El pueblo uniformado también protesta

EL PUEBLO UNIFORMADO TAMBIÉN PROTESTA

Puntos importantes de la plataforma del Personal Subalternno FF. PP. donde exigen la democratización de su institución.

4.- La reestructuración de Reglamentos que ofenden nuestras conciencias, nos obligan a defender un orden totalmente injusto, preservar y conversar el orden público con acciones brutales reñidas con la Constitución y la Declaración Universal de los DD. HH., que garantizan el respeto a huelgas, marchas y reclamos del pueblo.

5.- Al gobierno actual a no comprometernos con sus crímenes políticos, guerra sucia, desapariciones, torturas, ejecuciones extrajudiciales y otras aberraciones. La familia policial siente vergüenza de tener como hijo, esposo y padre a quienes manchamos las manos con sangre de peruanos en su mayoría inocentes.

16.- Una política antisubversiva coherente y pacificadora basada en la Justicia Social, no simplemente en la represión indiscriminada y/o declaraciones triunfalistas e irresponsables que provocan más violencia y crueldad de los subversivos quienes asesinan a humildes policías que son también de extracción popular.

La huelga policial iniciada el 15 de mayo y levantada el 19 ha sido uno de los más duros golpes que el gobierno aprista ha recibido. El APRA en el gobierno pretendió articular por arriba a las fuerzas policiales aplicando “la reorganización”.

Como casi todas las iniciativas que este gobierno promueve, la llamada reorganización fue acompañada de abundante propaganda. Lo concreto es que esta “reorganización” no reorganizó nada, ni cambio nada. La huelga policial del personal subalterno no ha hecho más que poner en carne viva lo que ya se sabía, que esta “reorganización” ha sido un fracaso.

Una fuerza policial creada para mantener el orden de los privilegiados, de los que más tiene, han modelado instituciones esencialmente represivas. Desde que ingresan a sus centros de instrucción se les deforma la mentalidad y el comportamiento. El mundo está compuesto de dos clases: los uniformados y los civiles. Y en este reducísimo mundo, los civiles son los enemigos.

Y existe por cierto un especial interés porque esta situación se mantenga. Por eso cuando miembros del personal subalterno pretenden estudiar o se encuentra estudiando en las universidades son hostilizados por los oficiales.

Carnes de cañón

El policía desde que ingresa pierde todos sus derechos de ciudadano. No es tratado como una persona sino como un número, como un ente que no tiene ninguna atribución, solamente deberes que asumir. Los oficiales en cambio son los que tienen todos los privilegios. Tratan al personal subalterno de la manera más humillante.

La llamada “reorganización” no cambió su esencia vertical, abusiva y vejatoria contra el personal de tropa. Situación que permite incluso que malos oficiales se apropien del dinero de los subalternos. Los policías hasta carecen de las prerrogativas que tienen los militares.

Actualmente el gobierno los está utilizando para enfrentar a la insurgencia guerrillera. Sin la preparación adecuada, algunos apenas egresados del Centro de Instrucción, otros porque fueron trasladados a las zonas de emergencia debido a que oficiales vengativos los indispusieron ante el comando superior, lo cierto es que son estos policías los que están dejando sus vidas. Para decirlo de otra manera, el gobierno utiliza al personal subalterno de las fuerzas policiales como carne de cañón.

A este afrentoso cuadro hay que sumar el desprecio de este gobierno contra el personal subalterno en lo que respeta a sus haberes. A diferencia de los oficiales que están muy bien remunerados, los guardias y clases tienen sueldos miserables que en muchos casos los empuja a caer en el degradante círculo de la corrupción.

La huelga policial.-

Si bien la huelga tuvo un comienzo por mejoras de sueldos rápidamente se convirtió en una medida política que jaqueó durante cuatro días al gobierno aprista. Política no porque estuviera impulsada por grupos políticos determinados –como la prensa y la TV, sumisa al gobierno y a los millonarios de este país, se esforzó malévolamente en sugerir- sino porque diseñó una plataforma con reivindicaciones democráticas importantes.

Su dinámica de masas, adoptando formas de movilización popular creando consignas y asumiendo actitudes radicales que incluso llegaron hasta el uso de sus armas, escandalizó a la derecha. Para ellos no hubo huelga, fue un motín.

¿Qué se perseguía con este calificativo? Todo motín implica una insubordinación generalizada que compromete un orden establecido, por lo tanto, en su calidad de motín, esta medida reivindicativa debía ser debelada, aplastada.
Pero esta huelga ha significado también el ensanchamiento de la brecha institucional por lo menos en el personal subalterno, con relación al APRA.

El MRTA y las fuerzas policiales.-

Desde que aparecimos con nuestras primeras acciones supimos diferenciar. Buscamos que nuestro mensaje llegara a aquellos policías que sí creen en sus instituciones como organismos destinados a proteger a la ciudadanía y no a ensañarse con los más humildes.

A esos policías que han ingresado con vocación de servicio y no para abusar de su autoridad. A esos policías les hemos pedido que no dirijan sus armas contra el pueblo, que desobedezcan a sus superiores cuando les ordenan reprimir manifestaciones, desalojar familias inermes, etc.

A esos policías cuyas vidas respetamos y respetaremos siempre que no se nos enfrenten. Jamás les hemos disparado ni dispararemos a un policía por la espalda. Sin embargo, hay GC que han asesinado a compañeros nuestros cuando los han capturado desarmados o se les agotó las municiones. Con esos malos policías seremos implacables. Combatiremos también a esos policías que reprimen a las masas populares.

Los policías honestos tienen un lugar en las filas de nuestra organización.

Pronunciamiento.-

1.- La llamada “reorganización de las Fuerzas Policiales” como se demuestra con la huelga del personal subalterno, ha sido un completo fracaso. El APRa quiso un apéndice y domesticó a una oficialidad pusilánime, burocrática, pero no tomó en cuenta para nada las aspiraciones del personal subalterno.

2.- El APRA, al igual que cualquier otro gobierno oligárquico, utiliza a las Fuerzas Policiales como instrumento de represión contra el pueblo y no para garantizar su cuidado y seguridad. En las actuales circunstancias, este gobierno promete su participación en la “guerra sucia”. Son miembros del personal subalterno los que ponen el pellejo, a ellos hasta los matan por la espalda y los oficiales que imparten las órdenes, remunerados con altos sueldos se encuentran parapetados tras sus escritorios.

3.- Toda la alharaca del Ministro del Interior en el sentido del aumento de la dotación de carros patrulleros, armamento y municiones de guerra, chalecos antibalas, capacitación, etc., refleja una orientación marcada y cuantitativamente represiva, que no tiene en cuenta para nada al hombre. Sólo se estimula en ellos a los ejecutores de una política represiva encargada de garantizar el orden de una administración explotadora, autoritaria, entreguista que gobierna contra el pueblo.

4.- Este gobierno alienta ese indignante espectáculo de policías agrediendo cobardemente a amas de casa, estudiantes, pobladores, trabajadores, asesinando y torturando a luchadores políticos y sociales; llevando el terror a los barrios en los controles y rastrillajes; cometiendo saqueos y violaciones, en suma actuando como bestias desaforadas contra los humildes, contra los que no tiene, contra los que al igual que los policías ahora, protestan justamente por trabajo, salario, vivienda y comida.

5.- El MRTA considera que así no son todos los policías. El personal subalterno proviene del pueblo, y sus hijos, padres, hermanos, madres, son también universitarios, pobladores, obreros y obreras, y esos oficiales, policías honestos y personal subalterno, que no tienen una mentalidad homicida, y que desarrollan en su institución una verdadera vocación de servicio, son los que tienen que reorganizar realmente las Fuerzas Policiales; no reprimir al pueblo, desobedecer las órdenes que signifiquen atropellos a las masas populares.

6.- El MRTA se solidariza con la huelga del personal subalterno de las Fuerzas Policiales y llama a que coordinen con las organizaciones populares que se aprestan para un Paro Nacional este 19 de mayo. Asimismo, plantea la necesidad de democratizar las Fuerzas Policiales, que se organicen en sindicatos y pueda el personal subalterno decidir democráticamente sobre el ejercicio de sus funciones.

¡SOLUCIÓN A LA HUELGA POLICIAL!

¡DEMOCRATIZAR LAS FUERZAS POLICIALES!

¡CON LAS MASAS Y LAS ARMAS… PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS!