Los reaccionarios locales, la oligarquía hondureña y el imperialismo yanqui, enfrentan hoy condiciones reales adversas y agudizan las contradicciones con el pueblo de Honduras. El gobierno de Manuel Zelaya, expresa la tendencia al ascenso del movimiento progresista y democrático en este país de Centro América y se une a los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua que mortifican al imperialismo yanqui con iniciativas como la creación y adhesión al ALBA. Así se demuestra, sin lugar a dudas, las diferencias políticas e ideológicas en la conducción del Estado que ha afectado los bolsillos de los explotadores hondureños hasta llevarlos a dar un golpe de Estado a Manuel Zelaya, actual Presidente Constitucional, a sólo seis meses del fin de su periodo legal.
La mayoría del Congreso, las cortes de justicia, los militares y la oligarquía pisotean su propia legalidad al no juzgar Zelaya y ponerlo fuera de la frontera, con argumentos antidemocráticos como elevar a delito el promover una Asamblea Nacional Constituyente.
Micheletti el usurpador, gobierna marcialmente con estado de sitio y toque de queda, con agresiones y pisoteos a la libertad de expresión y de movilización que ya dejan heridos y asesinatos de los militares golpistas que dirige la misión militar yanqui.
El golpe ha tenido un rápido y extendido rechazo internacional desde las organizaciones populares hasta los gobiernos, pero el gobierno de los Estados Unidos no se dispone a retirar la representación diplomática en Honduras. Ni Barak Obama, Presidente, ni Hilary Clinton, Secretaria de Estado, califican el hecho como un golpe de Estado para proteger las inversiones de sus multinacionales amenazadas por el ALBA. Así queda en el suelo el supuesto prestigio de la OEA, queda como instrumento del imperialismo incapaz de imponer sus resoluciones de rechazo al golpe y trata de maquillar la complicidad del imperialismo guardando silencio o engañando a los pueblos con declaraciones que no contribuyen a mejorar el estado de cosas con el regreso de Zelaya al gobierno.
Cabe preguntarnos… ¿Hasta dónde está dispuesto el imperialismo yanqui a dejar avanzar más los gobiernos alternativos en el continente americano?
El Presidente Obama, con un método y estilo de metáforas y generalidades que no van al fondo de los asuntos, que los escamotean para tratar de eludir responsabilidades y atacar con soluciones de fondo a los problemas estructurales para mantener todo como está, ese presidente que en efecto, en eso de hacer demagogia es diferente, continua arreciando su política de dominación y saqueo de América Latina, continuando con el guerrerismo de los planes contrainsurgentes y de las bases militares pues necesita mantener la sujeción y la seguridad de su mal llamado “patio trasero” no dejando que se establezcan gobiernos que no pueda controlar y el del Zelaya no escapa. Lo que busca en última instancia es borrar del continente la posibilidad de libertad, soberanía, bienestar y democracia para el pueblo.
El Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) no sólo expresa su indignación y repudio al golpe de Estado y a la diplomacia imperialista que lo secunda, también hace un llamado al pueblo hondureño y al movimiento político, social y popular de nuestra Latinoamérica y el Caribe para que no cesemos la denuncia y recurramos a la combinación de todas las formas de lucha necesarias para derrotar el golpe de Estado.
Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)