, y libres de toda actitud detestable de altanería; ser sinceros en la vida práctica y en la consulta. Un miembro del Partido, debe saber cooperar con los Partidos y organizaciones populares y ejércitos amigos; en las relaciones con los Partidos políticos en el Frente Unido Democrático Revolucionario; ser entusiasta, clarividente, perspicaz, y con ideas concretas y óbjetivas, no dogmáticas, empíricas, unilaterales y ambiguas.

En el trabajo gubernamental, deben dar todo el empeño de absoluta claridad, de trabajo tesonero, desinteresado, desprecio a los afanes acomodaticios, de remuneraciones, y atenciones especiales, lejos de la práctica de favoritismo, actitudes propios de oportunistas en las filas del proletariado. Deshacerse de actitudes despreciables, sectarias, oportunistas, mercenarias, que en el fondo llevan a la capitulación de nuestros principios y a la restauración del capitalismo. Todo esto es negativo, por lo tanto, hay que corregirlos definitivamente.

Los militantes, al trabajar entre las masas, deben tener una actitud de comportarse como sus amigos y no presuntuosamente como sus superiores; comportarse como sus educadores infatigables, y no como politiqueros absurdos y burócratas; es decir, el miembro del Partido no debe resolver un asunto, o un problema con arbitrariedad, con rencilla, con egoísmo, con favoritismo, y el de hacer resoluciones dificultosamente, lentamente, pasivamente e intencionalmente perjudicando. Un comunista, no debe poner en primer plano, por ningún motivo y circunstancias los intereses personales, al contrario, debe poner en primer orden los intereses de la nación, del pueblo peruano y de la revolución. El poner en primer orden las cuestiones personales, son los que sufren de individualismo, y se comportan con egoísmo. Todas estas actitudes, son actitudes ridículas y9repudiables. Merecen reconocimiento y respeto, el desinterés, la honestidad, la modestia, la sencillez, la sinceridad, el entusiasmo, la energía en el trabajo, la valentía en las acciones militares, la completa dedicación al deber colectivo, y el esfuerzo concienzudo y tenaz por los intereses de la nación y el pueblo peruano, y la revolución democrática nacional.

Los miembros del Partido, deben ser prácticos, previsores políticamente, y clarividentes en los análisis de los problemas internacionales y nacionales, en la estrategia y táctica de la revolución peruana. El sentido práctico, les permitirá a los comunistas, cumplir con las tareas asignadas; sólo la previsión y clarividencia les permitirá no extraviarse en el camino prolongado de la revolución.

Por todas estas obligaciones, los comunistas deben ser bastante estudiosos; y en la relación con las masas, en todo momento deben ser sus alumnos y aprender constantemente de las amplias masas populares, como también ser al mismo tiempo sus maestros. Solamente aprendiendo con honrradez, de las enseñanzas de las masas, de los partidos políticos, organizaciones populares y ejércitos amigos, podremos comprender de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor y en el mundo; y, solamente aprendiendo de esta manera, los comunistas podrán tener un sentido teórico y práctico en los trabajos de la revolución, y ser previsores y clarividentes en relación al futuro y al porvenir de nuestra causa revolucionaria.

Nuestra guerra popular democrática, es una guerra larga y se desarrolla en circunstancias sumamente adversas, difíciles y complejas, por lo que, sólo cooperando con todos los amigos, con todos los elementos avanzados y progresistas de los Partidos, organizaciones populares, ejércitos amigos y las amplias masas populares, y desempeñando plenamente un papel esforzado, desinteresado y de vanguardia en la lucha, pueden los comunistas movilizar a las fuerzas y clases revolucionarias de la nación peruana, para vencer las dificultades tanto de la guerra agraria y en la guerra de resistencia nacional, y derrotar al enemigo principal, el imperialismo yanqui y las fuerzas feudales internas del país, y construir la República Popular del Perú.

COMBATIR A LOS AGENTES EMPEDERNIDOS, COLABORACIONISTAS ES UNA TAREA REVOLUCIONARIA.

Los militantes del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, debemos estar convencidos, de que es una necesidad perentoria y actual, desarrollar la guerra popular, y no corresponde contemporizar como Gonzalo y su “Dirección Central” con el enemigo. Gonzalo, como revisionista y agente del imperialismo yanqui, plantea que, “hacer la guerra popular en la actualidad, es estar de espaldas ante la realidad objetiva”, todo este eructo, es realmente10subjetivo y totalmente contrario a la realidad objetiva de que en el Perú y en el mundo, las condiciones concretas y revolucionarias son cada vez más acrecentadas y más desarrolladas que antes; ésta, es una realidad incontrovertible, que solamente un miope político no pueda concebirlo, que solamente un revisionista y agente del enemigo, pueda negarlo. Todo esto demuestra en la práctica, que Gonzalo y su “Dirección Central”, al igual que otros agentes empedernidos, colaboracionistas reaccionarios actúan para acabar con la guerra popular, para aniquilar el Partido, las bases de apoyo, al ejército revolucionario y a las masas populares.Para hacer frente, a tales agentes empedernidos, revisionistas y colaboracionistas contrarrevolucionarios, la única política para vencer todas las dificultades, derrotar al enemigo y conquistar el poder para construir la República Popular del Perú, consiste en consolidar y ampliar el Frente Unido Democrático Revolucionario, en la guerra agraria y en la guerra de resistencia nacional antiimperialista y antifeudal; movilizar a todas las fuerzas y clases revolucionarias de la nación; además, concretar la política de utilizar todo lo posible ,y a todos los elementos que sean útiles para desarrollar la revolución en la lucha contra los enemigos principales de la nación peruana.

En estos 26 años de guerra agraria, dentro de la estrategia del enemigo, es infiltrar a las organizaciones del Partido y las organizaciones populares, y frente a estos objetivos del imperialismo yanqui y el Estado peruano, el Partido y las masas, tienen y es su obligación estar en guardia y vigilantes, frente a tales propósitos criminales y genocidas.
En el trabajo del Frente Unido, los agentes del enemigo, los colaboracionistas, revisionistas, realizan una labor de zapa, de generar pesimismo y capitulación, y frente a tales elementos, es un deber de denunciar sus actividades criminales con hechos y pruebas, y prevenir al pueblo y las amplias masas populares, para que no se dejen engañar por estos agentes contra revolucionarios. Frente a esta situación y propósitos del enemigo, los militantes del Partido Comunista del Perú, deben redoblar su vigilancia política. Hay que comprender además, que la construcción, la consolidación y ampliación del Frente Unido Democrático Revolucionario, es inseparable de la denuncia y la eliminación de estos agentes. Es completamente erróneo y negligencia política, solamente construir, consolidar y ampliar el Frente Unido, tanto en la guerra agraria y guerra de resistencia nacional descuidando el estar vigilantes frente a los revisionistas de todo tipo, y frente a la infiltración de los agentes empedernidos, colaboracionistas pro-imperialistas principalmente yanqui.

CONSTRUIR CON AUDACIA EL PARTIDO, Y CON UN AMPLIO CARÁCTER DE MASAS.

En estos tiempos complejos y difíciles, donde el imperialismo yanqui, encabeza la ofensiva general imperialista en contra de la revolución proletaria mundial, existen también condiciones revolucionarias más desarrolladas que antes, para el desarrollo de la revolución, y que en estas condiciones especificas no es problema de cuantos hombres y cuantas armas tenemos, sino, el problema es, estar dispuesto a organizar y dirigir la revolución, y que en el curso de la revolución, tendremos todo, lograremos y obtendremos todo hasta conquistar el poder en todo el país; en estas circunstancias, el problema es que cada comunista peruano debe luchar abnegadamente como una chispa revolucionaria, para incendiar el campo revolucionario y combatir resueltamente todo criterio y actitud de compromiso y capitulación como el de Gonzalo y su cúpula revisionista, y el de los agentes del enemigo que quieran infiltrarse en las filas del Partido.

Para vencer las dificultades, derrotar al enemigo y construir un nuevo Perú Democrático y Popular, el Partido Comunista del Perú, debe y tiene que ampliar su organización y convertirse en un Partido con un amplio carácter de masas, abriendo sus puertas a los obreros, campesinos y jóvenes activistas que estén sinceramente convencidos y dedicados a la revolución peruana, tengan confianza en los principios del Partido, apoyen su política y se encuentren dispuestos a luchar con disciplina y en trabajar ordenadamente y con tesón. Es errónea e intolerable la política de “puertas cerradas”. Pero al mismo tiempo, no se puede descuidar en lo más mínimo la vigilancia contra la infiltración de los agentes del enemigo en el seno del Partido.

La Agencia Central de Inteligencia Norteamericana, principalmente trata constantemente de infiltrar en nuestro Partido, a agentes disfrazados de activistas, para minar y socavar nuestro desarrollo y la dirección de la revolución. Estos infiltrados, algunos son revisionistas, otros son elementos colaboracionistas pro-norteamericanos, degenerados y arribistas. Frente a esta situación, al construir y consolidar el Partido con un amplio carácter de masas, no podemos relajar nuestra vigilancia y estrictas medidas contra tales individuos. No debemos cerrar las puertas del Partido, por temor a la infiltración de estos agentes del enemigo. Por tanto, teniendo en cuenta todas estas intenciones del enemigo, tenemos que ampliar con audacia al Partido. Estos objetivos de ampliar con audacia el Partido, es de orden estratégico y táctico, y de vital importancia para la revolución democrática nacional. Por otro lado, desenvolviendo estrictas medidas de vigilancia política, tenemos que construir, fortalecer y consolidar el Partido, para que siempre sea compacta, selecta y eficaz en todas las circunstancias de la revolución peruana, hasta la conquista del poder y el comunismo. No debemos descuidar en la vigilancia política frente a los agentes y arribista. que tratan de aprovechar una oportunidad para infiltrarse en el Partido.

Cometeremos gruesos errores, si sólo atendemos a la construcción y ampliación del Partido Comunista del Perú descuidando la vigilancia frente a los elementos agentes del enemigo que puedan infiltrarse en el Partido. La política correcta es construir y ampliar con audacia el Partido, aplicando al mismo tiempo una vigilancia estricta, con el objetivo de no dejar infiltrar un solo individuo nocivo y agente del enemigo, que mine y socave el desarrollo del Partido y la revolución democrática nacional en el Perú.

APLICAR CORRECTAMENTE EL PRINCIPIO DE LA DEMOCRACIA, EN EL FRENTE UNIDO DE LA REVOLUCION PERUANA.

En un país subdesarrollado como el Perú. necesariamente el Partido Comunista, tiene que saber unirse con todas las clases y fuerzas revolucionarías posibles, si quiere vencer al enemigo en la lucha por el poder del Estado.En la guerra agraria, solamente sabiendo construir el Frente Unido con democracia, se puede lograr la victoria en el campo, es decir en las zonas rurales de nuestro país, y hacer un salto a la guerra de resistencia nacional antiimperialista y antifeudal. En la revolución peruana, sólo manteniendo con firmeza la democracia en el Frente Unido se podrá cooperar por largo plazo, y sólo así se podrá vencer las dificultades y derrocar al enemigo para lograr la conquista del poder. Esto significa concretamente, que todos los Partidos políticos, grupos políticos y ejércitos amigos, luchen contra el enemigo común con independencia y autodecisión ideológica, política y organizativa, y todo esto crea democracia popular y proletaria. Aquí, el Partido no puede y no debe hegemonizar.

En el Frente Unido antiimperialista y antifeudal, tanto en la guerra agraria y la guerra de resistencia nacional, todas las clases, todos los partidos políticos, grupos políticos y fuerzas revolucionarias, se relacionan bajo el principio de la democracia, que significa la unidad de todos los que integran, pero esta unidad asumirla con independencia y autodecisión. En el Frente. solamente plantear unidad, sin independencia y autodecisión es abandonar el principio de la democracia: sin la aplicación de este principio no existirá el Frente Unido, y no se podrá vencer al enemigo ni en la guerra agraria ni en la guerra nacional. Esta lección ya lo hemos pagado muy caro en el período de 1980 a 1999. Se hablaba de Frente de Liberación Nacional, de alianza obrero-campesino, pero, todo fue solamente en teoría y menos en la práctica.

En el Frente, tenemos un norte y un principio general en la lucha contra el enemigo, en la lucha antiimperialista y antifeudal, y eso es la de la independencia y autodecisión dentro de la unidad de lucha contra el enemigo. Sin embargo, los comunistas del Partido y todos los partidos políticos que integran el Frente, deben comprender que dicha independencia y autodecisión no puede ser absoluta sino relativa, y solamente así se logra unidad y puede ser revolucionaria. No se puede pretender tener una independencia absoluta, por que es erróneo, y lo que corresponde es tener independencia relativa; por que, si algún Partido actúa con independencia absoluta, es como no pertenecer al Frente Unido, y de igual forma es, actuar como socavando la unidad general de la lucha contra los enemigos de la nación, el pueblo y la revolución peruana.

En la revolución peruana, todas las clases, partidos políticos y fuerzas revolucionarias, deben luchar con independencia y autodecisión relativas, ideológicas, políticas y organizativas, esto significa tener libertad relativa. De todo esto deriva, que el Frente Unido de la guerra agraria es relativa y no absoluto, en relación al Frente de la guerra nacional, por que necesariamente tiene que subordinarse a las realidades del momento; ésta cuestión hay que comprenderlo desde el punto de vista dialéctico, por el mismo desarrollo de la lucha de clases, y por el constante desarrollo y movimiento de la materia.
Ser despojado o renunciar voluntariamente al principio democrático en el Frente Unido, es socavar la política general de la unidad en la lucha contra el enemigo.Este principio en el Frente, el de la democracia, de unidad con independencia y autodecisión, es de vital importancia para vencer al enemigo, por que de esto deriva, comprender sobre los enemigos principales, sobre la selección de los blancos para las acciones militares, para vencer al enemigo y lograr el triunfo. Tanto el Partido Comunista del Perú, las clases, los partidos políticos, grupos políticos y ejércitos amigos, deben comprender y aplicarlo correctamente en la guerra agraria y la guerra nacional.

Este principio es válido además, para las luchas reivindicativas en la lucha de clases de la nación peruana, en contra del Estado peruano, y en contra de las políticas genocidas y fascistas, de guerras de agresión y de rapiña, y de globalización del imperialismo principalmente yanqui.

El principio democrático, de unidad con independencia y autodecisión relativas en el Frente Unido, es válida para la lucha de clases reivindicativas, para la lucha de clases en la guerra agraria y la lucha de clases en la guerra nacional, y este principio democrático relativo, se subordina al desarrollo y a los saltos de la lucha de clases nacional y principalmente revolucionaria. Pero, en la aplicación de estos principios en el Frente y en los saltos de la lucha de clases en la revolución peruana, hay que tener en cuenta sobre las relaciones de clases en el Frente, como por ejemplo, por un lado, los intereses de los empleadores, de los industriales fabricantes, de los comerciantes, de los transportistas, de terratenientes progresistas, y por el otro, los intereses políticos, económicos y sociales de los obreros, campesinos, trabajadores y empleados públicos.

De esta manera, sólo aplicando correctamente el principio democrático y relativo en el Frente Unido, en las relaciones de clases en la lucha contra el enemigo, podremos satisfacer las exigencias de la unidad en la lucha antiimperialista y antifeudal con independencia y autodecisión, para lograr la victoria de la conquista del poder con la revolución democrática nacional.

En la revolución peruana, solamente atender la unidad y olvidarse de la independencia y autodecisión relativa, llevaría a socavar el frente unido, y por tanto a la derrota; por lo que, para vencer al enemigo y lograr la victoria, es sumamente importante atender los dos aspectos del principio democrático en el Frente Unido.

LOS COMUNISTAS NUNCA DEBEN SEPARARSE DE LA MAYORIA; ES ERRONEO TOMAR DECISIONES ARBITRARIAS.

El Partido Comunista del Perú, tiene que cumplir con sus objetivos ideológicos, políticos, militares, económicos, culturales y organizativos, por el cual ha sido fundado.

Hoy, a 26 años de guerra agraria, no debemos olvidar los errores cometidos y debe ser una constante lección para poder superar las dificultades y vencer al enemigo.Los comunistas del Perú, al dirigir al pueblo en esta guerra agraria contra el enemigo, debemos tener siempre en cuenta el todo, el conjunto del trabajo, de la lucha antiimperialista y antifeudal; pensar siempre en la mayoría y trabajar, como el de luchar junto a los aliados. Tener un espíritu colectivo es de mucha importancia. Los militantes deben de practicar el principio de subordinar las necesidades de la parte a los del todo. Si una propuesta es factible para una situación parcial, pero no para la situación en su conjunto, es necesario subordinar la parte al todo. Por otro lado, si la propuesta no es para una situación parcial, sino para el conjunto, entonces también hay que subordinar la parte al todo. Esto es lo que se entiende por tener en cuenta el todo.

Los comunistas nunca deben separarse de la mayoría de las masas; no deben desinteresarse de las masas y precipitarse adelante en forma aventurera a la cabeza de una minoría avanzada. Deben preocuparse por forjar estrechos vínculos entre los elementos avanzados y las grandes masas populares. Esto es lo que significa pensar en función de la mayoría. A los comunistas, les corresponde cooperar con todos los Partidos o elementos democráticos que quieren luchar contra el enemigo común.

Es erróneo tomar decisiones arbitrarias y actuar de manera autoritaria sin tener en cuenta a los aliados en el Frente Unido Democrático Revolucionario.

Un comunista, debe saber tener en cuenta el todo, pensar en función a la mayoría y trabajar junto a los aliados.En el período de la guerra agraria de 1980 a 1999, hemos adolecido de graves dificultades a este respecto, y hoy debemos corregir seria, tenaz y responsablemente estas deficiencias y desviaciones políticas que Gonzalo y su cúpula revisionista cometieron, por lo que hemos sufrido un gran revés en esta revolución. Toda esta situación adversa, el Partido, paso a paso ya lo está superando.

POLÍTICA DE CUADROS DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.

El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que dirige la revolución democrática nacional, solo puede cumplir con sus dos objetivos políticos y militares, de derrotar a las fuerzas del imperialismo yanqui y las fuerzas feudales y conquistar el poder, teniendo una militancia y cuadros dirigentes capaces y políticamente íntegros.

Durante los años de 1980 a 1999, Gonzalo y su “Dirección Central”, han cometido graves errores en la construcción del Partido, no han seleccionado bien la militancia, los cuadros y los dirigentes, de tal forma que no han formado un Partido compacto, selecto y eficaz; han descuidado en la vigilancia política y se han infiltrado muchos elementos nocivos y arribistas hasta en el mismo Comité Permanente, el Buró Político y el Comité Central del Partido, razón por el cual, hemos sufrido un serio revés en 1992 hasta 1999. Gonzalo y su cúpula revisionista, no han construido un Partido Comunista, con seriedad y responsabilidad. Esto constituye uno de los principales problemas que estamos y tenemos que superar. Formar militantes y cuadros dirigentes competentes, es una tarea de primer orden, de modo que asumamos cabalmente los trabajos políticos, militares, económicos y culturales de la revolución. Esto constituye uno de los problemas sumamente urgentes a resolver, el cual en la práctica ya estamos superando. En este sentido, tenemos que orientarnos en la política de cuadros del marxismo-leninismo-maoísmo, y estableciendo a la realidad concreta de la revolución peruana, enarbolar, defender y aplicar principalmente.

La militancia, los cuadros y dirigentes existentes, no bastan para poder enrrumbar el largo y complejo camino de la revolución peruana. Tenemos que seguir bregando por la formación de muchos cuadros competentes. Muchos activistas están surgiendo y continuarán multiplicándose, en el curso de la lucha armada del pueblo peruano, contra el imperialismo yanqui, las fuerzas feudales y el revisionismo de todo tipo. Es responsabilidad del Partido organizarlos, formarlos, orientarlos y cuidarlos bien y adecuadamente; saber ordenarlos en los trabajos de la revolución. Una vez determinada la línea política, los cuadros son el factor decisivo en llevar la política del Partido a las amplias masas populares. Por tanto es el deber del Partido, preparar planificadamente a nuevos cuadros para afrontar esta causa revolucionaria en el Perú.

Tenemos que preocupamos no sólo por los cuadros miembros del Partido, sino también por los que no lo son. Fuera del Partido hay muchas personas capaces, y los comunistas no podemos ponerlos de lado. Es deber de cada comunista, deshacerse de toda altanería, saber trabajar junto con los cuadros que no militan en el Partido, proporcionarles sincera ayuda, tratarlos con una afectuosa actitud de camaradas y orientarlos en su trabajo por el cumplimiento de los objetivos políticos, militares, económicos y culturales de la guerra agraria actual, y en la posterior guerra de resistencia nacional contra el imperialismo yanqui principalmente y contra el Estado peruano reaccionario.

Tenemos que construir a los cuadros del Partido y saber valorarlos. No los juzguemos únicamente por un breve período de su actividad, o por un sólo hecho de su vida, sino también por todo su pasado y todo su trabajo. No hay otro modo para valorar a los cuadros.El Partido, debe saber orientar y conducir a los cuadros. El dirigente, tiene en resumidas cuentas dos responsabilidades principales: elaborar ideas y darles trabajo. Elaborar los planes del trabajo, tomar decisiones, dar órdenes e instrucciones; y, para que las ideas sean llevadas a la práctica, el dirigente tiene que saber unir a los cuadros e impulsarlos a la acción.En la historia virreinal y republicana de nuestro país, han habido siempre dos líneas opuestas en el sentido de nombramientos: el nombramiento por méritos y el nombramiento por favoritismos. La primera es honrrada y la segunda no lo es. El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, tiene que practicar el primero y no la deshonesta. Gonzalo y su “Dirección Central”, en este sentido han cometido graves errores políticos y de principios. Ellos han promovido dirigentes en el Partido no por méritos, sino por favoritismos.

El Partido, en este sentido sobre los cuadros, tiene el deber y obligación de ver, si estos llevan adelante la política del Partido con firmeza, con disciplina, y si mantienen estrechos vínculos con las masas, y si poseen o no la capacidad de orientarse independientemente en el trabajo práctico; ver si son activos o no; si son empeñosos y desinteresados. Esta es la línea de nombramientos por méritos. La política de cuadros, aplicada por Gonzalo, es contraria a la política de cuadros del marxismo-leninismo-maoísmo; es exactamente opuesta a las necesidades responsables de la revolución en el Perú, y es una de las principales causas por las que fracasó. Aplicó el favoritismo hasta tener militantes “especiales”, ¿especiales en que sentido? Se han permitido muchos vicios y desviaciones y faltó control, verificación de los trabajos, y Gonzalo mismo tenía estos defectos y estaba mal ubicado para dirigir la revolución con seriedad y responsablemente. Todos estos son problemas de dogmatismo, actitudes protagónicas propio de pequeño burgueses, con afanes de figurar y no proletarios. Como producto de esta línea oportunista de derecha a reunido en torno suyo a sus favoritos y a empíricos para manejarlos, y para luego desbocar en una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista, y acabar traicionando al Partido y renegando de la guerra popular democrática, pactando un “acuerdo de Paz” con el imperialismo yanqui y el Estado peruano reaccionario.

Esta es una seria lección, que hemos atravesado en la historia de la revolución peruana. Los cuadros del Partido debemos tener muy presente sobre estos hechos negativos, y adoptar en nuestros trabajos los principios correctos y honestos en aras de la revolución. Todo el Partido, todos los dirigentes en todos los niveles, tienen la responsabilidad de perseverar en la práctica honrrada, correcta y justa, en lo que corresponde a la política de cuadros, y el de combatir y desenmascarar la política deshonesta e injusta de Gonzalo y su “Dirección Central”. Todo ello nos conducirá a una más alta unidad y cohesión revolucionaria. Los cuadros dirigentes del Partido, deben oponerse por principio internacional comunista, a toda directiva desde la prisión por más que sea del dirigente principal, cuando las directivas, sugerencias o proposiciones no corresponden a los intereses de la revolución democrática, de la nación y del pueblo peruano.

SOBRE LA DISCIPLINA DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU.

Gonzalo y su “Dirección Central”, han cometido grandes y graves infracciones, utilizando y traficando con la autoridad y el nombre del Partido. Frente a esta traición, el Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, plantea que la disciplina de la organización, no puede ser utilizada deshonestamente y arbitrariamente desde la prisión.
Los principios de la disciplina del Partido, son normas de sujeción con centralismo democrático, cuando el dirigente principal dirige seria y correctamente la revolución, desde una condición de libertad, y no desde la prisión. Gonzalo y su cúpula, han violado las disciplinas del Partido; que, traficando con la autoridad orgánica, bajo el control y amparo del imperialismo yanqui y el Estado peruano, pugnan por aniquilar al Partido, la guerra popular, destruir el ejército revolucionario, las bases de apoyo y todo lo que es revolución en el Perú. Por estas circunstancias políticas, el Partido, reafirmándose en las disciplinas del marxismo-leninismo-maoísmo, plantea las disciplinas del Partido en la revolución democrática nacional del Perú:

1. La subordinación del militante a la organización.
2. La subordinación de la minoría a la mayoría.
3. La subordinación del nivel inferior al superior.
4. La subordinación de todo el Partido al Comité de Dirección que dirige la revolución democrático nacional.
5. La subordinación del dirigente principal prisionero, si se mantiene en la posición, a la organización superior del Partido que quedó y dirige la revolución bajo los principios del marxismo-leninismo-maoísmo.
6. La subordinación de todos los cuadros dirigentes del Partido, al Comité de Dirección del Partido, que dirige la revolución bajo los principios del marxismo-leninismo-maoísmo.

Quien viola estas reglas de disciplina, socava la unidad del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, y a la guerra popular democrática prolongada.

Los comunistas, no pueden subordinarse a órdenes desde la prisión, y menos cuando éstos chocan con los principios, y con las políticas que son contrarias al desarrollo de la guerra popular democrática por la conquista del poder y la lucha por el comunismo.La experiencia de la revolución, nos demuestra que algunos infringen las disciplinas del Partido por que no comprenden el contenido político, y otros como Gonzalo, lo infringen a sabiendas y se aprovechan de la autoridad del Partido, y de la sujeción de la militancia, para lograr sus pérfidos objetivos criminales.

Por todos estos acontecimientos políticos y militares de traición de Gonzalo y su “Dirección Central”, es importante educar a los militantes en todos los niveles de organización, en la disciplina del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, de tal forma que desde los niveles superiores hasta los militantes de base, las observen igualmente, para evitar y corregir lo ocurrido con Gonzalo.

Todas estas normas de disciplina sirven, para conducir correctamente, las relaciones internas del Partido, y para lograr la unidad de pensamiento y acción, de todos los organismos dirigentes y en todos los niveles, para la lucha contra el imperialismo yanqui, el Estado peruano y el revisionismo de todo tipo.

Para reforzar nuestra disciplina voluntaria, consciente y proletaria, el Partido resalta la norma internacional de los comunistas: “No se puede dirigir la revolución desde la prisión”.

REGLAMENTO INTERNO DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.

El reglamento interno del Partido Comunista del Perú, se basa principalmente en los objetivos políticos del Partido, con una aplicación práctica en todos los trabajos.
Tener en cuenta la restauración del capitalismo en Rusia y China. Es responsabilidad del PCUS y del PCCH; es responsabilidad de la misma Dirección Central, de los dirigentes y de la militancia del Partido. En esta experiencia del proletariado internacional vemos, que han triunfado las revoluciones con armas en la mano en la lucha contra el enemigo, pero también han fracasado en la revolución socialista, y ésta, es una seria, realmente una seria lección que no podemos dejar de lado y olvidar.

Todas estas circunstancias, debe servir en el establecimiento del reglamento interno del Partido, y debe servir para orientar y garantizar el curso prolongado de la revolución democrática nacional, la revolución socialista y hasta el comunismo; y para ello, requiere construir una militancia con un espíritu científico, y actitud de responsabilidad proletaria.

El reglamento interno, se tiene que comprender y aplicar desde un aspecto ideológico, político y organizativo:

1. El Partido Comunista del Perú, es marxista-leninista-maoísta, vanguardia de la clase, que dirige la guerra popular democrática y prolongada.

2. marxismo-leninismo-maoísmo, es la ideología del proletariado peruano que guía el camino de la revolución democrática nacional del Perú, al estilo y propiamente peruana.

3. Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, a las condiciones concretas de la revolución peruana.

4. La revolución de nueva democracia, es el camino del pueblo peruano, para emancipar a nuestro país y resolver las dos tareas pendientes: el problema de la nación y el problema de la tierra.

5. Sacar lección de la restauración del Capitalismo en Rusia y China.

6. Enarbolar, defender y aplicar los principios básicos del Frente Unido de la revolución democrática nacional.

7. Defender los intereses de la nación y del pueblo peruano, y los pueblos del mundo.

8. Tener un alto espíritu de patriotismo e internacionalismo; de nacionalismo y antiimperialismo.

9. Los militantes del Partido, tienen el deber de construir el Frente Unido Democrático Revolucionario, por la lucha antiimperialista y antifeudal, y también para combatir al revisionismo de todo tipo.

10. Los miembros dirigentes, cuadros y militantes del Partido, en todos los niveles tienen que ser ejemplares en el estudio, ser infatigables en enseñar, y al mismo tiempo ser honestos e insaciables alumnos en aprender.

11. Los dirigentes del Partido, no deben tener criterios de atenciones especiales, y los onomásticos deben ser de estudio, de reafirmación y trabajo tesonero.

12. Un comunista, debe luchar tenazmente por que el socialismo triunfe sobre la tierra, derrocando al imperialismo con la revolución proletaria mundial.

13. Sacar lección del revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”.

14. Oponerse enérgicamente y combatir al revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”.

15. Combatir toda posición capitulacionista, toda idea, criterio y actitud de restauración del capitalismo.

16. No amamantar el revisionismo, hay que denunciar, desenmascarar con hechos y pruebas, por que es la avanzada del imperialismo en las filas del proletariado.

17. El militante debe saber lograr y consolidar la unidad en el Partido, el ejército y el pueblo.

18. Deben pensar en la mayoría, en el colectivo y no en un sector, sección o en un pequeño grupo.

19. Los militantes del Partido, deben ser ejemplares en el arte militar y aprender en el curso mismo de la guerra popular democrática del Perú; deben ser valientes, intrépidos, audaces y tener plena sujeción a las órdenes del Partido.

20. En todo momento ser respetuoso, honesto, sencillo, modesto en las relaciones internas del Partido, en el ejército y entre las amplias masas populares.• Enarbolar, defender y aplicar las tres reglas cardinales, y las ocho advertencias del marxismo-leninismo-maoísmo.

21. Enarbolar, defender y aplicar las normas de disciplina del Partido.

22. Un militante del Partido, debe luchar esforzadamente por el socialismo y el comunismo; oponerse y combatir toda restauración del capitalismo, y eso requiere: ir depurando las inmundicias en los planos ideológicos, políticos, económicos y, culturales, desde incluso antes del triunfo de la revolución democrática nacional.

23. Ser firmes en la práctica y flexibles en la teoría revolucionaria.

24. En las dificultades y adversidades, ser ejemplo de vencerlos todas, poniendo siempre la política en el puesto de mando.

25. Practicar la critica y autocrítica, con un espíritu de corregir de verdad nuestros defectos, para servir más y mejor al desarrollo de la revolución peruana y por el comunismo.

26. Los comunistas, deben poner el acento en el desinterés absoluto.

27. No debe socavar la unidad en el Partido, en el ejército, en las masas y en la familia.

28. El militante, no debe ser oportunista, individualista, rencilloso, egoísta, mercenario, doblez, deshonesto, hipócrita, con actitudes de mentir, tener afanes y criterios de vida cómoda.

29. La militancia del Partido debe estar conformada y seleccionada por sus méritos y no por favoritismos.

30. Los militantes del Partido, si se da el caso, debemos esforzarnos por reeducarlos sin llegar a tener compromisos personales con alcohólicos, drogadictos, prostitutas, homosexuales, fumadores y con personas que el Partido no apruebe y ajenas a la organización; sus relaciones deben ser correctas y no perjudiciales.

Quien viola las reglas de disciplina y del reglamento interno del Partido, socava la unidad, la consolidación y el desarrollo del Partido, del ejército revolucionario, del Frente Unido, de las bases de apoyo revolucionarios, las relaciones con las amplias masas populares; y socava el desarrollo de la revolución peruana, la conquista del poder y la construcción del socialismo y el comunismo.

SOBRE LA DEMOCRACIA EN EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ.

En la lucha de la guerra agraria, el Partido Comunista del Perú, exige a todos sus organismos dirigentes, miembros y cuadros que desplieguen al máximo sus iniciativas, solo así será posible la victoria.

Los comunistas, son como el maestro, que tienen la responsabilidad de preparar la generación que han de tener la responsabilidad del futuro. La educación requiere sacrificio, voluntad indoblegable, paciente y prolongada Sólo en un ambiente democrático, se puede formar a hombres y comunistas capaces.

El imperialismo, a degenerado la palabra democracia hasta prostituirlo, hasta volverlo corrupto y coimero; utilizan la palabra democracia para desenvolverlo de acuerdo a sus intereses reaccionarios e imperialistas. La democracia, utilizan los vende patrias del poder ejecutivo, legislativo y el poder judicial, de acuerdo a sus intereses de grupo. Todo esto se refleja en el pueblo peruano, en un sentido vulgar y oportunista. No hay un concepto de unidad sobre la democracia, por que todos lo practican de acuerdo a sus intereses, los partidos políticos, organizaciones gremiales de intelectuales, estudiantes, campesinos, jóvenes, mujeres, etc., y sobre todo este desorden del llamado “democracia”, el imperialismo yanqui practica una “democracia” fascista y genocida, por que, llamándose el abanderado de la democracia, paz y libertad, pisotea todo ordenamiento jurídico y dignidad de las naciones y de los pueblos del mundo, para ocultar su verdadero faz de carnicero, parasitario y en descomposición. Toda esta situación política internacional y nacional, se traduce dentro del Partido, como una democracia insuficiente y poco práctico, para formar hombres continuadores de la causa revolucionaria. Esto, ya es una seria lección en la vida del Partido desde la muerte de Mariátegui, para no seguir el camino revisionista desde Ravinez hasta Gonzalo.

Es responsabilidad de los comunistas del Partido sacar lección, para esforzadamente construir un verdadero Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, con un amplio carácter de masas y forjar continuadores.Este fenómeno imperialista, que sume al país en las tinieblas, de ser una colonia, semicolonia y semifeudal, hace que en el Frente Unido Democrático Revolucionario, tanto de la guerra agraria y de la guerra de resistencia, haya, o se practique, una insuficiente democracia, lo que impide que los partidos políticos, grupos políticos, ejércitos amigos, autoridades, comerciantes, transportistas, empresarios nacionales, etc., y también en todo el Partido, no se despliegue plenamente la iniciativa, como también en todos los organismos de los movimientos de masas. Estas adversidades, es una tarea, es un deber que solamente con esfuerzo y sacrificio podremos vencer, y para alcanzar este objetivo tenemos que partir por respetar los intereses de la nación y del pueblo peruano.

En los partidos políticos, grupos políticos y los movimientos de masas, repercute grandemente las características del imperialismo “poderoso”, y las condiciones políticas, económicas, militares del Perú, como un país débil, un país colonia, por lo que la iniciativa no pueden desplegar plenamente. Todos estos factores negativos, se tienen que superar desplegando realmente la democracia en el Frente Unido, con independencia y autodecisión. En el Frente Unido, no hay dedicación, y una infinita vocación proletaria para elevar la conciencia ideológica, política, militar, económica y cultural de los jóvenes y las amplias masas populares de nuestro país y los pueblos del mundo.

Para los comunistas, no hay una educación absoluta y terminada; el comunista, como maestro no está preparado, sino está a la par de los acontecimientos políticos, económicos, culturales, etc., del momento internacional y nacional, y si desconoce la historia de nuestro país, la historia del Partido y de la revolución peruana.

La democracia debe servir para el desarrollo del Partido, ejército, la guerra popular, la conquista del poder. No podemos utilizar la democracia para socavar, para plantear políticas que minan el desarrollo de la guerra agraria y la guerra de resistencia nacional.

La democracia, en el Partido Comunista del Perú, se tiene que comprender desde el marxismo-leninismo-maoísmo, y no desde un criterio e ideología pequeño burgués, protagónico, dogmático y autoritario como fue el de Gonzalo y su “Dirección Central”.

Hasta 1999, hablar de democracia en el Partido, era una utopía; en realidad la falta de democracia era un problema vital a solucionar. Hoy, por las formas democráticas populares y proletarias que el Partido practica, se están desarrollando los trabajos. Sin embargo, la democracia es un factor ideológico, político, económico, militar, social, cultural, etc., que en algunos niveles del Partido se tiene que exigir su cumplimiento, su aplicación a fin de que en realidad se despliegue la iniciativa verdaderamente, al estilo proletario y peruano.

La iniciativa, es la manifestación concreta en la actividad creadora de los organismos dirigentes, cuadros y miembros del Partido, en su sentido de responsabilidad, en la tenacidad, y en el esfuerzo que practiquen en el trabajo político, militar, económico, cultural, etc., en la audacia y la habilidad con que planteen los problemas, y las soluciones que sugieren, expongan sus opiniones y critiquen los defectos, así como en la vigilancia camaraderil que ejerzan sobre los organismos y cuadros dirigentes. Sin todas estas formas de democracia, la iniciativa carece de contenido. Esto es justamente, lo que en el Partido con Gonzalo y su “dirección central”, hemos carecido de estas formas de democracia e iniciativa.

El desplegar la iniciativa, depende del grado de democracia existente en el Partido. Esto es una lección que hemos superado. En los tiempos de Gonzalo, el “pensamiento Gonzalo” era ley, y esto era absurdo por que perjudicó el desarrollo de los trabajos con iniciativa, y se aplicó autoritarismo y sujeción incondicional absoluta al “presidente Gonzalo” y al “pensamiento Gonzalo”, y esto en realidad también perjudicó al Partido, y la revolución peruana. Sin una verdadera democracia proletaria, es imposible desplegar realmente la iniciativa, iniciativa que se despliegue, si falta una democracia proletaria; pero, solamente esta puede existir con independencia y autodecisión, y solamente así se logra la unidad desplegando la iniciativa en la lucha antiimperialista, antifeudal y contra el revisionismo. Por tanto, no hay una iniciativa revolucionaria, sin unidad y sin independencia y autodecisión en el Frente Unido.

En el Partido, no hay iniciativa posible sin democracia; y, no hay democracia si no hay unidad de pensamiento en el centralismo, y todo esto no se logra sin independencia y autodecisión proletaria. En el Partido, toda unidad es proletaria y relativa; solamente así es revolucionaria y marxista-leninista y maoísta.Hay ayudas, compromisos, concesiones como iniciativas, pero, todo esto es positivo y beneficioso cuando todo es en función a la construcción del Partido, del ejército, y por el desarrollo de la revolución y la conquista del poder; y además, una iniciativa de ayudas, compromisos y concesiones es correcta y aceptable en estos momentos solo cuando hay que retroceder para saltar mejor en el desarrollo de la revolución, de lo contrario no es iniciativa, por que es capitulacionismo como hace Gonzalo y su “dirección central”.

Por todas estas razones, es una tarea educar en el Partido a toda la militancia en los principios de la democracia con centralismo, para que se entienda correctamente por vida democrática, y cual es la relación entre democracia y centralismo, y como poner en práctica el centralismo democrático. Solo así, se puede desenvolver la democracia proletaria en el Partido. En el Frente Unido Democrático Revolucionario, la democracia existe plenamente sólo cuando se practica una independencia y autodecisión relativa y no absoluta. De igual forma, en el Partido, el centralismo democrático, existirá, y se desarrollará plenamente, proletaria, revolucionaria y marxistamente, sólo cuando se practica con independencia y autodecisión relativa y no absoluta; y sólo así, también existirá la libertad y disciplina, plenamente proletaria, revolucionaria y marxistamente; en concreto, solamente en este ambiente de centralismo democrático, se puede desplegar plenamente la iniciativa, para desarrollar la revolución democrática nacional hasta la victoria y el comunismo.Los comunistas deben comprender bien, que, así como no hay una democracia absoluta, no hay un centralismo absoluto.

La revolución peruana, necesita que el Partido Comunista del Perú, practique el centralismo democrático relativo y no el absoluto. Sólo así es marxista, proletario y que garantiza el triunfo de la revolución.

El centralismo, debe ser garantía de triunfo. El centralismo en la guerra agraria debe garantizar el salto hacia la guerra de resistencia, hacia la conquista del poder, y debe garantizar todo el curso más complejo y más dificil de la revolución socialista. El centralismo debe tener una cualidad dialéctica, solo así es marxista. La revolución peruana, ya pagó muy caro, con el “centralismo democrático”, sin independencia y autodecisión relativa que practicó Gonzalo en su periodo en el Partido y la guerra revolucionaría en nuestro país. El centralismo, que no garantiza el triunfo, los éxitos, no es centralismo marxista, por que no garantiza la democracia y la iniciativa proletaria hacia el triunfo completo de la revolución democrática nacional. El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta es contrario al centralismo hegemónico y absoluto.

Una opinión, un acto carece de ser democrático si va en contra de los intereses de la causa revolucionaria, de la nación y el pueblo peruano. Toda iniciativa es correcta si no va en contra de estos principios revolucionarios. Solo así, evitamos el ultra democratismo y la tendencia de dejar hacer y dejar pasar las cosas, y esta es una tendencia que socava la unidad, el centralismo, la democracia, la libertad, la disciplina y la iniciativa.

Es necesario acrecentar la vida democrática en el Partido y el ejército, para que los militantes del Partido desplieguen iniciativa, y en el ejército para aumentar la capacidad combativa de los combatientes.Tanto en el Partido y el ejército, la democracia debe servir para fortalecer la disciplina y para incrementar la capacidad combativa y no para debilitarlos.

La consolidación del Partido, está en la correcta aplicación de la democracia; en este sentido, la democracia no debe apartarse de la vigilancia hacia los hábitos y elementos nocivos que puedan socavar la unidad en el Partido y en el ejército; solamente así, será compacto, selecto y eficaz, lo que determinará ser más activo y vigoroso en la lucha de la guerra agraria y la guerra de resistencia, y estar siempre a la altura de los constantes cambios de la guerra, y para salir victoriosos en la lucha antiimperialista yanqui y antifeudal, y en la lucha contra el revisionismo de todo tipo.

SOBRE EL OPORTUNISMO DE “IZQUIERDA” Y OPORTUNISMO DE DERECHA.

Después que Gonzalo planteó “acuerdo de paz”, contemporizando con el imperialismo yanqui y el Estado peruano, y a los que se sumaron los de la “dirección central”, el Partido Comunista del Perú, con el arma ideológica del marxismoleninismo-maoísmo, hemos resistido al oportunismo de “izquierda” hasta 1992, y de 1992 a 1999 el oportunismo de derecha y también hemos aceptado, resistido y superado la escisión de Gonzalo y su “dirección central”, como una nueva línea oportunista de derecha revisionista y capitulacionista.De 1980 a 1992, se han desenvuelto como oportunismo de “izquierda” con Gonzalo a la cabeza, en las que se han gestado con tantos hechos el oportunismo de derecha, que Gonzalo no fue capaz de corregirlos, con sus ideas oportunistas, dogmáticas, aventureras y pequeño burgueses. Todo era lucha, y no se practicó la alianza en los trabajos y acciones del Partido. Había una desviación de oportunismo de “izquierda”, en cuanto a los trabajos con las fuerzas progresistas, fuerzas intermedias y las fuerzas recalcitrantes, de tal modo que se puso de espaldas al pueblo, para luego contemporizar con el imperialismo yanqui, el Estado peruano en 1992. A partir de este momento hasta 1999, desenvuelven oportunismo de derecha, de esta manera escinden del Partido, como una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista. Hoy, siguen desenvolviendo sus acciones criminales coludidos con el enemigo, en contra del Partido Comunista, la guerra popular, el ejército revolucionario, las bases de apoyo, en contra de la nación y del pueblo peruano.

La situación revolucionaria en el país es objetivo y concreto, más desarrollada que antes, para que la guerra popular siga desarrollándose. En estas condiciones políticas, el Partido, con el marxismo-leninismo-maoísmo, como arma ideológica del proletariado peruano, asume las tareas de la revolución, combatiendo y desenmascarando el “pensamiento Gonzalo”,que en la práctica revolucionaria demostró ser, revisionista, capitulacionista, y una ideología pequeño burguesa que se puso a la cola del imperialismo yanqui, y hoy sirve como una ideología revisionista para satisfacer los intereses de los capitalistas transnacionales principalmente norteamericanos, y de la reacción peruana. Hoy, el “pensamiento Gonzalo”, no sirve a la clase, al pueblo peruano menos a la revolución democrática nacional.La revolución peruana, la clase, la nación y el pueblo peruano, así como nada bueno espera del imperialismo, de igual forma, nada correcto y revolucionario se espera del “pensamiento Gonzalo”, por que es revisionista y capitulacionista.

Mientras Gonzalo y su cúpula revisionista, están por el “acuerdo de paz”, y coludidos con los enemigos de clase, el Partido Comunista del Perú, marxistaleninista-maoísta, tiene como objetivo político el de conquistar el poder con una guerra popular democrática prolongada. El Partido, supo resistir el oportunismo de “izquierda” y de derecha que Gonzalo ha desenvuelto en la historia de la revolución en el Perú. Estos dos tipos de errores de oportunismo, surgieron en el período de la guerra agraria de 1980 a 1999, y de éstos, hemos aprendido a sintetizar serias lecciones a corregir:Estos graves errores de principio han surgido, por la incomprensión de las características de la sociedad peruana contemporánea, sobre las características de la revolución peruana. Es decir, que en un país subdesarrollado la revolución, es una revolución democrática nacional, donde el avance o retroceso dependen en lo fundamental de una política correcta o errónea en relación a la burguesía; y en el Frente Unido, luchar con razón, ventaja y sin sobre pasarse, y con independencia y autodecisión. Todos estos principios fundamentales, se pusieron de lado, por que el “pensamiento Gonzalo”, es simplemente subjetivo, dogmático, unilateral y no es una ideología proletaria y peruana.

Las tendencias izquierdistas, se han dado en el mal manejo de las contradicciones; de explotar las contradicciones; contra los intelectuales; contra las masas campesinas, etc., demostrando ser ésta tendencia extremadamente perjudicial para una guerra agraria, y para cualquier movimiento revolucionario.

El oportunismo de derecha de Gonzalo, se han dado en tantísimos hechos de ver a las masas como a sus enemigos, y a los verdaderos enemigos del pueblo y la clase como a su amigo, y esto se refrenda con su “acuerdo de paz”, de confiar la solución del problema nacional y el problema de la tierra a la voluntad del imperialismo yanqui, y de los reaccionarios del Estado peruano.

El Partido Comunista del Perú, solo teniendo una clara idea del oportunismo de “izquierda” y de derecha de Gonzalo, puede dirigir correctamente la revolución democrática nacional. El pueblo peruano, quiere una ideología clara, precisa, proletaria, revolucionaria y al estilo propiamente peruano, y eso hemos logrado con el marxismo-leninismo-maoísmo. El “pensamiento Gonzalo”, significa atropello, revisionismo, traición y una ideología contrarrevolucionaria.

Hoy, el Comité de Dirección del Partido, desenvolviendo grandes esfuerzos junto al pueblo y la clase, superando serias dificultades, combatiendo los criminales atentados del revisionismo de Gonzalo y su “dirección central”, viene desarrollando la guerra agraria en nuestro país. Gonzalo y su cúpula de revisionistas, se han puesto al servicio del imperialismo yanqui y del Estado peruano reaccionario, y trabajan como criminales de la clase, del pueblo, del proletariado peruano, del Partido Comunista, del marxismo-leninismo-maoísmo y el comunismo.

Todas estas acciones, principalmente las negativas, nos van enseñando a comprender los principios fundamentales e indispensables, para lograr la unidad de pensamiento y acción, para reforzar la unidad interna ideológica, política y organizativa, y construir un ejército revolucionario y conducir victoriosamente la guerra agraria. En concreto, nuestro Partido se está ampliando, fortaleciendo y consolidando, en la lucha contra las fuerzas armadas reaccionarias, la policía nacional del Perú, y en la lucha contra el oportunismo de “izquierda” y de derecha del revisionismo y capitulacionismo de Gonzalo en su “acuerdo de paz”.

SOBRE LA EDUCACION EN EL PARTIDO.

Todos los militantes del Partido, que dirige la guerra popular democrática del Perú, deben comprender como una necesidad perentoria y urgente, de lograr una educación marxista, para poder encarar victoriosamente, todas las dificultades, todas las complejidades que atañen una guerra revolucionaria de dimensiones de28transformación social de nuestro país, de un país colonial, semicolonial y semifeudal, dependiente ideológica, política y económicamente del imperialismo yanqui, en un país libre y soberano, independiente político, económico y culturalmente. Estos objetivos de clase y proletario, necesita de una militancia educada, consciente y profundamente convencido de su papel, de sus tareas como militantes del Partido Comunista del Perú, en la revolución democrática nacional. Esta trascendental e histórica tarea, no necesita de una militancia ignorante, pesimista, dogmática, empírica, sino, de una militancia que tenga una actitud científica y un espíritu de responsabilidad, seria, clara, perspicaz, y tener una orientación práctica de prever el futuro concretamente.

Estudiar la teoría del marxismo-leninismo-maoísmo; estudiar nuestra historia nacional e internacional; además, el comunista tiene que comprender bien sobre la situación actual nacional, las tendencias del movimiento político actual y al mismo tiempo educar a los militantes del Partido, en los niveles inferiores y a los activistas de la revolución.Los cuadros y dirigentes, tienen el deber y obligación de intensificar su preparación ideológica, política y organizativa.

El Partido Comunista, que dirige la revolución peruana para alcanzar la victoria tiene que poseer una clara y definida teoría revolucionaria, lo que es el marxismo-leninismo-maoísmo; poseer un conocimiento de la historia y más comprensión del movimiento práctico de la transformación de la sociedad actual peruana, en una sociedad avanzada como meta que es el socialismo peruano. Al mismo tiempo, debemos hoy tener una comprensión profunda de la restauración del capitalismo en Rusia y China.

La revolución socialista en Rusia, triunfó con armas en la mano bajo la dirección del PCUS; la revolución en China, triunfó con armas en la mano bajo la dirección del PCCH; pero, ambos fracasaron en la revolución socialista. Esta es una seria lección, y esto es en concreto: la dificil tarea de defender, mantener, desarrollar y consolidar el socialismo con armas en la mano en la lucha contra el imperialismo y la burguesía, donde el proletariado debe asir firmemente el marxismo-leninismo-maoísmo, y consolidar la dictadura del proletariado y no bajar la guardia frente al imperialismo y el revisionismo, que ambos luchan contra el socialismo. Por tanto, no podemos bajar la guardia desde ahora frente al revisionismo, por que, en la actualidad es la avanzada del imperialismo en las filas del proletariado.

Aquí en el Perú, también el oportunismo de “izquierda” de Gonzalo, desboca en oportunismo de derecha; esto significa su “acuerdo de paz” con el enemigo, quiere decir, que la capitulación es la propia restauración de lo viejo y caduco con nuevas formas, por obra de revisionistas y no por que el enemigo es “poderoso”.29El marxismo es universalmente aplicable, y hay que aplicarlo a la realidad peruana, para hacer del marxismo la luz de la revolución peruana; sólo así, es fructífera y revolucionaria, de lo contrario es mecánico y dogmático como en los tiempos de Gonzalo.

El marxismo, solamente es guía para la acción cuando se hace peruana y al estilo peruano, lo otro es repicar, es nulo y no pasa de ser un dogma. No hacer del marxismo frases y términos vacíos, sino hacer del marxismo una fuerza todo poderosa de transformación, para resolver todos los problemas que atañen a la revolución democrática nacional.

Con el marxismo, hay que aprender a examinar y encontrar los métodos para poder dirigir la revolución peruana. Tenemos que prepararnos y preparar la militancia en un nivel más desarrollado que antes.Nuestra tarea, nuestro papel y misión es dirigir a la nación peruana, a los millones de peruanos en la lucha armada, contra el imperialismo yanqui y contra las fuerzas feudales y colaboracionistas empedernidos pro-yanquis, y contra el revisionismo de todo tipo.Por lo tanto, tenemos que plantear a la militancia, a generalizar y profundizar la educación marxista en todo el Partido y el ejército revolucionario. Esta es una tarea urgente y de primer orden para poder cumplir y realizar el triunfo que demanda de esfuerzos concentrados.Los dirigentes, cuadros y toda la militancia encargados de los trabajos principales, y los trabajos en todos los niveles, debemos superar la comprensión fragmentaria, y avanzar hacia una profunda y sistemática educación y práctica revolucionaria y marxista. Todo esto elevará la capacidad combativa de todo nuestro Partido y ejército revolucionario, de obreros, campesinos y estudiantes del Perú, contra el imperialismo yanqui, las fuerzas armadas y policía nacional del Perú.

A los militantes del Partido, nos corresponde otra tarea importante y crucial, por que de ello derivan muchos fundamentos para dirigir por el sendero luminoso de la guerra popular democrática hacia la victoria, hacia la conquista del poder y el comunismo.

La tarea es el de estudiar nuestra historia y sintetizarlo con espíritu crítico, aplicando el método marxista de ver los dos aspectos de la historia, y principalmente sacar lección de los errores cometidos en todos los aspectos, en lo ideológico, político, organizativo, económico, militar, etc.

El Perú, es una sociedad contemporánea, colonial, semicolonia y semifeudal, que proviene del Perú anterior y pasado, y tiene sus propias características en todo el desarrollo de su historia, y no debemos separarlo desde su pre-historia, por que solamente así podemos comprender sobre la realidad objetiva de su formación social. Esto nos podrá ayudar a guiar el movimiento revolucionario en la actualidad. Los marxistas, como comunista, como militantes del Partido, tenemos una tarea de ser internacionalistas; pero, este principio, sólo podemos llevar en la práctica en la lucha antiimperialista y antifeudal y en la lucha contra el revisionismo de todo tipo, por que solamente así se es patriota, que defendemos de verdad a la nación y al pueblo y los intereses de todos los pobres, de todos los pueblos de las naciones en el mundo, y esto es nuestro deber del internacionalismo proletario.

La fuerza del marxismo-leninismo-maoísmo, está justamente en saber poner a la práctica revolucionaria concreta del Perú, y de igual forma a las condiciones concretas de cada país, sea imperialista o país subdesarrollado. El problema es entonces, como tarea del militante del Partido, es saber aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, a las condiciones concretas del Perú, y esto es válido universalmente para cada país. Por ello, la tarea de los comunistas es el problema de aplicar el marxismo, a las condiciones concretas del Perú, propiamente al estilo peruano, al estilo y a las condiciones concretas de cada región del país, de acuerdo a las condiciones sociales y lucha de clases concretas, por que el marxismo, no podemos aplicar rígida y radicalmente fuera del contexto histórico, y fuera de la realidad de la lucha de clases actual. Tenemos que eliminar los estilos abstractos, ligeros, subjetivos, unilaterales y superficiales y vacíos sin los estudios y análisis concretos de una situación. Debemos sacar lección de los problemas de dogmatismo de Gonzalo, y el de empirismo, en muchos dirigentes y cuadros de procedencia campesina en el Partido, del período pasado de la guerra agraria.

Hoy, los militantes del Partido en la revolución democrática nacional, deben estudiar el marxismo-leninismo-maoísmo, como una guía viva y llenas de acción revolucionaria y de transformación social, como una materia ideológica práctica y revolucionaria, que genera una conciencia, y muevan voluntades, que voluntariamente luchen contra el enemigo.

Este marxismo-leninismo-maoísmo, llenos de vida y acción concreta y peruana, es lo que la nación, el pueblo y la revolución peruana necesitan. Solamente así, el marxismo tiene un contenido proletario de internacionalismo, por que el internacionalismo no puede separarse por ningún motivo de la forma nacional y revolucionaria; quienes lo separan no entienden nada de internacionalismo. Por tanto, nuestra lucha es patriótica, nacional y peruana, y al mismo tiempo internacionalista proletario, por que es una lucha del proletariado peruano, por los intereses de la nación y del pueblo peruano, y por los intereses del proletariado internacional, por que servimos a la revolución proletaria mundial, por que somos militantes, comunistas con un hondo sentido y práctico, patriótico y de internacionalismo proletario; con este sentido debemos luchar con un desinterés absoluto, y debemos saber ligar estos principios del marxismo.

La tarea del comunista, es corregir los errores a conciencia, y además objetivamente resolver los problemas: ¿Cuáles son las características del actual movimiento revolucionario de nuestro país?, ¿Cuáles son sus leyes?, ¿Cómo dirigirlos? Todos estos son problemas prácticos y urgentes a resolver. Saquemos lección de los errores del período de 1980 a 1999. Tenemos que comprender cada vez mejor sobre el imperialismo yanqui, sobre las demás potencias imperialistas, sobre la situación de nuestro enemigo, sobre la situación nuestra y sobre las características del Perú, y la situación política nacional. En esto, ir siempre a la altura de los cambios constantes internacionales y nacionales. No podemos estar rezagados ante la realidad objetiva y concreta. El movimiento se desarrolla y obligatoriamente surgirán ante nosotros nuevas cosas, nuevas realidades, y hay que comprender que lo nuevo nace sin cesar.

Por lo tanto, nos corresponde estudiar el movimiento, la lucha de clases, la dialéctica en su integridad y en su desarrollo, y esto es nuestra tarea que requiere nuestra constante atención, y no admite un descuido político.No es militante, no es comunista, no es marxista quien se niega a estudiar estos problemas urgentes seria y concienzudamente.

La dejadez, la complacencia y la tolerancia son enemigas y contrarias al estudio; si realmente queremos aprender algo, si realmente queremos dirigir la revolución a la victoria, tenemos que deshacernos del mal hábito de la complacencia y la tolerancia ajenas al estudio. Nuestro estilo y actitud hacia nosotros mismos debe consistir en ser insaciables en aprender, y hacia los demás, ser infatigables en enseñar. Este espíritu marxista-leninista-maoísta, debemos comprender como una tarea y práctica revolucionaria.

EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL PARA LA VICTORIA.

El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, que dirige la guerra agraria actual, como una lucha antiimperialista y antifeudal, y también contra el revisionismo de Gonzalo y de todo tipo, para alcanzar la victoria tiene que lograr la unidad en el pensamiento y en la acción. La unidad, es el requisito, es el principio fundamental para lograr la victoria; la unidad teórica y práctica es un problema de primer orden para la guerra agraria actual y la guerra de resistencia posterior. La unidad, hay que comprenderlo en un sentido amplio y complejo del Frente Unido Democrático Revolucionario. No practicar la unidad, desde un punto de vista sectario y unipartidista, por que en este sentido, no es una unidad verdadera, concreta y revolucionaria. La unidad que requiere la revolución peruana, es la unidad teórica y práctica, con independencia y autodecisión relativas. Pero de todas ellas, la unidad teórica y práctica del Partido en el Frente Unido, es guía y directriz, y esto es indispensable e inviolable, por ello, quien socava la unidad del Partido, socava la victoria, socava la lucha antiimperialista y antifeudal, y la lucha contra el revisionismo. Por tanto, el principio fundamental y requisito de primer orden para alcanzar la victoria en la revolución democrática nacional, es la unidad dentro del Partido. De la unidad dentro del Partido, deriva para lograr la unidad de toda la nación, de todas las clases sociales revolucionarias, de todos los grupos políticos y ejércitos amigos, en la lucha contra los enemigos principales de la nación y del pueblo peruano. En concreto, la unidad teórica y práctica de todo el Partido, es lo que nos permitirá emancipar a nuestro país.

El Partido, se está ampliando, fortaleciendo y consolidando en estos 26 años de guerra agraria, después de atravesar un dificil período de lucha armada, de Frente Unido, y después de haber aceptado la escisión de Gonzalo y su “dirección central”, como una nueva línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista. Hemos aprendido a lograr nuestros objetivos y métodos de lucha y trabajo, alcanzando la unidad interna en el Partido.

En el curso de la prolongada guerra popular democrática de nuevo tipo, se irá formando un sólido núcleo del Partido en el seno del pueblo peruano, para alcanzar la victoria contra el imperialismo yanqui, las fuerzas feudales y el revisionismo, y construir la República Popular del Perú. El Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, con una firme unidad teórica y práctica revolucionaria logrará la victoria total, de conquistar el poder en todo el país, con una guerra revolucionaria prolongada.

Por tanto, el principio fundamental para alcanzar la victoria completa y emancipar a nuestro país, de su condición de colonia, semicolonia y semifeudal; y resolver las dos tareas pendientes, no resueltas centenariamente, el problema de la nación y el problema de la tierra, es logrando la unidad teórica y práctica en el seno del Partido. No hay otro método marxista-leninista-maoísta, para alcanzar el triunfo completo en la revolución peruana.

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ, MARXISTA-LENINISTA-MAOÍSTA

COMITÉ DE DIRECCIÓN